Reino de Prusia

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Reino de Prusia

Reino


1701-1918



Escudo
Bandera Escudo
Ubicación de Königreich Preußen
Ubicación de Königreich Preußen
Prusia en 1871 cuando pasó a ser la cabeza del nuevo Imperio alemán.
Capital Berlín
52°31′N 13°24′E / 52.517, 13.400
Idioma oficial Alemán
Otros idiomas Alemán regional, Eslavo occidental, danés
Gobierno Monarquía
Historia
 • Establecido 1701
 • Disuelto 1918
Superficie
 • 1910[2] 348 779,87 km²
Población
 • 1816[1]est. 10 349 031 
 • 1871[1]est. 24 689 000 
 • 1910[2]est. 34 472 509 
     Densidad 98,8 hab./km²

El Reino de Prusia (en alemán: Königreich Preußen) fue un estado que existió desde 1701 hasta 1918. Gobernada durante toda su existencia por la rama franconiana de la Dinastía Hohenzollern, originalmente estaba centrada en Brandeburgo-Prusia. No obstante, y principalmente gracias a su poderío militar, logró expandirse territorialmente, y para el fin de la Guerra austro-prusiana había alcanzado la hegemonía total sobre el norte de Alemania. En 1871, al finalizar la Guerra franco-prusiana y proclamarse el Imperio alemán, el Reino alcanzó su máxima extensión territorial. Aunque junto con otros reinos germanos pasó a formar parte del nuevo Estado alemán, era por mucho el más grande e importante, abarcando más de la mitad de la superficie del Imperio, unos 348.780 km² en 1910. Al contar con la mayor economía y el mayor ejército de Alemania, Prusia garantizó su hegemonía política, y desde entonces los Reyes de Prusia fueron también los Emperadores alemanes. En 1918, al ser derrotada Alemania en la Primera Guerra Mundial, una revolución socialista derrocó a la monarquía y el Reino se convirtió en el Estado Libre de Prusia, un estado federado dentro de la nueva República alemana.

Historia

Prusia: desde la Prusia original hasta Brandeburgo

El Ducado de Prusia tiene su origen en el establecimiento de los alemanes en la Prusia Oriental a partir del siglo XII. La provincia, que posteriormente recibió el nombre de "Prusia Oriental", era hasta esa época el único territorio llamado propiamente Prusia, ya que su nombre derivaba de sus originarios habitantes prusianos bálticos, no alemanes, quienes fueron asimilados tras las Cruzadas Bálticas y la Drang nach Osten. El régimen establecido por los alemanes en Prusia recibió el nombre de Estado monástico de los Caballeros Teutónicos, y aunque logró someter a los reinos cristianos de Lituania y Polonia, luego perdió su hegemonía en diversas guerras contra estos últimos, siendo la Guerra polaco-teutónica (1519-1521) la que representó la derrota final. El último Gran Maestre teutón, Alberto de Brandeburgo-Ansbach, renunció entonces al catolicismo, abrazando el luteranismo y juró vasallaje al Rey de Polonia, Segismundo el Viejo. Por su parte, el monarca polaco secularizó los territorios de la Orden Teutónica y se los entregó a Alberto para él y sus herederos bajo la forma del Ducado de Prusia.

Los Hohenzollern de Brandeburgo, primos del ahora duque Alberto de Prusia, estaban propiciando incrementar sus señoríos mediante matrimonios. Aunque la mayoría de estas uniones fueron improductivas desde el punto de vista dinástico, la boda del margrave brandeburgués Joaquín II con Eduviges de Polonia, hija del rey Segismundo el Viejo, le permitió obtener al primero la garantía polaca de que si el linaje de Alberto se extinguía por la ausencia de hijos varones, sus herederos recibirían el Ducado de Prusia. Cuando el duque Alberto murió en 1568, fue sucedido por su hijo, Alberto Federico de Prusia, y debido a la debilidad mental de este último, la posibilidad de que los Hohenzollern de Brandeburgo accediesen al ducado prusiano se hizo latente, por lo que el Congreso polaco se reunió en Lublin y, después de deliberar, ratificó la decisión de su Rey.

En 1594, el margrave Joaquín Federico I de Brandeburgo, nieto de Joaquín II, logró que su hijo Juan Segismundo se casase con la hija mayor de Alberto Federico, Ana de Prusia, aumentando las probabilidades de heredar el Ducado, ya que el duque no tenía hijos varones. En 1603, Joaquín Federico logró obtener la regencia de Prusia debido a que la enfermedad mental del duque se había agravado; no contento con esto, decidió afianzar aún más sus lazos con Prusia, y una vez que murió su esposa, se casó con Leonor de Prusia, hermana de Ana. De esta manera, padre e hijo tuvieron al Duque de Prusia como suegro. El matrimonio de Juan Segismundo con Ana tuvo doble beneficio, ya que esta era la hija mayor de María Leonor de Cléveris, hermana mayor de Juan Guillermo de Cléveris, otro duque mentalmente inestable que gobernaba estratégicos territorios cerca del Rin y del camino español. Al morir Juan Guillermo sin hijos ni hermanos varones, Juan Segismundo alegó tener derechos hereditarios, y fue un actor importante en la Crisis de la sucesión de Juliers-Cléveris. Al morir sin herederos el duque Alberto Federico en 1618, el ducado de Prusia finalmente pasó a Juan Segismundo, con lo que Brandeburgo y Prusia quedaron en unión personal con el heredero de la casa Hohenzollern, unión que duraría 300 años y que inicialmente sería conocida bajo la dualidad Brandeburgo-Prusia. Juan Segismundo murió al año siguiente, y su hijo, Jorge Guillermo de Brandeburgo, lo sucedió.

