Diferencia entre revisiones de «Ciberacoso»

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* Avisar a los amigos que la víctima tenga en la Red sobre lo que esta sucediendo, rogando que no den datos ni información sobre su persona.
* Avisar a los amigos que la víctima tenga en la Red sobre lo que esta sucediendo, rogando que no den datos ni información sobre su persona.
* En caso de acoso, o recibir correos difamatorios sobre otra persona, guardar todos los mensajes recibidos tanto impresos como grabados en disco, y evitar a toda costa la relación presencial si se conoce al acosador ya que puede considerarse como conformidad.
* En caso de acoso, o recibir correos difamatorios sobre otra persona, guardar todos los mensajes recibidos tanto impresos como grabados en disco, y evitar a toda costa la relación presencial si se conoce al acosador ya que puede considerarse como conformidad.
* La Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) de la Policía Nacional aconseja a los centros que se dirijan a los proveedeores de Internet donde están alojados los vídeos o fotografías para pedir su retirada.

* No dar nunca informaciones personales propias ni de la familia ni de terceros a alguien que haya conocido en la Red.
* No dar nunca informaciones personales propias ni de la familia ni de terceros a alguien que haya conocido en la Red.
* Vigila muy bien a quién das tus datos de cibercontacto: teléfono móvil, e-mail, dirección de páginas personales, etc.
* Vigila muy bien a quién das tus datos de cibercontacto: teléfono móvil, e-mail, dirección de páginas personales, etc.

Revisión del 12:32 3 abr 2010

Ciberacoso es el uso de información electrónica y medios de comunicación tales como correo electrónico, mensajería instantánea, mensajes de texto, blogs, teléfonos móviles, y websites difamatorios para acosar a un individuo o grupo, mediante ataques personales u otros medios. Constituye un delito penal. El ciberacoso es voluntarioso e implica un daño recurrente y repetitivo infligido a través del medio del texto electrónico. Según R.B. Standler (2002) [1] el acoso pretende causar angustia emocional, preocupación, y no tiene propósito legítimo para la elección de comunicaciones. El ciberacoso puede ser tan simple como continuar mandando e-mails a alguien que ha dicho que no quiere permanecer en contacto con el remitente. El ciberacoso puede también incluir amenazas, connotaciones sexuales, etiquetas peyorativas (p.e., discurso del odio).

El término ciberacoso fue usado por primera vez por el educador canadiense Bill Belsey, creador del sitio web www.bullying.org. Otros términos para ciberacoso son "acoso electrónico," "e-acoso," "acoso sms", "network mobbing", "acoso móvil" "acoso en línea", "acoso digital", "acoso por/en internet" o "internet acoso".

Definiciones

El proceso por el cuál un individuo o grupo de individuos aplica violencia –psíquica o física– en pequeñas dosis a otro individuo con la intención de desestabilizarlo y hacerlo dudar de sus propios pensamientos y afectos. De esta forma se arrebata al otro su identidad, se niega y elimina la diferencia con el otro. El objetivo de esta conducta es paralizar a la víctima para evitar que surja el conflicto, para que no pueda pensar ni comprender, mantenerla a disposición del agresor mientras sea útil y adoctrinarla. El proceso pretende pervertir moralmente a la víctima y destruirla lentamente para conseguir un crimen perfecto, se elimina a la víctima por inducción al suicidio o violencia física. Se llama a esta conducta “acoso moral” y se define como toda conducta abusiva –verbal o no verbal– que atenta por su frecuencia y repetición contra la dignidad o integridad psíquica o física de una persona.

Al ser un problema relativamente reciente, para muchas víctimas el acoso cibernético significa vivir bajo terror durante varios meses antes de decidirse a buscar ayuda. El problema se agrava aún más, cuando después de decidirse a buscarla, pocas personas saben a donde acudir.

Características del ciberacoso

  • Requiere destreza y conocimientos sobre Internet. Ésta información la obtiene principalmente de foros informáticos.
  • Falsa acusación: La mayoría de los acosadores intentan dañar la reputación de la víctima manipulando a gente contra él.
  • Colgarán información falsa sobre ellos en sitios web. Pueden crear sus propios sitios web, blogs o páginas para este propósito.
  • Envío de forma periódica correos difamatorios al entorno de la víctima para manipularlos.
  • Recopilación de información sobre la víctima: Los ciberacosadores pueden espiar a los amigos de la víctima, su familia y compañeros de trabajo para obtener información personal. De esta forma saben el resultado de los correos difamatorios, y averiguar cuales son los rumores más creíbles de los que no crean ningún resultado.
  • A menudo monitorizarán las actividades de la víctima e intentarán rastrear su dirección de IP en un intento de obtener más información sobre ésta.
  • Manipula a otros para que acosen a la víctima. La mayoría tratan de implicar a terceros en el hostigamiento. Si consigue este propósito, y consigue que otros hagan el trabajo sucio hostigándole, haciéndole fotos o vídeos comprometidos, es posible que use la identidad de éstos en las siguientes difamaciones, incrementando así la credibilidad de las falsas acusaciones, y manipulando al entorno para que crean que se lo merece.
  • Quizá acuse a la víctima de haberle ofendido a él o a su familia de algún modo, o quizá publique su nombre y teléfono para animar a otros a su persecución.
  • Falsa victimización. El ciberacosador puede alegar que la víctima le está acosando a él.
  • Ataques sobre datos y equipos informáticos. Ellos pueden tratar de dañar el ordenador de la víctima enviando a virus.
  • Sin proposito legitimo: quiere decir que el acoso no tiene un proposito válido, sino aterrorizarlo y algunos acosadores estan persuadidos de que tienen una causa justa para acosarlo, usualmente en la base de que la víctima merece ser castigada por algun error que dicen que ésta ha cometido.
  • Repetición: quiere decir que el ataque no es un sólo incidente aislado. Repetición es la clave del acoso en línea. Un ataque en línea aislado, aún cuando pueda estresar, no puede ser definido como acoso cibernético.
  • Desamparo legal de estas formas de acoso, ya que aunque cierren una Web con contenido sobre la víctima, puede abrirse otra inmediatamente.
  • Es un modo de acoso encubierto.
  • Es un acto de crueldad encubierta.
  • El acoso invade ámbitos de privacidad y aparente seguridad como es el hogar familiar, desarrollando el sentimiento de desprotección total.
  • El acoso se hace público, se abre a más personas rápidamente.

Para identificar el acoso, Heinz Leymann, un psicólogo nórdico de los años ochenta, estableció tres elementos diferenciadores: la frecuencia, la continuidad en el tiempo y la concurrencia de uno o varios de los hechos enumerados.

