Peto de ánimas
Se llama petos de ánimas a una de las manifestaciones materiales del culto a los muertos y son, generalmente, sencillos monumentos de piedad popular asociados a la idea del purgatorio. En Galicia es frecuente encontrarlos en caminos, encrucijadas, atrios de iglesias, etc.[1]
Los historiadores y etnógrafos sitúan su aparición a partir de la Contrarreforma, datándose los más antiguos en el siglo XVII, aunque no sería hasta el siglo XVIII cuando se construyan con más profusión.[2]
Su finalidad es la de ofrecer limosnas de todo tipo a las ánimas del Purgatorio, siendo su castigo temporal y pudiendo así alcanzar el Cielo. En compensación, una vez liberadas intercederán por quienes realizaron las ofrendas. Las limosnas no eran de carácter estrictamente monetario, también podía tratarse de productos agrícolas.
Los petos de ánimas suelen estar construidos en piedra con una cruz en lo alto, por lo general con imágenes de las ánimas en el fuego del purgatorio y una figura que las vela (santo, rey u obispo). En la parte frontal aparece un peto o hucha para depositar la limosna y protegido con una reja o un cristal. Algunos llevan leyendas del tipo:[3]
Un alma tienes y no más, si la pierdes qué harás...
Galería[editar]
Peto de ánimas en A Guarda (Pontevedra). Galicia (España).
Peto de ánimas en Vilanova dos Infantes (Celanova). Galicia (España).
Peto de ánimas en San Xoán de Barcela, Arbo. Galicia (España).
Peto de ánimas en San Paio de Fóra, Vigo. Galicia (España).
Peto de ánimas en Arnoya, Orense. Galicia (España).
Referencias[editar]
- ↑ Couselo Bouzas, José. Galicia artística en el siglo XVIII y primer tercio del XIX. Compostela, 1932.
- ↑ Reportaje en el sitio del ayuntamiento de Maceda. Consultado el 19 de septiembre de 2012
- ↑ Galicia terra oculta. Blog de antropología gallega. Consultado el 19 de septiembre de 2012
Enlaces externos[editar]
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- Peto de ánimas de Rexenxo. Consultado el 20 de septiembre de 2012