Rey de romanos
Rey de Romanos (en latín: Rex Romanorum) fue el título usado en el Sacro Imperio Romano Germánico por un emperador futurible, que no había sido coronado por el Papa, y que por lo tanto no podía intitularse Emperador. Esto es, el Rey de Romanos podría ser el heredero del Emperador actual o la persona en «espera de coronación» y que ocuparía este lugar si fuera coronada por el Papa. También, la denominación de rey de Romanos hacía referencia al soberano del Sacro Imperio que aún no había sido coronado como emperador por el papa.[1]
Origen
Desde tiempos carolingios se impuso la costumbre de que solo el Papa podía dar la legitimidad al Emperador (desde las segundas coronaciones de Ludovico Pío en 816 y de Lotario I en 823) y que podía establecer y coronar al emperador (desde el Papa Juan VIII, 872-882). Pero Enrique III, no pudiendo tomar el título imperial hasta ser coronado en Roma por el Papa, pero queriendo invocar su supremacía (como suzerano) sobre los territorios pontificios, en virtud del Diploma Ottonianum [1] (962) y del Diploma Heinricianum (1020), empezó a denominarse Rex Romanorum. Pero fue desde la época de Enrique IV cuando esta intitulación la realizó constantemente antes de ser coronado, sobre todo en su querella con el Papa; por el contrario, el Papa se refería a Enrique como rex teutonicorum, con lo que se oponía a su reconocimiento como emperador y de esta forma a que tuviera algún tipo de influencia sobre la autoridad del papado.
Elección
Heredero designado
Desde entonces, los sucesores de Enrique IV prosiguieron esta práctica y continuaron intitulándose Romanorum rex semper Augustus antes de ser coronados Romanorum imperator semper augustus por el Papa, hasta el año 1508.
No obstante, el emperador ya coronado, deseoso de transmitir el reino de Alemania y la corona imperial a su descendencia en una monarquía electiva, hacía elegir, si podía, a su sucesor durante su reinado, el cual tomaba el título de Rey de Romanos y se coronaba en Aquisgrán o en Fráncfort.
De este modo, a la muerte del emperador, había un rey en Alemania (aspirante a ser coronado como emperador en Roma), que le sucedía inmediatamente, sin requerir otra coronación o Wahlkapitulation, puesto que ya había sido jurada una capitulación y coronado subsiguientemente; así se evitaba un trono vacante y conflictos de intereses en una nueva elección. Sin embargo, no intervenía en el gobierno salvo incapacidad del emperador o su renuncia de responsabilidades (como hicieron Maximiliano I durante el reinado del emperador Federico III o Fernando I durante el reinado del emperador Carlos V).
Interregno
Si a la muerte del emperador no había ningún Rey de Romanos electo, entonces se hacía necesaria una elección por electores, acorde con las provisiones de la Bula de Oro. En el interregno, la autoridad era ejercida por dos vicarios imperiales: el conde palatino del Rin (Pfalzgraf bei Rhein) y el duque de Sajonia (Herzog von Sachsen).
Emperadores electos
Desde el año 1508, el Rey de Romanos Maximiliano I se intituló, con el consentimiento del Papa Julio II, como emperador electo (Erwählter Römischer Kaiser), con lo que ya no necesitaba ser coronado por el Papa, sino que bastaba con la coronación en sus territorios. Así, la posición del Rey de Romanos se quedó limitada a ser el heredero electo en vida del emperador, que automáticamente pasaba a ser emperador electo a la muerte de su predecesor sin necesidad de otra ceremonia.
Lista de los Reyes de Romanos
Otras menciones
Rex Romanorum fue el título con el que los germanos denominaron el territorio de la Galia, aún no germanizado, sobre el que gobernaba Siagrio (464-486).
Durante el Imperio de Oriente (Imperio romano de Oriente), cuya capital era Constantinopla, se usaba la lengua griega: para utilizar el término latino "imperator" (emperador) hacían referencia a la palabra "basileus" (rey), aunque el monarca llevaba el título de: Βασιλεύς των Ρωμαίων (Basileus tôn Rômaniôn), es decir: "Rey de Romanos".
A Napoleón II se le otorgó por nacimiento el título de Rey de Roma, a instancias de su padre el emperador de Francia Napoleón I, y en virtud del Senadoconsulto del 17 de febrero de 1810.
Referencias
- The London magazine, and monthly chronologer, ed. Edward Ekshaw, 1741
- George Sale, George Psalmanazar, Archibald Bower, John Campbell, George Shelvocke, John Swinton, An Universal history, from the earliest accounts to the present time, Volumen 50, Printed for C. Bathurst, 1783
- ↑ Prothero, G.W.; Ward, A.W.; Leathes, Stanley (1902). Cambridge modern history (en inglés) 1. Cambridge University Press. p. 289.
- ↑ Milman, Henry Hart (1880), History of Latin Christianity: including that of the popes to the pontificate of Nicolas V, Volumen 5, ed. Armstrong, págs.203-204