El ciberacoso es un tipo de acoso psicologico que se puede perpretar en cualquier lugar y momento sin necesidad de que el acosador y la víctima coincidan ni en el espacio ni en el tiempo. Por ejemplo, quien abusa puede mandar una amenaza desde cientos de kilómetros a medianoche y quien lo recibe lo hará cuando a la mañana siguiente abra su correo electrónico. La omnipresencia y difusón instantánea de internet provoca que el ciberacoso pueda llegar a ser tan o más traumático que el acoso físico. Otra diferencia es que el acosador puede trasladar a Internet sus insultos y amenazas haciendo pública la identidad de la víctima en un foro determinado (blogs, websites), incluso facilitando en algunos casos sus teléfonos, de manera que gente extraña se puede adherir a la agresión. Otro rasgo característico es que mientras el foro donde se aloja no sea eliminado, puede perpetuar el acoso durante meses o años.

Características propicias de internet Un factor clave de Internet, es que utiliza un lenguaje o protocolo estándar, lo cual significa que cualquier persona del mundo con un ordenador (PC), un módem (dispositivo electrónico que permite comunicar ordenadores entre sí) y una línea telefónica, puede acceder a la información de la WWW (Kindersley, 1998).

Por otro lado, la fácil agrupación de hostigadores, a quienes se puede pedir su colaboración de manera fácil y económica, sean personas conocidas o no y la cómoda reproducción y distribución de contenidos de carácter audiovisual son otros factores que en determinadas circunstancias resultan determinantes para que surja o se consolide una situación de ciberacoso.

El cyberacoso, al tratarse de una forma de acoso indirecto y no presencial, el agresor no tiene contacto con la víctima, no ve su cara, sus ojos, su dolor, su pena, con lo cual difícilmente podrá llegar a empatizar o despertar su compasión por el otro. El "cyberagresor" obtiene satisfacción en la elaboración del acto violento y de imaginar el daño ocasionado en el otro, ya que no puede vivirlo in situ.

Tipos de ciberacoso

Si se emplea la definición en sentido amplio, se puede diferenciar los siguientes tipos:

Otros relacionados

  • Grooming: Engatusamiento de menores por parte de pedófilos o pederastas online, que consiste en ganárselos simulando empatía y cariño.
  • Cebo (Luring): Artimañas de los pedófilos online para atraer a niños a encuentros fuera de la Red.
  • Web apaleador: Web creado para hacer ciberacoso sobre la víctima, metiéndose con él/ella de manera pública y ridiculizándolo/la. A menudo se anima a otros internautas a participar en el abuso.
  • Flame: Provocación mediante un mensaje incendiario enviado a un foro, lista de correo, cuyo objetivo es provocar reacciones airadas de sus participantes. Suele contener insultos u ofensas y puede estar dirigido a todos en general, a un grupo de usuarios o a alguien en particular.
  • Guerra de notificaciones: Medio utilizado a veces en casos de ciberacoso o ciberbullying para implicar a un proveedor de servicio contra la víctima.

Se habla de dos clases diferentes de Ciberacoso:

  • La primera de ellas se centra en el acoso y amenazas a través de la red, pero sólo

cuando estás conectado.

  • En la segunda de las modalidades, el acoso y amenazas que se da a través de la red,

se traslada a la vida real de la persona. Si bien cualquiera de los dos tipos es igual de intimidatorio para la persona que lo sufre, también es cierto que el segundo es más peligroso ya que afecta a la integridad física de la persona. Las víctimas de ciberacoso, como las de acoso en la vida real, sufren problemas de estrés, humillación, ansiedad, depresión, ira, impotencia, fatiga, enfermedad física, pérdida de confianza en sí mismo, pudiendo derivar al suicidio.

Partes implicadas

El acosador

El perfil genérico del acosador es el de una persona fría, con poco o ningún respeto por los demás. Un acosador es un depredador que puede esperar pacientemente conectado a la red, participar en chat o en foros hasta que entabla contacto con alguien que le parece susceptible de molestar, generalmente mujeres o niños; y que disfruta persiguiendo a una persona determinada, ya tenga relación directa con ella o sea una completa desconocida. El acosador disfruta y muestra su poder persiguiendo y dañando psicológicamente a esa persona. El acosador se siente en una posición de poder desde el anonimato que se percibe mientras se está “en línea”; durante todo ese tiempo va recopilando toda la información posible acerca de su víctima, fundamentalmente en aquellos aspectos que forman parte de su vida privada y de sus movimientos en la Red. Una vez obtenida dicha información, es cuando el acosador inicia su proceso de acoso. Sin embargo, si el acosador es realmente una persona depravada y/o enferma y, si la información obtenida hasta ese momento es suficiente, comenzará el asedio mediante los diferentes medios que tenga a su alcance. Su motivación para el acoso siempre gira en torno al acoso sexual, la obsesión amorosa, el odio, la envidia, la venganza o la incapacidad de aceptar un rechazo.


Según Iñaki Piñuel y Zabala, autor del libro "Cómo sobrevivir al acoso psicológico en el trabajo", los acosadores son personas que tienen una profunda alteración de la personalidad. Son sujetos que carecen de norma moral interna; que no dudan en eliminar a un posible competidor. El acosador también puede ser un individuo narcisista, con un profundo complejo de inferioridad; pero que, ante los demás, siempre está diciendo lo mucho que vale. Estos sujetos tienden a rodearse de personas mediocres o sumisas que confirman esta idea que tienen de sí mismos. En realidad, suelen ser personas poco brillantes; pero muy hábiles en la manipulación de los otros, tanto para conseguir su colaboración anónima y silenciosa, como para maltratar. Son expertos en debilidades humanas. Son auténticos psicópatas; carecen de capacidad para ponerse en el lugar de los otros. Su mente, además, funciona al revés. Las lágrimas producen compasión; en ellos no. Los signos de debilidad son un detonante que acentúa su comportamiento agresivo. Estos psicópatas intentan humillar, anular, y aniquilar a su víctima. Para lograrlo, no dudan en agredir verbal o físicamente e inventarse todo tipo de rumores y calumnias. Así manipula a los demás y propicia su linchamiento público. El mobbing es causa, en Europa, de uno de cada cinco suicidios.

Según Rodríguez López en su libro "El Acoso moral en el trabajo" define a estas personas como " resentidas, frustradas, envidiosas, celosas o egoístas, teniendo uno, o varios o todos estos rasgos en mayor o menor medida. Están necesitadas de admiración, reconocimiento y protagonismo y lo que quieren es figurar, ascender o aparentar, aun cuando simplemente deseen hacer daño o anular a otra persona. El acosador psicológico, a diferencia de otro acosador como puede ser sexual mantiene hasta el último momento ( la sentencia condenatoria) e incluso después, la convicción interna de no haber hecho nada malo. Así como en el acoso sexual, el sujeto activo que es demandado o denunciado, suele interiorizar a la llegada a los tribunales que algo ha hecho (...bueno, es cierto que ese día me pasé un poco...), aunque acto seguido intente desdramatizar su comportamiento con frases como "... pero no hay que tener una mente estrecha" o "estamos en una sociedad liberalizada" u otras similares.

