Papel biológico del magnesio

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El magnesio es un elemento esencial en los sistemas biológicos. El magnesio está presente típicamente como ion Mg+2. Es un nutriente mineral esencial para la vida y está presente en todas las células de todos los organismos. Por ejemplo, el ATP, la principal forma de energía a nivel celular, debe estar enlazado a magnesio para estar activo biológicamente. Lo que llamamos ATP es en general ATP-Mg, como forma activa. Similarmente, el magnesio juega un papel importante en la estabilidad de todos los compuestos polifosfatados de las células, incluyendo aquellos asociados a la síntesis de ADN y ARN.

Sobre 300 enzimas requieren la presencia del ion magnesio para poder realizar su función catalizadora, incluyendo todas las enzimas utilizadas en la síntesis de ATP, o aquellas que usan otros nucleótidos para sintetizar ADN y ARN. En las plantas, el magnesio es absolutamente necesario para la síntesis de clorofila y para la fotosíntesis.

Rango biológico, distribución y regulación[editar]

En animales, se ha visto que diferentes tipos de células mantienen diferentes concentraciones de magnesio.[1][2][3][4]​ Es probable que en las plantas también ocurra lo mismo.[5][6]​ Esto sugiere que las células pueden regular de manera diferente el flujo de magnesio hacia afuera o hacia dentro de la membrana plasmática basándose en los requerimientos metabólicos de la propia célula. Las concentraciones instersticiales y sistémicas de magnesio libre deben ser cuidadosamente mantenidas al combinar los mecanismos de buffering (unión de iones a proteínas y otras moléculas) y muffling (el transporte de iones hacia el almacenamiento o espacios extracelulares).

En las plantas, y según observaciones más recientes también en animales, el magnesio ha sido reconocido como una importante señal intracelular, activando y mediando reacciones bioquímicas. EL mejor ejemplo es la regulación de la fijación de carbono en el cloroplasto en el ciclo de Calvin.[7][8]​ .

En la salud[editar]

La carencia de magnesio fue descrita por primera vez en 1934. El requerimiento nutricional diario de magnesio varía según el género, el peso y el tamaño de cada persona y puede estimarse entre 300-400mg/día. La inadecuada ingesta de magnesio suele estar asociada a espasmos musculares y enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, desórdenes de ansiedad, migraña, osteoporosis e infartos cerebrales. La deficiencia aguda es rara y está más frecuentemente asociada a efectos secundarios del consumo de drogas (consumo crónico de alcohol o diuréticos) más que a insuficiencia en la ingesta, aunque también puede darse en pacientes que están con nutrición enteral durante periodos muy prolongados.

Conducción nerviosa[editar]

Las concentraciones de magnesio afectan la relajación muscular al actuar directamente en las membranas celulares. Los iones de magnesio cierran ciertos tipos de canales de calcio, los cuales se encargan del ingreso de calcio a las neuronas.[9]​ Al tener un exceso de magnesio, se cerrarán más canales y se bloquearán haciendo que el nervio disminuya su actividad.

Referencias[editar]

  1. Valberg, L.S.; Holt, J.M., Paulson, E., and Szivek, J. (1965). «Spectrochemical analysis of sodium, potassium, calcium, magnesium, copper, and zinc in normal human erythrocytes». Journal of Clinical Investigation 44: 379-389. PMC 292488. PMID 14271298. doi:10.1172/JCI105151. 
  2. Seiler, R.H.; Ramirez, O., Brest, A.N., and Moyer, J.H. (1966). «Serum and erythrocytic magnesium levels in congestive heart failure: effect of hydrochlorothiazide». American Journal of Cardiology 17: 786-791. doi:10.1016/0002-9149(66)90372-9. 
  3. Walser, M. (1967). «Magnesium metabolism». Ergebnisse der Physiologie Biologischen Chemie und Experimentellen Pharmakologie 59: 185-296. doi:10.1007/BF02269144. 
  4. Iyengar, G.V.; Kollmer, W.E., and Bowen, H.J.M. (1978). The Elemental Composition of Human Tissues and Body Fluids. Weinheim, New York: Verlag Chemie. ISBN 0895730030. 
  5. Stelzer, R.; Lehmann, H., Krammer, D., and Luttge, U. (1990). «X-Ray microprobe analysis of vacuoles of spruce needle mesophyll, endodermis and transfusion parenchyma cells at different seasons of the year». Botanica Acta 103: 415-423. 
  6. Shaul, O.; Hilgemann, D.W., de-Almeida-Engler, J., Van, M.M., Inze, D., and Galili, G. (1999). «Cloning and characterization of a novel Mg2+/H+ exchanger». EMBO Journal 18 (14): 3973-3980. PMC 1171473. PMID 10406802. doi:10.1093/emboj/18.14.3973. 
  7. Berkowitz, G.A.; Wu, W. (1993). «Magnesium, potassium flux and photosynthesis». Magnesium Research 6 (3): 257-265. PMID 8292500. 
  8. Shaul, O. (2002). «Magnesium transport and function in plants: the tip of the iceberg». BioMetals 15 (3): 309-323. PMID 12206396. doi:10.1023/A:1016091118585. 
  9. Rosanoff, Andrea; Wallace, Taylor C.; Costello, Rebecca (2016). «Magnesium». Advances in Nutrition (en inglés) 7 (1): 199-201. ISSN 2161-8313. doi:10.3945/an.115.008524. Consultado el 19 de marzo de 2019. 

Enlaces externos[editar]