Señoritas de Hiroshima

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Filmación muda del USSBS (United States Strategic Bombing Survey) que es principalmente un análisis de las quemaduras por radiación calórica de las víctimas de Hiroshima. En el minuto 2:00, como suele ocurrir con las quemaduras solares, se observa cómo los pantalones protegen de la quemadura mientras la enfermera señala a la línea donde éstos empiezan a proteger la parte inferior del cuerpo. En el minuto 4:27 se puede deducir por la forma de la quemadura que el hombre se encontraba orientado en dirección a la explosión y llevaba un chaleco cuando ésta ocurrió. Muchas de las quemaduras presentan marcas abultadas de cicatrización debidas a los queloides. 25 mujeres supervivientes necesitaron cirugía extensiva después de la guerra y recibieron el nombre de señoritas de Hiroshima.

Las señoritas de Hiroshima (en japonés: 原爆乙女(Genbaku otome); tdl. "señoritas de la bomba atómica") son un colectivo de 25 mujeres japonesas que siendo niñas en edad escolar quedaron terriblemente desfiguradas por la onda calórica que produjo la bomba de fisión lanzada sobre Hiroshima la mañana del 6 de agosto de 1945. Posteriormente hicieron un muy publicitado viaje a Estados Unidos en 1955 para someterse a cirugías reconstructivas.

Sus rostros quedaron desfigurados por queloides fruto de las quemaduras. Asimismo, al sanar las quemaduras de sus manos, éstas quedaron semicerradas como si fuesen garras. Estas mujeres, así como otros afectados por la bomba A, fueron llamados hibakusha, que en japonés significa "expuestos a la explosión".

Las quemaduras de esta superviviente adoptaron la forma del estampado de su kimono; las zonas más claras de la tela reflejaron la intensa luz de la bomba, causándole poca o ninguna quemadura. Éstas son más severas en las zonas donde la ropa quedaba más ajustada, como los hombros. No se aprecian quemaduras en lugares donde la ropa quedaba más suelta.

Creación[editar]

Ya en 1951, la superviviente de la bomba de Hiroshima Shigeko Niimoto había sufrido varias operaciones infructuosas en Japón para tratar las cicatrices de su rostro. Tras un encuentro con el reverendo Kiyoshi Tanimoto, un ministro cristiano, éste la invitó a una reunión de afectados por la bomba. Al llegar y darse cuenta de que las discusiones del grupo eran demasiado políticas para su gusto, Niimoto sugirió al reverendo Tanimoto iniciar un grupo de apoyo para la aproximadamente una docena de mujeres jóvenes que ella conocía con lesiones y problemas similares. Pronto se estuvieron reuniendo regularmente en el sótano de la iglesia del reverendo. Las mujeres habían todas vivido experiencias similares después de la guerra, como verse ocultadas de las miradas por su progenitores, ser observadas cuando se aventuraban al mundo exterior, no ser contratadas para ningún trabajo y verse descartadas como posibles esposas por temor a posibles daños genéticos. Como Tanimoto había ganado cierta notoriedad en Estados Unidos en 1946 por ser tema de un libro escrito por el periodista John Hersey titulado Hiroshima, Tanimoto se unió al periodista para crear una fundación benéfica para ayudar a las víctimas de Hiroshima y para "explorar los senderos de la paz".

Hersey, Pearl S. Buck, Norman Cousins, el reverendo Marvin Green y Tanimoto colaboraron en la Hiroshima Peace Centre Foundation.

Este grupo de mujeres afectadas fue uno de los proyectos de la fundación, llamándola llamándola Sociedad de Jóvenes con Queloides el mismo Tanimoto. Tras recibir la ayuda del columnista Shizue Masugi, Tanimoto empezó a recaudar fondos para que estas mujeres se hiciesen la cirugía plástica. Los periódicos las llamaron genbaku otome o "señoritas de la bomba atómica" y en 1952 unas 20 de ellas se trataron en Tokio y Osaka. La cirugía plástica no estaba tan avanzada en Japón como en los Estados Unidos, de modo que Tanimoto buscó una manera de mandar a las "señoritas" a ese país. Enterado de sus esfuerzos, Norman Cousins, editor del Saturday Review se comprometió a ayudar a Tanimoto. Encontraton a dos médicos, William Maxwell Hitzig y Arthur Barsky, del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, dispuestos a supervisar las operaciones. Sin embargo, Cousins recibió muchos reveses a la hora de recaudar fondos para transportar a las mujeres a Estados Unidos. Janet E. Tobitt, exdirectora de la asociación de las Girl Scout estadounidenses para el Extremo Oriente,[1]​ le sugirió recurrir al editor del Nippon Times. Cousins siguió el consejo de Tobitt y, a raíz de ello, el general John E. Hull, del Comando Estadounidense de Extremo Oriente convino en facilitar transporte aéreo a las mujeres.[2]

