Panta rei

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Para la escultura de la Plaza del Siglo, en Málaga, ver Panta rei (Escultura)
"No es posible bañarse dos veces en el mismo río."[1]

Panta rei (Πάντα ῥεῖ; "Τodo fluye" en griego clásico) es un concepto atribuido por Platón al filósofo presocrático Heráclito, que esquematiza su supuesta opinión de que todo está en cambio continuamente.

Fuentes e interpretaciones[editar]

Heráclito ha pasado a la historia como el modelo de la afirmación del devenir. Su filosofía se basa en la tesis del flujo universal de los seres: «Panta rei» (πάντα ρεῖ), todo fluye. El devenir está animado por el conflicto: «La guerra (pólemos) es el padre de todas las cosas»,[2]​ una contienda que es al mismo tiempo armonía, no en el sentido de una mera relación numérica, como en los pitagóricos, sino en el de un ajuste de fuerzas contrapuestas, como las que mantienen tensa la cuerda de un arco. El fragmento quizás más conocido de su obra dice:

ποταμοῖς τοῖς αὐτοῖς ἐμβαίνομεν τε καὶ οὐκ ἐμβαίνομεν, εἶμεν τε καὶ οὐκ εἶμεν τε.
En los mismos ríos entramos y no entramos, [pues] somos y no somos [los mismos].
Cleantes, Stoicorum Veterum Fragmenta, I, 519
Diels-Kranz, Die Fragmente der Vorsokratiker, 22 B12

Platón bajo la figura de Sócrates en el Crátilo (402a y 440c) da una caracterización general sobre la doctrina del flujo perpetuo, que vincula el apotegma con otra famosa cita:

Todo se mueve y nada permanece y en el mismo río no nos bañamos dos veces.
Platón, Crátilo, 402a y 440c
Diels-Kranz, Die Fragmente der Vorsokratiker, 22 A6

En varias ocasiones, el filósofo ateniense atribuye el pensamiento a Heráclito, de una manera más o menos vaga y junto a otros autores.

También yo te vaya hablar de una doctrina que no es nada vulgar. Afirma, en efecto, que ninguna cosa tiene un ser único en sí misma y por sí misma y que podrías darle ninguna denominación justa, ni decir que es de una clase determinada. [...] Ciertamente, todo lo que decimos que es, está en proceso de llegar a ser, a consecuencia de la traslación, del movimiento y del la mezcla de unas cosas con otras[...]. Efectivamente, nada es jamas, sino que está siempre en proceso de llegar a ser. Y en esto uno tras otro todos los sabios, excepto Parménides, están de acuerdo, tanto Protágoras como Heráclito y Empédocles[...].
Platón, Teeteto, 152d-e
Las doctrinas de Homero, de Heráclito y de los que pertenecen a esta estirpe que afirma que todo está en movimiento , como si fuera una corriente. vienen a coincidir en lo mismo con la del sabio Protágoras, que dice que el hombre es medida de todas las cosas, y con la de Teeteto, que sostiene que, si eso es así. la percepción se convierte en saber.

Aristóteles indica que Platón fue impulsado a concebir la teoría de las Formas como ideas inmutables, para poder concebir un objeto de conocimiento estable, habiéndose persuadido junto a los heraclíteos -entre los que se encontraba Crátilo, maestro de Sócrates- de que todas las cosas sensibles fluyen constantemente y por lo tanto no puede haber verdadero conocimiento de ellas (Metafísica, I, 6, 987a y XIII, 4, 1078b). También indica que Heráclito concibió que todo, excepto una sola cosa, fluye y se encuentra sometido a la generación (Sobre el cielo, III, 1, 298b).

Es importante notar que en estas fuentes no aparece literalmente la frase Πάντα ῥεῖ. Sólo un autor tardío, Simplicio de Cilicia (Física, 1313, 11) se la atribuye a Heráclito tal como se la conoce y se la enuncia posteriormente.[3]

Recientemente, y sobre la base de la diferencia de estas fuentes, se ha generado controversia sobre la atribución de la doctrina del flujo perpetuo. Autores como W. K. C. Guthrie y Gregory Vlastos consideran que este pensamiento es enteramente compatible con la doctrina heraclítea de la identidad de los contrarios, y que es un concepto fundamental dentro de la concepción del pensador efesio.[4][5]​ Mientras que G. S. Kirk sostiene que es improbable que Heráclito sostuviera que una piedra o un caldero de bronce estaban sometidos a cambios continuos, y que contradijera abiertamente el dato aportado por los sentidos, en una etapa del pensamiento en el que Parménides no había aún negado su veracidad.

En esta discusión se encuentra en disputa la autoría del fragmento 12 de la recopilación de Hermann Diels, trasmitida por Ario Didimo, (DK 22 B 12: "Aguas distintas fluyen sobre los que entran en los mismos ríos. Se esparce (...) y se junta (...) se reúne y se separa (...) se acerca y se va.") que para Kirk es una cita auténticamente heraclítea, y que significa que tras los cambios subyace una unidad que depende del equilibrio y la medida;[6]​ pero Guthrie rechaza esta cita y prefiere la versión platónica, que está vinculada a una expresión de Crátilo y la escuela heraclítea contemporánea de Platón, que conocemos también a través de Aristóteles (Metafísica, 1010a13) y otros autores antiguos de la talla de Plutarco.[7][1]​ Para Eggers Lan, la cita platónica realizada de memoria y por lo tanto poco fiable, generó los malentendidos posteriores.[8]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. a b «Heraclitus - Fragments - B91». www.heraclitusfragments.com. Consultado el 23 de junio de 2020. 
  2. DK B11, de Aristóteles Del mundo, VI, 401a 10
  3. Guthrie, Historia de la filosofía griega I, p. 423, n. 96
  4. Guthrie, Historia de la filosofía griega I, p. 423ss., especialmente n. 99
  5. Vlastos, AJP 76, 1955, 338ss.
  6. Kirk, Los filósofos presocráticos, p. 284ss
  7. Guthrie, Historia de la filosofía griega I, p. 460ss
  8. Eggers Lan, Los filósofos Presocráticos I, p. 326ss.

Bibliografía[editar]