Pantanos de las Montañas Azules (Australia)

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Acantilados pantanosos.
Las Montañas Azules, patrimonio de la humanidad.

Las comunidades de pantanos de las Montañas Azules son un grupo geográficamente disperso de comunidades de pantanos de turba en peligro ecológico, que abarcan múltiples partes del parque nacional de las Montañas Azules, Patrimonio Mundial, en Nueva Gales del Sur (Australia).[1]

Acantilados pantanosos en las Montañas Azules

Historia[editar]

Las zonas pantanosas fueron declaradas por primera vez como comunidades en peligro de extinción en el 2004, conforme a la Ley de Protección del Entorno y la Conservación de la Biodiversidad, de 1999, y la Ley de Conservación de las Especies en Peligro de Extinción, de 1995 (NSW). Las comunidades de las ciénagas se encuentran, normalmente, a una altitud de entre los 500 y los 1,000 metros sobre el nivel de mar. Cubren una extensión de menos de 3.000 hectáreas, lo que equivale a alrededor del 3% del área patrimonial del parque nacional de las Montañas Azules.[2]

Se cree que las ciénagas se remontan a hace unos 15.000 años, aproximadamente.[3]​ Las ciénagas de las Montañas Azules se extienden a lo largo de los valles de terrenos bajos (ciénagas de valle) y también en los cortados, acantilados en las laderas empinadas y alrededor de los nacimientos de riachuelos.[4]

Variedades[editar]

Estas ciénaga se dan en diferentes ambientes, tales como en los valles, en acantilados o en una combinación de ambos. Se denominan ciénagas colgantes debido a su aspecto de estar literalmente colgando de las paredes de los acantilados o laderas empinadas. Las ciénagas reciben agua de diversas fuentes, tales como del subsuelo, de arroyos, o de ambos.[5]

Las comunidades de "pantano del fondo de valle" se forman típicamente debido a la predominancia de la piedra arenisca. Este sustrato permite la percolación del agua en los arroyos mal drenados.[6]

Las "ciénagas de los acantilados" se forman debido al agua que se filtra a través de las capas de terreno de arenisca, la cual queda atrapada debido a la composición de la roca, el barro, la siderita, y la lutita, lo cual hace que surja a la superficie. Este proceso inicia un ciclo de constante humedad, lo que provoca que se forme la turba en este entorno anaeróbico. El proceso de la formación de turba gruesa conlleva milenios.[7]

Entorno[editar]

Las Montañas Azules reciben un promedio de precipitación, en forma de lluvias, de más de 1.000 milímetros al año (8); la escasa permeabilidad del subsuelo, combinada con la lenta escorrentía, ayudan en la formación de la biodiversidad de estas ciénagas de las Montañas Azules.[8]

La composición de los suelos varía, yendo de la marga de color amarillo y gris-amarillento, a la turba de color negro mineral. La composición del suelo depende en gran medida del nivel de registro de agua.[7]

Otros espacios[editar]

Australia tiene otros espacios pantanosos y ciénagas que comparten las mismas características que los de las Montaña Azules, y se hallan en la costa norte de Nueva Gales del Sur, así como en el extremo sureste la meseta sur y las regiones de los Alpes australianos. No obstante, estas zonas pantanosas contienen menor diversidad de especies de arbustos esclerófilos que las de las Montañas Azules, si bien tienen una mayor diversidad de plantas que crecen, por lo general, en substratos con una mayor fertilidad que la que se da en la arenisca. Estas plantas son juncias de hoja blanda, hierbas, y herbáceas aromáticas.[9]

Flora[editar]

Los pantanos de las Montañas Azules contienen una gran biodiversidad de flora, principalmente mezcla de juncias y matorral de hoja esclerófila, así como de pequeños árboles. El tamaño de la mayoría del matorral es de entre medio metro a los dos metros. El manto o cubierta del terreno varía dependiendo de la topografía de la zona de ciénaga. La altura de las juncias es, por lo general, de menos de 1 metro lo que, junto a las hierbas esclerófilas densamente diseminadas proporcionan una espesa cubierta vegetal. En las zonas despejadas, entre los espacios de las juncias y las hierbas, hay arbustos más pequeños, helechos, pastos y algunos árboles.[10]

Dado que las diversas comunidades de ciénaga han sido objeto de diferentes agresiones, tales como los incendios, existen diversas especies de plantas diferentes en cuanto a la estructura de la vegetación, bien sea en variedades de matorral en brezales abiertos o cerrados.[11]

Las ciénagas difieren en cuanto a las especies de flora que contienen. Algunas variedades son endémicas de Nueva Gales del Sur, mientras otras lo son endémicas de las Montañas Azules.