Marie-France Hirigoyen, en su obra "El acoso moral", proporciona una serie de características propias de las personalidades narcisistas que pueden ayudar a detectar un perseguidor u hostigador en el lugar de trabajo:

  • El sujeto tiene una idea grandiosa de su propia importancia.
  • Le absorben fantasías ilimitadas de éxito y de poder.
  • Se considera especial y único.
  • Tiene una necesidad excesiva de ser admirado.
  • Piensa que se le debe todo.
  • Explota al otro en sus relaciones interpersonales.
  • Inmadurez emocional
  • Carece de empatía (no se siente culpable) aunque pueden ser muy brillantes socialmente.
  • Puede fingir que entiende los sentimientos de los demás.
  • Tiene actitudes y comportamientos arrogantes.
  • Se siente acomplejado respecto a la víctima.

Según María José Edreira, en la "Fenomenología del acoso moral", la mayoría de los expertos en personalidad hablan de personalidad psicopática o antisocial (Adams y Crawford3), personalidad narcisista (Hirigoyen4, Wyatt y Hare5), mediocridad inoperante activa (González de Rivera6), psicópata organizacional (Piñuel y Zabala7). Se habla de rasgos paranoides, en realidad el perverso narcisista se aproxima mucho al paranoico, son parientes cercanos y se llevan bien, pero tiene sólo parte de sus características de personalidad. Su perfil psicológico tiene las siguientes características:

  • Falta de empatía: son incapaces de ponerse en el lugar del otro, se centran en sí mismos pero buscan el apoyo de los demás. Son insensibles, incapaces de deprimirse y de experimentar auténticos sentimientos de duelo o tristeza. En sus relaciones interpersonales ven al otro como a una amenaza, les falta humildad para enriquecerse y aprender de los demás. Viven atemorizados por las capacidades de las personas que los rodean.
  • Irresponsables y carentes de sentimiento de culpa: tienen dificultades para

tomar decisiones en su vida diaria y necesitan que otras personas asuman esa responsabilidad. Se defienden mediante mecanismos de proyección y de negación de la realidad, le adjudican la culpa al otro. Es consciente de que no tiene sentimientos y los simula para enmascararse ante los demás. No tiene sentimiento de culpa pero es un maestro manipulando este sentimiento en los demás.

  • Mentira compulsiva y sistemática: en su máxima competencia. Suelen llevar una doble vida y rehacen su vida privada con facilidad porque se hacen pasar por víctimas. Fingen la apropiación de las características que les franquean la confianza de los demás tanto en su vida privada, como en la profesional y social. Son impostores que fingen para dar imagen de buena persona. Se nota con claridad que mienten, pero sus mentiras son tan gordas y tan descaradas en público que las víctimas se suelen quedar anonadadas, paralizadas e incapaces de responder.
  • Megalomanía y discurso mesiánico: se colocan en posición de referencia del bien y del mal, tienen discurso moralizante, exhiben valores morales irreprochables, se presentan como personas religiosas o cívicas. Consiguen así dar una buena imagen de sí mismos, a la vez que denuncian la perversión humana. Suelen tener habilidad retórica pero su discurso es muy abstracto, no son capaces de ser concretos y cuando lo intentan pasan al extremo de los detalles insignificantes.
  • Encanto personal: entran en relación con los demás para seducirlos. Se les suele describir como encantadores, de ahí la reacción de asombro de su entorno cuando son descubiertos en su crimen. Esta capacidad de seducción está muy relacionada con su forma de mentir, suelen utilizar las historias de otros en las que se ponen a sí mismos como protagonistas sin la menor vergüenza.
  • Vampirismo y estilo de vida parasitario: siente una envidia muy intensa hacia los que parecen poseer cosas que ellos no poseen, sobre todo hacia los que gozan de la vida. Son muy pesimistas y la vitalidad de los demás le señala sus propias carencias. Para afirmarse tiene que destruir. Compensa su déficit de autoestima con el rebajamiento de sus víctimas y la exaltación de sus supuestas cualidades. En la vida privada sus parejas suelen ser muy optimistas y se casan con personas de las que puedan vivir. Intentan siempre buscar un alto estatus social aunque no lo consigan.

Cuando hablan a menudo se refieren a personas de alto rango social con las que tienen relaciones, casi siempre estas personas sólo existen en su imaginación. En el trabajo consiguen que los demás les hagan el trabajo. Son incapaces de realizar tareas que otros harían sin la menor dificultad.

  • Paranoia: el perverso narcisista toma el poder mediante seducción, el paranoico por la fuerza. Los perversos narcisistas recurren a la fuerza física sólo cuando la seducción deja de ser eficaz. La fase de violencia física del proceso de acoso moral es en sí misma un desequilibrio paranoico. Cuando atacan los perversos pretenden protegerse, atacan antes de ser atacados. También tiene el tipo de mecanismo proyectivo propio del paranoico: se sitúa y se hace percibir por los demás como víctima de las personas a las que agrede, que supuestamente le han traicionado.
  • Manipulación premeditada: no manipula de forma aleatoria como haría un psicópata criminal. El psicópata organizacional tiene un objetivo meditado y deliberado:

el poder. La táctica del psicópata suele seguir siempre el mismo patrón: fase de estudio y evaluación, fase de manipulación y fase de confrontación. Los sentimientos de inadecuación son los que llevan al acosador a eliminar de su entorno lo que considera una amenaza, la víctima. Los especialistas suelen hablar de los “cadáveres en el armario” del acosador moral, suelen tener un pasado “criminal” en el que han eliminado a sucesivas víctimas tanto en el trabajo como en la pareja. La experiencia que adquiere en sus años de acoso le hace perfeccionar su técnica hasta convertirlo en un maestro de la inducción al suicidio. Se les considera asesinos psíquicos en serie. El acosador moral es un muerto en vida que necesita la imagen de buena persona que los demás tienen de él para sobrevivir, en su obsesión por mantener esta imagen se enmascara, se lava las manos, evita manchar sus manos de sangre y echa su responsabilidad a otros.


En el caso de ciberacoso, se añade la característica de cobardía, ya que se oculta tras el aparente anonimato y falsificación de identidad que proporciona internet.

En palabras de A. Emma Sopeña Balordi, profesora de la Universidad de Valencia (España) en su artículo "An assault on self esteem" de 2006 y recogido en el libro de Patricia Bou "Ways into Discourse", el acosador suele ser una persona narcisista, al sentido indicado por Ovidio, que busca su propio reflejo en los ojos de los demás. Carente de empatía, sólo mira su propio provecho y no tiene duda alguna a la hora de cebarse con personas confiadas o más débiles. Esta persona crea una proyección de sí misma en los otros intentando llenar su propio vacío. Se caracteriza por tener un megalómano autoconcepto, su necesidad de admiración, la creencia de que los otros han de mostrarle su gratitud, la explotación de los demás en sus relaciones interpersonales, la intolerancia y la racionalidad estricta. Normalmente se presenta como alguien con una posición moral superior, consiguiendo que la víctima se sienta siempre culpable.

El acosador psicológico carece de las habilidades emocionales que sus víctimas tienen, piensa que al destruir a su víctima puede asimilar de alguna forma sus competencias interpersonales.

