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Este artículo es sobre la región histórica de Fenicia. Para otros significados, véase Fenicio
Sarcófago de Palermo. Siglo V a. C.

Fenicia es el nombre de una antigua región de oriente próximo, cuna de la civilización fenicia y cananea, que se extendía a lo largo de la costa oriental del Mediterráneo, en la costa de las actuales Siria, desde los alrededores de Ras Naqura, al sur, hasta la desmbocadura del Orontes, al norte, entre Líbano y el mar.

Poblada desde principios del III milenio por semitas cananeos, la Fenicia histórica se extendía sobre una estrecha franja costera de 40 km, desde el Monte Carmelo hasta Ugarit (unos 300 km). Su suelo montañoso y no apto para la agricultura orientó a sus habitantes hacia las actividades marítimas, más aún teniendo en cuenta que, al quedar dividido en pequeñas ciudades-estado separadas por espolones rocosos, era más apto para el cabotaje que para las relaciones terrestres entre las ciudades que se escalonaban desde Acre y Tiro, por Sidón y Biblos, hasta Arados y Ugarit. Al ser un estrecho paso entre el mar y el desierto de Siria, en contacto al sur, a través de Palestina y del Sinaí con Egipto, y al norte, a través del Éufrates, con Mesopotamia y Asia Menor, estaba destinada a ser una rica encrucijada comercial, codiciada por los grandes imperios vecinos.

Pueblo fenicio[editar]

Los fenicios, pueblo de ascendencia semita, que se autodenominaban kna'ani o ben kna'an, coincide con el pueblo cananeo de la Biblia, pero el nombre de fenicio se aplica más bien a los descendientes de los cananeos que habitaban en la franja costera desde Dor (en la actual Israel) hasta Arados, o Arwad (actual Siria), entre 1200 a. C. y la conquista musulmana.

Éstos se establecieron en el país de Canaán hacia el s. XXVIII a. C., ignorándose su verdadero origen, barajandose entre ellos Arabia, el país de Amurru, el país de Edom o Moab. Una vez en Canaán se mezclaron con la población autóctona, compuesta por habitantes paleolíticos y neolíticos (de los que existen vestigios en Ras Samra), estableciéndose en la franja costera desde el Monte Carmelo hasta Ugarit. Escogieron deliberadamente cabos o islas cercanas a la costa orientadas hacia el mar para la fundación de sus ciudades-puertos, con el fin de protegerlas en caso de invasión y de cara a establecer relaciones entre ellas por medio de la navegación de cabotaje, una comunicación más fácil que por tierra. Entre los puertos que fundaron destacaron Arados, Simyra, Trípoli, Biblos, Beritos, Sidón o Tiro Desde el III milenio entraron en contacto comercial con Egipto, país al que suministraban madera de cedro y abeto, aromas, aceite y resina, y por el que estuvieron muy influidos (sobre todo Biblos, donde se comenzó a practicar el embalsamamiento). Su organización política se basaba en ciudades-estado, muchas veces rivales entre sí (como era el caso de Sidón y Tiro), una organización que debido a su debilidad favoreció que cayeran bajo vasallaje egipcio a principios del II milenio; tras la invasión y dominación de Egipto por los hicsos, sobre los s. XV y XVI a. C. los fenicios fueron conquistados militarmente por Egipto, preocupado por cerrar la puerta a nuevas invasiones. Después de la guerra de los egipcios con los hititas, que controlaban en el s-XVI a.C el norte de la actual Siria, Fenicia continuó bajo dominio egipcio.


Al mismo tiempo que sufrían la influencia egipcia, los fenicios mantuvieron relaciones (sobre todo Tiro y Sidón) con los egeos, cretenses y posteriormente micénicos que frecuentaban sus puertos.

Las invasiones de los pueblos del mar sirvieron para poner fin al dominio egipcio, pudiendo reemplazar los fenicios a los egeomicénicos, arruinados tras las invasiones dorias, como pueblo dominante en esa región del Mediterráneo. Desde ese momento conservaron su independencia, alcanzando una era de gran prosperidad bajo la tutela de Tiro. Progresivamente su área de influencia se fue extendiendo; por una parte, desempeñaron el papel de agentes e intermediarios entre occidente y oriente (controlando, por tierra, los puntos a donde iban a parar las caravanas del desierto, esto es, Hama, Damasco y Tapsaco, y en donde adquirían mercancias orientales), y, por otra, fundaron numerosas factorias y colonias comerciales por el Mediterráneo.

