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Clara gfdshagyfedhhfdgdsfchn


Diputada en Cortes
por Madrid
1931-1933

Información personal
Nombre de nacimiento Carmen Eulalia Campoamor Rodríguez Ver y modificar los datos en Wikidata
Nombre en español Clara Campoamor Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 12 de febrero de 1888
Bandera de España Madrid, España
Fallecimiento 30 de abril de 1972
(84 años)
Bandera de Suiza Lausana, Suiza
Sepultura Cementerio de Polloe Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Española
Información profesional
Ocupación Abogada y política
Partido político Acción Republicana
Partido Republicano Radical
Miembro de Asociación Española de Mujeres Universitarias Ver y modificar los datos en Wikidata

Clara Campoamor Rodríguez (Madrid, 12 de febrero de 1888[1]​-Lausana, 30 de abril de 1972)[2][3]​fue una política española y defensora de los derechos de la mujer. Creó la Unión Republicana Femenina[4]​y fue una de las principales impulsoras del sufragio femenino en España, logrado en 1931, y ejercido por primera vez por las mujeres en las elecciones de 1933. Tuvo que huir de España a causa de la guerra civil. Murió exiliada en Suiza.

Biografía

Nacida y bautizada Clara Campoamor Rodríguez, hija de María Pilar Rodríguez Martínez, costurera, y Manuel Campoamor Martínez, contable en un periódico. La familia paterna procedía de Cantabria y Asturias, y la materna de Madrid y Toledo. El matrimonio tuvo otros dos hijos, de los que sobrevivió Ignacio, que llegó a ocupar puestos de responsabilidad política durante la II República.

En 1898, con diez años de edad, la muerte de su padre llevó a Clara a dejar sus primeros estudios para colaborar en la economía familiar. Trabajó como modista, dependienta de comercio y telefonista, y en las oposiciones de junio de 1909 consiguió plaza como auxiliar femenino de segunda clase del cuerpo auxiliar de Telégrafos del Ministerio de la Gobernación, con destinos sucesivos en Zaragoza (unos meses) y San Sebastián (cuatro años). En 1914, ganó con el primer puesto por oposición, una plaza en el Ministerio de Instrucción Pública, lo que le permitió regresar a Madrid, donde fue destinada como profesora especial de taquigrafía y mecanografía en las Escuelas de Adultas. Durante los años siguientes alternó este trabajo con los de traductora de francés, auxiliar mecanógrafa en el Servicio de Construcciones Civiles del propio Ministerio, y secretaria de Salvador Cánovas Cervantes, director del periódico conservador, maurista, La Tribuna, trabajo que le llevó a interesarse por la política y a publicar algún artículo.

En 1920 inició sus estudios de bachiller, consiguiendo el título el 21 de marzo de 1923 y matriculándose luego en la Facultad de Derecho, por la que se licenció el 19 de diciembre de 1924.[5]​ Mientras tanto, había ido participando en algunas asociaciones e impartiendo varias conferencias. Con 36 años, se convirtió en una de las pocas abogadas españolas de la época, y pasó a ejercer su profesión. En 1925 se convirtió en la segunda mujer en incorporarse al Colegio de Abogados de Madrid, un mes después que Victoria Kent.[6]

Algunas fuentes deducen que sus ideas sobre la igualdad de las mujeres la acercaron al PSOE, que en ese periodo escribiría el prólogo del libro Feminismo socialista de María Cambrils, dedicado a Pablo Iglesias. Pero nunca llegaría a afiliarse a dicho partido, ni aceptó la colaboración de los socialistas con la dictadura de Miguel Primo de Rivera. Sí perteneció, en 1929, al comité organizador de la Agrupación Liberal Socialista, que desapareció poco tiempo después. Clara y Matilde Huici, republicanas y enemigas del régimen de Primo de Rivera, propusieron —sin éxito y probable motivo por el que la abandonaron poco después de ingresar— que dicha Agrupación se desmarcara de la dictadura.

Clara Campoamor mantuvo una gran actividad como conferenciante en la Asociación Femenina Universitaria y en la Academia de Jurisprudencia, defendiendo siempre la igualdad de derechos de la mujer y la libertad política. Trabajó con Martí Jara, amigo de Manuel Azaña en el embrión de Acción Republicana, en cuyo Consejo Nacional figuró al principio. Sin embargo, nunca logró su ideal estratégico: la unión de todos los republicanos en un gran partido de centro con Azaña como delfín natural de Alejandro Lerroux.[cita requerida]

Después de la rebelión de Ángel García Hernández y Fermín Galán en Jaca, y el proceso contra el Comité Revolucionario, Clara asumió la defensa de algunos de los implicados, entre los que se encontraba su hermano Ignacio.

