Diferencia entre revisiones de «Guerra de Independencia de Brasil»

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Buscando duplicar su triunfo en Minas Gerais, Pedro cabalgó hasta São Paulo en agosto para asegurarse el apoyo y comenzó un desastroso affair con Domitila de Castro, que más tarde debilitaría a su gobierno. Regresando de una excursión a Santos, Pedro recibió mensajes de su esposa y de Andrada e Silva que las ''Côrtes'' consideraban su gobierno como traicionero y estaba despachando más tropas. En una famosa escena en la ribera del río Ipiranga el [[7 de septiembre]] de [[1822]], tenía que elegir entre regresar a Portugal en desgracia u optar por la independencia. Arrancó su insignia azul y blanca portuguesa de su uniforme, desenfundó su espada, y juró: "Por mi sangre, por mi honor, y por Dios: haré a Brasil libre." Su lema, dijo, sería "Independência ou Morte!" ("Independencia o muerte!" en portugués).
Buscando duplicar su triunfo en Minas Gerais, Pedro cabalgó hasta São Paulo en agosto para asegurarse el apoyo y comenzó un desastroso affair con Domitila de Castro, que más tarde debilitaría a su gobierno. Regresando de una excursión a Santos, Pedro recibió mensajes de su esposa y de Andrada e Silva que las ''Côrtes'' consideraban su gobierno como traicionero y estaba despachando más tropas. En una famosa escena en la ribera del río Ipiranga el [[7 de septiembre]] de [[1822]], tenía que elegir entre regresar a Portugal en desgracia u optar por la independencia. Arrancó su insignia azul y blanca portuguesa de su uniforme, desenfundó su espada, y juró: "Por mi sangre, por mi honor, y por Dios: haré a Brasil libre." Su lema, dijo, sería "Independência ou Morte!" ("Independencia o muerte!" en portugués).


'''== Contribución británica y francesa =='''
== Contribución británica y francesa ==


El gobierno de Pedro I contrató al almirante [[Thomas Alexander Cochrane]], uno de los más exitosos comandantes navales británicos en las guerras napoleónicas y recientemente comandante de las fuerzas navales chilenas contra España. El gobierno de Pedro I también contrató a un número de oficiales del almirante Cochrane y al general francés Pierre Labatut, quien había luchado en Colombia. Estos hombres liderarían la lucha por expulsar a los portugueses de [[Bahía]], [[Maranhão]], y [[Pará]], y forzar estas zonas a reemplazar el gobierno de Lisboa por el de Rio de Janeiro. El dinero de la aduana del puerto de Rio de Janeiro y donaciones locales financiaron al ejército y a la flota de nueve barcos. El uso de mercenarios extranjeros trajo habilidades militares requeridas. El muy temido Cochrane aseguró Maranhão con un simple barco de guerra, a pesar del intento del ejército portugués de trastornar a la economía y sociedad con una campaña de tierra quemada y con promesas de libertad para los esclavos. Para la mitad de 1823, las fuerzas contendoras oscilaban entre 10.000 y 20.000 portugueses, algunos de los cuales eran veteranos de las guerras napoleónicas, contra de 12.000 a 14.000 brasileños, en su mayoría unidades de milicia del Noreste.
El gobierno de Pedro I contrató al almirante [[Thomas Alexander Cochrane]], uno de los más exitosos comandantes navales británicos en las guerras napoleónicas y recientemente comandante de las fuerzas navales chilenas contra España. El gobierno de Pedro I también contrató a un número de oficiales del almirante Cochrane y al general francés Pierre Labatut, quien había luchado en Colombia. Estos hombres liderarían la lucha por expulsar a los portugueses de [[Bahía]], [[Maranhão]], y [[Pará]], y forzar estas zonas a reemplazar el gobierno de Lisboa por el de Rio de Janeiro. El dinero de la aduana del puerto de Rio de Janeiro y donaciones locales financiaron al ejército y a la flota de nueve barcos. El uso de mercenarios extranjeros trajo habilidades militares requeridas. El muy temido Cochrane aseguró Maranhão con un simple barco de guerra, a pesar del intento del ejército portugués de trastornar a la economía y sociedad con una campaña de tierra quemada y con promesas de libertad para los esclavos. Para la mitad de 1823, las fuerzas contendoras oscilaban entre 10.000 y 20.000 portugueses, algunos de los cuales eran veteranos de las guerras napoleónicas, contra de 12.000 a 14.000 brasileños, en su mayoría unidades de milicia del Noreste.

