Anexo:Iruña-Veleia/Hallazgos2006/Cronología del debate sobre la autenticidad de los hallazgos

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El lingüista Joaquín Gorrochategui, catedrático de Lingüística Indoeuropea de la Facultad de Filología e Historia de la UPV y director del Instituto de Ciencias de la Antigüedad, pide precaución con las conclusiones que hasta la fecha (noviembre de 2006) se hayan podido hacer sobre los hallazgos de grafitos en la ciudad romana de Iruña-Veleia hasta que se haya determinado su autenticidad.

Según este científico, hay varias cuestiones que se pueden calificar de extrañas, entre ellas la cantidad de inscripciones encontradas, la abundancia de ostraka (fragmentos de cerámica utilizados como soporte de escritura), el hecho de que el euskera escrito hallado sea muy parecido al actual y que los nombres tengan forma hebrea en vez de latina, todo lo cual abriría puertas para la duda. Cuando esté terminado el estudio de los hallazgos y certificada su autenticidad, éstos revolucionarán las bases de la historia y de la lingüística vasca, obligando a la reconstrucción de muchas hipótesis.[1]

Esta opinión de Gorrochategui es compartida por Joseba Lakarra y Juan José Larrea, lingüista e historiador respectivamente, pero rebatida por el filólogo Henrike Knörr entre otros. Para Knörr

el yacimiento alavés se ha realizado «un descubrimiento de dimensiones espectaculares» y piensa, al igual que los otros académicos, en que las conclusiones finales deben ser el fruto «de sinergias». Es decir, de un trabajo en equipo de las diversas disciplinas implicadas.

y responde a algunas de las cuestiones extrañas, referentes al parecido del euskera hallado con el actual, poniendo el ejemplo del artículo al final de las palabras aparecidas cuando se suponía hasta ahora que el euskera lo creó siglos después tomando como modelo las lenguas romances, que

Todo el mundo sabe que en la literatura latina del Bajo Imperio aparecen adjetivos demostrativos ('illa domus') que tienen un cierto sentido de artículo determinado. ¿Por qué no va a pasar algo parecido en el euskera del siglo IV o V?
«El filólogo Henrike Knörr replica que Veleia "revolucionará" la historia del País Vasco», artículo en El Correo, 21 de noviembre de 2006[2]

La polémica abierta ha llevado al equipo investigador del yacimiento a declarar públicamente la autenticidad de las piezas halladas.[3]​ Indican que las piezas se hallaron, en su mayoría, en un estrato formado en el siglo III y sellado por estratos superiores también romanos datados en el bajo imperio y tienen constancia de que el fenómeno se prolongó hasta el siglo V. El comunicado dice;

Absolutamente en todos los casos documentados, la secuencia estratigráfica del yacimiento garantiza la adscripción cronológica de los grafitos a época romana. Es decir, se localizan en el subsuelo (algunos de ellos a gran profundidad) contenidos en estratos de tierra formados en época romana y bajo otros estratos también de época romana que los sellan.

Los materiales encontrados han sido sometidos a diferentes estudios para poderlos datar y confirmar su autenticidad. El estudio principal se llevó supuestamente a cabo en los laboratorios de espectroscopia nuclear del CEA-CNRS en Francia en donde se analizó la pátina superficial quedando supuestamente determinado que cuando el material fue enterrado en el siglo III ya estaban los grafitos hechos aunque también se llevaron a cabo otros habituales como el de las referencias del entorno y el de análisis de C14 que se realizaron en los laboratorios de Geochron en Cambridge, Massachusetts (USA) y en el Centre for Isotope Research de la Universidad de Groningen en Holanda.[4]

En referencia al ejemplo dado en la polémica lingüística para el que se utilizó la palabra iankoa señalan que dicha palabra no aparece en las inscripciones, en las que sí aparecen palabras como zuri (blanco), urdin (azul) o gorri (rojo); verbos como edan (beber), ian (comer) o lo (dormir), o expresiones religiosas como Iesus, Ioshe ata ta Mirian ama (Jesús, José padre y María madre).[5][6]

El comunicado, firmado por:

  • Eliseo Gil Zubillaga, arqueólogo, director de las excavaciones de Iruña-Veleia.
  • Idoia Filloy Nieva, arqueóloga, codirectora de las excavaciones de Iruña-Veleia.
  • Juan Santos Yanguas, catedrático de Historia Antigua de la EHU/UPV.
  • Henrike Knörr, Euskaltzaindia, catedrático de Filología Vasca de la EHU/UPV.
  • Rubén Cerdán, Físico Nuclear, coordinador de las analíticas sobre los materiales de Iruña-Veleia.
  • Emilio Illarregui, arqueólogo, profesor de la Universidad Internacional SEK, campus de Segovia.
  • Zoilo Calleja, responsable de Patrimonio de la diócesis de Álava.

Dice textualmente:

Los hallazgos de los que estamos hablando, son un material arqueológico más, convenientemente documentado durante el proceso de excavación en el registro estratigráfico de un yacimiento, como es el de Iruña-Veleia, en curso de investigación y concienzudo estudio desde hace años. Son materiales de época romana, que aparecen junto a miles de evidencias de su misma cronología, localizados en estratos de época romana, ubicados bajo otros niveles de época romana que los sellan. Además, se han aplicado sobre ellos unas técnicas analíticas altamente especializadas que demuestran que los grafitos ya estaban hechos.
Puente romano de Trespuentes.

