Identidad ahorro-inversión

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Desde el punto de vista macroeconómico la identidad ahorro-inversión es un principio contable que se cumple en cualquier economía permanezca abierta o cerrada al exterior. Esta es una identidad o igualdad entre la inversión y el ahorro realizado en un país y observado por tanto a posteriori.[1]

Comprobación[editar]

Para comprobar esta igualdad se parte de la ecuación del PIB desde el punto de vista de la demanda:

Donde:

es el consumo total incluyendo el consumo privado
es la inversión pública y privada.
es el gasto público en bienes y servicios (consumo público).
es el valor de todas las exportaciones.
es el valor de todas las importaciones.

Economía cerrada[editar]

En la economía cerrada descrita no existe sector exterior y no existen por tanto ni exportaciones ni importaciones. Por tanto despejando el valor de la inversión en este caso de la ecuación anterior:

Por otro lado el ahorro de la economía será igual a la suma del ahorro privado más el ahorro público.

El ahorro privado será el ahorro de las familias: (Se ha supuesto que los beneficios no distribuidos son cero, que no alteran la demostración)

El ahorro público será:

Donde:

son las transferencias del sector público
son los impuestos directos.

El ahorro total quedará:

que es la misma expresión que resultaba para la inversión. Por tanto en una economía cerrada, la inversión es igual a la suma del ahorro privado y el saldo presupuestario, que según el caso puede ser ahorro (superávit público) o desahorro (déficit público).

Economía abierta[editar]

Referencias[editar]

  1. Krugman, Paul; Wells, Robin (2007). Introducción a la economía: macroeconomía. Reverté, S.A. ISBN 978-84-291-2632-7.