En el s.X a. C. se instalaron en Chipre y, en las costas de Asia Menor (Panfilia y Licia), donde entraron en conflicto con los griegos; éstos últimos les desbancaron de Rodas y de las Espóradas, donde habían permanecido durante algún tiempo. En busca de nuevos mercados, emprendieron la exploración del Mediterráneo occidental: con el fin de no buscar más conflictos con pueblos vecinos dejaron atrás Tirrenia, dejándosela a los etruscos y los griegos, y se establecieron en Sicilia occidental y en las islas de Malta, Gozo, y Pantelleria en el s.IX a. C., bases propicias para el comercio con África; tras pasar por Cerdeña e Ibiza llegaron a la península ibérica, al país de Tarsis (Gades, s. IX), en donde sus barcos recogían el estaño y la plata procedentes de la península o de las islas Casitérides (las Islas Británicas, o más concretamente las islas Sorlingas). A su regreso, aprovechando las corrientes de las costas africanas y por mediación de sus antiguas colonias de Hippo Dyarrhytus y Utica (1100), llegaban a Cartago (814-813) y al golfo de la pequeña Sirte (Hadrumeta y Leptis).

Al compás del desarrollo de los mercados comerciales, los artesanos prosperaban en las ciudades, monopolizando ciertos productos, como las lanas teñidas con la púrpura del murex pescado en las costas de África, Creta y Egeo, cerámicas u objetos de lujo, abasteciendo a los barcos coon telas, bordados, cueros, púrpuras, perfumes, etc.

La invención del alfabeto (textos de Ra Samra, s. XVI) y su adaptación a las necesidades económicas (textos de Biblos) facilitaron en todas partes las operaciones comerciales, que, por reacción, propagaron esta forma de escritura. Tiro llevó la iniciativa en esta actividad, siempre estrictamente comercial, y adquirió así la hegemonía sobre las demás ciudades fenicias.

Sin embargo, con el auge del poder de los asirios que buscaban una salida al mar, los fenicios se vieron amenazados por el noreste. En el s. XI a. C., Teglatfalasar I conquistó Arados; en el s. IX a. C., Tiro, Arados y Sidón pagaban tributo a los asirios, que, en el s. VIII, intentaron someter el país de Canaán. Pero su dominación provocó numerosas sublevaciones en las que Tiro y Sidón se unieron contra el extranjero, sublevándose Tiro en el 701, 672 y 667, y siendo destruida Sidón por Asaradón en el 678, mientras que la caída de Nínive comportó de nuevo la influencia egipcia (612-604), que no pudo preservar las ciudades fenicias de la dominación de Babilonia (batalla de Karkemish, 604), a la que sucedió la de Persia a la caída de Babilonia. (539).


La cultura fenicia es una civilización antigua que no dejó firmes huellas físicas de su existencia. Sin embargo, a diferencia de otras, dejó un importante legado cultural a las civilizaciones posteriores, entre ellas crear un importante vínculo entre las civilizaciones mediterráneas, los principios comerciales y el alfabeto, que fueron los legados más importantes que dejaron los fenicios. Los fenicios ejercieron una poderosa influencia sobre toda la cuenca del mar Mediterráneo.

Cultura[editar]

El pueblo fenicio contribuyó a crear un importante vínculo entre las civilizaciones mediterráneas y más aún entre las formas artísticas del mundo antiguo, por imitación, fusión y difusión de ellas, aunque no se le considere como original creador de una gran cultura propia.

Los fenicios utilizaban un alfabeto fonético, que los griegos adaptaron a su propia lengua y, con el tiempo, sirvió de modelo para los posteriores alfabetos occidentales. Este alfabeto constaba de 22 signos para las consonantes, y no tenía vocales, pero fue muy importante pues era sencillo y práctico, a diferencia de otros alfabetos coetáneos que sólo dominaban los escribas y altos funcionarios, tras un arduo aprendizaje.