Los acosadores provienen de cualquier capa de la sociedad, según los expertos, pero todos tienen una serie de rasgos en común. Todos han sido educados con valores como la sumisión y la prepotencia, y no en la igualdad, y están acostumbrados a avasallar, entre otros aspectos.

Los acosadores están motivados por un deseo de control sobre las acciones y sentimientos de sus victimas, y por un deseo de mantener algún tipo de conexión con ellas a través de la manipulación y control - sin tener en cuenta los deseos de la victima. Con mucha frecuencia, los acosadores con frecuencia amenazan y molestan con un comportamiento hostil y agresivo que puede llegar a la violencia.

En el sitio Web de Wiredpatrol se describe de forma clara el perfil de un acosador, en sus cuatro tipos: obsesivo-simple, amor obsesivo – desilusionado, erotomaníaco y síndrome de víctima falso.

  • El obsesivo simple es un individuo que tiene una relación anterior con la víctima y que intenta seguir manteniéndola, esto es, se niega a aceptar que la relación que se establece en un determinado momento se acabe aunque se lo hagan saber repetidas veces. Este tipo de acosador es posible que durante la relación establecida, ya hubiera sido emocionalmente abusivo con la acosada o acosado. En investigaciones de Geberth (1992) se detecta que este grupo de acosadores es el más numeroso, un 47 %, y el que supone una mayor amenaza para la víctima.
  • El segundo tipo, el que demuestra un amor obsesivo, suele ser es una persona sola, con poca facilidad para establecer relaciones personales, y en algunos casos puede sufrir enfermedades mentales como la esquizofrenia o el trastorno bipolar. Es el acosador que persigue a una persona célebre y que no tiene contacto con la víctima más allá del límite de su propia mente. Supone el segundo grupo más grande, según Geberth (1992), con un 43 % de los sujetos acosadores.
  • El tercero, el erotomaníaco, difiere del anterior en su percepción es de que es su víctima la que está enamorada de él, y por eso la persigue. Siguiendo también la investigación de Geberth (1992), este grupo está formado fundamentalmente por mujeres, siendo las víctimas los varones. El perfil de este grupo de acosadores es el de un varón, mayor que el acosador y de un estatus social más alto.
  • El cuarto grupo, formado por sujetos con el llamado síndrome de víctima falso (Hickey,1997), se caracteriza por acosar a otra persona real o imaginaria de acosarlos a ellos. De las investigaciones de Zona y cols. se deduce que este grupo también está formado, como el anterior, por una mayoría de mujeres.

La víctima

Según Fernández (1998, 53), la victima se siente indefensa, en muchos casos culpable. Entiende que el/ella ha hecho algo mal, se lo merece puesto que nadie le apoya. Su aislamiento psíquico, su falta de comunicación, el desconocimiento de éstos sobre los hechos, la falta de solidaridad entre compañeros, socavan la fuerza de la víctima"

No se puede afirmar que exista un perfil psicológico que predisponga a una persona a ser víctima de acoso u hostigamiento en su lugar de trabajo. Esto quiere decir que cualquier persona en cualquier momento puede ser víctima. Únicamente debe ser percibida como una amenaza por un agresor en potencia y encontrarse en un entorno favorable para la aparición del fenómeno.

Las víctimas del mobbing no tienen porqué ser siempre personas débiles o enfermas desde un punto de vista psicológico, ni personas con rasgos diferenciales marcados o que presenten dificultades a la hora de relacionarse socialmente. Al contrario en muchos casos nos encontramos que las víctimas se autoseñalan involuntaria e inconscientemente como dianas o blancos ante los ojos del agresor, precisamente por enfrentarse directamente al acoso.

Esta percepción del acosador con respecto a su víctima es lo que hace que nazca una necesidad de mentir, desacreditar y enfrentarla al resto del grupo. Para ello el acosador no se encuentra solo, sino que encuentra en los demás –aunque sea en su pasividad-, la fuerza suficiente para destrozar psicológicamente a su víctima.

Nada tiene que ver la imagen que pretende proyectar el acosador de su víctima con la realidad. Mientras que esa imagen pretende reflejar una persona poco inteligente y holgazana, los acosados a menudo suelen ser inteligentes y trabajadores.

Las víctimas son personas que ante los ojos de su verdugo se aparecen como envidiables, debido a sus características positivas -a menudo se trata de personas carismáticas que tienen grandes habilidades para las relaciones sociales -, sobre todo si son inconformistas y gracias a su inteligencia y preparación cuestionan sistemáticamente los métodos y formulas de organización del trabajo que les vienen impuestos.

Otra de sus características es su predisposición al trabajo en equipo, ya que no dudan un instante en colaborar con sus compañeros, facilitándoles cuantos instrumentos y medios estén a su alcance en pro de la consecución de los objetivos colectivos.

Los testigos

Los receptores de las calumnias no se dan cuenta que están sufriendo una manipulación y una invasión a su intimidad.

Según Iñaki Piñuel y Zabala, uno de los motivos por los que se adhieren al hostigador algunos de los compañeros es porque éstos desean no tener problemas. Piensan que algo habrá hecho la víctima. En cualquier caso ven a la víctima como alguien con quien no conviene estar. Esta situación lleva a la persona aislada a reforzar la idea de que él tiene la culpa, pues nadie le habla.

Una posible clasificación sería:

  • Compinches: Amigos íntimos y ayudantes del agresor.
  • Reforzadores: Aunque no acosan de manera directa, observan las agresiones y las aprueban e incitan.
  • Ajenos: Se muestran como neutrales y no quieren implicarse, pero al callar están tolerando el acoso, y por tanto en cómplices.
  • Defensores: Pueden llegar a apoyar a la víctima del acoso.

Para poder hostigar a otro ser humano el acosador habrá de ejercer dos tipos de manipulaciones, una dirigida al entorno de la víctima y otra dirigida hacia la persona acosada. Para el acosador la manipulación dirigida al entorno tiene como finalidad convertirlo en su aliado, ya sea para que colabore en el hostigamiento o bien para que no haga evidente lo obvio y para ello lo único que le pide el acosador es que no haga nada. El entorno que no hace nada se convierte en colaborador tácito del acoso. La manipulación del lenguaje dirigida a la víctima tiene como objetivo dañarla y desestabilizarla. Ningún acoso puede perdurar sin la colaboración de los 'testigos mudos'. Cada vez que se justifica el aislamiento en las frases: 'se lo habrá buscado', o 'alguna cosa habrá hecho'. Cada vez que se mira para otra parte, cuando delante de nosotros se agrede a una persona (aunque sea con el vacío), lo que se palpa son grados de perversidad. Uno de los objetivos del acosador es aislar a la víctima de la sociedad, marginándola, creando una imagen de ésta despreciable, para que la propia sociedad la rechace. De esta forma los testigos se convierten en cómplices de un delincuentesin que éstos lo sepan.

