Usuario:RoyFokker/Humanismo y teologia 1480-1518

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Humanismo y teología (1480 - 1518)[editar]

Jacques Lefèvre d'Étaples[editar]

En 1508 afronta la publicación del Quincuplex Psalterium, gallicum, romanum, hebraicum, vetus et conciliatum. Su intención es fijar un texto del salterio tomando como base el de la Vulgata. Las tres versiones adjudicadas a san Jerónimo (la galicana, la romana y la hebraica) eran las fuentes. Al final de cada salmo venía un comentario con datos históricos y apuntes espirituales sobre su contenido. Se añadían comentarios por versículos, versiones paralelas y advertencias sobre tales diferencias. La vetus latina (es decir, el texto latino usado antes de la Vulgata) es colocada también en una cuarta columna de la segunda parte. La versión llamada «conciliata» es su propuesta de conciliación de las diversas versiones. En esa segunda parte se incluyen también comentarios exegéticos.

En esta obra propone la centralidad de Cristo en toda la Biblia y las consecuencias que deberían derivarse de ello a la hora de hacer exégesis:

Por tanto, si solamente Cristo es el centro de la Escritura, con el Antiguo Testamento que contiene la promesa y el Nuevo Testamento que informa sobre su cumplimiento, vale de manera particular para el Salterio el hecho de que este anuncia la salvación del hombre en Cristo. Para Lefèvre , este significado de la Biblia es es verdadero y propio sentido «literal»
Graf Reventlow (1999:59)

Este cristocentrismo le permite ver la unidad de toda la Sagrada Escritura y reflexionar sobre los «sentidos»:

Hay un doble sentido literal: uno, llamado así impropiamente, es el de los ciegos y de las personas de vista corta, que entienden las cosas divinas de manera totalmente carnal, y las someten a cambio; el otro, el verdadero, es el sentido de quienes son iluminados por el Espíritu Santo
Prefacio al Quintuplex Psalterium, Dedicado a Briçonnet.

Un cambio importante en cuanto a la recepción de la Biblia en Occidente es el comentario de Lefèvre d'Étaples a las cartas de san Pablo en el año 1512: S. Pauli epistolae XIV ex vulgata: adiecta intelligentia ex Graeco, cum commentariis. La base, por tanto, es el texto de la Vulgata pero corregido, donde corresponda, con la versión griega. Toma en consideración las 14 cartas de san Pablo reputadas como auténticas, una carta –luego considerada falsa– a los de Laodicea y el intercambio epistolar que Pablo habría tenido con Séneca. Retoma el tema de los sentidos de la Escritura:

No es que estos cuatro sentidos deban buscarse siempre; en los pasajes que requieren solo el sentido literal, buscamos el sentido literal; buscamos la alegoría en los textos que son alegóricos, la tropología en los que se refieren a costumbres; finalmente en los que requieren una inteligencia divina y trascendente, buscamos la anagogia y una elevación divina
Comentario a la carta a los Gálatas IV folio 159 r

Esto da la primacía al sentido literal o más bien a la intención del autor, pero un sentido literal al modo como ha mostrado en el comentario a los salmos: es decir, a la luz de la centralidad de Cristo.

En 1522 publica un comentario a los Evangelios: Commentarii initiatorii in quatuor evangelia. Sus reflexiones fluctúan entre la teología católica (reconoce el valor de la jerarquía) y la protestante (ciertos pasajes podrían sustentar el lema Sola Scriptura).

Desde 1523 hasta 1534 afrontó la traducción de la Vulgata al francés.

  • Pierre Gibert, Breve storia dell'esegesi biblica, Queriniana, Brescia 1995 [cap. XII "La Bibbia 'sognata' degli Umanisti e dei Riformatori"]
  • Henning Graf Reventlow, Storia dell'interpretazione biblica, vol. III: Rinascimento, Riforma, Umanesimo, PIEMME, Casale Monferrato 1999, ISBN 88-384-4435-8

Lorenzo Valla[editar]

Durante la permanencia de Lorenzo Valla en Nápoles con el rey Alfonso V de Aragón, comenzó los trabajos sobre la Collatio Novi Testamenti (junto con el De libero arbitrio en el que continúa sus furiosas críticas a Aristóteles, buscando que se vaya más a la Biblia y a los Padres de la Iglesia como verdaderas fuentes de la teología). Luego la reafrontó en su período romano (1448-1457), pero la muerte lo dejó sin poder publicar esta obra.

En 1504 en la Abadía de Parc, Lovaina, Erasmo encontró el manuscrito de la obra que llamó «Adnotationes» (no ya «Collatio») y publicó el año 1505 con un prefacio escrito por Christopher Fischer. En 1967 se descubrió otra edición inédita que Valla habría escrito con una dedicatoria al Papa Nicolás V y que contenía un segundo prólogo (en realidad se encontraron dos manuscritos completos uno en París y otro en Valencia con esas características).