Pese a estas declaraciones, en enero de 2008 sigue el escepticismo de algunos especialistas sobre algunos de los hallazgos, especialmente las inscripciones en euskera, el Calvario o los jeroglíficos

La Comisión Científica de Asesoramiento que la Diputación de Araba ha creado en torno a los grafitos hallados en Iruña-Veleia está ya en marcha. Su función es alcanzar «un consenso» entre los investigadores que hoy no existe. Mientras los responsables del yacimiento mantienen que son piezas de entre los siglos III y V, GARA ha podido constatar que el escepticismo está muy generalizado entre especialistas de diversas disciplinas...
No es sólo que las inscripciones en euskara no respondan a lo que cabría esperar... tampoco lo hacen las inscripciones en latín... los grafitos incluyen imágenes cristianas -entre ellas, la que ha sido presentada como la más antigua del Calvario conocida hasta la fecha- y dibujos que el equipo de Iruña-Veleia identifica como jeroglíficos. «Todo es muy raro», indicó Gorrotxategi, y advirtió sobre el hecho de que la posibilidad matemática de que tantas rarezas se concentren en un mismo hallazgo es prácticamente ninguna.[7]

En el mismo sentido, entrevista a Blanca Urgell en agosto de 2008: «Lo que he visto de Veleia creo que es falso». La filóloga, candidata a ser académica de Euskaltzaindia, cuestiona los descubrimientos sobre las inscripciones en euskera del yacimiento alavés:

...
R.- Como sabe, hay una comisión de expertos de distintas áreas analizando estas inscripciones. Personalmente, como especialista en Historia de la Lengua, creo que los textos que nos han presentado hasta ahora son falsos. Insisto, en lo que he visto hasta ahora. Habrá que esperar a que esta comisión saque sus propias conclusiones.
P.- ¿Qué le hace suponer que son falsos?
R.- Su forma sospechosamente moderna. Se supone que estas inscripciones datan de entre el siglo III y IV después de Cristo, con lo que serían unos seis siglos anteriores a las de San Millán de la Cogolla. Las cosas que han salido de Iruña-Veleia son totalmente modernas. Incluso hay palabras que llevan la marca del artículo, que se incorpora a partir del siglo VIII. Para decirlo de forma sencilla: el euskera del siglo III, que sin duda lo hubo, no tendría el aspecto que muestran estas inscripciones, sino mucho más arcaico. Nos parece imposible que, en quince siglos, ninguna de esas palabras haya cambiado...[8]

El catedrático en Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid y Anticuario Perpetuo de la Real Academia de la Historia, Martín Almagro Gorbea, defensor de tesis celtistas, calificó los hallazgos de Iruña-Veleia como «broma y estafa» en una entrevista que se supone concedida en noviembre de 2008. Coincidiendo con ello en la valoración de las anomalías más comentadas desde su aparición, algunas de las cosas que más sorprendieron a Almagro fueron las inscripciones en euskera, los jeroglíficos egipcios y el supuesto calvario del siglo III.[9]

Al tratar del origen de los vascos, uno de los problemas que se plantean es dónde se ha hablado euskera y dónde no. Hace dos años aparecieron unos supuestos descubrimientos en Veleia que causaron gran sensación. Se presentaron como una de las colecciones de grafitos más importantes del Imperio Romano. Me llamaron la atención. Unas semanas después, vi unas fotos de calidad publicadas en una revista de difusión cultural. Inmediatamente comprendí que era una chapucería. Se intentaba demostrar que había gente que hablaba vasco donde no se podía y, además, una lengua moderna que era imposible que se hablara en la Antigüedad. Hablé de Veleia en mi discurso para explicar que en la Historia no hay que hacer mistificaciones, es nuestra memoria colectiva y quienes la manipulan hacen un gran daño.
Martín Almagro Gorbea, El Correo.
Entre otras inscripciones he visto un Calvario que encima de la cruz, en vez de poner INRI ('Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum', como mandó escribir Pilatos), pone RIP. Y esto no sé si quiere decir 'Requiescat In Pace' o 'Requievit in Pace'. En cualquier caso, es una fórmula que nunca se puede aplicar a Jesucristo porque sólo se aplica a los hombres que mueren. Poner RIP supone que Jesucristo ha muerto, lo que es una herejía. No he visto nada más divertido en toda la historia del Cristianismo.
Martín Almagro Gorbea, El Correo.
En un grafito aparece 'Nefertiti' cuando, al parecer, la transcripción del nombre de esta reina se adoptó en el siglo XIX. Lo que no me explico es cómo no aparece también una carta de Cleopatra a Marco Antonio. Es muy serio que dinero de investigación se use para esto. Y muy serio que se le dé una relevancia de acuerdo con un deseo de extender una lengua donde no ha existido nunca para justificar determinadas actitudes políticas. No es de recibo en un país democrático. Suena a actitudes de manipulación histórica que han costado mucha sangre en el siglo XX. Y esto, como científicos tenemos que denunciarlo.
Martín Almagro Gorbea, El Correo.

Ante las acusaciones de falsificación vertidas por el citado, Martín Almagro Gorbea, la empresa que trabaja en las excavaciones, Lurmen S.L., anunció la presentación de una querella criminal por injurias y calumnias al catedrático[10]

Referencias[editar]