No obstante, y a pesar de que los Hohenzollern de Brandeburgo lograron obtener ganancias territoriales importantes gracias a matrimonios estratégicos, no estaban en condiciones de hacer valer su autoridad en sus territorios si eran retados con la fuerza. La guerra de los Treinta Años fue un desastre para Brandeburgo, que fue ocupada sucesivamente por los bandos en conflicto, siendo arrasada y saqueada a lo largo de la guerra. Sin embargo, Prusia quedó fuera de los campos de batalla y sirvió de refugio de los suecos al margrave hasta su muerte. El ambivalente Jorge Guillermo tampoco fue capaz de sostener sus pretensiones hereditarias al ducado de Pomerania, y al morir en 1640 entregó a su hijo, Federico Guillermo, un territorio muy debilitado con una fuerza militar inferior a la de sus enemigos. A pesar de ello, al finalizar la guerra en 1648, Brandeburgo-Prusia recibió la parte oriental de Pomerania, un territorio mayor al que recibió Suecia, pese a que su importancia militar era considerablemente menor.[3]​ La explicación se encuentra en el potencial de Brandeburgo-Prusia, no en su poderío actual. Las dos principales dinastías en conflicto, los Borbones en Francia y los Habsburgo en Austria, tenían planes similares aunque conflictivos para el Electorado de Federico Guillermo. Por su parte, Francia quería fortalecer a un Estado alemán para hacer contrapeso a los Habsburgo, la casa del Emperador;[4]​ estos últimos querían fortalecer a Brandeburgo para que hiciese contrapeso a Suecia, ya que desde 1648 compartirían fronteras.[3]

A pesar de que la Paz de Westfalia premió territorialmente a Brandeburgo, al igual que en 1618, los Hohenzollern no estaban en condiciones de defender sus adquisiciones. Por este período, un consejero del elector Federico Guillermo consideró en un informe que Polonia estaba buscando la oportunidad para arrebatarle Prusia. Suecia estaba haciendo lo mismo con Pomerania, y los territorios ganados en la sucesión de Juliers-Cléveris estaban a merced de las Provincias Unidas. Para contrarrestar esta debilidad, el Elector de Brandeburgo empezó a reforzar el ejército, llegando a tener 25.000 soldados en 1655, suficientes como para jugar un papel importante en la Batalla de Varsovia como aliado de Suecia contra Polonia durante el "Diluvio". Federico Guillermo logró obtener entonces la garantía del rey Carlos X Gustavo de Suecia de que no intentaría arrebatarle Prusia, y el primero por su parte le juró vasallaje. Sin embargo, apenas el ejército sueco se retiró al norte a pelear contra Dinamarca, el Elector cambió de bando y se alió con el rey polaco, quien fue a su vez presionado por Leopoldo de Habsburgo, quien estaba postulado a Emperador y quería contar con el voto de Brandeburgo, para que ratificase la soberanía de los Hohenzollern sobre Prusia. De esta manera, el ejército de Federico Guillermo lideró el ataque de la coalición austro-polaco-brandeburguesa contra Suecia, derrotándola decisivamente. Brandeburgo-Prusia logró controlar toda la Pomerania, pero a pesar de su creciente importancia militar, seguía siendo una potencia menor en la política internacional, y le fueron arrebatadas todas sus ganancias territoriales en esta guerra en el Tratado de Oliva, principalmente por presión francesa, que ahora velaba por Suecia. El reconocimiento internacional del dominio brandeburgués sobre Prusia fue entonces la única ganancia que los Hohenzollern pudieron sacar de la Guerra del Norte de 1655-1660.

1701: El crecimiento de Brandeburgo

Escudo de Brandeburgo.

Federico Guillermo, el "Gran Elector" de Brandeburgo-Prusia, murió en 1688. Sus propiedades pasaron a su hijo Federico III (1688-1701), que se convirtió en el rey Federico I de Prusia (1701-1713). A excepción del Ducado de Prusia, todas las tierras de Brandeburgo formaban parte del Sacro Imperio Romano Germánico, en esa época bajo el gobierno hereditario de la Casa de Habsburgo. Puesto que había sólo un Rey de los Germanos en el Imperio, Federico obtuvo el consentimiento del Emperador Leopoldo I (a cambio de la alianza contra Francia en la Guerra de Sucesión Española) para adoptar (en Königsberg, el 18 de enero de 1701) el título de "Rey en Prusia" con base en sus territorios no imperiales. El título pasó a ser de aceptación general con el Tratado de Utrecht.

1701-1740: El joven reino

El nuevo Reino de Prusia era muy pobre —todavía no se había recuperado totalmente de la devastación de la Guerra de los Treinta Años— y su territorio abarcaba más de 1200 km desde las tierras del Ducado de Prusia, en la costa sureste del mar Báltico, pasaba por el área central de los Hohenzollern en Brandeburgo y acababa en los enclaves del Ducado de Cléveris, Condado de Mark y Ravensberg, en Renania. En 1708, aproximadamente un tercio de la población del Ducado de Prusia fue afectada por la peste bubónica.[5]​ La peste llegó a Prenzlau en agosto de 1710, pero desapareció antes de alcanzar la capital, Berlín, que se situaba a sólo 80 km de allí.

La derrota de los suecos a manos del Rusia, Sajonia, Polonia, Dinamarca-Noruega, Hannover y Prusia en la Gran Guerra del Norte (1700-1721) marcó el final del dominio sueco en el litoral sur del mar Báltico. En el Tratado de Estocolmo pruso-sueco (enero de 1720), Prusia recuperó Stettin (Szczecin) y otras partes de las posesiones suecas en Pomerania. Los Hohenzollern de Brandeburgo habían obtenido la reversión del Ducado de Pomerania desde 1472 (anteriormente, Pomerania ya había sido anexada a Brandeburgo-Prusia en 1648 por la Paz de Westfalia).

Durante este tiempo, el plan trazado por el Gran Elector alcanzó su clímax.

1740-1760: Las guerras de Silesia

Federico II el Grande.
Adolph Menzel: Mesa redonda, el Rey Federico II (centro) en Sanssouci con Voltaire (izquierda) y los principales científicos de la Academia de Ciencias de Berlín, 1750.