La cultura fenicia fue muy importante en su época pero, desgraciadamente, han quedado pocas huellas de su historia. Conocemos de su existencia, sobre todo, a través de los textos de otros pueblos que entraron en contacto con ellos, en particular los asirios, babilonios y, más tarde, los griegos. Se estudia principalmente en las ruinas de las ciudades que fueron colonias de Sidón o Tiro, como las de Cerdeña y Andalucía y, sobre todo, en las establecidas en la isla de Chipre.

Arte fenicio[editar]

Cabeza de Cartago

Sus producciones son más artesanales que artísticas, y en sus esculturas, cerámicas, joyas y objetos de metal, domina la influencia egipcia desde el siglo X a. C. (que es la fecha más antigua que se suele asignar al arte fenicio), con elementos asirios, hasta llegar al siglo VII a. C. Sin embargo, a partir de entonces prepondera la influencia griega, llegando a veces a confundirse sus producciones con las griegas, como se confunden las anteriores al siglo X a. C. con las asirias y egipcias.

Las formas de arquitectura se infieren más por los dibujos de los sellos y otros relieves que por las ruinas de sus edificios aunque no faltan algunos restos de piezas arquitectónicas hallados en Chipre y Fenicia. Entre éstos, figura el capitel con volutas, inspirado en el arte oriental y que bien pudo ser el antecesor del capitel jónico. Los templos fenicios (como el de Biblos) se distinguían por tener el santuario sin cubierta. En él se daba culto a una piedra o betilo que generalmente consistía en un aerolito de forma cónica (como piedra caída del cielo) situado en medio de la estancia a la cual precedía un atrio rodeado interiormente de columnas. Era también característica la forma que a los sarcófagos suntuosos de piedra daban los fenicios sidonitas que se adaptaba más o menos al contorno de la figura humana como los de la madera egipcios (sarcófagos antropoides) y ostentaba en relieve sobre la tapa una

Actividad comercial[editar]

El comercio era la activid principal de la economía de los fenicios. Esta consistía en el intercambio o trueque de mercancías que ellos mismos producían y el transporte de las elaboradas por otros pueblos. Fueron los grandes mercaderes de la antigüedad. La geografía, que propiciaba la instalación de puertos, y la madera de sus bosques les brindaban los elementos básicos para construir barcos y organizar compañías de navegación. Una de ellas fue contratada por el rey persa Darío en el siglo V a. C.También desarrollaron la talasocracia un arte que les permitía controlar comercialmente el mediterráneo.

Colonias y factorías[editar]

Durante sus largos viajes debían abastecerse en distintos puntos de su recorrido. Con el tiempo, esos sitios fueron transformándose en establecimientos permanentes, llamados colonias. Los fenicios no conquistaron territorios, como otros pueblos invasores de la antigüedad, sino que fundaban establecimientos en sitios propicios de las costas para abastecerse y como almacenaje. Los marinos comerciantes de la ciudad de Sidón crearon asentamientos-almacenes amurallados, llamados factorías. También se establecieron en las proximidades de algunas ciudades, donde obtenían concesiones, como en la ciudad egipcia de Menfis.

Las factorías fenicias se esparcían prácticamente por toda la costa mediterránea y sus islas: desde Gádir, más allá del estrecho de Gibraltar que era la puerta del océano Atlántico, hasta las costas de Asia, y el mar Negro. Los viajes fenicios establecieron nexos perdurables entre el Mediterráneo oriental y el occidental, no solo comerciales, también culturales.

Si bien la geografía de la región era accidentada, los fenicios aprovecharon al máximo las posibilidades del suelo para la explotación agrícola y cultivaron hasta en las laderas de las montañas. Sus bosques del Líbano les permitían la explotación maderera. También elaboraron artesanía, como sus cerámicas -muy difundidas y utilizadas-, objetos de vidrio coloreado, y tejidos de lana teñidos con púrpura de Tiro, o murex, un colorante que extraían de un molusco. Desarrollaron una industria de artículos de lujo muy solicitados en la época y de gran valor comercial, como joyas, perfumes y cosméticos.