La intención de Valla con este texto era realizar una revisión, a la luz del texto griego, de la versión Vulgata elaborada por san Jerónimo. De ahí el título original completo: Collatio Novi Testamenti cum graeca veritate). Mientras realizaba este trabajo se vio que era necesario primero intentar fijar el texto griego de manera más crítica. Su intención no era criticar la Escritura misma –como algunos decían– o hacer ver que no era perfecta, sino corregir el texto latino que, según él mismo afirmaba, no había sido traducido todo por San Jerónimo. Los comentarios y críticas que hace a otras versiones hacen ver que conocía o tenía frente a sí al menos los comentarios de San Agustín y de Santo Tomás de Aquino.

Las Collatio eran comentarios breves desde el punto de vista filológico o de la traducción al texto griego colocando en frente el latino. Así ofrece diversas posibilidades de traducción de algunas palabras griegas o propuestas de traducciones más fieles a la estilística clásica latina. Es decir, al interés por descubrir el sentido original-literal del texto bíblico une su afán por obtener una versión latina lo más perfecta posible según los parámetros clásicos. Sin embargo, esto puede llevar a equívocos pues se confronta con el uso de palabras griegas en su contexto clásico antiguo y no en el del tiempo en que fueron escritas. Así una palabra que ha sufrido variantes de significado o evolución de sentido puede conducir a error siguiendo el criterio del uso clásico antiguo. Otro límite a su trabajo exegético es que simplemente comparaba las versiones griegas y latinas que poseía o a las que tenía acceso en manuscritos sin contar con un método para compararlos o confrontarlos adecuadamente.

De su trabajo en las Collatio se desprende un método para la teología que debe seguir las reglas de la gramática (Opera I 117ss). Llega a afirmar contra quienes sostienen que las obras paganas no han de ser leídas:

Se ha de condenar no la lengua de los paganos, su dialéctica u otras artes (dado que los mismos apóstoles han escrito en griego) [sino más bien] las doctrinas, las religiones... En cuanto a las demás ciencias y artes, están en el medio y te corresponde a ti usarlas bien o mal.
Opera I 120
En conjunto, las investigaciones de Valla pertenecen sin sombra de duda a las contribuciones más relevantes para la interpretación de la Biblia, de tal manera que encaminan una nueva fase de ella
p. 35
  • Henning Graf Reventlow, Storia dell'interpretazione biblica, vol. III: Rinascimento, Riforma, Umanesimo, PIEMME, Casale Monferrato 1999, ISBN 88-384-4435-8

De Valla a Erasmo[editar]

La crítica de Lorenzo Valla a la teología escolástica poniendo en su lugar a los padres de la Iglesia y a la misma Sagrada Escritura es muestra de que las ideas de Lutero andaban en el aire en el momento de la Reforma. Y a él se debe el que se apliquen las técnicas de la filología clásica a la Biblia para determinar el texto y hacer buena exégesis:

Con la Collatio Novi Testamenti de 1443 y con la reedición (quizás incompleta) de la misma, las Adnotationes in Novum Testamentum (1453-1457) el humanista romano reproponía, en las dimensiones modernas de la crítica filológica, la cuestión escriturística. De tal manera, Valla, mediante la aplicación orgánica de la retórica quintiliana en la exégesis bíblica, llevaba a cumplimiento el giro humanístico de la teología.
p. 151

Fue Erasmo quien encontró y publicó las Adnotationes. Diez años después, publica el Novum Instrumentum: texto griego llamado «crítico», una nueva traducción al latín y algunas notas filológicas. Las reacciones fueron de todo tipo, aceptación y valoración, pero también crítica fuerte realizada por Martin van Dorp. La disputa, llevada a cabo de manera epistolar-pública permitió a Erasmo fijar su posición:

  • Crítica antiaristotélica al racionalismo y al formalismo de la teología escolástica del tiempo
  • Retomar la teología patrística (lenguaje y método)
  • Recomponer teórica y pastoralmente el cristianismo originario (fuentes evangélicas y paulinismo).
  • Retomar la cuestión escriturística a la luz de la crítica filológica, como instrumento orgánico para la solución del problema Vulgata/veritas graeca.

En octubre de 1515, Tomás Moro interviene en la discusión a favor de Erasmo. Y lo hace con claridad y mostrando el momento de la discusión con pleno dominio. Las coordenadas de la teología serían:

  • Oponer un neto rechazo al «dialecticismo» escolástico, a la formalización del lenguaje teológico
  • Asumir, siempre mediante analogía, los instrumentos operativos propios de la literatura y configurar la retórica en la propia estructura científica de argumentación demostrativa y de crítica filológica.