El sufragio femenino

Tras proclamarse la Segunda República, Clara Campoamor fue elegida diputada por la circunscripción de la ciudad de Madrid en las elecciones de 1931[7]​ (entonces las mujeres podían ser elegidas, pero no ser electoras) por el Partido Radical[8]​, al que se había afiliado por haberse proclamado éste "republicano, liberal, laico y democrático", constantes de su propio ideario político.

Durante el periodo de las Cortes Constituyentes de 1931 formó parte del equipo que elaboró el proyecto de la Constitución de la nueva República integrada por 21 diputados. En dicho organismo luchó por establecer la no discriminación por razón de sexo, la igualdad jurídica de los hijos e hijas habidos dentro y fuera del matrimonio, el divorcio y el sufragio universal, a menudo llamado “voto femenino”. Consiguió todo, excepto lo relativo al voto, que tuvo que debatirse en las Cortes de España.

La izquierda, con la excepción de un grupo de socialistas y algunos republicanos, no querían que la mujer votase porque se suponía que estaba muy influida por la Iglesia y votaría a favor de la derecha. Por ello, el Partido Radical Socialista enfrentó a Clara con otra reconocida diputada, Victoria Kent, contraria al voto de las mujeres. El debate final celebrado el 1 de octubre fue un acontecimiento. Campoamor fue considerada como la vencedora, y en consecuencia, la aprobación del artículo 36 que posibilitó el sufragio femenino se logró con 161 votos a favor por 121 en contra. Contó con el apoyo de la mayor parte del Partido Socialista —con algunas excepciones importantes como la de Indalecio Prieto—, buena parte de la derecha, casi todos los diputados de Esquerra Republicana de Catalunya y pequeños grupos republicanos como los progresistas y la Agrupación de Defensa de la República. En contra se posicionaron Acción Republicana, el Partido Radical Socialista y, lo que más pudo contrariar a Clara, el propio Partido Radical salvo otros cuatro compañeros.[9]

Ni ella ni Victoria Kent consiguieron renovar sus escaños en las elecciones de 1933. En 1934, Clara Campoamor abandonó el Partido Radical por su subordinación a la CEDA y los excesos en la represión de la insurrección revolucionaria en Asturias. Pero cuando ese mismo año, intentó (con la mediación de Santiago Casares Quiroga) unirse a Izquierda Republicana (fusión de radicalsocialistas, azañistas y galleguistas), su admisión fue denegada. Fue entonces cuando escribió y publicó —en mayo de 1935— Mi pecado mortal. El voto femenino y yo, todo un testimonio personal de sus luchas parlamentarias.

Exilio

Clara Campoamor está enterrada en el panteón de la familia Montó Riu en el Cementario de Polloe de San Sebastián, Guipúzcoa.

Al estallar la guerra civil se exilió y en 1937 publicó en París La revolución española vista por una republicana, donde narró su experiencia en Madrid, mostrándose muy crítica con el comportamiento de los republicanos. Vivió una década en Buenos Aires donde se ganó la vida traduciendo, dando conferencias y escribiendo biografías (Concepción Arenal, Sor Juana Inés de la Cruz, Quevedo). Intentó regresar a España a fines de la década de 1940, pero desistió al conocer la noticia de que estaba procesada por su pertenencia a una logia masónica.

En 1955 se instaló en Lausana (Suiza) donde trabajó en un bufete de abogados hasta que perdió la vista. Murió de cáncer en abril de 1972. Sus restos mortales fueron trasladados algunos años después de su muerte al cementerio de Polloe en San Sebastián (Guipúzcoa),[10]​ y se conservan en el panteón de la familia Monsó Riu por ser Clara madrina de la familia.

Memoria histórica

Campoamor tenía un busto en las inmediaciones del Centro Conde Duque de Madrid, obra de Lucas Alcalde. Fue robado en agosto de 2016.
Homenaje a Clara Campoamor en el estabilizador vertical de un Boeing 737-800 de la aerolínea Norwegian Air Shuttle.

Tras la Transición se llevaron a cabo homenajes y reconocimientos que fueron valorados como escasos por organizaciones por igualdad de la mujer. Diversos institutos, colegios, centros culturales, asociaciones de mujeres, parques y calles recibieron su nombre.

En 1988 Correos lanzó un sello de conmemoración del Primer Centenario del nacimiento de Clara Campoamor que ingresó en 1909 como auxiliar femenino de segunda clase del cuerpo auxiliar de Telégrafos.