En 1740, el Rey Federico II (Federico el Grande) subió al trono. Valiéndose de un supuesto tratado de 1537 (vetado por el emperador Fernando I), por el cual partes de Silesia pasarían a Brandeburgo tras la extinción de la dinastía Piast, Federico invadió Silesia, dando inicio a la Guerra de Sucesión Austríaca. Tras la rápida ocupación de Silesia, Federico ofreció protección a la Archiduquesa María Teresa de Austria si la provincia volvía a su dominio. La oferta fue rechazada, pero Austria encontró otros oponentes y Federico fue lo bastante hábil para conseguir la cesión formal con el Tratado de Berlín de 1742.

Para sorpresa de muchos, Austria consiguió anular la ventaja de Prusia en la guerra. En 1744, Federico invadió de nuevo regiones del Imperio para evitar represalias y reivindicar, esta vez, la provincia de Bohemia. No tuvo éxito, pero la presión francesa sobre el aliado de Austria, Gran Bretaña, llevó a una serie de tratados y acuerdos que culminaron en 1748 con la rúbrica del Tratado de Aquisgrán, que restauró la paz y concedió a Prusia la mayor parte del territorio de Silesia.

Humillada por la cesión de Silesia, Austria buscó una alianza segura con Francia y Rusia, mientras que Prusia intentaba aproximarse a Gran Bretaña ("Revolución Diplomática"). Cuando Federico invadió Sajonia y Bohemia durante unos pocos meses de 1756-1757, dio comienzo la Guerra de los Siete Años.

Esta guerra fue una lucha desesperada para los prusianos, y la forma como la llevaron causó en Europa un gran respeto por las habilidades del ejército de Federico. Enfrentándose simultáneamente a Austria, Rusia, Francia y Suecia y teniendo sólo como aliados a Hanóver (y Gran Bretaña, en lo referente al continente), Federico consiguió evitar importantes invasiones hasta octubre de 1760, cuando el ejército ruso ocupó por un corto periodo de tiempo Berlín y Königsberg. Sin embargo, la situación se fue agravando hasta la muerte de la emperatriz Isabel de Rusia. La ascensión al trono ruso del simpatizante de la causa prusiana Pedro III alivió la presión en el frente oriental. Suecia también abandonó la guerra en esa misma ocasión.

Al derrotar al ejército austríaco en la Batalla de Kunersdorf y confiando en el continuado éxito británico contra Francia en el escenario de la guerra colonial, Prusia fue, al fin, capaz de forzar un statu quo ante bellum en el continente. Este resultado confirmó el papel principal de Prusia en los Estados alemanes y lo consolidó como una gran potencia europea.

1772, 1793, 1795: Particiones de Polonia

Por el este y el sur de Prusia, la República de las Dos Naciones se había ido debilitando gradualmente a lo largo del siglo XVIII. Preocupado por la creciente influencia rusa en los asuntos polacos y por una posible expansión del Imperio ruso, Federico participó en la primera partición de Polonia entre el Imperio ruso, Prusia y Austria en 1772 a fin de mantener el equilibrio de fuerzas. El Reino de Prusia anexionó la mayoría de las provincias polacas de Prusia Real, incluida Varmia. Las tierras anexadas fueron organizadas al año siguiente como Provincia de Prusia Occidental. El nuevo territorio se ligó a Prusia Oriental, territorio anteriormente conocido como Ducado de Prusia) con Pomerania, uniendo entre sí los territorios orientales del reino.

A la muerte de Federico en 1786, su sobrino Federico Guillermo II continuó las particiones, ganando una gran parte del oeste de Polonia en 1793.

En 1795, tras la tercera partición de Polonia, dejó de existir el Reino Polaco, y un gran territorio (inclusive Varsovia) al sur de la Prusia Oriental pasó a ser parte de Prusia. Esos nuevos territorios se organizaron en las Provincias de Nueva Silesia, Prusia del Sur y Nueva Prusia Oriental.

1806-1815: Guerras Napoleónicas

Mariscal Blücher.
Charles Meynier: Napoleón en Berlín. Después de derrotar a las tropas prusianas en la Batalla de Jena, el ejército francés entra en Berlín el 27 de octubre de 1806.

En 1806 fue abolido el Sacro Imperio Romano Germánico como resultado de las victorias de Napoleón Bonaparte sobre Austria. El título de Kurfürst (Príncipe elector) de Brandeburgo ya no tenía sentido y se suprimió. Antes de eso, el soberano Hohenzollern había ostentado muchos títulos, desde el de Jefe de la Iglesia Evangélica hasta el de Rey, Elector, Gran Duque y Duque de varias regiones y reinos bajo su gobierno. Después de 1806, era simplemente el Rey de Prusia. A partir de entonces Prusia no fue lo mismo.

Como consecuencia de la derrota prusiana en la Batalla de Jena-Auerstedt en 1806, el Rey Federico Guillermo III fue forzado temporalmente a huir a Memel. Después del Tratado de Tilsit en 1807, Prusia perdió casi la mitad de su territorio, incluidas las tierras ganadas en las Segunda y Tercera Particiones de Polonia (que ahora se resumía al Ducado de Varsovia) en las tierras al oeste del río Elba. Lo que quedaba del Reino fue ocupado por las tropas francesas (pagando Prusia todos los gastos de su manutención) y el Rey estuvo obligado a hacer una alianza con Francia y adherirse al Bloqueo Continental.

Tras la derrota de Napoleón en Rusia, Prusia se desvinculó de la alianza y participó del lado de la Sexta Coalición durante las "Guerras de Liberación" (Befreiungskriege) contra la ocupación francesa. Las tropas prusianas, bajo el mando del Mariscal Gebhard Leberecht von Blücher, contribuyeron de forma crucial en la Batalla de Waterloo de 1815 a la victoria final sobre Napoleón.

