Diferencia entre revisiones de «Ña Catita»

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Doña Rufina, arrepentida y avergonzada pide perdón a su hija por tratar de obligarla a casarse con quien no amaba, y se reconcilia con su esposo, prometiendo que de ahora en adelante será una gran esposa.
Doña Rufina, arrepentida y avergonzada pide perdón a su hija por tratar de obligarla a casarse con quien no amaba, y se reconcilia con su esposo, prometiendo que de ahora en adelante será una gran esposa.


Es así que Juliana se libera de un terrible matrimonio, y puede finalmente ser feliz junto a quien si ama. y era una vieja puta q le gustaba la pinga
Es así que Juliana se libera de un terrible matrimonio, y puede finalmente ser feliz junto a quien si ama.





Revisión del 20:10 26 may 2009

Ña Catita es una obra de teatro cómica escrita por el peruano Manuel Ascencio Segura en 1845. La obra está dividida en cuatro actos, manteniendo un marcado lenguaje de la época, con la particularidad de que todo transcurre en el pequeño ambiente de la casa.

Personajes

  • Ña Catita: Vieja chismosa celestinesca con ganas de buscar escándalos en las casas de la alta sociedad.
  • Doña Rufina: Esposa de Don Jesús y madre de Juliana, afectada por las artimañas de Ña Catita.
  • Don Jesús: Marido de Doña Rufina y padre de Juliana.
  • Juliana: También Juliana, hija de Don Jesús y Doña Rufina enamorada de Manuel.
  • Don Alejo: Persona madura que pretende la mano de Juliana aparentando ser adinerado y soltero y con un acento francés.
  • Manuel: Joven apuesto, enamorado de Juliana.
  • Mercedes: Empleada de doña Rufina, apoyaba a Juliana y a Manuel.

Argumento

la Comedia dividida en cuatro actos, "Ña Catita", se convierte en la obra de mayor aceptación de Manuel Ascencio Segura.

La escena se representa en Lima, particularmente en la sala de la casa de Don Jesús. La trama de la historia se desenvuelve a través del amor del presumido de Alejo por la joven Juliana, quien en realidad esta enamorada de Manuel.

La madre, Doña Rufina, mal aconsejada por la intrigante y chismosa Ña Catita, acepta el cortejo amoroso del fatuo Alejo.

Mercedes la empleada de la casa le sirve de paño de lágrimas a la desdichada joven.

Por otro lado el padre de la joven, Don Jesús, esta en malas relaciones con Doña Rufina, ya que los múltiples enredos y chismes de Ña Catita han creado un clima tenso y hostil entre los esposos.

Don Alejo deslumbra a Doña Rufina con su excesiva palabrería y rebuscados gestos, la buena señora cree que casando a su hija con el engreído Alejo, asegurara el futuro de la muchacha. Ña Catita obviamente sirve de alcahueta al vanidoso galán, adulando y engriendo a Doña Rufina, con lo que se gana su aprecio y confianza.

Manuel el enamorado galán de Juliana, al ver la oposición de la madre, decide raptarla he irse lejos con ella. Contando con la ayuda de Mercedes se preparan para la fuga, pero inconvenientemente son descubiertos por la indiscreta Ña Catita, quien inmediatamente corre a darle aviso a la madre, Doña Rufina.

En la escena aparece Don Jesús, quien se sorprende y enfurece con Manuel, a quien él consideraba un buen muchacho, casi como a un hijo.

Afortunadamente, luego llega a la casa Don Juan, un viejo amigo de don Jesús, quien reconoce a Don Alejo y lo desenmascara frente a toda la familia, diciendo que no era más que un impostor que se hacia pasar por gran Señor, enamorando así a indefensas jovencitas. Después de este bochornoso acto, Don Alejo y Ña Catita son arrojados de la casa.

Doña Rufina, arrepentida y avergonzada pide perdón a su hija por tratar de obligarla a casarse con quien no amaba, y se reconcilia con su esposo, prometiendo que de ahora en adelante será una gran esposa.

Es así que Juliana se libera de un terrible matrimonio, y puede finalmente ser feliz junto a quien si ama.