Diferencia entre revisiones de «Juicio de Salomón»

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El relato finaliza destacando la sabiduría de Salomón para juzgar.
El relato finaliza destacando la sabiduría de Salomón para juzgar.

Es muy interesante descubrir el origen de esa Sabiduría.
Para ello, debemos retroceder en el tiempo... Cuando Salomón estaba por recibir el trono, su padre David le exhortó:

“''Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios… para que prosperes en todo lo que hagas''” (1ª Reyes 2: 3)

SEGUIR LOS LINEAMIENTOS DE DIOS permite adquirir esa sabiduría o juicio:

“''Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos… Tengo más discernimiento que todos mis maestros porque medito en tus estatutos… Tengo más entendimiento que los ancianos porque obedezco tus preceptos. De tus preceptos adquiero entendimiento; por eso aborrezco toda senda de mentira''” (Salmo 119: 98-104)

Salomón pudo lograrlo, pero tal sabiduría o juicio se hace extensivo a todos:

“''yo os he enseñado '''los estatutos y decretos''', como Jehová mi Dios me mandó…. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque '''esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia'''...''” (Deuteronomio 4: 5,6)


== Véase también ==
== Véase también ==

Revisión del 18:16 29 ene 2010

Juicio de Salomón

Llamado también Juicio salomónico o Decisión salomónica, es un relato basado en el Antiguo Testamento que se encuentra en el libro 1 Reyes 3: 16-28 que describe como el juicio del rey Salomón devuelve un niño a su verdadera madre.

El DRAE define "salomónico" como un adjetivo perteneciente o relativo a Salomón.

Relato

Se presentaron ante el rey Salomón dos mujeres que vivían en la misma casa y argumentaban ser la madre de un niño. Ambas madres habían dado a luz con diferencia de tres días pero el hijo de una de ellas falleció durante la noche. Al notarlo, esta madre intercambió los niños, colocando el muerto en los brazos de la madre que dormía y el que quedaba vivo en sus propios brazos.

A la mañana siguiente la madre que había dormido toda la noche se dio cuenta de la trampa y así fueron a buscar justicia ante el rey.

Salomón para dilucidar el dilema, ensaya una treta y ordena partir al niño en dos. "Partid en dos al niño vivo, y dad la mitad a la una y la otra mitad a la otra".

La madre falsa está de acuerdo con el rey, pero la madre verdadera pide que no dividan al niño, renunciando a reclamar a su hijo.

Con ello el rey Salomón pronuncia su sentencia devolviendo el niño a la verdadera madre: "Entregad a aquella el niño vivo, y no lo matéis; ella es su madre".

El relato finaliza destacando la sabiduría de Salomón para juzgar.

Véase también

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