1815: Prusia después de Napoleón

Ludwig von Elliott: Sesión del Parlamento Nacional (Paulskirche, Fráncfort del Meno), en junio de 1848.
Expansión de Prusia 1807-1871.

La recompensa de Prusia por contribuir a la derrota de Napoleón vino con el Congreso de Viena, en el que Prusia recuperó la mayor parte de los territorios perdidos e incluso ganó el 40% del Reino de Sajonia y la mayor parte de Renania. Muchos de los territorios anexados en la Tercera Partición de Polonia fueron entregados a la Polonia del Congreso bajo el gobierno ruso.

A raíz de estas nuevas adquisiciones prusianas, el reino se reorganizó en diez provincias. La mayor parte del Reino, aparte de las provincias de Prusia Oriental, Prusia Occidental y Posen, pasó a integrar la Confederación Germánica, que sustituyó al extinto Sacro Imperio Romano Germánico.

Como consecuencia de las Revoluciones de 1848, los principados de Hohenzollern-Sigmaringen y Hohenzollern-Hechingen fueron anexionados por Prusia en 1850.

1848-1871: Las guerras germanas de unificación

Otto von Bismarck primer ministro de Prusia.
La consecuencia de la Guerra austro-prusiana (1866)
     Prusia      Aliados de Prusia: Italia y 14 Estados alemanes[nota 1]      Austria-Hungría      Aliados de Austria: 11 Estados alemanes[nota 2]      Estados neutrales: Liechtenstein, Limburgo, Luxemburgo, Reuss-Schleiz, Sajonia-Weimar-Eisenach, Schwarzburgo-Rudolstadt      Adquisiciones prusianas: Hanóver, Schleswig-Holstein, Hinterland de Hesse, Hesse-Kassel, Nassau y Fráncfort del Meno
Prusia alrededor de 1895.

Medio siglo después del Congreso de Viena, había un conflicto de ideales dentro de la confederación entre la formación de una única nación alemana y la conservación de la actual unión de pequeños Estados. La creación de la Unión Aduanera alemana (Zollverein) en 1834, que excluía a Austria, aumentó la influencia prusiana sobre los Estados miembros. Como consecuencia de las Revoluciones de 1848, el Parlamento de Fráncfort ofreció la corona de una Alemania unificada al Rey Federico Guillermo IV. Éste rehusó la oferta alegando que las asambleas revolucionarias no podían conceder títulos reales. Pero había otras dos razones por las que la rechazó: porque no era suficiente para terminar con la lucha interna de poder entre Austria y Prusia y porque todos los reyes prusianos (hasta aquel momento, incluyendo a Guillermo I) temían que la formación de un Imperio alemán significase el fin de la independencia de Prusia.

En 1848, las acciones emprendidas por Dinamarca contra los ducados de Schleswig y Holstein llevaron a la Primera Guerra de Schleswig (1848-1851) entre Dinamarca y la Confederación Germánica, que acabó con la derrota de la primera. No obstante, Prusia fue forzada a consentir que Dinamarca se quedase con ambos ducados.

En 1862, el Rey Guillermo I eligió a Otto von Bismarck para el cargo de Primer Ministro de Prusia. Estaba determinado a unir los Estados Germanos bajo el dominio prusiano y, para ello, llevó a Prusia a tres guerras que culminaron con la consecución de este objetivo.

La primera de ellas fue la Segunda Guerra de Schleswig (1864), que Prusia inició y ganó con la ayuda de Austria. Dinamarca fue derrotada y entregó los ducados de Schleswig y Holstein a Prusia y Austria, respectivamente.

La administración dividida de Schleswig y Holstein fue el motivo para la Guerra austro-prusiana (1866 – también conocida como la Guerra de las Siete Semanas), en la que Prusia, aliada con el Reino de Italia y varios Estados germanos del Norte, declararon la guerra al Imperio austríaco. La coalición comandada por Austria fue derrotada y algunos Estados germanos (el Reino de Hanóver, el Electorado de Hesse, el Ducado de Nassau y la Ciudad Libre de Fráncfort) fueron anexionados a Prusia. Los territorios disputados de Schleswig y Holstein pasaron a estar bajo pleno dominio prusiano. Gracias a la adquisición de estos territorios fue posible la unión de los territorios de Renania y Westfalia con el resto del Reino. Fue en ese momento cuando Prusia alcanzó su mayor extensión, que mantuvo hasta la extinción del Reino en 1918.

La Confederación Germánica fue sustituida en 1867 por la Confederación Alemana del Norte, bajo el dominio de Prusia, y con alianzas militares con los Estados germanos del Sur (excepto Austria). La unificación de Alemania ( Kleindeutschland) planeada por Bismarck estaba muy cerca de concretarse. El Rey Guilllermo estaba determinado a conquistar el territorio de Austria, aunque Bismarck le convenció para que abandonase la idea (Bismarck veía en Austria un valioso aliado futuro).

El acto final fue la Guerra franco-prusiana (1870), en la que Bismarck forzó al Emperador Napoleón III de Francia a declarar la guerra contra Prusia. Mediante la activación de las alianzas alemanas pactadas tras la Guerra austro-prusiana, los Estados Germanos se unieron y derrotaron rápidamente a Francia. Esta victoria comandada por Prusia posibilitó la creación del Imperio alemán, y Guillermo fue proclamado Káiser Guillermo I el 18 de enero de 1871 (justo 170 años después de la coronación del primer rey prusiano, Federico I) en la Galería de los Espejos de Versalles, en los alrededores de París, mientras la capital francesa todavía se encontraba asediada.

1871-1918: Apogeo y caída de Prusia

Guillermo II ultimo Emperador de Alemania y Rey de Prusia.

