Insurrección de los partidos de Omasuyos, Pacajes y Larecaja

La rebelión de los partidos de la Intendencia de La Paz fue uno de los focos revolucionarios que se produjeron en el Alto Perú en contra del dominio español. Ocurrió en 1811 como reacción a la derrota del ejército de Buenos Aires.

Antecedentes

Luego de que el ejército realista obtuviera la victoria en la batalla de Huaqui del 20 de junio de 1811, los restos del Ejército del Norte se precipitaron en retirada hacia Potosí, seguidos más tarde por José Manuel de Goyeneche quien ahogó la Revolución de Cochabamba después de triunfar en la batalla de Sipe Sipe o Amiraya, el 13 de agosto.

Ocupación de La Paz

Simultáneamente, en la Intendencia de La Paz los indígenas de los partidos de Omasuyos, Pacajes y Larecaja, previamente incentivados por Francisco del Rivero, no aceptaron la restauración realista en sus territorios y se sublevaron comandados por el subdelegado de Larecaja Juan Manuel Muñecas (hermano del cura Ildefonso Escolástico de las Muñecas), Juan Manuel Cáceres y el cacique de Toledo Eusebio Titichoca los que conformaron el Ejército Restaurador de los Indios del Perú sitiando, incendiando y ocupando La Paz a principios de agosto de 1811. Allí fue decapitado el gobernador intendente Domingo Tristán y degollados sus partidarios y la guarnición de 300 hombres.

Los insurrectos colocaron como intendente a Ramón de Mariaca y luego atacaron a la guarnición realista que custodiaba el paso del río Desaguadero, degollaron a sus 100 defensores y se dirigieron (al mando de Cáceres) al encuentro del general Jerónimo Lombera, quien con 1.200 hombres fue destacado por el jefe del ejército realista, Goyeneche, para recuperar La Paz. Ambos ejércitos chocaron en la batalla de Sicasica el 6 de octubre, siendo derrotados completamente los realistas, por lo que Lombera se refugió en Oruro con sólo 7 hombres, siendo esa ciudad tomada al día siguiente.

Reacción realista

Al enterarse de la derrota, Goyeneche se encontró aislado del Perú y partió rumbo a Oruro con 3.500 soldados desde Chuquisaca, dejando 500 en esa ciudad.

Para apoyar al ejército realista de Goyeneche, el virrey del Perú José Fernando de Abascal, destacó 3.500 soldados desde el Cusco al mando del cacique Mateo Pumacahua, secundado por el cacique de Chinchero, Manuel Choquehuanca, en dirección a la La Paz, recibiendo refuerzos de Arequipa y de Puno. Estas fuerzas eran en su mayoría indígenas y cometieron excesos y crueldades al llegar al Alto Perú. Para cortarles el paso sobre el río Desaguadero, los insurrectos de Omasuyos y Larecaja enfrentaron y vencieron en la batalla de Tiquina a una guarnición realista, tomando dos cañones, pero no pudieron impedir que el teniente coronel Pedro Benavente tomara La Paz (según García Camba, con el apoyo de Lombera, quien según otras fuentes había sido arrollado en Sicasica). Ocupada La Paz por los realistas, Pumacahua avanzó hacia Sicasica y Oruro restableciendo las comunicaciones con el ejército de Goyeneche, quien inició su marcha sobre Potosí en donde se hallaba Eustaquio Díaz Vélez con los restos del Ejército del Norte.​