Tras esos años, las discusiones se harán más duras y las posiciones se encresparán. Sigue un debate del mismo Moro con Tyndale, de Erasmo con los teólogos de Lovaina, las traducciones y comentarios bíblicos de Lutero, los discursos de Melanchton sobre la teología, el intercambio epistolar entre Calvino y Sadoleto, el traslado del problema Vulgata/veritas graeca al de Scriptura/Traditio. La crisis protestante y la división de la cristiandad fue un externar y hacer crítica esta división o crisis teológica.

En realidad, la relación humanismo/teología reproponía la antinomia, cuya solución había sido ya un problema primario de los Padres de la Iglesia (evangelio/cultura helenista) y de los grandes escolásticos medievales (cristianismo/aristotelismo). Por eso la reutilización, por parte de los humanistas de «lugares» clásicos tomados del Epistolario de san Jerónimo (la reducción de la literatura griega y latina a la investigación científica cristiana) y de De Doctrina christiana de Agustín (la vindicatio o reapropiación de los instrumentos cognoscitivos o de las formas institucionales del mundo pagano, por la acción teórica y práctica de la cristiandad.
p. 158-159
  • Salvatore Camporeale, "Humanesimo e teologia tra '400 e '500" en [por ver]

Erasmo de Rotterdam[editar]

El mayor aporte de Erasmo fue la edición que realizó del texto griego del Nuevo Testamento. Su intención –a diferencia de Lorenzo Valla– no era corregir el texto latino de la Vulgata sino elaborar él mismo otra edición latina. Comentó este deseo con un editor, Johann Froben en Basilea el año 1514 pero no se llegó a concretar. Al año siguiente, en Cambridge se volvieron a encontrar y Froben comenzó a presionar a Erasmo para que realizara ese trabajo. Para marzo de 1516 y tras hacerse con diversos manuscritos en Basilea, el llamado «Novum Instrumentum» pudo ver la luz. Las prisas, para adelantarse a la versión complutense costaron caras: el texto fue publicado con bastantes errores tipográficos y dado que ninguno de los manuscritos de los que Erasmo disponía estaba completo, él mismo hizo la selección. El texto griego fue revisado completamente por Erasmo y donde faltaba (por ejemplo, los últimos seis versículos del Apocalipsis), él mismo tradujo del latín de la Vulgata al griego. La fuente principal, entre otros manuscritos a los que Erasmo tuvo acceso sea en Inglaterra como en Basilea, fue el llamado koiné usado mayormente por la Iglesia oriental. En este sentido, por su modo de trabajar y los frutos de su trabajo (una versión latina que le produjo también no pocos problemas) es innovativo. No es de extrañar también que haya que esperar hasta 1514 para la primera edición del texto griego del Nuevo Testamento en la Biblia Políglota, dado el modo en que se imprimían los libros en aquel entonces y las dificultades que esto conllevaba.[1]

En cambio, su propuesta exegética o de uso de la Biblia retoma aspiraciones del tiempo. Las expresa en su Enchridion y en la introducción del Novum Instrumentum (=Nuevo Testamento).

Publicó por primera vez el Novum Instrumentum en 1516 y estaba dedicado al Papa León X. Iniciaba con una premisa para los lectores, un prefacio para las notas y tres introducciones divididas en Paraklesis («exhortación»), un Methodus («metódica») y una Apologia. Ya desde la segunda edición introdujo una Ratio verae theologiae en vez del apartado Methodus (1518). Este texto, bastante amplio, fue publicado luego como libro independiente aun cuando en la mente de Erasmo la teología depende y parte del estudio de la Sagrada Escritura.

En el Enchridion aboga por el uso del sentido alegórico ofreciendo como modelos a san Ambrosio, san Jerónimo y san Agustín. Esto implica dejar algo de lado –aunque no del todo– el sentido literal, debido a la contraposición que Erasmo hacía de espíritu y letra de acuerdo con la distinción propia de san Juan y de san Pablo. En la Paraklesis aboga porque no se evite a los laicos el acceso a la Biblia.

La Ratio es un concentrado de su propuesta metodológica para la teología. Vuelve a textos del De doctrina christiana de san Agustín. Promueve la centralización en Cristo de la teología y comenta el uso de técnicas literarias con motivos didácticos dentro de la Biblia, haciendo ver con ello que el sentido alegórico es también perfectamente usable dado que las mismas Sagradas Escrituras lo emplean. Sin embargo, critica también el uso exagerado de las alegorías como en los casos de Orígenes, san Ambrosio y san Hilario de Poitiers.

