Diferencia entre revisiones de «Meteorización física»

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[[File:Ffionphort cracked granite boulder.jpg|thumb|250px|Gran bloque de [[granito]] fracturado por meteorización en [[Escocia]].]]
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La '''meteorización física''' es la disgregación mecánica de las [[roca]]s en fragmentos cada vez más pequeños a causa de los cambios de [[temperatura]], [[humedad]] y [[microbio|actividad biológica]]. Tras la [[meteorización]] física por los agentes actuantes, los fragmentos formados quedan dispuestos a la acción de la [[meteorización química]].

==Temperatura==

Dependiendo de los coeficientes de [[dilatación]] y [[absorción]] de los [[minerales]] por la acción de los rayos del sol, se producen al calentarse unas diferencias de [[tensión]] en su [[estructura]]. Por ejemplo, los materiales oscuros absorben más calor que los claros, especialmente en las regiones desérticas y de alta montaña, en donde las altas variaciones de [[temperatura]] día/noche imprimen a las rocas fuertes contracciones y dilataciones, que culminarán a la larga con la generación de fisuras y su [[fragmentación]]. Cuanto más pequeños sean los fragmentos más fácilmente serán transportados por agentes como el [[viento]].

==Agua==

El agua en estado líquido tiene influencia en la meteorización física de las rocas, sin embargo transformada en [[hielo]] en el interior de las fisuras puede acortar en gran medida este proceso. En el periodo de unas pocas horas el hielo puede abrir grietas en las [[rocas]] superficiales y exponerlas a una acción acelerada de otros agentes.

Cuando las [[rocas]] asoman a las capas más superficiales de la [[corteza terrestre]], presentan unas grietas o fisuras (en bloques o placas) llamadas [[diaclasa]]s, resultado de la acción expansiva que manifiestan al reducirse la compresión a que están sometidas en el interior de la corteza. Cuando el agua de lluvia o procedente de los deshielos penetra en el interior de estas grietas, queda sometida a otro efecto expansivo cuando la [[temperatura]] desciende por debajo de los 0 grados.

Como se sabe, cuando se forma hielo el volumen inicial del agua aumenta hasta un 9%, lo que ejerce presiones en el interior de la grieta que superan los 2.000 [[kilogramo]]s por cada [[centímetro cuadrado]]. El resultado es la llamada [[gelivación]] o [[gelifracción]], consistente en la descamación de la roca que tras la rotura culmina con la fragmentación; si la roca es muy porosa como para que el agua pueda empaparla bien, entonces su disgregación puede llegar a tener consistencia granular.

Como resultado de la gelivación se originan por gravedad depósitos fragmentarios, que pueden observarse acumulados en laderas y paredes denominados pedrizas o pedreras, o gleras o [[canchales]] si se trata de fragmentos angulosos.

==Actividad biológica==

La actividad biológica también actúa en la disgregación mecánica de las rocas, aunque lo hace siempre en una segunda fase. Por ejemplo, cuando las rocas ya presentan fisuras éstas pueden ser ocupadas por las raíces de los [[árbol]]es, que imprimen presión conforme crecen y aumentan de volumen. La presión ejercida por las raíces no es comparable a la del [[hielo]] (no es mayor de 15 kg por centímetro cuadrado) pero puede ser suficiente para generar rotura y desprendimiento de [[rocas]], las cuales quedarán después a merced de otros agentes.

== Véase también ==
* [[Roca]]
* [[Suelo]]

==Enlaces externos==
{{commons|Weathering}}
*[http://www.natureduca.com/geol_geodinext_meteoriz1.php Naturaleza educativa]



[[Categoría:Geología]]

Revisión del 13:53 4 mar 2010

Gran bloque de granito fracturado por meteorización en Escocia.

La meteorización física es la disgregación mecánica de las rocas en fragmentos cada vez más pequeños a causa de los cambios de temperatura, humedad y actividad biológica. Tras la meteorización física por los agentes actuantes, los fragmentos formados quedan dispuestos a la acción de la meteorización química.

Temperatura

Dependiendo de los coeficientes de dilatación y absorción de los minerales por la acción de los rayos del sol, se producen al calentarse unas diferencias de tensión en su estructura. Por ejemplo, los materiales oscuros absorben más calor que los claros, especialmente en las regiones desérticas y de alta montaña, en donde las altas variaciones de temperatura día/noche imprimen a las rocas fuertes contracciones y dilataciones, que culminarán a la larga con la generación de fisuras y su fragmentación. Cuanto más pequeños sean los fragmentos más fácilmente serán transportados por agentes como el viento.

Agua

El agua en estado líquido tiene influencia en la meteorización física de las rocas, sin embargo transformada en hielo en el interior de las fisuras puede acortar en gran medida este proceso. En el periodo de unas pocas horas el hielo puede abrir grietas en las rocas superficiales y exponerlas a una acción acelerada de otros agentes.

Cuando las rocas asoman a las capas más superficiales de la corteza terrestre, presentan unas grietas o fisuras (en bloques o placas) llamadas diaclasas, resultado de la acción expansiva que manifiestan al reducirse la compresión a que están sometidas en el interior de la corteza. Cuando el agua de lluvia o procedente de los deshielos penetra en el interior de estas grietas, queda sometida a otro efecto expansivo cuando la temperatura desciende por debajo de los 0 grados.

Como se sabe, cuando se forma hielo el volumen inicial del agua aumenta hasta un 9%, lo que ejerce presiones en el interior de la grieta que superan los 2.000 kilogramos por cada centímetro cuadrado. El resultado es la llamada gelivación o gelifracción, consistente en la descamación de la roca que tras la rotura culmina con la fragmentación; si la roca es muy porosa como para que el agua pueda empaparla bien, entonces su disgregación puede llegar a tener consistencia granular.

Como resultado de la gelivación se originan por gravedad depósitos fragmentarios, que pueden observarse acumulados en laderas y paredes denominados pedrizas o pedreras, o gleras o canchales si se trata de fragmentos angulosos.

Actividad biológica

La actividad biológica también actúa en la disgregación mecánica de las rocas, aunque lo hace siempre en una segunda fase. Por ejemplo, cuando las rocas ya presentan fisuras éstas pueden ser ocupadas por las raíces de los árboles, que imprimen presión conforme crecen y aumentan de volumen. La presión ejercida por las raíces no es comparable a la del hielo (no es mayor de 15 kg por centímetro cuadrado) pero puede ser suficiente para generar rotura y desprendimiento de rocas, las cuales quedarán después a merced de otros agentes.

Véase también

Enlaces externos