Podostroma cornu-damae

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Podostroma cornu-damae
Taxonomía
Reino: Fungi
División: Ascomycota
Clase: Sordariomycetes
Orden: Hypocreales
Familia: Hypocreaceae
Género: Podostroma
Especie: P. cornu-damae
(Patouillard) Hongo & Izawa
Sinonimia
  • Hypocrea cornu-damae Pat.
  • Podocrea cornu-damae (Pat.) Sacc. & D.Sacc.
Características micológicas

Podostroma cornu-damae
 

Himenio liso
 

Pie desnudo
 
 

Esporas de color amarillo o marrón
 

Ecología saprofítica
 

Comestibilidad: mortal

Podostroma cornu-damae (en japonés: カエンタケ), también conocido como coral de fuego venenoso, es una especie de hongo de la familia Hypocreaceae.[1]​ Los cuerpos frutosos del hongo son altamente tóxicos, y la especie ha sido responsable de varias muertes en Japón. El hongo contiene varias micotoxinas de tricoteceno.

Taxonomía[editar]

La especie fue originalmente descrita como Hypocrea cornu-damae por Narcisse Théophile Patouillard en 1895, y más tarde transferida al género Podocrea en 1905 por Pier Andrea Saccardo.[2]

En 1994, los micólogos japoneses Tsuguo Hongo y Masana Izawa colocaron la especie dentro del género Podostroma.[3]

Extensión[editar]

Se pensaba que el hongo era nativo de la península de Corea y Japón, pero ha habido descubrimientos recientes de la especie en Java, Nueva Guinea y el norte de Australia.[1]

Descripción[editar]

Los conidióforos son de hasta 400 μm de alto y aproximadamente 2 a 4 μm de ancho en el eje general de la hifa. Las fiálides están dispuestas en mechones con ángulos estrechos en la parte superior, de manera similar a las hifas ramificadas que se encuentran en las especies de Trichoderma. El conidio es aproximadamente esférico con una base truncada en cada espora, de color verde pálido, y midiendo entre 2,5 y 3,5 μm de diámetro. Sus superficies son casi lisas, pero a veces aparecen muy levemente rugosas en microscopía óptica.[4]

Toxicidad[editar]

Se han reportado varios envenenamientos en Japón a causa del consumo de este hongo. En 1999, una persona de la prefectura de Niigata murió dos días después de consumir aproximadamente 1 gramo de cuerpo frutoso que había sido remojado en sake. En 2000, un individuo de la prefectura de Gunma murió después de comer la seta en una preparación frita. Los síntomas asociados con el consumo en estos casos incluyeron dolores de estómago, cambios en la percepción, disminución en el número de leucocitos y plaquetas, descamación dérmica en la cara, pérdida de cabello, y encogimiento del cerebelo, resultando en impedimento del habla y problemas con los movimientos voluntarios.[5]​ En otro caso, una autopsia reveló disfunción multiorgánica, incluyendo insufiencia renal aguda, necrosis hepática y coagulación intravascular diseminada.[6]​ En un caso de envenenamiento, el paciente adoleció hemofagocitosis, además de leucocitopenia severa y trombocitopenia, siete días después de haber ingestado el hongo. Tratamientos como plasmaféresis y la administración de factor estimulante de colonia de granulocitos suelen usarse para tratar las anormalidades sanguíneas provocadas. Estos tratamientos, además de un gran volumen de administración de solución salina intravenosa (9 litros durante un periodo de 12 horas) han sido responsables para una recuperación exitosa.[7]

Los síntomas de envenenamiento son similares a aquellos observados anteriormente con animales que habían consumido micotoxinas de tricoteceno. Investigadores japoneses detectaron la presencia de los tricotecenos macrocíclicos satratoxina H, satratoxina H 12′,13′-diacetato, satratoxina H 12′-acetato y satratoxina H 13′-acetato. Cuando se cultiva en cultivo líquido, el hongo produce además roridina E, verrucarina J y satratoxina H. Con la excepción de la verrucarina J, una dosis de 500 microgramos de cualquiera de estos compuestos, cuando se inyecta en el abdomen de ratones, provocará su muerte al día siguiente.[5]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. a b Smee, Ben (2 de octubre de 2019). «Deadly fungus native to Japan and Korea discovered in Australian rainforest». The Guardian (en inglés británico). ISSN 0261-3077. Consultado el 2 de octubre de 2019. 
  2. Patouillard NT. (1895). «Enumeration des champignons recoltes par les RR. PP. Farges at Soulie, dans le Thibet oriental at le Su-tchuen». Bulletin de la Société Mycologique de France (en francés) 11: 196-99. 
  3. «Podostroma cornu-damae (Pat.) Hongo & Izawa 1994». MycoBank. International Mycological Association. Consultado el 20 de octubre de 2010. 
  4. «Revision of the Hypocreales with cultural observations. V. Podostroma giganteum Imai, P. cornu-damae (Pat.) Noedijn and Hypocrea pseudogelatinosa sp. nov». Reports of the Tottori Mycological Institute (Japan) 10: 421-27. 1973. 
  5. a b Saikawa, Yoko; Okamoto, Hiroki; Inui, Taichi; Makabe, Midori; Okuno, Toshikatsu; Suda, Takashi; Hashimoto, Kimiko; Nakata, Masaya (2001-09). «Toxic principles of a poisonous mushroom Podostroma cornu-damae». Tetrahedron (en inglés) 57 (39): 8277-8281. doi:10.1016/S0040-4020(01)00824-9. Consultado el 19 de mayo de 2020. 
  6. Koichi, M., et al. (2003). «Case report: food poisoning to death by Podostroma cornu-damae, its case history and autopsy findings». Acta Criminologiae et Medicinae Legalis Japonica 1 (69): 14-20. 
  7. M, Suzuki (abril de 2002). «Successful Treatment in a Case of Podostroma Cornu-Damae Poisoning, a Deadly Poisonous Mushroom». Chudoku kenkyu : Chudoku Kenkyukai jun kikanshi = The Japanese journal of toxicology (en inglés). Consultado el 19 de mayo de 2020. 

Enlaces externos[editar]