Recomienda recoger para algunas temáticas teológicas los pasajes bíblicos apropiados de ambos Testamentos, y además también las referencias en antiguos comentarios y hasta en escritores paganos. De esta manera prepara el método de los loci, que será característico de la sucesiva dogmática protestante
Graf Reventlow (1999:87)

Todos estos elementos metodológicos son integrados en los comentarios del Novum Instrumentum en las sucesivas ediciones aunque tuvo que defenderse de las acusaciones que le fueron dirigidas por criticar el estilo de la Vulgata y hasta el griego de san Pablo.

Erasmo afronta de nuevo el tema exegético en su obra Ecclesiastes sive concionator evangelicus de 1535. Allí se explaya sobre el sentido alegórico y su uso en la interpretación bíblica y en la predicación.

Novum instrumentum[editar]

La publicación del nuevo testamento compilado por Erasmo produjo reacciones encontradas. Fue, a pesar de sus numerosos errores tipográficos, debidos a las prisas, un éxito de ventas. La segunda edición –ya bastante corregida– fue la base de la traducción al alemán realizada por Lutero. Fue acusado de «presunción» al realizar una versión latina más elegante que la Vulgata. Sus comentarios al margen del texto fueron también muy criticados pues aprovechó en ocasiones de lanzar invectivas contra algunos miembros del clero de la época:

La piel del clero se había hecho tierna por una larga impunidad. Ellos gritaron desde el púlpito y desde la tribuna y con su estrépito convirtieron a Europa en una arena
J.A. Froude (1896:127)

Las universidades de Cambridge y Oxford prohibieron las obras de Erasmo. No faltaron tampoco críticas serias como las de los que trabajaron en la Biblia complutense: faltaba en la versión de Erasmo el texto de 1Jn 5, 7: «El Padre, el Verbo y el Espíritu Santo: y estos tres son uno solo. Y hay tres que dan testimonio sobre la tierra». Erasmo adujo que no encontraba versiones griegas del texto y que mientras no se las hicieran ver ese texto no sería incluido. En la tercera edición se vio obligado a hacerlo, a regañadientes y por mantener su palabra, ya que el tal manuscrito (que luego se descubrió ser una versión al griego del latino de la Vulgata hecha por un monje llamado Froy o Roy en 1520) fue encontrado y se le hizo llegar.

En la cuarta edición (1527) presenta el texto en tres columnas: griego, vulgata y su propia traducción. Usó abundantemente la versión Complutense para mejorar su texto griego. En 1535 publicó una quinta edición que ya prescindía de la versión vulgata.

  • Henning Graf Reventlow, Storia dell'interpretazione biblica, vol. III: Rinascimento, Riforma, Umanesimo, PIEMME, Casale Monferrato 1999, ISBN 88-384-4435-8
  • Bruce M. Metzger, Il testo del Nuovo Testamento, Paideia, Brescia 1996, ISBN 88-394-0537-2
  • J. A. Froude, Life and Letters of Erasmus, New York 1896.

El debate de Moro contra Tyndale[editar]

La influencia que un escrito de Tyndale The Obedience of a Christian Man ejercía sobre Enrique VIII llenó de preocupación al Lord Canciller y arzobispo de York, el Card. Wolsey. Así, él y el obispo Juan Fisher solicitaron a Tomás Moro que interviniera. De ahí salió el libro Dialogue concerning Heresies al que Tyndale respondió con The Parable of Wicked Mammon. Tyndale se quejaba de los «entredichos» que se dirigían contra quienes se atrevieran a traducir las Sagradas Escrituras. Esta acusación, demostrada falsa por el mismo Moro, era también derribada por los comentarios que Moro hacía de las traducciones de Tyndale que eran, para llamarlas de algún modo, parciales: la palabra «gracia» era traducida como «favor», la «penitencia» como «arrepentimiento», etc. Tyndale promovía la abolición de todo poder de la Iglesia, poder que debía pasar a las Sagradas Escrituras, interpretadas de acuerdo con la libertad de cada uno. Además sostenía que la mente humana era incapaz de llegar a Dios por sus propias fuerzas. Añadía, ya según el punto de vista protestante, la salvación por la sola fe. A todos estos argumentos responde Tomás Moro con elegancia, fina teología y gran capacidad dialéctica.

  • Élizabeth-Marie Ganne, Tommaso Moro. L’uomo completo del Rinascimento, Edizioni San Paolo, Cinisello Balsamo (Milano) 2004, ISBN 88-215-5057-5

Notas[editar]

  1. El primer libro impreso totalmente con caracteres griegos que usó la imprenta a la Gutenberg fue una gramática griega llamada Erotemata de Constantino Lascaris en 1476, cf. Metzger (1996:99).