Revisión del 00:12 24 abr 2009

La Guerra Brasileña de Independencia de 1821-1825, fue librada entre el Brasil colonial y Portugal. Aunque el conflicto no fue completamente pacífico, fue una guerra mucho menos sangrienta que la mayoría de las guerras de independencia en Latinoamérica.


Comienzo del movimiento independentista

El Reino de Brasil, era asiento del rey Juan VI de Portugal y su gobierno, tras huir del ejército de Napoleón I durante las guerras napoleónicas en 1808. Después que la familia real volvió a Portugal en 1821, el gobierno, con sólo una porción de los delegados brasileños presentes, votaron por abolir el Reino de Brasil y las agencias reales en Río de Janeiro y a hacer que todas las provincias se subordinen directamente a Lisboa. Portugal envió tropas a Brasil y puso a todas las unidades brasileñas bajo el mando portugués. En enero de 1822, la tensión entre las tropas portuguesas y los luso-brasileños (brasileños nacidos en Portugal) se tornó violenta cuando el príncipe regente brasileño Pedro aceptó las peticiones de los pueblos brasileños rogándole rehusar la orden portuguesa de regresar a Lisboa. Respondiendo a su presión y al argumento de que su partida y el desmantelamiento del gobierno central gatillaría movimientos separatistas, votó por quedarse. Los "pies de plomo" portugueses, como llamaban los brasileños a las tropas, se amotinaron antes de concentrar sus fuerzas en Cerro Castello, el cual estuvo rodeado por miles de brasileños armados.

José Bonifácio de Andrada e Silva

Dom Pedro "retiró" al comandante general portugués y le ordenó remover a sus soldados cruzando la bahía a Niterói, donde esperaban transporte hacia Portugal. Pedro formó un nuevo gobierno encabezado por José Bonifácio de Andrada e Silva de São Paulo. Este ex funcionario real y profesor de ciencias en Coímbra fue crucial para la dirección subsecuente de los acontecimientos y es considerado como una de las figuras formativas del nacionalismo brasileño, sin duda, como el patriarca de la independencia.

La atmósfera estaba tan cargada que Dom Pedro buscó seguros de asilo en un barco británico en caso de perder la confrontación de gran importancia; también envió a su familia a un lugar seguro fuera de la ciudad. En los días siguientes, el comandante portugués retrasó la embarcación, esperando que llegasen los refuerzos esperados. Sin embargo, los refuerzos que llegaron a Rio de Janeiro el 5 de marzo de 1822, no se les permitió desembarcar. En cambio, se les dieron suministros para el viaje de vuelta a Portugal. Este round había sido ganado sin derramamiento de sangre.

Comienzo de la insurgencia violenta

Se había derramado sangre en Recife, en la provincia de Pernambuco, cuando la guarnición portuguesa había sido forzada a partir en noviembre de 1821. A mitad de febrero de 1822, los bahianos se levantaron contra las fuerzas portuguesas ahí,pero fueron conducidos hasta el campo, donde comenzaron las operaciones guerrilleras, señalando que la lucha en el norte no sería sin pérdida de vidas y propiedades. Para asegurar Minas Gerais y São Paulo, donde no habían tropas portuguesas pero habían dudas sobre la independencia, Dom Pedro se comprometió en algo de populismo real.

Los pueblos en Minas Gerais habían expresado su lealtad al tiempo del voto de Pedro por permanecer, salvo por la junta en Ouro Preto, la capital provincial. Pedro se dio cuenta a menos que Minas Gerais estuviera sólida con él, sería incapaz de ampliar su autoridad a otras provincias. Con sólo unas pocas compañías y sin ceremonia o pompa, Pedro corcoveó en Minas Gerais a caballo en marzo de 1822, recibiendo entusiastas bienvenidas y lealtades en todos lados. De vuelta en Rio de Janeiro el 13 de mayo, se proclamó a sí mismo el "defensor perpetuo de Brasil" y en breve después de eso,llamó a una Asamblea Constituyente (Assembléia Constituinte) para el año siguiente. Para profundizar su base del apoyo, se unió a los francomasones, que, liderados por José Bonifácio Andrada e Silva, estaban presionando por un gobierno parlamentario y la independencia. Más confiado, a principios de agosto, visitó a los diputados brasileños en Lisboa para que volvieran, decretó que las fuerzas portuguesas en Brasil debían ser tratadas como enemigas, y emitió un manifiesto a las "naciones amigas."