Las etapas por las que se pretende aplastar a una persona para luego destruirla son iguales en todos los ambientes. El 'psicoterror' es una 'tortura psicológica' en la que se suministra la violencia en dosis pequeñas a la vez que se paraliza a la víctima con diversos procedimientos -similares a los que se utilizan en un lavado de cerebro- para que no pueda defenderse. De esta manera un individuo o grupo de individuos ejercen su poder sobre otro individuo sin que pueda defenderse. Es una violencia 'limpia', no hay huellas, los testigos no ven nada. El fin de esta violencia no es destruir al otro inmediatamente, sino someterlo poco a poco manteniéndolo a su disposición para poder utilizarlo. La destrucción del otro debe ser lenta para conseguir un crimen perfecto: no es el agresor el que mata, es el otro quien se mata. El suicidio del otro es el mayor triunfo del acosador moral, es exactamente lo que quiere.

La mayoría de agresores y testigos del acoso o Ciberacoso, tienden a relativizar e infravalorar las consecuencias de sus acciones, considerándolas meramente como una "broma pesada".

Los testigos resultan muy eficaces en la solución del acoso ya que éste puede continuar sólo si los espectadores lo toleran.

Procedimiento del acosador

El acosador es un 'depredador moral' que plantea su relación con los demás como un juego mortal, una partida de ajedrez en la que él mueve las piezas de los dos jugadores, lo primero que hace es atar las manos del otro jugador.

El acosador suele ir perfeccionando 'su técnica' con cada una de sus víctimas (acosa en serie y de forma múltiple), un acosador experimentado no comete errores, usa colaboradores para el trabajo sucio, no deja pruebas, es brutal y seguro en sus actuaciones, no duda.

La experiencia que adquiere en sus años de acoso le hace perfeccionar su técnica hasta convertirlo en un maestro de la inducción al suicidio. Se les considera asesinos psíquicos en serie. El acosador moral es un muerto en vida que necesita la imagen de buena persona que los demás tienen de él para sobrevivir, en su obsesión por mantener esta imagen se enmascara, se lava las manos, evita manchar sus manos de sangre y echa su responsabilidad a otros.

Medios usados por el acosador para obtener información

              • Cyberstalkers meet or target their victims by using search engines, online forums, bulletin and discussion boards, chat rooms, and more recently, through online communities such as MySpace, Facebook, Bebo, Friendster, and Indymedia, a media outlet known for self-publishing.

Obtención de información a través de la víctima El acosador se siente en una posición de poder desde el anonimato que se percibe mientras se está “en línea”; durante todo ese tiempo va recopilando toda la información posible acerca de su víctima, fundamentalmente en aquellos aspectos que forman parte de su vida privada y de sus movimientos en la Red.

Obtención de información a través del entorno de la víctima

El acosador necesita público, necesita a los demás para conseguir su objetivo. El acosador se da por satisfecho en el momento en que recibe del entorno alguna ratificación de la eficacia de su disfraz. Para obtener más información, o si no puede contactar con la víctima, el ciberacosador buscará información personal de la víctima usando el mismo método pero espiando a amigos, familiares, compañeros trabajo,etc.

Ejemplos acciones del ciberacosador

  • Uso incorrecto de Internet mediante envío de mensajes online, de contenido hiriente o amenazante, de manera sistemática y con una cadencia variable; o con mensajes falsos que puedan dañar a terceros.
  • Envíos de E-mail tanto de forma anónima (fácil con los E- mail gratuitos, en los que se puede falsear la identidad), como manipulados para dar la impresión que lo envió la misma persona acosada y ponerla así en una difícil situación en la que su credibilidad quedaría en entredicho.
  • Saturación de los buzones de mail mediante diferentes técnicas como pueden ser: el Mail Bombing que consiste en un envío masivo de un mensaje idéntico a una misma dirección, saturando así buzón de correo (mailbox) del destinatario, el Mail Spamming o bombardeo publicitario a miles de usuarios, hayan estos solicitado el mensaje o no, o el Junk Mail o correo basura, muy parecido al anterior, es una propaganda indiscriminada y masiva a través del correo.
  • La manipulación de fotografías del acosado o acosada es otro medio, el acosador puede retocarla y subirla a la Red con el único objetivo de herir y asustar a su victima.
  • Colgar en la Red Web “dedicada” a la persona acosada, contenidos personales ofensivos, pornográficos,..., para asustar y conseguir de la victima lo que desea.
  • Los servicios de mensajes cortos (SMS), mensajes de textos que se envían a los teléfonos móviles desde determinadas páginas de la Red y que no se pueden identificar fácilmente.
  • Colgar en Internet una imagen comprometida (real o efectuada mediante fotomontajes) datos delicados, cosas que pueden perjudicar o avergonzar a la víctima y darlo a conocer en su entorno de relaciones. Siendo éstas fotos, videos, o audios previamente robadas de su ordenador.
  • Hacer circular rumores en los cuales a la víctima se le suponga un comportamiento reprochable, ofensivo o desleal, de forma que sean otros quienes, sin poner en duda lo que leen, ejerzan sus propias formas de represalia o acoso.
  • Dar de alta, con foto incluida, a la víctima en un web donde se trata de votar a la persona más fea, a la menos inteligente...y cargarle de “puntos” o “votos” para que aparezca en los primeros lugares.
  • Crear un perfil o espacio falso en nombre de la víctima, donde se escriban a modo de confesiones en primera persona determinados acontecimientos personales, demandas explícitas de contactos sexuales...
  • Acceder de forma ilegal a la cuenta de correo electrónico, red social, red de mensajería instantánea, suplantando la identidad de la víctima e insultar a sus contactos.
  • Dejar comentarios ofensivos en foros o participar agresivamente en chats haciéndose pasar por la víctima de manera que las reacciones vayan posteriormente dirigidas a quien ha sufrido la usurpación de personalidad.
  • Dando de alta la dirección de correo electrónico en determinados sitios para que luego sea víctima de spam, de contactos con desconocidos...
  • Usurpar su clave de correo electrónico para, además de cambiarla de forma que su legítimo propietario no lo pueda consultar, leer los mensajes que a su buzón le llegan violando su intimidad.
  • Enviar menajes amenazantes por e-mail o SMS, perseguir y acechar a la víctima en los lugares de Internet en los se relaciona de manera habitual provocándole una sensación de completo agobio.
  • Uso del teléfono móvil como instrumento de acoso: Las amplias posibilidades que brinda la actual telefonía móvil, han sabido ser empleadas perversamente por los ciber-acosadores. La más tradicional es la de las llamadas anónimas realizadas a horarios inoportunos. Pueden ir desde llamadas silenciosas a amenazas graves que incluyen insultos, gritos o mensajes intimidatorios.
  • Sitios web al servicio de la agresión: tal vez uno de los modelos agresores menos empleados por su dificultad, aunque sin duda uno de los más dañinos. Requiere un mayor dominio de las TIC, ya que no sólo es necesario tener nociones de diseño de web, sino que también hay que alojarla en Internet sin que el agresor pueda ser identificado. Generalmente, la mayoría del entorno de la víctima conoce el sitio creado y humillan a la víctima, que nunca está al tanto de lo que sucede. En estas páginas se pueden ver fotos, videos y comentarios difamatorios hacia la víctima. También fotologs se han convertido en opciones para estigmatizar a compañeros de clase en el caso de estudiantes.