Con el Imperio alemán liderado por Prusia, Bismarck deseaba preservar la paz en Europa y para tal efecto actuó en el Congreso de Berlín. El nuevo Imperio alemán fortaleció aún más las buenas relaciones ya existentes con el Reino Unido (el Káiser Federico III se casó con la hija primogénita de la Reina Victoria del Reino Unido). Sin embargo, todo cambió con la muerte de Federico III en 1888 (después de sólo 99 días en el trono) y la ascensión de su hijo de 29 años de edad, Guillermo II. El nuevo Káiser rompió rápidamente las buenas relaciones con las familias reales británica y rusa (a pesar de ser íntimo de ellas), convirtiéndose en su rival y, por último, en su enemigo.

Guillermo II destituyó a Bismarck de sus funciones en 1890 y puso en marcha una campaña de militarización e interferencia en la política exterior que produjo el aislamiento de Alemania. Un análisis incorrecto del conflicto austrohúngaro con Serbia por parte del Káiser y los precipitados planes de movilización de varias naciones llevaron al desastre de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Como precio por su retirada de la guerra, los bolcheviques pasaron el control de grandes regiones del oeste del Imperio ruso, algunas de ellas fronterizas con Prusia, al Imperio alemán según los términos del Tratado de Brest-Litovsk (1918). Sin embargo, el dominio alemán sobre esos territorios sólo duró unos pocos meses a causa de la derrota sufrida por los efectivos militares alemanes y como consecuencia de la Revolución Alemana, que provocó la abdicación y el exilio del Káiser.

El Tratado de Versalles, que consideraba a Alemania única responsable de la guerra, se firmó en la Galería de los Espejos de Versalles, el mismo lugar donde se había creado el Imperio alemán. Con la abdicación de Guillermo II en 1918, el Reino de Prusia dejó de existir y fue sustituido por el Estado Libre de Prusia.

Siglo XXI

Actualmente, la dinastía Hohenzollern permanece destronada y el Reino de Prusia extinto. Pero la dinastía sigue existiendo, y el príncipe imperial Jorge Federico de Prusia es heredero legítimo al trono.

Gobierno

Monarquía

Estandarte real del Rey de Prusia (1871–1918).
Joyas de la Corona de Prusia.

La casa reinante en Prusia era la Dinastía Hohenzollern. Herederos de los margraves y los caballeros teutónicos, su nombre deriva de Zollern, un castillo del siglo XIII que la familia poseía cerca de la ciudad de Stuttgart. La importancia política de los Hohenzollern creció con los siglos del primitivo condado de Zollern y del burgraviado de Núremberg, la rama francona de esta familia llegará a regir el Imperio alemán entre 1871-1918.

El Margrave elector de Brandeburgo Federico III por razones de prestigio, en un primer momento empleó el título de "rey" dentro del territorio al ser parte integrante del Sacro Imperio Romano Germánico. El emperador Leopoldo I, en agradecimiento por el apoyo prestado por Federico durante la Guerra de Sucesión Española, le concedió al margrave elector de Brandeburgo el título de rey en Prusia (hasta entonces había sido duque de Prusia). A lo largo del siglo XVIII el poder de los Reyes en Prusia continuó creciendo. Fueron victoriosos sobre la Monarquía Habsburgo austríaca en las tres Guerras Silesias, aumentando considerablemente su poder con la adquisición de Silesia. El Rey Federico II adoptó el título de Rey de Prusia en 1772, el mismo años en que anexionó la mayor parte de la Prusia Real en la Primera Partición de Polonia.

Tras la Guerra franco-prusiana, Guillermo I de Prusia fue proclamado Emperador alemán (y no Emperador de Alemania) el 18 de enero de 1871 en el salón de los espejos del Palacio de Versalles. Se fundó un único Estado de carácter federal con el rey de Prusia como jefe de Estado, con el título imperial y "presidente" o primus inter pares de los monarcas que se federaron de los reinos de Baviera, Wurtemberg, Sajonia, el Gran Ducado de Baden y el de Hesse. También quedaron incorporadas las ciudades libres de Hamburgo, Lübeck y Bremen.

Con el fin de la Primera Guerra Mundial termina también el poder de la dinastía al abdicar Guillermo II de Alemania. Tras la abdicación el Reino de Prusia dio paso al Estado Libre de Prusia dentro de la nueva República de Weimar.

Reyes de Prusia
Imagen Nombre Reinado Notas
Federico I 1701–1713 Margrave elector de Brandeburgo, en 1701 obtiene el titulo de "Rey en Prusia".
Federico Guillermo I 1713–1740 Hijo del precedente. Conocido como "El Rey Sargento".
Federico II 1740–1786 Hijo del precedente. Conocido como Federico II el Grande, adoptó el título de Rey de Prusia en 1772 .
Federico Guillermo II 1786–1797 Hijo del principe Augusto Guillermo de Prusia, hermano de Federico II. Se convirtió en Rey porque su tío no tuvo hijos.
Federico Guillermo III 1797–1840 Hijo del precedente. Durante su reinado Prusia lucho en las Guerras Napoleónicas contra Francia.
Federico Guillermo IV 1840–1861 Hijo del precedente. Durante las revoluciones de 1848 rechazo la corona imperial de Alemania ofrecida por el parlamento de Fráncfort.
Guillermo I 1861–1888 Hermano del precedente. Tras la Guerra franco-prusiana, Guillermo I de Prusia fue proclamado Emperador alemán. El Reino de Prusia pasa a formar parte del Imperio Alemán.
Federico III 1888–1888 Hijo del precedente. Afectado por un cáncer de laringe falleció 99 días después de asumir el trono.
Guillermo II 1888–1918 Hijo del precedente. Es el último emperador o káiser del Imperio alemán y el último rey de Prusia. Abdico al final de la primera guerra mundial.

Política

Herrenhaus o Cámara Alta de Prusia, alrededor de 1900.
Cámara de Representantes, alrededor de 1900.