Arbustos[editar]

Hakea teretifolia
Banksia spinulosa en Curtis's Botanical Magazine, Placa 3060 (Volume 58, 1831)
Epacris obtusifolia
  • Baeckea linifolia
  • Leptospermum juniperinum
  • Hakea teretifolia
  • L. grandifolium
  • Grevillea acanthifolia subsp. Acanthifolia
  • L. polygalifolium
  • Banksia spinulosa
  • Epacris obtusifolia
  • Sprengelia incarnata
  • Dampiera stricta
  • Mirbelia rubifolia
  • Gonocarpus teucrioides
  • Almaleea incurvata (endémica de las Montañas Azules)
  • Grevillea acanthifolia subsp. Acanthifolia (endémica de Nueva Gales del Sur)
  • Olearia quercifolia (endémica de las Montañas Azules)
  • Symphionema montanum (endémica de Nueva Gales del Srur)
  • Carex klaphakei (endémica de las Montañas Azules) Especie amenazada
  • Pultenaea glabra (endémica de Nueva Gales del Sur) Especie amenazada.

Juncias y juncos[editar]

  • Gymnoschoenus sphaerocephalus
  • Lepidosperma limicola
  • Ptilothrix deusta
  • Lepyrodia scariosa

Herbáceas[editar]

  • Entolasia stricta
  • Tetrarrhena turfosa
  • Acacia ptycoclada (endémico de las Montañas Azules)
  • Notochloe microdon (Endémico de las Montañas Azules)

Helechos[editar]

Árboles[editar]

Eucalyptus copulans (endémico de las Montañas Azules, en peligro crítico de extinción)

Fauna[editar]

También existe una gran variedad de fauna en los pantanos, tanto de vertebrados como de invertebrados, incluyendo insectos, aves, anfibios, reptiles y marsupiales. De acuerdo con las Oficinas del Patrimonio y el Medioambiente de Nueva Gales del Sur (NSW office of Environment and Heritage) nunca se ha llevado a cabo un estudio sistemático de la fauna de los pantanos. No obstante, consta que existen varias especies raras, en peligro de extinción, viviendo permanentemente o en tránsito.[12]

Vertebrados[editar]

Eulamprus leuraensis - Eslizón azul acuático de las montañas
Rana excavadora gigante (Heleioporus australiacus) renacuajo

Invertebrados[editar]

  • Libélula gigante (Petalura gigantea) En Peligro de Extinción

Esta lista no está completa. Diversas especies de plantas y de animales, aún no han sido listadas.[13]

Problemas y amenazas mediambientales[editar]

Debido a la urbanización del área metropolitana de la ciudad de las Montañas Azules, la presión ecológica en las comunidades de las ciénagas ha ido en aumento en los pasados cincuenta años. Diversas amenazas han sido identificadas como significativas, amenazando a la salud futura de las comunidades biológicas de la ciénaga.

Actualmente, las amenazas han sido identificadas como:

Sedimentación y conducción de caudales de agua de tormentas[editar]

‘La modificación del Caudal de los cauces naturales, los arroyos y las tierra anegables y pantanosas está recogida en la Ley de Conservación de Especies Protegidas'.[14]​ La expansión de la red de carreteras dentro de la periferia de las zonas urbanas de la Montañas Azules ha aumentado tanto en número de vehículos como de la velocidad de desplazamiento de los mismos, lo que ha tenido repercusiones en las tierras y la vegetación de la zona.

Este incremento de influencias adversas está causando un incremento de la erosión y de sedimentos los cuales pueden perjudicar a las comunidades de las ciénagas y de los ecosistemas asociados, incluyendo la flora y la fauna de las áreas circundantes. Cuanto más escarpadas son las zonas afectadas, mayor es el número de cauces de sedimentación.[15]

Aumento de las nutrientes[editar]

Este incremento en el flujo de agua tiende a aportar una mayor cantidad de nutrientes y otros subproductos urbanos, tales como pesticidas, particularmente provenientes de los jardines urbanos, céspedes y campos de golf, vehículos a motor y la infraestructura industrial, todos los cuales han sido identificados como causantes de los efectos adversos que sufre los pantanos, consecuencia de los productos químicos vertidos. Conforme la urbanización progresa y continúa expandiéndose, es indudable que esta amenaza aumente.[16]

Clareado para desarrollo urbano[editar]

La autoridades de la ciudad de las Montañas Azules estiman que se han clareado unas 250 ha de pantano con fines de áreas de captación para fines urbanísticos.

