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Play (película de 2011)

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Play es una película sueca de género dramático dirigida por Ruben Östlund y estrenada en 2011. Fue escrita por Östlund y Erik Hemmendorff,[1]​ y se inspira en hechos reales. La cinta retrata a un grupo de chicos negros que roban a un pequeño grupo de niños blancos mediante coacción. La película tuvo una gran acogida por parte de la prensa sueca y ganó en el premio de Cine del Consejo Nórdico en 2012.[2]

Resumen

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En Gotemburgo, una pandilla de cinco adolescentes negros de origen somalí elabora un plan para apropiarse de las pertenencias de otros tres adolescentes. Cuando una de las víctimas comprueba el reloj de su teléfono móvil para decirles la hora, el quinteto empieza con su juego psicológico asegurando que el celular se parece al que le robaron al hermano de uno de ellos. La intimidación por parte de la pandilla dará resultado, y conseguirá convencerlos de que los acompañen a casa del hermano, quien podrá verificar si el celular es el que le sustrajeron o no.

Recepción

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Play fue, en su mayoría, aclamada por la crítica. La película mantiene un 81/100 de promedio en Metacritic,[3]​ mientras que en Rotten Tomatoes registra un 80% de votos positivos, con una calificación media de 7/10 basada en 15 reseñas.[4]

Reacciones

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La película despertó controversia en los medios de comunicación suecos, en los que se vieron, sobre todo, reacciones indignadas por parte del espectro político de la izquierda. El debate se inició cuando el autor Jonas Hassen Khemiri publicó una lista en el diario Dagens Nyheter, con el título "47 razones por las que lloré cuando vi la película de Play de Ruben Östlund".[5]​Entre las razones de Hassen Khemiri destacan la sexta, "porque pensé que era racista", y la vigesimoséptima, "porque el público se rió cuando los ladrones negros llamaron mono al chico blanco".[6]

Åsa Linderborg, jefa de la sección cultural del tabloide Aftonbladet, escribió una columna sobre ella. Describió su encuentro con un hombre negro poco después de haber visto Play: "En un nanosegundo, mi cerebro programado involuntariamente proyectó el mismo confundido tráiler que veo cada vez que me encuentro con una persona de color: barcos de esclavos, Tintín en el Congo, las plantaciones de algodón, Ruanda, ANC, Muhammad Ali, The Cosby Show, Yo tengo un Sueño, negerbollar, Malcolm X, niños con moscas en la cara, Obama, el SIDA, Idi Amin... una pandilla de los suburbios robando celulares. Me niego a creer que este cliché es lo que Ruben Östlund quiere plasmar. Pero si no es así ¿qué es lo que pretende, entonces?".[7]

América Vera Zavala respondió a Linderborg en el mismo periódico. Vera Zavala sostuvo que la película no es sobre la raza, sino sobre la clase, y tachó el texto de Linderborg de populista. Expresó su admiración por Östlund definiéndolo como "la estrella largamente ausente en el firmamento cinematográfico sueco. (...) Alguien que se atreve, pese a las previsibles acusaciones de racismo, a describir la brutal sociedad de clases en la que los suecos roban a los suecos".[8]

Lena Andersson de Dagens Nyheter argumentó que tanto la clase com la raza son secundarios en la película, y que la historia se enfoca más en el abuso de poder, algo universalmente humano. Está contado de manera provocadora, pues no permite a la audiencia culpar a alguien externo por la situación, ni sentirse culpable por ella de un modo fácilmente reconocible. Andersson escribió: "Lo incómodo de la película de Östlund es que, a diferencia de otras veces, no levanta un espejo para que los blancos vean reflejada su dominancia, sino para que los oprimidos vean que son capaces también de convertirse en opresores. Así responsabiliza a ambas partes. (...) La percepción de 'el otro' sigue los mismos mecanismos sea cual sea el nombre del grupo, y no mejora porque dicho grupo sea o haya sido víctima del sufrimiento".[9]

Referencias

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  1. Scott, Tobias (15 de enero de 2015). «Involuntary / Play». The Dissolve. Archivado desde el original el 11 de mayo de 2021. Consultado el 2 de mayo de 2015. 
  2. «Play får Nordiska rådets filmpris». SVT (en swedish). 9 de octubre de 2012. 
  3. «Play Reviews – Metacritic». Metacritic. Consultado el 6 de enero de 2016. 
  4. «Play (2011) – Rotten Tomatoes». Rotten Tomatoes. Consultado el 6 de enero de 2016. 
  5. Espinoza, Isabelle (6 de diciembre de 2011). «Filmbloggen summerar Play-debatten». SVT Filmblogg (en swedish). Sveriges Television. Archivado desde el original el 25 de mayo de 2012. Consultado el 8 de junio de 2012. 
  6. Hassen Khemiri, Jonas (18 de noviembre de 2011). «47 anledningar till att...». Dagens Nyheter (en swedish). Consultado el 8 de junio de 2012. «för att jag tyckte att den var rasistisk." "för att publiken skrattade när de svarta rånarna kallade en vit kille för apa.» 
  7. Linderborg, Åsa (24 de noviembre de 2011). «Provokation utan ansvar». Aftonbladet (en swedish). Consultado el 8 de junio de 2012. «Inom loppet av en nanosekund rullade min ofrivilligt förprogrammerade hjärna upp samma förvirrade trailer över historiens gång som den alltid gör när jag ser en färgad människa: slavskepp, Tintin i Kongo, bomullsplantage, Rwanda, ANC, Muhammad Ali, familjen Cosby, I have a dream, negerbollar, Malcolm X, barn med flugor i ansiktet, Obama, aids, Idi Amin ... en förortsmobb som stjäl mobiltelefoner. Jag vägrar tro att det är detta – ytterligare en schablon – som Ruben Östlund vill uppnå. Men vad vill han då?» 
  8. Vera Zavala, America (2 de diciembre de 2011). «Fördomar für alle». Aftonbladet (en swedish). Consultado el 8 de junio de 2012. «den stjärna på den svenska regissörshimlen som länge har saknats. ... Någon som vågar – trots de förväntade klichéanklagelserna om rasism – beskriva ett brutalt klassamhälle där svenskar rånar svenskar.» 
  9. Andersson, Lena (3 de diciembre de 2011). «Allmänmänsklig maktutövning». Dagens Nyheter (en swedish). Consultado el 8 de junio de 2012. «Det besvärliga med Östlunds film är att den håller upp en spegel, för ovanlighetens skull inte för den vite att spegla sin överordning i, utan för den förtryckte att se att han är förmögen att förtrycka. Detta tynger båda parter. ... Blicken på 'den andre' följer samma mekanismer vad gruppen än heter och blir inte vackrare för att gruppen lider eller har lidit.» 

Enlaces externos

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