Detección del acosador: la manipulación

Una persona obra mal cuando ataca, desprecia, humilla la dignidad de otra. Esto crea un sentimiento de 'INDIGNACIÓN' a las personas que son testigo de un dolor injustificado y evitable. Cuanto más profunda sea la anulación de la dignidad de una persona, mayor maldad habrá en el comportamiento. La manipulación evita que surja esta indignación haciendo creer al entorno que la víctima lo merece.

La manipulación del lenguaje es una herramienta propia del acosador psicológico, ya que pretende ocultar el ejercicio de la violencia y al mismo tiempo utiliza información privilegiada para dañar. Es necesario comprender su poder seductor. En el registro de la comunicación perversa, hay que impedir que el otro piense, comprenda, actúe; ya se trate de la víctima o del entorno. El acosador necesita crear un estado de opinión y para ello se sirve de la Manipulación del Lenguaje. Destacaríamos en esta estrategia

  1. Los términos utilizados: El manipulador hace un uso abusivo de las palabras “talismán” de cada cultura, de tal manera que al tener ese valor añadido culturalmente no han de ser demostradas y a menudo encubren justamente una realidad opuesta a la que manifiesta el manipulador. El engaño está en que el emisor al nombrar una palabra-talismán sabe que los oyentes dan por supuesto que define una realidad.
  2. Los esquemas mentales: La persona que utiliza el lenguaje para manipular las voluntades ajenas hace un uso excesivo de opciones contrapuestas. Si analizamos en profundidad las dos opciones podemos llegar a encontrar que pueden ser complementarias. El engaño radica en hacerlas excluyentes dado que si el receptor pudiera darse cuenta de la complementariedad se podría llegar a resolver el conflicto existente y el manipulador necesita de situaciones de crisis para conseguir sus objetivos.
  3. Los Planteamientos Estratégicos: El manipulador usa la mentira y la falsedad mediante una exposición de motivos que altera la verdad o la silencia. El argumento de un manipulador incluye siempre una falsedad, llegar a descubrirla es dejar al manipulador sin ese argumento, con ello el manipulador habrá de esforzarse en buscar otro argumento que justifique su accionar, y en él volverán a existir falsedades, que deberán ser sacadas a la luz y hacerlas evidentes.
  4. Los Procedimientos Estratégicos: La estrategia utilizada por el manipulador para conseguir sus propósitos es el uso de la rumorología, del hipercriticismo y de autodefinirse como abanderado de una “noble causa". En la maledicencia, se utiliza la calumnia, la mentira y las insinuaciones malintencionadas.

El acosador atribuye o "acusa" a la víctima de sus propias intenciones como si se tratara de un espejo y le atribuye sus propios defectos, errores y miedos.

Es muy habitual que el acosador atribuya a la víctima actitudes de mala fe sin pruebas de ello. Una actitud abierta para detectarlo consiste en escuchar las intenciones que el acosador atribuye a la víctima, dado que nos darán los motivos íntimos del propio manipulador para acosar. El acoso no busca el daño por el daño, busca que este daño genere un resultado. El acosador usa el lenguaje para manipular y esta manipulación se concreta en el uso de la incongruencia y de la contradicción

La personalidad paranoide es un transtorno de personalidad que define características comunes con los acosadores que se hacen pasar por víctimas. Aparecen como signos fundamentales la desconfianza, la psicorigidez, la escasa capacidad de autocrítica, el egocentrismo, la necesidad de adulación. Son personas que albergan rencores y de notable agresividad, en unos casos detectada y en otros proyectada.

Si hay una 'banda de colaboradores', el proceso se acelera, la agresión física es más probable y la víctima sufre una doble victimización: una por su agresor, otra por el público que observa ya sea colaborador directo o consentidor. Influye también el que se consiga o no aislar efectivamente a la víctima, los apoyos de la familia, pareja, amigos y otros compañeros de trabajo son factores determinantes para la estabilidad psíquica de la víctima.

Consecuencias del ciberacoso

Consecuencias sobre la víctima

El ciberacoso está 24/7. Siempre está online. Incluso si se apaga el ordenador la víctima sabe qué la página web está accesible, o qué personas están propagando este rumor sobre ti. La dureza de esto es psicológicamente devastadora.

Los efectos secundarios de la violencia sistemática (ya sea psicológica, física o sexual) de páginas difamatorias, suelen incluir, en la mayoría de los usuarios agredidos, estrés, humillación, ansiedad, ira, impotencia y fatiga; y, aunque en pocos casos se han presentado enfermedades físicas, en gran parte de estas situaciones el individuo acosado tiene una enorme pérdida de confianza en sí mismo (Dorantes y Tovilla, 2008). Para la creación de este ambiente nocivo, los acosadores recurren a diversas técnicas con el fin de generar una especie de delirio de persecución en sus víctimas. Esas técnicas incluyen desde la saturación del buzón de correo electrónico gracias a los llamados “mail bombing” (envío masivo de correos con la misma dirección), o la manipulación de fotografías (retoques fotográficos) del acosado con el objetivo de herir y asustar a la víctima. La estrategia del acosador comprende publicar información alterada o inventada en páginas como los portales, que permiten adjuntar en ellos materiales ofensivos, pornográficos o personales que dañan la integridad psicológica de la víctima. Otra forma de inducir miedo, es a través del envío de mensajes cortos (SMS), los que el agresor puede expedir por medio de una página Web a un celular (Chacón, 2003).

Según IñakiPiñuel, provoca importantes secuelas psíquicas y físicas, estados fuertes de ansiedad, insomnio tardío, dolores de espalda y estados depresivos.

La informalidad propia de las redes permite que personas hostiles, resentidas, con ansias de dominio o falta de escrúpulos, puedan acosar impunemente. El hacer correr un rumor o una calumnia, por una razón personal o por diferencias ideológicas, en forma anónima o desembozada, de boca en boca o mediante mails, no es una travesura sin consecuencias. El acoso puede provocar estrés, somatizaciones, depresión o llevar al suicidio.

Los efectos de estas violaciones son graves provocando efectos que van desde situaciones de estrés y sensación de inseguridad personal, hasta la pérdida del trabajo. El afectado tiene un descenso en su rendimiento, además de provocar secuelas psicológicas y emocionales subsiguientes, con una autoestima fuertemente lastimada.


Fotos de conductas ilegales o inapropiadas pueden sentar precedente y costarles en un futuro el acceso a educación institucional o a un empleo.

En el caso de ciberacoso laboral (network mobbing), muchas veces el agredido ni siquiera se entera de que se lo está atacando. Percibe sí sus consecuencias: puertas que se cierran, miradas recelosas y frialdad por parte de interlocutores antes amistosos y vueltos esquivos de un momento a otro. La victima se debate entre conservar su puesto o sufrir el abuso de personas con poder para vulnerarla. Pero en la actualidad el ámbito laboral no se limita al espacio físico de trabajo. Muchas personas trabajan desde su casa o se mueven en el interior del entramado de redes, como las del Tercer Sector o Internet, donde la credibilidad es esencial para pertenecer. El network mobbing se produce en este espacio amplio y poco definido donde las víctimas tienen pocas posibilidades de defenderse.