El Reino de Prusia fue una monarquía absolutista hasta las Revoluciones de 1848 en los Estados germanos, tras las cuales Prusia se convirtió en una monarquía constitucional, siendo elegido Adolf Heinrich von Arnim-Boitzenburg primer ministro. Tras la primera constitución de Prusia, se formó un parlamento bicameral. La cámara baja o Landtag era elegida por todos los contribuyentes de impuestos, que fueron divididos en tres clases según la cantidad de impuestos pagados. Esto permitió que sólo un tercio de los votantes eligiesen al 85% de los parlamentarios, asegurando un mayor predominio de los elementos más prósperos de la población. La cámara alta, que más tarde se rebautizaría como Preußisches Herrenhaus ("Casa de los Señores"), la elegía el rey. Él era el que ostentaba la autoridad total sobre el ejecutivo y los ministros eran sólo de su responsabilidad. Como consecuencia, la clase de los grandes propietarios de tierras, los junkers, permaneció intacta, sobre todo en las provincias orientales.

Las dos cámaras y el rey de Prusia tenían el derecho de introducir las leyes.

Constituciones

Hubo tres constituciones que se adoptaron durante el gobierno del Estado de Prusia, se trataba de la Constitución de Prusia de 1848, la Constitución de Prusia de 1850 y la Constitución de Prusia de 1920 . La constitución de 1848 se promulgó y puso en vigor el 5 de diciembre 1848 por Federico Guillermo IV . Esto fue establecido en respuesta a las revoluciones de 1848, se promulgó la segunda constitución el 31 de enero 1850 y se modificó continuamente en los años siguientes. La tercera y última constitución del gobierno prusiano fue promulgada el 30 de noviembre 1920 y fue la constitución para el Estado Libre de Prusia.

Religión

La constitución prusiana de 1850 permitió la libertad de conciencia, la libertad de culto público y privado y la libertad de asociación en los cuerpos religiosos. Indicó que todas las iglesias y asociaciones religiosas deben administrarse de manera independiente y privada del estado y que ninguna parte del gobierno puede afectar a la Iglesia. La constitución también indicó que todos los niños se les debe enseñar su religión por la gente de su propia religión y no por otra persona.

Aunque dominada por protestantes luteranos (junto con algunos Reformados), Prusia contenía millones de católicos en el oeste y en Polonia. Hubo numerosas poblaciones católicas en la región del Rin y partes de Westfalia. Además, Prusia Occidental, Warmia, Silesia, y la Provincia de Posen tenían poblaciones predominantes de católicos de habla polaca.

Demografía

En 1871 la población de Prusia ascendía a casi veinticinco millones de personas, el 60% de la población del Imperio Alemán.[6]​ De ellos, aproximadamente dos millones y medio eran de origen polaco, la minoría más grande del país. Otras minorías notables eran las representadas por judíos, daneses, casubios (72.500 en 1905), mazovios (248.000 en 1905), lituanos (101.500 en 1905), valones, checos y serbios.[7]​ En algunas zonas la población polaca llegaba a ser superior a la alemana. Es el caso de la región que con el tiempo recibiría el nombre de Posen, el 62 % de los habitantes eran polacos frente al 38 % que era germanoparlante o alemán.

No obstante, católicos, judíos y eslavos nunca llegaron a tener el mismo status que los protestantes, que formaban la mayoría de la población prusiana (luteranos y reformados)[8]​ El Catolicismo era pese a ello una parte importante dentro del Estado, especialmente hacia el oeste, Renania, Westfalia, Prusia Occidental, Warmia, Silesia y Polonia.

Para 1910 la población total de Prusia habría aumentado a cuarenta millones de personas, aproximadamente del 62% del total de la población del Imperio.[9]

Fuerzas Armadas

Ejercito

Uniformes prusianos en 1845.

El Ejército de Prusia (en alemán: Königlich Preußische Armee) era el ejército del antiguo Reino de Prusia . Fue vital para que Brandeburgo-Prusia se convirtiera en una potencia europea.

El ejército prusiano tiene su origen en el pequeño número de mercenarios de Brandeburgo que participaron en la Guerra de los Treinta Años. Federico Guillermo I de Brandeburgo forma por primera vez un ejército permanente, mientras que Federico Guillermo I de Prusia incrementó drásticamente su tamaño. El rey Federico II el Grande llevó a las tropas prusianas a la victoria en las Guerras de Silesia aumentando su prestigio.

El ejército fue ampliamente vencido por Francia en las guerras napoleónicas de la cuarta Coalición. Sin embargo, bajo el liderazgo de Gerhard von Scharnhorst, los reformadores prusianos modernizaron el ejército, el cual participó en la Guerra de la Sexta Coalición. Aunque los conservadores detuvieron algunas de las reformas, el ejército se convirtió posteriormente en un baluarte del gobierno de Prusia ("Prusia no es un Estado con Ejército, sino es un Ejército con Estado").

Durante el siglo XIX el ejército prusiano venció a Dinamarca, Austria y Francia. Tras la unificación alemana, el ejército de Prusia pasó a formar parte del Ejército del Imperio alemán.

Marina

Pabellón Naval (1819–1850).

La marina de guerra de Prusia (Preußische Marine) , fue la fuerza naval del Reino de Prusia . Fue creada a partir de la antigua Armada de Brandenburgo , a raíz de la elevación del Duque de Prusia a Rey en Prusia en 1701. En ese momento, Brandeburgo y Prusia formaron un doble estado gobernado en la unión personal de la Casa de Hohenzollern . La marina de guerra de Prusia existío, sin ningún tipo de interrupción larga, hasta la fundación de la Confederación del Norte de Alemania en 1867, momento en el cual la Marina de Prusia fue absorbida por la Norddeutsche Bundesmarine (Marina de la Confederación Alemana del Norte ).

A lo largo de los siglos, Prusia  concentra su poder militar constantemente en tierra , y nunca buscó un poder similar en el mar. Sin embargo, históricamente siempre había fuerzas navales de Prusia, a partir de los días en que "Prusia" significaba sólo el Margraviato de Brandeburgo.