Alfabeto[editar]

Los fenicios inventaron el alfabeto, comenzaron a utilizar simbolos para identificar animales y objetos para colocar las letras, el alfabeto fenicio está basado inicialmente en ideogramas, a los que se dio un valor fonético. Fue adoptado por los griegos para crear su alfabeto,y los hebreos se copiaron del mismo para tener su propio alfabeto, y éste, a su vez, lo utilizaron los romanos para crear el suyo, que es la base del actual latino.

Era un sistema simple, por lo que permitía la difusión del conocimiento y la cultura, este alfabeto no contenía vocales, solo 22 consonantes. Los griegos adoptaron las letras fenicias y agregaron algunos símbolos propios que hacían las veces de vocales.

Política[editar]

La historia política de los fenicios se comprende en la supremacía que sucesivamente ejercieron sus ciudades más importantes Biblos, Sidón y Tiro. Cada una de estas ciudades constituía un minúsculo estado independiente, con sus leyes, su constitución, su gobierno propio.

Hegemonía de Biblos en Fenicia Su hegemonía duro hasta el siglo XVIII a. C. Fue una activa ciudad mercantil, mercado de papiros, madera de cedro, y cobre del Cáucaso, convertida en el centro comercial del Mediterráneo oriental

Hegemonía de Sidón en Fenicia Su hegemonía duro cinco siglos, del XVIII al XIII a. C. Fue una ciudad que poseía una flota numerosa con la que desarrolló un intenso comercio.

Hegemonía de Tiro en Fenicia Su hegemonía duro cinco siglos, del XVIII al VIII a. C. Esta ciudad formo una confederación entre todas las ciudades fenicias ala que llamó nación fenicia, bajo un régimen monárquico.

Durante estos periodos que dominaron estas ciudades, los fenicios ubicaron por todo el mediterráneo occidental, establecimientos de varias clases, tales como colonias o factorías, después de estos periodos hubo muchas luchas entre la arsitrocracia y el partido popular, y los ataques de los soberanos asirios y babilonios.

Religión[editar]

Los dioses adorados por los fenicios varían de una ciudad a otra. Así el panteón de Sidón difiere del de Tiro o el de Chipre. Aún así, algunas divinidades están presentes de una forma u otra en la mayoría de las ciudades significativas. Estas divinidades son principalmente Astarté, Baal, Dagón, Resef y Melqart.

Astarté[editar]

Principal diosa de Sidón y con presencia en las otras ciudades fenicias. Astarté es la diosa de la fecundidad, aunque sus características y dependiendo de las ciudades son diferentes. También es adorada como diosa guerrera, de la caza o incluso como patrona de los navegantes. Suele representarse posada sobre un león y sosteniendo una flor de loto y una serpiente. En otras representaciones se acentúa su caracter como diosa de la fecundidad y aparece tocandose los senos o dando de mamar a dos niños. Se asimiló en otras culturas con nombres diferentes como por ejemplo la Afrodita de los griegos, la Venus romana o la Bastet egipcia. Contaba con abundantes santuarios en Sidón y Tiro. Está documentado un santuarios dedicado a Astarté en El Carambolo, (Sevilla), fechado en el siglo VIII a. C.

Astarté es la reina del cielo a quien los cananitas había quemado incienso en la Biblia (Jeremías 44).

Eshmún[editar]

Adorado en Sidón y en Chipre. Se le asimila a Apolo y a Esculapio como dios sanador. Contaba con un gran santuario a las afueras de Sidón en un lugar donde brotaba una fuente. En los rituales de adoración a Eshmún se realizaban abluciones y danzas. También se conoce que existieron unos juegos en su honor y que el vencedor ganaba una tela púrpura.

Baal[editar]

Sus precedentes son el dios Haddu de la tempestad. Así en sus más antiguas representaciones aparece sobre un toro y sosteniendo un rayo. Posteriormente, los autores griegos y latinos lo identificaron con Adonis. Este dios era adorado en la antigüedad por los amorreos y los mohabitas que vivían en Canaan.


Bibliografía[editar]

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  • J.R Penela "Elissa, la Roja". Barcelona 2006.Edición personal.

Véase también[editar]

Enlaces externos[editar]


YO[editar]