Los perjuicios a la vegetación y el incremento de la concentración de agua de superficie proveniente del aumento de flujos a raíz de los aclarados para fines del desarrollo urbano, son causa de erosión y de sedimentación. Las pistas y caminos para caminar y el uso de vehículos campo a través también están impactando en las tierras y contribuyendo a su degradación. Estos tipos de actividades pueden conducir al compactado de las tierras de la zona y a la destrucción de las comunidades de las ciénagas.[17]

Las autoridades de la ciudad de Montañas Azules han identificado diversas sendas que muestran señales de degradación debido al tránsito y a todo tipo de actividades de ocio, tales como el tránsito de vehículos campo a través en estas zonas de pantano. Estas zonas se hallan entre Lawson y Medlow Baths, así como en Mount Hay. Todas ellas sufren una amenaza moderada respecto a las funciones ecológicas de los pantanos. Por otra parte, estas zonas son consideradas futuras áreas amenazadas en lo que respecta a la expansión urbanística de las próximas décadas.[18]

Siega, rellenando o pastoreo.[editar]

Algunas tierras de propiedad privada han sido segadas, rellenadas o destinadas al pastoreo, en estas zonas de los pantanos. (BMCC) A pesar de que estas prácticas son escasas, estas actividades son consideradas seriamente nocivas para los ecosistemas de las ciénagas.[19]

Extracción de agua (pozos de extracción de agua, interferencias en las cabeceras de los ríos y construcción de diques)

La extracción, la captación de agua interfiriendo en la hidrología natural de los pantanos afecta adversamente el flujo del cauce de los ríos. La interferencia o la captación de nuevos pozos es un asunto medioambiental identificado como una amenaza significativa a estas comunidades ecológicas amenazadas.[20]

Reducción de incendios, ambos accidentales o inmtencionados y estabilizados[editar]

Los frecuentes incendios interrumpen gravemente los procesos del ciclo de la vida en plantas y animales y son la causa de la pérdida de la estructura de la vegetación y su composición, según quedó plasmado en el Apartado 3 de la Ley de Conservación de las Especies Amenazadas, de 1995.[21]

El cambio del clima debido a factores antropológicos tiene el potencial de acarrear acontecimientos climáticos extremos, tales como sequías y particularmente grandes incendios, los cuales han demostrado ser devastadores para ciénagas y pantanos.[22]​ Dado que hay menos de 3.000 hectáreas de ciénaga en la zona de las Montañas Azules, y que la mayoría de ellas se encuentran fragmentadas entre comunidades, resultan altamente susceptibles de sufrir efectos ecológicos adversos.

Se está intentando reducir los riesgos de incendios forestales a fin de proteger las áreas urbanas. No obstante, se ha demostrado que esta práctica conlleva efectos potencialmente perturbadores para las ciénagas. La combustión de la turba de las ciénagas es tremendamente perjudicial para la misma dado que la misma turba requiere muchos años para regenerarse.[23]

Los incendios y sus posteriores consecuencias pueden, además, ser causa de una gran erosión del terreno, dada la destrucción de vegetación y de las rizomas del subsuelo. Un ejemplo de la erosión ocurrida en Hazelbrook fue la intensa lluvia posterior a los incendios.[24]

Dirección, administración y gestión[editar]

Los Parques Nacionales y el servicio de fauna y flora son responsables de la gestión de las comunidades de los Pantanos de las Montañas Azules, como parte integrante de la Oficina de Entorno y del Patrimonio de Nueva Gales del Sur, conjuntamente con las autoridades de la ciudad de Montañas Azul.

Ver[editar]

  • Reserva Michael Eades, y sus acantilados pantanosos

Referencias[editar]