Economía

Siglo XVIII

Durante el reinado del Rey Soldado, se fija la búsqueda de la ganancia económica y el enfoque de una política económica duradera. En su reinado Prusia alcanzó la estabilidad económica y la prosperidad. Sólo la fundación de un ordenado presupuesto estatal permitió el ascenso a una de las potencias económicas de Alemania en el siglo XVIII , dejando la expansión militar a su hijo, Federico II. Un motor de la evolución positiva de la economía centralizada fue el ejército prusiano, el cual tuvo que ser suministrado. En 1722 se funda una fábrica de armas.Los compradores de armas era principalmente el ejército. El comercio de hojas firmes de cobre son producidos para uso civil (techado), calderas de cobre (cervecerías, fincas de calderas), piezas de latón (contenedores, herrajes, bisagras) y productos de hierro y acero (taladros, tijeras, cuchillos).

Refugiados religiosos de la franconia y Suabia fueron asignados a los asentamientos en zonas escasamente pobladas del Uckermark, con el fin de hacerla cultivable. Para controlar la actividad comercial en 1733 por el rey emitió un decreto, todos los gremios con supervisión del Estado se prohíben la conexión con los países vecinos, y la migración es controlada para los becarios.

En la segunda mitad del siglo XVIII bajo Federico II la economía del país sufrió por las guerras perennes y costosas, bastantes interrupciones. Por otro lado vino a través de la conquista de Silesia nuevas áreas económicamente importantes (textiles, minerales) para el territorio de Prusia. En el área de cultivo y trabajo se ha logra un gran progreso económico bajo Federico II. En particular, esto se logró a través de la recuperación, cultivo y la colonización de áreas por el asentamiento de un gran número de agricultores y artesanos. El Rey también promovió la expansión de las vías navegables.La red de carreteras, sin embargo no fue promovida, permaneciendo en mal estado. Esto se debió al alto costo, por lo que se llevó a cabo la construcción de caminos pavimentados sólo después de la muerte de Federico el Grande.

En la política comercial, Federico el Grande promovió especialmente la industria de la seda. Para ello, numerosos fabricantes, trabajadores cualificados y especialistas fueron llevados a Prusia y capacitaron a los trabajadores domésticos y asistentes.Con los productos manufacturados y de artesanía fabricados en el país, casi toda la demanda interna estaba satisfecha y se obtienen también una de las principales exportaciones, proporcionando así las importaciones de materias primas necesarias, que podrían ser fiscalmente más que compensadas. La balanza comercial 1740 tiene aún medio millón de ducados en déficit, pero en 1786 se salda con tres millones de ducados en exceso lo que se diseño positivamente bajo Federico el Grande. Bajo Federico Guillermo II se limitaron a romper algunas de las barreras proteccionistas y prohibiciones.

Bajo este templado proteccionismo, la economía experimentó , en el curso de un buen estímulo externo, un repunte significativo. El estado moderno de los siglos XVII y XVIII, alrededor de 1800 era también económicamente uno de los países más desarrollados de Europa. No obstante en el año 1800 la mayoría de las personas que trabajan en Prusia se dedicaban a la agricultura.

Siglo XIX

Taller de laminación, en torno a 1875.

El desastre de la ocupación napoleónica en 1807 trajo a Prusia económicamente, al borde del colapso, se necesitaba una reforma.La reforma económica de Prusia después de 1806 estaban entre las medidas de innovación más exitosas de las reformas prusianas a principios del siglo XIX. El nominal de emancipación era un requisito previo para la recuperación económica en las próximas décadas en Prusia. Lo mismo aplica para la concesión de completa libertad de comercio, como lo habían hecho en el primer lugar, la movilidad de las grandes multitudes, el movimiento de los habitantes rurales de Prusia a las crecientes ciudades industriales en el país. La administración del Estado de Prusia, a su vez trajo algunas medidas importantes para ayudar a combatir al languideciendo la economía en ese momento del país.

Una vez que todas las barreras nacionales al comercio de Prusia habían caído, por iniciativa de Prusia 1834, la unión aduanera alemana, el Zollverein fue fundado. Prusia tenía entre otras cosas , debido a su territorio fragmentado , tenia un propio interés para abolir las fronteras aduaneras de la Confederación Alemana. Esta medida estimuló el comercio interior alemán y contribuyó al crecimiento económico de las décadas siguientes. Regiones anteriormente insignificantes (Ruhr, la cuenca del Sarre y la Región Industrial de Alta Silesia) fueron desarrollándose en el período posterior a 1815, a través de la explotación de los recursos de carbón y posteriormente del ferrocarril , en los centros prósperos de la industria minera y la mecánica de la ingeniería. Por lo tanto, el peso económico de Prusia creció contra Austria en la Confederación Alemana.

El ferrocarril en Prusia quedó relegado durante mucho tiempo a nivel internacional. Esto tuvo consecuencias para su economía. Así fue como el cereal estadounidense, el carbón y hierro inglés y belga, y otros productos eran más baratos que los productos nacionales. Esto se debía a que ya hay en Inglaterra, Bélgica y los EE.UU redes ferroviarias para el transporte masivo de mercancías.Los primeros ferrocarriles prusianos eran de empresas privadas, comenzando por el Ferrocarril Berlín-Potsdam en 1838 y que por lo tanto era conocido como el "Stammbahn" (más o menos se traduce como "línea original»). El estado de Prusia primero financió ferrocarriles alrededor de 1850. Estos fueron la Real Compañía de tren Westfalia (Königlich-Westfälische Eisenbahn-Gesellschaft) y el Ferrocarril de Prusia Oriental o Prusia Ostbahn (Preußische Ostbahn). En 1875 se financiaron dos importantes lineas de ferrocarriles: el Ferrocarril prusiano del Norte o Nordbahn (Preußsische Nordbahn) y el tren Marienfelde-Zossen-Jüterbog.