Proclamación de la Independencia

Buscando duplicar su triunfo en Minas Gerais, Pedro cabalgó hasta São Paulo en agosto para asegurarse el apoyo y comenzó un desastroso affair con Domitila de Castro, que más tarde debilitaría a su gobierno. Regresando de una excursión a Santos, Pedro recibió mensajes de su esposa y de Andrada e Silva que las Côrtes consideraban su gobierno como traicionero y estaba despachando más tropas. En una famosa escena en la ribera del río Ipiranga el 7 de septiembre de 1822, tenía que elegir entre regresar a Portugal en desgracia u optar por la independencia. Arrancó su insignia azul y blanca portuguesa de su uniforme, desenfundó su espada, y juró: "Por mi sangre, por mi honor, y por Dios: haré a Brasil libre." Su lema, dijo, sería "Independência ou Morte!" ("Independencia o muerte!" en portugués).

Contribución británica y francesa

El gobierno de Pedro I contrató al almirante Thomas Alexander Cochrane, uno de los más exitosos comandantes navales británicos en las guerras napoleónicas y recientemente comandante de las fuerzas navales chilenas contra España. El gobierno de Pedro I también contrató a un número de oficiales del almirante Cochrane y al general francés Pierre Labatut, quien había luchado en Colombia. Estos hombres liderarían la lucha por expulsar a los portugueses de Bahía, Maranhão, y Pará, y forzar estas zonas a reemplazar el gobierno de Lisboa por el de Rio de Janeiro. El dinero de la aduana del puerto de Rio de Janeiro y donaciones locales financiaron al ejército y a la flota de nueve barcos. El uso de mercenarios extranjeros trajo habilidades militares requeridas. El muy temido Cochrane aseguró Maranhão con un simple barco de guerra, a pesar del intento del ejército portugués de trastornar a la economía y sociedad con una campaña de tierra quemada y con promesas de libertad para los esclavos. Para la mitad de 1823, las fuerzas contendoras oscilaban entre 10.000 y 20.000 portugueses, algunos de los cuales eran veteranos de las guerras napoleónicas, contra de 12.000 a 14.000 brasileños, en su mayoría unidades de milicia del Noreste.

Reconocimiento internacional

Algunos historiadores han errado al apoyar el contenido del historiador Manuel de Oliveira Lima en que la independencia llegara sin derramamiento de sangre. De hecho, aunque ambos bandos evitaron batallas en masa, sí combatieron en tácticas, demostraciones, y contramovidas de guerrillas. Hay poca información sobre las bajas, pero la lucha proporcionó a una mártir en la Madre Joana Angélica, que fue herida mortalmente con bayoneta por las tropas portuguesas que invadieron su convento en Bahía; y un ejemplo de valor femenino en Maria Quitéria de Jesus, quien disfrazada de hombre se unió al ejército imperial y logró distinciones en varias batallas.

Gran Bretaña y Portugal reconocieron la independencia brasileña al firmar un tratado el 29 de agosto de 1825. Hasta entonces, los brasileños temían que Portugal continuara su ataque. La retribución portuguesa, no obstante, llegó de manera financiera. Los códices secretos del tratado con Portugal requerían que Brasil asumiera el pago de 1.4 millones de libras esterlinas debidas a Gran Bretaña e indemnizar a Dom João VI y los demás portugueses por pérdidas totalizando 600,000 libras esterlinas. Brasil también renunció a la futura anexión de las colonias portuguesas africanas, y en un tratado lateral con Gran Bretaña, prometió terminar con el comercio de esclavos. Ninguna de estas medidas fue del gusto de los colonos sostenedores de esclavos.


Véase también