  1. Belmer, Nakia; Wright, Ian A; Tippler, Carl (16 de septiembre de 2015). «Urban Geochemical Contamination of High Conservation Value Upland Swamps, Blue Mountains Australia». Water, Air, & Soil Pollution 226 (10). doi:10.1007/s11270-015-2607-z. 
  2. «Blue Mountains Swamps in the Sydney Basin Bioregion - vulnerable ecological community listing». Office of Environment and Heritage. 
  3. Whinam, J.; Hope, G.S.; Clarkson, B.R.; Buxton, R.P.; Alspach, P.A.; Adam, P. (2003). «Sphagnum in peatlands of Australasia: Their distribution, utilisation and management». Wetlands Ecology and Management 11 (1/2): 37-49. doi:10.1023/A:1022005504855. 
  4. «Living Catchments». Living Catchments. Blue Mountains City Council. 
  5. Wilkinson, Marshall T.; Chappell, John; Humphreys, Geoff S.; Fifield, Keith; Smith, Bart; Hesse, Paul (August 2005). «Soil production in heath and forest, Blue Mountains, Australia: influence of lithology and palaeoclimate». Earth Surface Processes and Landforms 30 (8): 923-934. doi:10.1002/esp.1254. 
  6. «Blue Mountains Swamps in the Sydney Basin Bioregion». vulnerable ecological community listing. Office of Environment and Heritage. 
  7. a b Fryirs, K.; Freidman, B.; Williams, R.; Jacobsen, G. (21 de agosto de 2014). «Peatlands in eastern Australia? Sedimentology and age structure of Temperate Highland Peat Swamps on Sandstone (THPSS) in the Southern Highlands and Blue Mountains of NSW, Australia». The Holocene 24 (11): 1527-1538. doi:10.1177/0959683614544064. 
  8. Carey, Anne. Protecting Swamp Communities in the Blue Mountains [online]. Australasian Plant Conservation: Journal of the Australian Network for Plant Conservation, Vol. 16, No. 2, Sept-Nov 2007: 14-16. Availability: <http://search.informit.com.au/documentSummary;dn=022254435486446;res=IELHSS> ISSN 1039-6500. [cited 23 May 16].
  9. «Temperate Highland Peat Swamps on Sandstone». Australian Government, Department of the Environment. 
  10. Hensen, Michael and Mahony, Eric. "Reversing Drivers of Degradation in Blue Mountains and Newnes Plateau Shrub Swamp Endangered Ecological Communities" [online]. Australasian Plant Conservation: Journal of the Australian Network for Plant Conservation, Vol. 18, No. 4, Mar-May 2010: 5-6. Availability: <http://search.informit.com.au/documentSummary;dn=223317142143547;res=IELHSS> ISSN 1039-6500. [cited 23 May 16].
  11. Hunter, John T. (February 2006). «Ocean Shores to Desert Dunes: The Native Vegetation of New South Wales and the ACT». Austral Ecology 31 (1): 109-110. doi:10.1111/j.1442-9993.2006.01570.x. 
  12. Benson, Doug; Baird, Ian R. C. (24 de octubre de 2012). «Vegetation, fauna and groundwater interrelations in low nutrient temperate montane peat swamps in the upper Blue Mountains, New South Wales». Cunninghamia 12 (4): 267-307. ISSN 0727-9620. doi:10.7751/cunninghamia.2012.12.021. Consultado el 13 de mayo de 2017. 
  13. «ecological community listing». Blue Mountains Swamps in the Sydney Basin Bioregion. Office of Environment and Heritage. 
  14. «Flow Alterations». Fact Sheet. Office of Environment and Heritage. 
  15. Nanson, Rachel A.; Nanson, Gerald C.; Huang, He Qing (April 2010). «The hydraulic geometry of narrow and deep channels; evidence for flow optimisation and controlled peatland growth». Geomorphology 117 (1–2): 143-154. doi:10.1016/j.geomorph.2009.11.021. 
  16. Hobbs, R., & Huenneke, L. (1992). Disturbance, Diversity, and Invasion: Implications for Conservation. Conservation Biology, 6(3), 324-337. Retrieved from https://www.jstor.org/stable/2386033
  17. Belmer, Nakia; Wright, Ian A.; Tippler, Carl (16 de septiembre de 2015). «Urban Geochemical Contamination of High Conservation Value Upland Swamps, Blue Mountains Australia». Water, Air, & Soil Pollution 226 (10). doi:10.1007/s11270-015-2607-z. 
  18. Australasian Plant Conservation: Journal of the Australian Network for Plant Conservation, Vol. 16, No. 2, Sept-Nov 2007: 14-16
  19. Mactaggart, Barbara; Bauer, Johannes; Goldney, David; Rawson, Andrew (May 2008). «Problems in naming and defining the swampy meadow—An Australian perspective». Journal of Environmental Management 87 (3): 461-473. PMID 17395361. doi:10.1016/j.jenvman.2007.01.030. 
  20. Fryirs, Kirstie A.; Cowley, Kirsten; Hose, Grant C. (February 2016). «Intrinsic and extrinsic controls on the geomorphic condition of upland swamps in Eastern NSW». CATENA 137: 100-112. doi:10.1016/j.catena.2015.09.002. 
  21. http://www.environment.nsw.gov.au/threatenedSpeciesApp/profile.aspx?id=20014
  22. Good, Roger, Wright Genevieve, Whinam Jennie, and Hope Geoff. "Restoration of Mires of the Australian Alps following the 2003 Wildfires." Altered Ecologies: Fire, Climate and Human Influence on Terrestrial Landscapes. Ed. Simon G. Haberle, Janelle Stevenson, and Matthew Prebble. ANU, 2010. 353-62. Web.
  23. Adams, Mark A.; Cunningham, Shaun C.; Taranto, Maria T. (April 2013). «A critical review of the science underpinning fire management in the high altitude ecosystems of south-eastern Australia». Forest Ecology and Management 294: 225-237. doi:10.1016/j.foreco.2012.10.042. 
  24. «Blue Mountains Swamps in the Sydney Basin Bioregion». Office of Environment and Heritage.