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Durante el [[Renacimiento]], se presta una gran atención a las ciencias, el arte y la literatura. Había un nuevo sentimiento de optimismo después de la destrucción y la muerte durante la [[Edad Media]]. Esta destrucción incluye mucha muerte de la [[plaga]], pero también el analfabetismo del pueblo y la sociedad [[feudal]] que separó la gente medieval en tres niveles (la nobleza, los cleros, y el pueblo). Surgió la [[burguesía]] (una clase media) durante el Renacimiento, la mayoridad de los afectos de la plaga había pasado y los libros y la educación se puso más universal con la invención de la [[imprenta]]. También, durante la Edad Media había un gran énfasis en la iglesia, los cleros y el [[teocentrismo]]—la idea que todo se puede explicado por Dios. Los cleros eran los educados y quienes enseñaban al pueblo. El Renacimiento se caracteriza principalmente por el [[antropocentrismo]]—en vez de Dios como el centro del mundo, el hombre era el centro del mundo. Y la gente más educada del Renacimiento no necesitaba que contar con los cleros y la iglesia tanto que en la Edad Media.
Durante el [[Renacimiento]], se presta una gran atención a las ciencias, el arte y la literatura. Había un nuevo sentimiento de optimismo después de la destrucción y la muerte durante la [[Edad Media]]. Esta destrucción incluye mucha muerte de la [[plaga]], pero también el analfabetismo del pueblo y la sociedad [[feudal]] que separó la gente medieval en tres niveles (la nobleza, los cleros, y el pueblo). Surgió la [[burguesía]] (una clase media) durante el Renacimiento, la mayoridad de los afectos de la plaga había pasado y los libros y la educación se puso más universal con la invención de la [[imprenta]]. También, durante la Edad Media había un gran énfasis en la iglesia, los cleros y el [[teocentrismo]]—la idea que todo se puede explicado por Dios. Los cleros eran los educados y quienes enseñaban al pueblo. El Renacimiento se caracteriza principalmente por el [[antropocentrismo]]—en vez de Dios como el centro del mundo, el hombre era el centro del mundo. Y la gente más educada del Renacimiento no necesitaba que contar con los cleros y la iglesia tanto que en la Edad Media.
La edad media es muy buena pera nuestra nacion siglas c.h.i.n.g.a.t.u.m.a.d.r.e.


== Beatus Ille ==
== Beatus Ille ==

Revisión del 22:56 7 oct 2009

Beatus Ille es un término latino que hace referencia a la alabanza de la vida del campo frente a la vida de la ciudad. El tema Beatus Ille es uno de cuatro temas del Renacimiento. Son: el Beatus Ille, el Carpe diem (‘atrapa el día’), el Locus amoenus (la idealización de la realidad) y tempus fugit (tiempo que corre).

Resumen del Renacimiento Español

Durante el Renacimiento, se presta una gran atención a las ciencias, el arte y la literatura. Había un nuevo sentimiento de optimismo después de la destrucción y la muerte durante la Edad Media. Esta destrucción incluye mucha muerte de la plaga, pero también el analfabetismo del pueblo y la sociedad feudal que separó la gente medieval en tres niveles (la nobleza, los cleros, y el pueblo). Surgió la burguesía (una clase media) durante el Renacimiento, la mayoridad de los afectos de la plaga había pasado y los libros y la educación se puso más universal con la invención de la imprenta. También, durante la Edad Media había un gran énfasis en la iglesia, los cleros y el teocentrismo—la idea que todo se puede explicado por Dios. Los cleros eran los educados y quienes enseñaban al pueblo. El Renacimiento se caracteriza principalmente por el antropocentrismo—en vez de Dios como el centro del mundo, el hombre era el centro del mundo. Y la gente más educada del Renacimiento no necesitaba que contar con los cleros y la iglesia tanto que en la Edad Media.