El 5 de mayo de 1955, un grupo de 25 mujeres jóvenes viajó a Estados Unidos. El sobrenombre específico que recibió el grupo —las señoritas de Hiroshima— ganó popularidad cuando las jóvenes fueron llevadas al Hospital Monte Sinaí de Nueva York para someterlas a múltiples intervenciones de cirugía reconstructiva. Este muy difundido giro de los acontecimientos fue en gran parte obra de Cousins, defensor declarado del desarme nuclear. Tobitt y C. Frank Ortloff, de la Sociedad Religiosa de Amigos, se encargaron del "problema extremadamente sustancial de los cuidados extrahospitalarios" para lo cual las jóvenes tuvieron que alojarse en hogares privados de Nueva York tanto en las fases de preparación como en las de recuperación después de múltiples operaciones.[2][3]

Seguimiento mediático en Estados Unidos[editar]

Tras la llegada de Tanimoto, This Is Your Life le dedicó un episodio de su programa en la televisión norteamericana el 11 de mayo de 1955. En un estudio con público, se fueron presentando distintos invitados para ilustrar momentos cruciales de la vida de Tanimoto. Entre éstos estaban dos de las señoritas de Hiroshima, cuyos rostros aparecían ocultos por una pantalla, y, para gran sorpresa, el capitán Robert Lewis, copiloto de la aeronave Enola Gay que lanzó la bomba Little Boy sobre Hiroshima.[4]​ En total se hicieron 138 operaciones quirúrgicas a 25 mujeres durante los 18 meses que estuvieron en Estados Unidos. La estancia de las mujeres transcurrió en Pendle Hill, un lugar cuáquero de retiro situado en Wallingford (Pensilvania). Hiroko Tasaka, participante en una grabación de archivo de la Canadian Broadcasting Company (CBC) era conocida como "campeona en operaciones" porque la habían operado 13 veces, más que a nadie.[4]​ Una de las señoritas, Tomoko Nakabayashi, murió de un ataque cardiaco en el quirófano mientras la operaban el 24 de mayo de 1956. Los médicos declararon que se debió a complicaciones de la operación y no a los efectos de la radiación.[4][5]

Señoritas de la bomba atómica[editar]

No todas las señoritas de la bomba atómica viajaron a Estados Unidos. Miyoko Matsubara afirma que fue una de las 16 "señoritas de Hiroshima" que fueron operadas en Tokio y posteriormente en Osaka en 1953. Después de 10 operaciones con éxito, junto con otras 2 señoritas de Hiroshima, se encontraban tan bien que empezaron a trabajar con niños desfavorecidos como cuidadoras internas. Cuando llegó el momento de viajar al Hospital Monte Sinaí (Estados Unidos) en 1955, a diferencia de sus dos compañeras, ella no se sintió cómoda viajando al país que lanzó la bomba sobre ellas y se "quedó sola".[6][7]

Ninguna de las mujeres de Nagasaki, igualmente desfiguradas por el lanzamiento de la bomba Fat Man el 9 de agosto de 1945, estaban en el grupo. No existió una organización benéfica similar que se ocupara de las víctimas de Nagasaki: algunas ciudades norteamericanas promovieron esfuerzos para llevar afectados a recibir tratamiento en Estados Unidos, pero se dice que tales esfuerzos fueron frustrados por el gobierno estadounidense.[5]​ Además, junto con las mujeres viajaron 3 cirujanos de Hiroshima para estudiar las técnicas norteamericanas de cirugía plástica. Esta formación médica se llevó a cabo gratuitamente.[5]

Se presume que hubo tantos jóvenes quemados como señoritas por la explosión de la bomba en Hiroshima. Tampoco pudieron casarse y se vieron forzados a vivir ocultos de la sociedad de Hiroshima. No recibieron la misma atención médica ni por parte de los medios de comunicación como las señoritas.[5]​ El énfasis en su condición de "señoritas" revela que el objetivo principal era suscitar posibilidades amorosas con hombres.[5]

Vida tras la cirugía[editar]

Algunas de las señoritas se casaron y tuvieron hijos. Otras se decantaron por el trabajo social. Toyoko Morita asistió la Escuela de Diseño Parsons y acabó convirtiéndose en una modista muy conocida en Japón.[8]

Una señorita, Masako Tachibana, se casó y emigró a Canadá. No pudo tener hijos. El 1 de agosto de 1995 concedió una entrevista al periodista Len Grant para CBC Television. Dijo que aunque estaba en edad escolar, aunque les ordenaran demoler edificios para hacer cortafuegos durante los bombardeos y aunque la onda calórica le incendiara la ropa y la hiciese vomitar (síntoma del síndrome de irradiación aguda), a ella le parecía bien que Estados Unidos hubiese lanzado la bomba. Tachibana dijo que estaba justificado porque puso fin a la guerra más rápidamente: sin ella, no cree que los japoneses se hubiesen rendido. Por el contrario, se habrían perdido más vidas, quizá casi toda la población de Japón.[9]​ Es autora del libro japonés Reaction to the flash.[9]

En 2017, el gobierno japonés certificó la supervivencia de 164621 hibakushas, con una edad promedio de 81.41 años.[10]​ El número de señoritas de Hiroshima aun vivas no suele publicarse por separado.

