Necrosis

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Necrosis en una pierna por picadura de una araña.

La necrosis (del griego: νεκρóς. Pronunciación: /nekrós/. Significado: 'cadáver') es la expresión de la muerte patológica de un conjunto de células o de cualquier tejido, provocada por un agente nocivo que causa una lesión tan grave que no se puede reparar o curar. Por ejemplo, el aporte insuficiente de sangre al tejido o isquemia, un traumatismo, la exposición a la radiación ionizante, la acción de sustancias químicas o tóxico(a)s una infección, o el desarrollo de una enfermedad autoinmune o de otro tipo. Una vez que se ha producido y desarrollado, la necrosis es irreversible. Es una de las dos expresiones morfológicas reconocidas de muerte celular dentro de un tejido vivo.

Lesión celular

La célula tiene una extraordinaria capacidad de adaptación. Cuando un agente externo o interno altera en gran parte su fisionomía, sobrepasando los límites de dicha adaptabilidad, surge la lesión celular que puede ser reversible o irreversible.

Causas de lesión

Adaptación celular

Ante diversos estímulos la célula experimenta unos cambios que le sirven para adecuarse a la situación. Estos cambios son:

  • Atrofia: disminución del tamaño del órgano por una deficiente estimulación (es lo que le ocurre por ejemplo al cuádriceps cuando un paciente está en cama un largo periodo de tiempo)
  • Hipertrofia: situación contraria en la que aumenta el tamaño del órgano por sobreestimulación, esta hipertrofia deriva de un aumento de la cantidad de los componentes intraceluares y por tanto en el tamaño de las células que forman el tejido y no se trata de un aumento de su número. La hipertrofia puede ser fisiológica (músculos de un atleta) o patológica
  • Hiperplasia: en este caso sí aumenta el número de células en el órgano, haciendo que aumente su tamaño, también puede ser resultado de un proceso fisiológico (aumento del tamaño de las mamas durante la lactancia) o de un proceso patológico (aumento del endometrio por estimulación hormonal excesiva derivada de la existencia de un tumor ovárico).
  • Metaplasia: cambio de una célula madura por otra con una mayor capacidad de adaptación. Es el resultado generalmente de una agresión, cabe destacar la metaplasia de epitelio respiratorio por otro de tipo malpighiano en las personas fumadoras. El tejido epitelial cambia para adaptarse a la agresión que supone el humo. El riesgo de la metaplasia estriba en que este tejido se hace mucho más susceptible de malignización

Muerte celular

Cuando todos los mecanismos de adaptación y de resistencia se han agotado sobreviene la muerte celular.

La célula puede morir de dos formas diferentes:

  • Necrosis: comprende un estado irreversible de la célula, con incapacidad de mantenimiento de la integridad de la membrana plasmática y escapatoria de elementos citoplasmáticos, desnaturalización de las proteínas por acción de los lisosomas (autólisis) o proveniente de enzimas líticas de leucocitos vecinos (heterolisis); ya que la necrosis atrae los componentes de la inflamación.[1]​ Todos estos cambios condenan a la célula a perder su función específica, y solamente forma parte de restos celulares que serán fagocitados por los macrófagos. Si bien, la necrosis es, en la mayoría de los casos irreversible, no resulta mortal siempre y cuando el tejido dañado no forme parte de un órgano vital, habiendo casos donde se extiende por más del 90% de la piel del paciente, estando este vivo.

Los cambios típicos de una célula necrótica son: aumento de la eosinofilia y apariencia homogénea, por perdida de ARN y por desnaturalización proteica; aparición de la figura de mielina; en el núcleo cariolisis (rompimiento del núcleo), picnosis (reducción del tamaño del núcleo) y cariorrexis (fragmentación del núcleo).

  • Apoptosis: Muerte celular programada. Es una destrucción controlada de la célula que no provoca daño a los tejidos. El proceso puede ser iniciado por la misma célula, por el tejido circundante o por el sistema inmunitario.

Tipos de necrosis

Dependiendo del mecanismo lesional existen varios tipos de necrosis:

  • Necrosis coagulativa: se produce a causa de isquemia tisular que genera una coagulación de las proteínas intracelulares, haciéndola inviable (es lo que se produce por ejemplo en el infarto agudo de miocardio). La zona de necrosis es sustituida por tejido fibroso
  • Necrosis colicuativa o con licuefación: en este caso se produce una autólisis rápida que hace que la zona necrosada quede licuada, se transforma de sólido a líquido, de etiología bacteriana o fúngica. Es típico del sistema nervioso central, pero en este caso también puede ser causada por procesos hipóxicos.
  • Necrosis grasa:
    • a. Traumática: no es habitual, se produce por un traumatismo que sobrepasa las capacidades de adaptación celular
    • b. Una serie de acontecimientos fisiológicos o patológicos generan unos cambios bioquímicos en la célula y ésta "decide" su propia muerte, de una forma ordenada, disgregándose en pequeñas vesículas que serán fagocitadas por los macrófagos y sin mayor repercusión para el tejido en cuestión (podríamos denominarla suicidio).
  • Necrosis gangrenosa o gangrena: esta no representa un tipo de necrosis, es un término utilizado por los patólogos o clínicos, para describir necrosis en extremidades, puede ser húmeda o seca.
  • Necrosis caseosa: El término caseoso se deriva de la apariencia macroscópica blanca, en aspecto de queso, se observa en enfermedades conocidas, como tuberculosis o pseudoparatuberculosis.
  • Necrosis fibrinoide Aquella que ocurre a nivel de vasos sanguíneos, en la cual hay depositos de complejos antigeno-anticuerpo con la posterior acumulación de fibrina.

Véase también

Referencias

  1. Proskuryakov, Sergey Y.; Konoplyannikov, Anatoli G.; Gabai, Vladimir L. (1 de febrero de 2003). «Necrosis: a specific form of programmed cell death?». Experimental Cell Research 283 (1): 1-16. ISSN 0014-4827. OCLC 4653814666. PMID 12565815. doi:10.1016/S0014-4827(02)00027-7. Consultado el 6 de noviembre de 2015. 

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