Usuario:Gustavoc santiago/LGI

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{{referencias}} La Gran Invocación es un mantra o rezo, que la escritora y esoterista teosófica inglesa Alice Bailey afirmó haber recibido del Maestro Ascendido Djwal Khul para ser entregado a la humanidad para acelerar el desarrollo evolutivo humano.

El rezo fue entregado en abril de 1945. Ha sido traducido a más de 75 idiomas.

Fórmula[editar]

La Gran Invocación

Desde el punto de Luz en la Mente de Dios
Que afluya luz a las mentes de los hombres
Que la Luz descienda a la Tierra.

Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios
Que afluya amor a los corazones de los hombres
Que Cristo retorne a la Tierra.

Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida
Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres
El propósito que los Maestros conocen y sirven.

Desde el centro que llamamos la raza de los hombres
Que se realice el Plan de Amor y de Luz
Y selle la puerta donde se halla el mal.

Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra.

Su formulación original se presenta aquí. Existen otras formas que circulan en la red los seguidores de esta fórmula consideran falaces y su repetición no posee la fuerza ni el magnetismo contenidos en estas palabras:

Nota:

El llamado que se hace en la segunda estrofa de La Gran Invocación a Aquel Que Viene puede hacerse utilizando alguno de los nombres con los que Se lo conoce desde hace más de dos mil años, en Su carácter de Instructor del Mundo. A modo de ejemplo citamos los nombres según las culturas:

También puede nombrárselo como "Aquel que viene"

Cuándo pronunciarla[editar]

Se ha designado al 11 de junio el Día de la Gran Invocación, tras la lunación de Tauro en la que se celebra el Festival de Wesak.

Sin embargo, todos los días, en cada momento, las personas están invitadas y llamadas a recitarla, para aunar fuerzas en la lucha por un mundo mejor.

Reflexiones acerca de La Gran Invocación[editar]

«Esta invocación no es propiedad de ningún individuo o grupo en especial. Pertenece a toda la humanidad. Empleándola o estimulando a otros para que la reciten, no se favorece a ningún grupo ni organización determinada.»


«La belleza y la fuerza de esta Invocación reside en su sencillez y en que expresa ciertas verdades esenciales que todos los hombres aceptan innata y normalmente: la verdad de la existencia de una Inteligencia básica a la que vagamente damos el nombre de Dios; la verdad de que detrás de las apariencias externas el Amor es el poder motivador del Universo; la verdad de que vino a la tierra una gran Individualidad llamada el Cristo por los cristianos, que encarnó ese amor para que pudiéramos comprenderlo; la verdad de que el Amor y la inteligencia son consecuencia de la Voluntad de Dios, y finalmente de que el Plan Divino sólo puede desarrollarse a través de la humanidad misma.»
Alice Bailey
«Los desafío a penetrar, por medio de la meditación, más profundamente en el significado vital de estas palabras, estas asombrosas palabras. Ellas contienen, hasta donde es posible en una lengua moderna, la fórmula que posee la Jerarquía desde que fue fundada en la Tierra, pero que sólo ahora está a disposición del género humano debido al estadio de evolución alcanzado. La maravilla de estas estrofas mántricas consiste en que son comprensibles tanto para los miembros de la familia humana como para los integrantes del reino de Dios.»
Alice Bailey, El discipulado en la Nueva Era, Tomo II, pág. 143
«Producir La Gran Invocación requirió una preparación especial para el mismo Maestro Djwhal Khul, y una cuidadosa precipitació n, palabra por palabra, en el cerebro de A. A. B. La Invocación, tal como es empleada por el Cristo, no tiene expresión posible en lengua inglesa. La obtención de este mantram demandó una tensión especialmente elevada en todos los sincronizados vehículos de A.A.B., la cual fue inducida por el mismo Tibetano. Todos sus centros superiores estaban abiertos y en pleno funcionamiento. La traducción de La Gran Invocación al Inglés fue realmente un logro de transcendente importancia, del cual el Maestro estuvo notoriamente satisfecho. ¿Quién podría presumir de ser capaz de mejorarla?»
Foster Bailey, En línea con el Plan de Dios ("Running God’s Plan")

Por qué se entregó a la Humanidad[editar]

El Plan del Gobierno Interior del Mundo, como se denomina a las fuerzas espirituales que guían a los hombres hacia un futuro de plenitud y desenvolvimiento, fue atacado durante la Segunda Guerra Mundial. Contra todos los principios de la Fraternidad Blanca y de los Maestros de Sabiduría, reinaba la discordia, el renacimiento de los antagonismos y la aniquilación del sentimiento de universalismo que debería estar afirmándose en la entrante Era de Acuario.

No obstante, también eclosionaron nuevos estados de conciencia, se derribaron instituciones y sistemas perimidos, y se fracturaron formas mentales calcificadas desde tiempos de la Revolución Industrial.

Como recurso, El Cristo, como Instructor del Mundo, anunció a la Jerarquía Espiritual Planetaria y a Sus Servidores y Discípulos la decisión de volver a establecer contacto físico con la Humanidad, siempre y cuándo ésta se preparara espiritualmente, comenzando por establecer rectas relaciones humanas, lo que se conoce como “traer el Reino de Dios a la Tierra”.

Posteriormente, otorgó a los hombres este mantra, siete antiguas palabras-símbolo recitadas por los Seres de Luz en idiomas desconocidos para los humanos, y ‘traducido’ para que estuviera al alcance de la lengua y la comprensión terrestre.

Enlaces externos[editar]