Consecuencias sobre el ciberacosador

Los efectos del acoso no son exclusivamente dañinos para víctima, sino que el propio agresor entra en un círculo vicioso del que resulta difícil escapar, y es precisamente, esta propia dinámica de agresión la que va destruyendo poco a poco su vida, lo más profundo de su personalidad: los valores que lo constituyen como persona. Las conductas de acoso pueden hacerse crónicas y convertirse en una manera ilegítima de alcanzar sus objetivos, con el consiguiente riesgo de derivación hacia conductas delictivas, incluyendo violencia doméstica y de género.

Consecuencias sobre los testigos

Los espectadores corren el riesgo de insensibilizarse ante las agresiones cotidianas y de no reaccionar a las situaciones de injusticia en su entorno.

Consecuencias si no se actúa contra el acoso

Si no se actúa contra el ciberacoso,esto servirá como refuerzo de esta estrategia acosadora, con lo que es probable que el acosador vuelva a hacer uso de esa técnica que le ha sido tan provechosa para él y con ello que se instaure el acoso. En el caso de ciberacoso laboral, ésta actitud convertirá la empresa en un contexto tóxico, es decir, un caldo de cultivo de otros futuros acosos, ya que verán que la difamación anónima da resultado y queda impune.

La difamación anónima

Delitos informáticos

Según el código penal de España los delitos informáticos cometidos usualmente por los ciberacosadores son:

  1. Delitos contra la intimidad: El descubrimiento y revelación de secretos o la vulneración de la intimidad de las personas, invadiendo por ejemplo los correos electrónicos o interceptando el envío de documentos.
  2. Amenazas
  3. La alteración, destrucción o los daños en datos, programas o documentos electrónicos ajenos. En este tipo delictivo se incluirían conductas como, por ejemplo, los actos de sabotaje contra soportes electrónicos, o la introducción de virus electrónicos para causar daños.
  4. La pornografía infantil, que se ha visto favorecida por el anonimato que proporciona la red.
  5. Delitos contra el honor: Las injurias y las calumnias. Generalmente se cometen en redes sociales, foros o por correo electrónico.


Sobre ataques informáticos, El Gobierno de España aprobó en Noviembre de 2009 el Proyecto de Reforma del Código Penal según la cual, los ataques informáticos pasan pasarían a considerarse un delito que está tipificado hasta con penas de cárcel. Ver aquí

Los ciberacosadores combinan habilidades propias de el cracker, Script Kiddie o Lamer.

La denuncia anónima

En el ordenamiento jurídico español (LECRIM, art. 265), se especifica que la denuncia ha de ser con personación o por medio de mandatario con poder especial: no se admite, por tanto, la denuncia telemática (por internet). Las denuncias telemáticas no tienen valor como denuncia formal. Aunque informes sobre quién eres sólo servirá para prevenir y adelantar trabajo a la fuerza investigadora. En España,el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil admite la remisión de denuncias telemáticas sin indicar el nombre. Sólo se pondrán en contacto con los informantes en caso de que necesiten más datos y siempre a través de correo electrónico, salvo que el denunciante indique sus datos personales. No cabe esperar otra respuesta, ya que es una vía de información, no de denuncia formal. Si has visto una web, blog, página de una red social, correo electrónico,etc con contenido ilegal, puedes denunciarlo [clicando aquí] o [clicando aquí]. Si es sobre pedofilia o menores puedes hacerlo [aquí]

Consejos

Una vez que la víctima se sabe en una situación de acoso, debe ser consciente de que no es culpable y, a partir de ahí, desarrollar recursos para ir dándole la vuelta a la situación. Autoestima y asertividad frente a inhibición y vergüenza. Según Iñaki Piñuel, hay que enseñar a la víctima la manera de hacer frente al acosador sin agresividad, sin perder los papeles, para no dar excusas. Es conveniente que se haga apoyar por compañeros. En ocasiones es suficiente con que uno sólo se ponga de su parte, para desactivar la situación de mobbing. También debe hablar con su familia, que en la mayoría de los casos piensan como sus colegas –algo habrás hecho, le dicen–, pues no entienden que las personas puedan ser tan malvadas o alteradas. No es raro comprobar que muchas personas acosadas terminan separándose. Un ejemplo de pasos a seguir son los siguientes: En caso de estar siendo acosado lo primero que se debe hacer es establecer hasta qué punto el acosador posee información acerca de la víctima, con el fin de determinar que tan seria puede verse comprometida la integridad de ésta.

  • Cancerlar cuentas de correo.
  • Cambiar de proveedor de servicios de internet.
  • Cambiar de nick incluida la ident.
  • En cuanto a la dirección de correo electrónico, elegir una lo más neutra posible, en la que no se pueda distinguir el sexo, ya que las mujeres forman el grueso del conjunto de acosadas.
  • Avisar a los amigos que la víctima tenga en la Red sobre lo que esta sucediendo, rogando que no den datos ni información sobre su persona.
  • En caso de acoso, o recibir correos difamatorios sobre otra persona, guardar todos los mensajes recibidos tanto impresos como grabados en disco, y evitar a toda costa la relación presencial si se conoce al acosador ya que puede considerarse como conformidad.
  • No dar nunca informaciones personales propias ni de la familia ni de terceros a alguien que haya conocido en la Red.
  • Vigila muy bien a quién das tus datos de cibercontacto: teléfono móvil, e-mail, dirección de páginas personales, etc.
  • Búscate a ti mismo/a en Internet cada cierto tiempo, o mejor, activa una alerta que lo haga automáticamente por ti. Busca también tu número de teléfono y tu e-mail.
  • No destruir las evidencias del cyberbullying (mensajes de texto, web, etc)
  • Tratar de identificar al ciberagresor (averiguar su IP, recurrir a especialistas en informática y a la policía)
  • Contactar con la compañía del medio que se ha empleado para cometer el acoso (compañía de teléfono, el dueño del dominio o sitio de la web,…)
  • Informar al trabajo,a la escuela, director y al orientador del centro, para recibir el apoyo necesario.
  • Denuncia los problemas a la gente que pueda hacer algo al respecto. Puedes tomar el control de la situación no soportando contenidos ofensivos, denunciando los hechos, en el caso de que te encuentres con una situación de acoso, al propietario de la página web.
  • Desconfiar siempre de los "sueños dorados", es decir de aquellas personas que se identifican en la red con un tipo de vida demasiado "irreal". Desconfíar así mismo de personas que se "enamoran" de usted a primera vista en la red.

Es importante que periodistas, docentes, miembros de ONGs y usuarios de Internet, conozcan el problema y estén atentos, porque nadie está a salvo.