Lista[editar]

  • Yoshue Harada
  • Misako Kannabe
  • Tomoko Nakabayashi
  • Shigeko Niimoto[11][5]
  • Suzue Oshima
  • Shigeko Sasamori
  • Masako Tachibana
  • Hiroko Tasaka
  • Atsuko Yamamoto
  • Michiko Yamaoka
  • Miyoko Matsubara (no viajó a Estados Unidos)

En la cultura popular[editar]

Las señoritas de Hiroshima fueron objeto de una película titulada Hiroshima Maiden (1988), donde se dramatizaba el caso particular de una de tales señoritas y la familia estadounidense con la que convivió.[12]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Cousins, Norman. «Hiroshima Maidens». www.hibakushastories.org. Youth Arts New York. Consultado el 26 de enero de 2022. «Miss Janet Tobitt, one of the “moral adoptions” parents who had recently returned from a year in Japan, suggested that Mr. Kiyoshi Togasaki, resourceful president of the Nippon Times, might be persuaded to work on the transportation problem.» 
  2. a b Cousins, Norman (1 de abril de 1955). «The Hiroshima Maidens». Des Moines Tribune (Des Moines, Iowa). p. 4. Consultado el 26 de enero de 2022. «Miss Janet Tobitt, former director of the American Girl Scout Association, Far East… would be in charge of the very substantial problem of out-of-hospital care.» 
  3. Frazer, Marj (1 de abril de 1960). «Hiroshima Maidens Not Living Secluded, Local Visitor Says». Palladium-Item (Richmond, Indiana). p. 4. Consultado el 26 de enero de 2022. «Assisting in the project… Janet Tobitt of the American Girl Scout Association». 
  4. a b c «The Hiroshima Maidens». Canadian Broadcasting Corporation. Consultado el 14 de diciembre de 2022. 
  5. a b c d e f «Intersections: Reconstructing the Perpetrator's Soul by Reconstructing the Victim's Body: The Portrayal of the 'Hiroshima Maidens' by the Mainstream Media in the United States». intersections.anu.edu.au. 
  6. «The Spirit of Hiroshima». Wagingpeace.org. Archivado desde el original el 20 de abril de 2013. Consultado el 30 de noviembre de 2013. «With the warm help of these people and many others, I became one of sixteen young women known as the "Hiroshima Maidens" who traveled to Tokyo and Osaka for hospital treatment. Eight years after the bombing, when I was 20, in May, 1953, I found myself in Osaka where I eventually underwent more than ten operations over a seven-month period. These operations were quite successful and, as a result, I was able to open and close my dysfunctional eyelid and to straighten out my crooked fingers. I was filled with gratitude towards those people who reached out with warm, loving hands and softly stroked my eyelid that wouldn't shut. I returned to Hiroshima, wishing for a way to express my thanks ... I and two other 'Hiroshima Maidens' began work there as live-in caretakers. From morning until night, we were mothers to these children, helping them with homework, meals, going to the bathroom, and changing and washing clothes. Exactly one year later, in May 1955, my two companions left this job to travel to Mt. Sinai Hospital in New York to undergo more cosmetic surgery. For myself, I just didn't feel right about traveling to the U.S., the country which had dropped the atomic bomb. I was left behind alone.» 
  7. «Continue to Relate Stupidity of War and Dignity of Life To Dedicate My Life to Nuclear Abolition – The Atomic Bombing does not Belong to the Past Story of Miyoko Matsubara». Archivado desde el original el 23 de noviembre de 2014. Consultado el 8 de agosto de 2014. 
  8. Barker, Rodney (1986). The Hiroshima Maidens. pp. 201–12 ISBN 0140083529
  9. a b «Hiroshima: Bombing was justified, says survivor». cbc.ca. 
  10. «Hiroshima marks 72nd A-bomb anniversary with eyes on ban treaty». The Mainichi. 6 de agosto de 2017. Archivado desde el original el 10 de agosto de 2017. Consultado el 9 de agosto de 2017. 
  11. Shigeko Niimoto's photographs are labelled 'horror' and 'triumph' in Time magazine, 10 December 1956, p. 76
  12. «Hiroshima Maiden». 14 de mayo de 1988. 

Para consultar[editar]

  • Rodney Barker, The Hiroshima Maidens: A Story of Courage, Compassion, and Survival, New York: Viking Press, 1985
  • 'The Maidens tour Manhattan,' foto parcial del grupo tomada en Central Park, en la revista Collier's, 26 de octubre de 1956, pág. 92

Enlaces externos[editar]