Aunque Prusia suba en términos económicos en la primera mitad del siglo XIX en una gran potencia, el estado de los Hohenzollern fue hasta bien entrado el siglo XIX dominantemente agrario.

Dentro del Imperio Alemán

Edificio de la Real Oficina central de Ferrocarriles de Prusia en Berlín, 1907.

Aunque el significado político de Prusia en el recién fundado Imperio Alemán disminuyó desde 1871, Prusia sigue siendo el estado económicamente más poderoso del Imperio. La ubicación en la Renania prusiana, Berlín y Silesia, la provincia de Sajonia y de la región Rin-Meno eran, de hecho, los más importantes centros económicos del imperio. La industrialización en Prusia también creció en el Imperio después de 1871 de manera constante. Esto se demostró con el aumento en el componente de empleo, industrial, artesanal y la minería. Así que esta cuota de empleo aumentó en el sector secundario y en minería de 1871 hasta 1907, de 30,4% a 42,8%.

Sin embargo, este proceso fue de variación regional: en la provincia Oriental de Prusia, la participación del sector secundario y el sector minero de 1871-1907 fue sólo de 16,1% a 20,4%, en la provincia del Rin en contraste fue de 41,3% a 54,5% ,sin embargo, el grado de industrialización total de Prusia durante mucho tiempo todavía estaba por debajo de la media nacional.

En 1913, el 62% de Prusia estaba en la renta nacional neta generada del Reich alemán . El número correspondía exactamente a la proporción de la población prusiana de toda la población del reino.

Desde 1880 hasta 1888 se llevó a cabo la nacionalización de la mayoría de los ferrocarriles privados. Al final de la Primera Guerra Mundial, los ferrocarriles del Estado de Prusia formaron una gran red ferroviaria de 37.500 kilómetros.

Subdivisiones de Prusia

Las regiones que dieron inicio al Reino de Prusia fueron el Margraviato de Brandeburgo y el Ducado de Prusia, que juntas formaban Brandeburgo-Prusia. Pomerania Posterior había sido adquirida por Prusia en 1648. Sumadas a las conquistas recientes de Suecia en 1720, esta región pasaría a ser más tarde la provincia de Pomerania. Las adquisiciones prusianas en las Guerras de Silesia llevaron a la formación de la provincia de Silesia en 1740.

Tras la Primera Partición de Polonia en 1772, la recién anexada Prusia Real y Varmia se habían convertido en la provincia de Prusia Occidental, mientras que el Ducado de Prusia (junto con parte de Varmia) había pasado a conformar la provincia de Prusia Oriental. Otras anexiones a lo largo del río Noteć (Netze) formaron el Distrito de Netze. Tras las segunda y tercera particiones (1793-1795), las nuevas adquisiciones prusianas constituyeron las provincias de Nueva Silesia, Prusia del Sur y Nueva Prusia Oriental, siendo dividido el Distrito de Netze entre las Prusias Occidental y del Sur. Finalmente, esas tres provincias fueron perdidas en favor del Reino del Congreso después del Congreso de Viena en 1815, excepto la parte occidental de Prusia del Sur, que formaría la provincia de Posen.

Las diez provincias del Reino de Prusia, después del Congreso de Viena (1815). Los otros Estados miembros de la Confederación Germánica se muestran en gris. El Cantón de Neuchâtel, en el suroeste, estuvo bajo la administración prusiana hasta 1848.

Después de que Prusia hiciese la mayor parte de sus conquistas, tras el Congreso de Viena se habían creado un total de diez provincias, cada una de ellas subdividida en regiones administrativas menores conocidas como Regierungsbezirke. Las provincias eran:

En 1822, las provincias de Jülich-Cléveris-Berg y del Bajo Rin se fusionaron para formar la Provincia del Rin. En 1829, las provincias de Prusia Oriental y Occidental se unieron para constituir la provincia de Prusia, pero volvieron a separarse en 1878. Los principados de Hohenzollern-Sigmaringen y Hohenzollern-Hechingen habían sido anexionados en 1850 y vinieron a formar la Provincia de Hohenzollern.

Después de la victoria de Prusia en la Guerra austro-prusiana, los territorios anexados por ésta habían sido reorganizados en tres nuevas provincias: Hanóver, Hesse-Nassau y Schleswig-Holstein.

Véase también

Referencias

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  6. Büsch, Otto; Ilja Mieck, Wolfgang Neugebauer (1992). Otto Büsch. ed. Handbuch der preussischen Geschichte. 2. Berlin: de Gruyter. pp. 42.
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  9. Büsch, Otto; Ilja Mieck, Wolfgang Neugebauer (1992). Otto Büsch. ed. Handbuch der preussischen Geschichte. 2. Berlin: de Gruyter. pp. 42.
  1. Los aliados de Prusia en la guerra austro-prusiana eran: Anhalt, Bremen, Brunswick, Lauenburgo, Lippe-Detmold, Lübeck, Hamburgo, Mecklemburgo-Schwerin, Mecklemburgo-Strelitz, Oldemburgo, Sajonia-Altenburgo, Sajonia-Coburgo-Gotha, Schwarzburgo-Sondershausen, Waldeck-Pyrmont
  2. Los aliados austríacos en la guerra austro-prusiana eran: Baden, Baviera, Hanóver, Hesse-Darmstadt, Hesse-Kassel (o Hesse-Cassel), Nassau, Reuss-Greiz, Sajonia-Meiningen, Sajonia, Schaumburg-Lippe, Wurtemberg

Bibliografía

  • Clark, Christopher (2006). Iron Kingdom (en inglés) (1ª edición). Cambridge: Penguin Group. ISBN 978-0-674-02385-7. 
  • Wilson, Peter H. (2009). The Thirty Years War (en inglés) (1ª edición). London: Penguin Books, Ltd. ISBN 978-0-674-03634-5.