Maldición de los Braganza

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El rey Juan IV de Portugal

La Maldición de los Braganzas es un mito, citado en diversas crónicas acerca de la antigua familia reinante del Imperio de Brasil y del Reino de Portugal y, por lo tanto, también del Imperio Portugués.

La "maldición" se habría iniciado durante el reinado de Juan IV de Portugal, en el siglo XVII, cuando el monarca agredió a un fraile franciscano después de que éste le pidiera limosna. En respuesta, el fraile pidió a Dios que le enviara una plaga al rey, diciendo que jamás un primogénito varón de la familia de los Braganza viviría lo suficiente como para llegar al trono.

De hecho, a partir de entonces, todos los primogénitos varones de la dinastía fallecieron antes de reinar.

Un siglo después de la maldición, el rey Juan VI de Portugal y su esposa Carlota Joaquina de Borbón, intentaron revertirla realizando visitas anuales a los monasterios franciscanos de Lisboa y de Río de Janeiro, sin obtener resultado alguno. Coincidentemente, con raras excepciones, los primogénitos varones de la rama real de la Casa de Braganza dejaron de fallecer cuando la familia perdió el trono tanto en Portugal como en Brasil.

Supuestas víctimas[editar]

En Portugal[editar]

En Brasil[editar]

  • Miguel de Braganza. Primogénito de Pedro I, legando la sucesión al trono a Pedro II para el trono brasileño y a su hermana María de la Gloria para el trono portugués.

La maldición continuó surtiendo efecto incluso después de la separación de los tronos de Brasil y de Portugal (1822):

  • Alfonso de Brasil. Hijo primogénito de Pedro II, que falleció en 1845 con menos de dos años de edad, legando la sucesión a su hermana Isabel. Muchos historiadores apuntan a la falta de un heredero varón como una de las causas de la caída de la monarquía en Brasil.

Curiosidades[editar]

  • Como consecuencia de la maldición, todos los primogénitos que fallecieron a lo largo del reinado de la Casa de Braganza en Brasil fueron sepultados en el Monasterio de San Antonio, de la Orden Franciscana, como si fueran ofrecidos como símbolo de arrepentimiento por la agresión de su antepasado.
  • Los hijos primogénitos de las relaciones extraconyugales de Pedro I de Brasil también sufrieron esta maldición. Fue el caso de su primer hijo varón con la Marquesa de Santos, nacido muerto, y de Pedro, hijo que tuvo con Noémi Thierry y que falleció antes de cumplir el año. También con la uruguaya María del Carmen García tuvo un hijo nacido muerto.
  • A pesar de que la maldición mencionaba a los primogénitos varones, algunas hijas primogénitas también fueron "víctimas" de esa infeliz coincidencia. Tal fue el caso de Luisa Victoria, hija primogénita de Isabel de Brasil, princesa imperial de Brasil, natimorta en el año 1874. Se puede considerar lo mismo para María Amelia de Braganza, hija primogénita de Pedro con su segunda esposa, Amelia de Beauharnais. La princesa falleció a los 21 años, de tuberculosis, estando ya prometida con el futuro emperador Maximiliano I de México.

Excepciones[editar]

Post-monarquía[editar]