Beatus Ille

Según algunos críticos es probable que Horacio no escribiese sino una crítica contra los ricos que se retiran sólo en teoría al campo despegándose de la riqueza terrenal, lo que queda patente en los cuatro últimos versos del poema. Por los peligros de las ciudades durante la Edad Media, la vida sencilla del campo parecía mucha más atractiva en el Renacimiento. Y el nuevo optimismo que vino después de la tristeza y la muerte de la Edad Media era una inspiración por muchos autores del Renacimiento. Escribieron mucho de una vida muy idealizada y celebrada del campo con mucho énfasis en la naturaleza perfecta y tranquila. También autores del Renacimiento combinaron elementos de la mitología con los de la realidad del campo. Se utilizan mitos de los dioses grecolatinos en la poesía del tema Beatus Ille. Pero sobre todo, el Beatus Ille de las obras renacentistas describe la armonía del campo apartado del caos de la ciudad y de la Edad Media.

Ejemplos

El tema Beatus Ille se puede ver en todas tipos de escritura del Renacimiento Español. La poesía del Renacimiento es muy expresiva y el tema Beatus Ille es más marcado en la poesía que en otras obras. Se ve el tema en las obras de Fray Luis de León. El siguiente es un poema que compara dos tipos de vida y demuestra la actitud general de los temas renacentistas.


A la vida retirada (Fray Luis de Leon)

Qué descansada vida/ la del que huye del mundanal ruïdo,/ y sigue la escondida/ senda por donde han ido/ los pocos sabios que en el mundo han sido/

Que no le enturbia el pecho/ de los soberbios grandes del estado,/ ni del dorado techo/ se admira, fabricado/ del sabio moro, en jaspes sustentado./

No cura si la fama/ canta con voz su nombre pregonera,/ ni cura si encarama/ la lengua lisonjera/ lo que condena la verdad sincera./

¿Qué presta a mi contento/ si soy del vano dedo señalado,/ si en busca de este viento/ ando desalentado/ con ansias vivas, con mortal cuidado?/

¡Oh monte, oh fuente, oh río!/ ¡Oh secreto seguro deleitoso!/ Roto caso el navío,/ a vuestro almo reposo/ huyo de aqueste mar tempestüoso./

Un no rompido sueño,/ un día puro, alegre, libre quiero;/ no quiero ver el ceño/ vanamente severo/ de a quien la sangre ensalza o el dinero./

Despiértenme las aves/ con su cantar süave no aprendo,/ no los cuidados graves/ de que es siempre seguido/ el que al ajeno arbitrio está atendido./

Vivir quiero conmigo,/ gozar quiero del bien que debo al cielo,/ a solas sin testigo,/ libre de amor, de celo,/ de odio, de esperanzas, de recelo./

Del monte en la ladera/ por mi mano plantado tengo un huerto,/ que con la primavera/ de bella flor cubierto/ ya muestra en esperanza el fruto cierto./

Y como codiciosa/ de ver y acrecentar su hermosura,/ desde la cumbre airosa/ una fontana pura/ hasta llegar corriendo se apresura./

Y luego sosegada/ el paso entre los árboles torciendo,/ el suelo de pasada/ de verdura vistiendo,/ y con diversas flores va esparciendo./

El aire el huerto orea,/ y ofrece mil olores al sentido,/ los árboles menea/ con un manso ruïdo/ que del oro y del cetro pone olvido./

Ténganse su tesoro/ los que de un flaco leño se confían:/ no es mío ver el lloro/ de los que desconfían/ cuando el cierzo y el ábrego porfían./

La combatida antena/ cruje, y en ciega noche el claro día/ se torna, al cielo suena/ confusa vocería,/ y la mar enriquecen a porfía./

A mí una pobrecilla/ mesa de amable paz bien abastada/ me baste, y la vajilla/ de fino oro labrada/ sea de quien la mar no tema airada./

Y mientras miserable-/ mente se están los otros abrasando,/ con sed insacïable/ del no durable mando,/ tendido yo a la sombra esté cantando./

A la sombra tendido/ de yedra y lauro eterno coronado,/ puesto el atento oído/ al son dulce acordado/ del plectro sabiamente meneado./

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