En 1998 la Secretaría de Igualdad del PSOE andaluz instituyó los Premios Clara Campoamor que reconocen anualmente, uno por provincia y uno especial, a aquellas personalidades o colectivos que se hayan significado en la defensa de la igualdad de la mujer.[11]

Del mismo modo, el Ayuntamiento de Madrid creó en 2006 un premio con su nombre, que en su primera edición fue entregado a la abogada y feminista María Telo Núñez.[12]

En 2006, 75º aniversario de la aprobación del sufragio femenino en España, diversos colectivos promovieron una campaña para pedir el reconocimiento por parte del Congreso de los Diputados de sus aportaciones con la colocación de un busto en sus instalaciones. En noviembre de aquel mismo año, el PSOE presentó una proposición-no-de-ley solicitando al Gobierno del mismo partido que las políticas de igualdad tuvieran también su reflejo en la acuñación del euro. La figura femenina elegida para que apareciera en las futuras monedas de euro fue la de Clara Campoamor, por ser la principal defensora del voto femenino en la Segunda República, proposición que finalmente fue aprobada el 12 de junio de 2007, por el Pleno del Congreso, con el apoyo de todos los grupos parlamentarios salvo el PP, que se abstuvo.[13]

En 2007, el Ministerio de Fomento botó el Buque Polivalente B-32 "Clara Campoamor", bautizado en su honor y operado por la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima.

En 2011, con motivo del centenario del Día Internacional de la Mujer, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre acuñó una moneda conmemorativa en plata con valor facial de 20 euros que muestra la efigie de Clara Campoamor.[14]

Ese mismo año 2011 se colocó en la Plaza Clara Campoamor de San Sebastián, Guipúzcoa, una escultura de la artista Dora Salazar que representa a Clara Campoamor, a tamaño real de pié con un libro en la mano.

Desde diciembre de 2016 el ayuntamiento de Bilbao puso en honor a su memoria el nombre a una calle en la zona de Zorroza.

Citas

  • Defendí en Cortes Constituyentes los derechos femeninos. Deber indeclinable de mujer que no puede traicionar a su sexo, si, como yo, se juzga capaz de actuación, a virtud de un sentimiento sencillo y de una idea clara que rechazan por igual: la hipótesis de constituir un ente excepcional, fenomenal; merecedor, por excepción entre las otras, de inmiscuirse en funciones privativas del varón, y el salvoconducto de la hetaira griega, a quien se perdonara cultura e intervención a cambio de mezclar el comercio del sexo con el espíritu.
  • (...)Resolved lo que queráis, pero afrontando la responsabilidad de dar entrada a esa mitad de género humano en política, para que la política sea cosa de dos, porque solo hay una cosa que hace un sexo solo: alumbrar; las demás las hacemos todos en común, y no podéis venir aquí vosotros a legislar, a votar impuestos, a dictar deberes, a legislar sobre la raza humana, sobre la mujer y sobre el hijo, aislados, fuera de nosotras. ("El voto femenino y yo". Editorial Horas.Madrid, 2006, p. 107)
  • República, república siempre, la forma de gobierno más conforme con la evolución natural de los pueblos.
  • Estoy tan alejada del fascismo como del comunismo. Soy liberal. ("La revolución española vista por una republicana", Ediciones Espuela de Plata, 2005, pp. 177-178)
  • (...)A mi pudiéronme cargarse todos los pecados políticos imaginarios de la mujer, y pasárseme todas las cuentas del menudo rencor. Lo que no espero ocurra es que se eleve una voz, una sola, de ese campo de la izquierda, de quien hube de sufrirlo todo, por ser el único que ideológicamente me interesa, y al que aún aislada sirvo. ("El voto femenino y yo". Editorial Horas.Madrid, 2006, p. 264)
  • (...)La división tan sencilla como falaz hecha por el gobierno entre fascistas y demócratas, para estimular al pueblo, no se corresponde con la verdad. La heterogénea composición de los grupos que constituyen cada uno de los bandos (...) demuestra que hay al menos tantos elementos liberales entre los alzados como anti demócratas en el bando gubernamental. ("La revolución española vista por una republicana", Ediciones Espuela de Plata, 2005, p. 149)
  • (...)La victoria total, completa, aplastante de un bando sobre el otro, cargará al vencedor con la responsabilidad de todos los errores cometidos y proporcionará al vencido la base de la futura propaganda, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. ("La revolución española vista por una republicana", Ediciones Espuela de Plata, 2005, p. 179)
  • Se torturaba a los acusados en las prisiones; se fusilaba a los presos sin formación de causa en los patios de los cuarteles y se cerraban los ojos a las persecuciones y atrocidades perpetradas por la policía durante aquellos dieciséis meses. Hubo sólo tres ejecuciones oficiales: ¡Cuánta clemencia! Pero hubo millares de presos y centenares de muertos, torturados y mutilados. ¡Execrable crueldad! He aquí el trágico balance de una represión, que, de haber sido severa, pero legal, limpia y justa en sus métodos, hubiera causado mucho menos daño al país. (Sobre la represión del levantamiento revolucionario de Asturias, en 1934)
  • El 23 de febrero de 1935, me separé del partido radical, enviando a su jefe [A. Lerroux] la siguiente carta, que la censura ahogó: "(...)No fui yo nunca un elemento de derecha, ni aun de centro derecha, en el partido. Cuando me designó usted para la dirección general de beneficencia, desarrollé en ella (...) un plan liberal radical y justo, que respondía en absoluto al espíritu y letra del programa del partido (...). Y esta conducta es, Sr. Lerroux, síntesis y reflejo de toda su actuación en su tercera etapa del gobierno. Las derechas españolas anticonstitucionales, enemigas resueltas de todo cuanto la república representara en su advenimiento, enemigas decididas del programa radical, letra a letra, no encuentran en Usted, ante mis ojos estupefactos, el menor dique, la más leve barrera. Más que colaborador, el partido radical ha descendido a ser el servidor de esas derechas(...)".("El voto femenino y yo". Editorial Horas.Madrid, 2006, p. 236).
  • (...)Carecen de interés y de altura, porque aquí la tienen muy pocas cosas, las razones que me movieron a solicitar el ingreso en Izquierda Republicana, con preferencia de otro partido (...). Después de imponer infamantes acusaciones que sobre mi nefanda conducta personal y política se habían podido reunir en tres meses y pico de rebuscar (...) por 183 votos contra 68 se decidió rechazar mi admisión en Izquierda republicana. ("El voto femenino y yo". Editorial Horas.Madrid, 2006, pp. 238-242). (Sobre la denegación de ingreso en otro partido, tras abandonar