Ejemplos de ciberacoso

  • Un año de carcel por colgar en TUENTI fotos de su exnovia desnuda, LaSexta. Ver aquí
  • Los nuevos acosos a través de internet: ciberbullying, grooming y sexting, Antena3TV. Ver aquí
  • Detenido un 'ciberacosador' de 24 años por amenazar a 250 menores, El correo. Ver aquí
  • Y ¿si tu ex-novio de MySpace difunde un vídeo ‘porno’ tuyo entre tus amigas de Facebook?. Ver aquí
  • Incluyen a Facebook en una demanda por insultos en su web contra una joven. Ver aquí
  • Internet, penoso escaparate de la violencia escolar, La voz de Galicia. Ver aquí
  • Casos de ciberacoso en la web de ciberbullying.net. Ver aquí.
  • En la web de denunciaonline se encuentran una serie de casos donde los internautas explican sus experiencias.
  • Detenido por un delito contra la libertad sexual y de revelación de secreto en la red. Una de las chicas alertó a la Policía cuando descubrió un vídeo suyo en Internet, donde aparecía desnuda y en el que además se publicaba su nombre completo. Ver aquí
  • Dos alumnas de Turón graban a otra en el baño y cuelgan el vídeo en internet. Ver aquí
  • Educar no es sólo asunto de los padres. Ver aquí
  • Según afirma la ONG Protégeles, el acoso en internet supone ya el 20% de las denuncias sobre menores. Las consecuencias del "ciberbullying" son, sobre todo, emocionales (el 51%), aunque en un 13% de las situaciones se derivan consecuencias físicas y disminución del rendimiento escolar, un 6% genera aislamiento social y un 3% provoca absentismo escolar. Ver aquí.
  • Aumenta el "acoso digital" ("cyberbullying") entre los jóvenes. Ver aquí
  • Un tercio de los adolescentes practica o padece 'ciberacoso', El País. Ver aquí
  • El teléfono móvil, arma de moda en el acoso escolar, 20 minutos, ver aquí
  • Otro ejemplo de ciberacoso entre adoslescentes aquí.
  • Maltrato a los docentes: De las aulas a las redes sociales. Ver aquí
  • Investigadores de la Universidad Estatal de Iowa (ISU) han realizado un estudio que afirma que uno de cada dos jóvenes gays, bisexuales, lesbianas y transgéneros (LBGT, por sus siglas en inglés) sufren ciberacoso con regularidad. Esta situación provoca sufrimientos psicológicos y emocionales a sus víctimas y la aparición de ideas suicidas en algunos de los jóvenes que son objeto de ataques repetidos. El trabajo de la ISU propone una serie de acciones para prevenir el ciberacoso. "Una de las estrategias diseñadas a partir de este estudio es buscar formas de dar oportunidades a los jóvenes para que tomen la palabra y actúen como aliados en los campus universitarios y los centros de enseñanza ", explica Blumenfeld."Los estudiantes quieren que se cuenten y conozcan sus experiencias, que todo el mundo sepa por lo que están pasando, pero no quieren sufrir las represalias en forma de más acoso", afirma Robyn Cooper, la otra autora del estudio, científica del Instituto de Estudios Pedagógicos (RISE) de la misma universidad.
  • Nancy Knight (2005), la madre de un adolescente víctima de Cyberbullying se refirió a este fenómeno como una forma cobarde de acoso escolar, es como ser apuñalado por la espalda y no tener ninguna manera de descubrir quiénes son o cómo defenderse de lo que dicen.
  • La opinión pública se desató en hechos inesperados y violentos en dos estados de México, en marzo de 2008, cuando un grupo de personajes “anónimos” asaltaron la Red para difundir correos electrónicos organizando una cacería en contra de un sector de jóvenes autonombrados “emo´s” (Waizel, 2008): tribu urbana para algunos y para otros sólo una de las tantas identidades dispuestas en el sector joven de ese país. Las víctimas no fueron únicamente los chicos golpeados en la Plaza de Querétaro y en la Glorieta de Insurgentes, Distrito Federal, sino las personas que, mostrando un nulo concepto de respeto y ejercicio de equidad, respondieron a esa invitación para dejar ver el lado más oscuro y peligroso que adquiere vida en la información que circula por Internet. Pues es ahí, en el ciberespacio, en donde se pueden filtrar y diseminar rápidamente ideas irracionales que atentan incluso contra los derechos humanos más básicos, como el derecho a la diversidad, al culto religioso o la preferencia sexual.

Bibliografía

Internet

Diccionario cibernético

Delitos informáticos:

Dónde denunciar de forma anónima:


Dónde denunciar de forma presencial:

Perfil acosador

Luchar contra el acoso psicológico

Webs sobre acoso en castellano

Artículos

Revistas

Casos de suicidios por ciberacoso


Videos

Trípticos

Fundaciones contra el acoso

Privacidad

Pederastia

Webs sobre acoso en inglés

Libros

  • Aftab, Parry. CiberBullying, Guía práctica para madres, padres y personal docente. Para más información ver aquí
  • Chacón, A. (2003). Una Nueva Cara de Internet: “El Acoso”.
  • Calmaestra, J., Ortega, R. y Mora-Merchán, J. A. (2008). Las TIC y la convivencia: un estudio sobre formas de acoso en el ciberespacio. Investigación en la escuela, 64, 93-104
  • Dorantes, J. y Tovilla, V. (2008). Bajo el signo @: violencia en Internet. Tesis de licenciatura. México: Universidad Nacional Autónoma de México, Campus Fes Iztacala.
  • Fernández García, I. (1998): Prevención de la violencia y resolución de conflictos: El clima escolar como factor de calidad. Madrid, Narcea.
  • Hirigoyen, Marie-France (9 de 2009). El acoso moral: el maltrato psicológico en la vida cotidiana [Monografía]. Folch González, Enrique; tr. (1 ed; 15 imp. edición). Ediciones Paidós Ibérica, S.A. ISBN 978-84-493-0705-8. 
  • Hirigoyen, Marie-France (6 de 2006). El acoso moral en el trabajo: distinguir lo verdadero de lo falso [Monografía]. Pujol i Valls, Núria; tr. (1 ed, 2 imp edición). Ediciones Paidós Ibérica, S.A. ISBN 978-84-493-1122-2. 
  • Kindersley, D. (1998). Multimedia: Guía Completa. Ediciones B: España.
  • Roncero, Carlos (2009). Clara dice. E-litterae, Barcelona, 2009. Novela que aborda el tema de grooming, ciberacoso y las consecuencias sobre las famílias. http://www.e-litterae.com/fichas_libros/clara_dice.html
  • Hinduja, S. & Patchin, J. W. (In Press). Offline Consequences of Online Victimization: School Violence and Delinquency. Forthcoming in Journal of School Violence.
  • Standler, Ronald B., (2002). Computer Crime. Disponible: http://www.rbs2.com/ccrime.htm
  • Wolak, J. Mitchell, K.J., & Finkelhor, D. (2006). Online victimization of youth: 5 years later. Alexandria, VA: National Center for Missing & Exploited Children. Disponible: http://www.unh.edu/ccrc

Véase también