Obras

  • El derecho de la mujer en España (1931)
  • El voto femenino y yo: mi pecado mortal (1935-1939), Buenos Aires. Editado en 1939 por Talleres Gráficos Fanetti & Gasperini y reeditado en 1983 por el Instituto de publicidad Navales. Libro escrito conjuntamente con el diputado republicano Federico Fernández de Castillejo, también exiliado.
  • La révolution espagnole vue par une républicaine (1937). La primera edición fue en París. Posteriormente se hicieron varias traducciones al español.
  • El pensamiento vivo de Concepción Arenal (1943)
  • Sor Juana Inés de la Cruz (1944)
  • Vida y obra de Quevedo (1945)
  • Heroismo criollo: la Marina argentina en el drama español (1983). Fue escrito con Federico Fernández Castillejo. Publicado por el Instituto de Publicaciones Navales de Buenos Aires.

Filmografía

Año Película Directora Actriz
2011 Clara Campoamor, la mujer olvidada Laura Mañá Elvira Mínguez

Véase también

Referencias

  1. Ficha en Público sobre la II República Española en su 80 aniversario: Protagonistas Público. Consultado el 12 de mayo de 2012
  2. Clara Campoamor (por fideus)
  3. Biografía de Clara Campoamor en "plusesmas.com". Consultado el 09/05/2011.
  4. Ministerio de Cultura España. Las mujeres en la guerra civil. Ministerio de Cultura de España. p. 11. ISBN 84-7483-575-5. 
  5. Los datos sobre su periplo 1909-1924 proceden de N. Samblancat Miranda, “Clara Campoamor en busca de la igualdad” (publ. en GEXEL, Grupo de Estudios del Exilio Literario, 2012), introducción revisada y ampliada de su edición de la obra de Clara Campoamor La revolución española vista por una republicana, Bellaterra, Barcelona, Universitat Autònoma de Barcelona, Servei de Publicacions, 2002, pp. 19-58], que a su vez cita en detalle las referencias oportunas.
  6. Prada, José Manuel (2014). «Lo que pudo ser y no fue: homenaje a Carmen López Bonilla». Otrosí. pp. 37-39. Consultado el 6 de mayo de 2015. 
  7. Congreso: Histórico de Diputados 1810-1977
  8. Tusell Gómez, Ruiz Manjón y García Queipo de Llano, 1981-1982, p. 252.
  9. La mujer en la República (1931-1936)
  10. Homenaje de la plataforma PLAZANDREOK a su memoria en 2006. Consultado el 09/05/2011.
  11. Entrega de los Premios Clara Campoamor 2013.
  12. Gallardón inauguró un busto dedicado a Clara Campoamor y entregó un premio a la abogada feminista María Telo.. En 1985 su municipio natal ya le había dedicado una calle en el Distrito de Carabanchel; que fue reconocido en febrero de 2006, por unanimidad, "para homenajear su trayectoria".
  13. Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, Sesión Plenaria nº 242.
  14. FNMT-RCM: 20 Euros - Día de la Mujer Trabajadora

Bibliografía

Enlaces externos