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Juliana de Sajonia-Coburgo-Saalfeld

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Juliana de Sajonia-Coburgo-Saalfeld
Gran duquesa de Rusia

Miniatura de 1797.
Información personal
Nombre completo Juliana Enriqueta Ulrica
Otros títulos
Nacimiento 23 de septiembre de 1781
Coburgo, Ducado de Sajonia-Coburgo-Saalfeld
Fallecimiento 15 de agosto de 1860 (78 años)
Elfenau, Berna, Bandera de Suiza Suiza
Sepultura Cementerio de Schosshalden, Berna
Religión Ortodoxa rusa (antes del matrimonio: luteranismo)
Familia
Casa real Wettin
Padre Francisco de Sajonia-Coburgo-Saalfeld
Madre Augusta de Reuss-Ebersdorf
Cónyuge Constantino Pávlovich de Rusia
Hijos
  • Eduardo von Löwenfels
  • Luisa Hilda Inés d'Aubert

Juliana de Sajonia-Coburgo-Saalfeld (en alemán, Juliane von Sachsen-Coburg-Saalfeld; Coburgo, 23 de septiembre de 1781-Elfenau, 15 de agosto de 1860) fue una noble alemana perteneciente a la familia ducal de Sajonia-Coburgo-Saalfeld, que además por matrimonio fue gran duquesa de Rusia. Durante sus años de casada (1796-1820) fue conocida oficialmente como la gran duquesa Ana Fiódorovna de Rusia.

Familia

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Juliana era hija del duque Francisco de Sajonia-Coburgo-Saalfeld y de su esposa, la condesa Augusta de Reuss-Ebersdorf. Entre sus hermanos se encontraba el rey Leopoldo I de Bélgica, mientras que la reina Victoria del Reino Unido, la emperatriz Carlota de México y el rey Fernando II de Portugal eran sus sobrinos carnales.

Planes de matrimonio

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La emperatriz Catalina II de Rusia comenzó a buscar una esposa adecuada para su segundo nieto, el gran duque Constantino , tras el matrimonio de su nieto mayor, el gran duque Alejandro , con Luisa de Baden en 1793. La emperatriz hablaba con orgullo de Constantino como un candidato envidiable para muchas novias en Europa, ya que era el segundo en la línea de sucesión al Imperio ruso. Pronto llegó una propuesta de matrimonio de la corte de Nápoles : el rey Fernando I y la reina María Carolina sugirieron un matrimonio entre el gran duque y la princesa italiana María Cristina de Borbón-Dos Sicilias que la emperatriz rechazó de inmediato.

En 1795, la emperatriz Catalina envió a su general Andréi Budberg en una misión secreta a las cortes europeas gobernantes para encontrar una esposa para Constantino. Este tenía una enorme lista de candidatas, pero durante el viaje enfermó y se vio obligado a permanecer en Coburgo . Fue atendido por el médico de la corte ducal, el barón Stockmar , quien, al conocer la verdadera intención de su viaje, llamó la atención del general sobre las hijas del duque Francisco. Budberg escribió a San Petersburgo que había encontrado a las candidatas perfectas, sin visitar otras cortes.

Tras considerarlo brevemente, Catalina accedió. La duquesa Augusta, al saber que una de sus hijas sería gran duquesa de Rusia, se mostró encantada con la idea: un matrimonio con la dinastía imperial rusa podría traer enormes beneficios al relativamente pequeño ducado alemán de Sajonia-Coburgo-Saalfeld. La duquesa escribió:

El hospedaje del general ruso dio un completo giro que nos ha dejado atónitos. No me puede encantar mas la noticia que una de mis hijas se pueda casar con un miembro de una dinastía imperial. Las jovenes princesas estan entusiasmadas

Sin embargo, en Europa existían otras opiniones; por ejemplo, Charles-François-Philibert Masson, en sus Memorias secretas de la corte de San Petersburgo, escribió sobre el papel poco envidiable de las novias alemanas en la corte rusa:

Joven víctima conmovedora, que Alemania envía como tributo a Rusia, como lo hizo Grecia que envió a sus sirvientas al Minotauro...

Gran duquesa de Rusia

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"La gran duquesa Ana Fiódorovna", retrato de Élisabeth-Louise Vigée-Le Brun, realizado al poco de su boda (ca.1795-1796). Esta pintura fue destruida por bombas durante la Segunda Guerra Mundial.

Juliana, junto con su madre y sus dos hermanas mayores, Sofía y Antonieta , viajó a San Petersburgo a petición de la emperatriz Catalina II de Rusia. Tras el primer encuentro, la emperatriz escribió:

La duquesa de Sajonia-Coburgo era hermosa y digna de respeto entre las mujeres, y sus hijas son guapas. Es una lástima que nuestro novio tenga que elegir solo a una; sería mejor quedarse con las tres. Pero parece que nuestro Paris le dio la manzana a la menor; verás que preferiría a Juliana entre las hermanas... es realmente la mejor opción

. Sin embargo, el príncipe Adam Czartoryski , en sus Memorias, escribió:

La Emperatriz le dio orden de casarse con una de las princesas y le dio la opción de elegir a su futura esposa.

Este punto de vista fue confirmado por la condesa Varvara Golovina , quien también escribió:

Después de tres semanas, el Gran Duque Constantino se vio obligado a tomar una decisión. Creo que no quería casarse.

El propio Constantino diría sobre su elección: "Si así debe ser, me casaré con el pequeño mono; baila muy bonito".

Tras la elección de Juliana por parte del joven gran duque , esta comenzó su formación como consorte. El 2 de febrero de 1796, la princesa alemana de 14 años adoptó el nombre de Ana Feodorovna  en una ceremonia bautismal ortodoxa rusa y, 24 días después, el 26 de febrero, contrajo matrimonio con Constantino. La emperatriz falleció nueve meses después, el 6 de noviembre. Por su boda, Ana fue condecorada con la Gran Cruz de la Orden Imperial de Santa Catalina y la Orden de San Juan de Jerusalén. Juliana escribió a su hermana.

No lo amo y es sabido que el tampoco a mí, pero veo el orgullo de nuestra madre ante mí, y un profundo agradecimiento de parte de la Emperatriz, y mi suegra por haber aceptado tal compromiso. Desconozco mi destino en este lugar. pero aún existe un alba antes de juzgar.

Esta unión, relacionada con la boda del hermano de Ana, Leopoldo, y la princesa Carlota Augusta de Gales , convirtió al pequeño Ducado de Sajonia-Coburgo en el corazón dinástico de Europa. Además, gracias a las relaciones con el Imperio ruso, Sajonia-Coburgo se mantuvo relativamente a salvo durante las Guerras Napoleónicas . Sin embargo, a nivel personal, el matrimonio fue profundamente infeliz. Constantino, conocido por su violencia  y dedicado por completo a su carrera militar, hizo a Ana profundamente miserable

Los Grandes Duques se instalaron en el Palacio de Mármol que fue un obsequio de bodas de parte de la emperatriz. El Palacio fue remodelado para convertirse en una residencia de Grandes Duques. Constantino que no gustaba mucho del Palacio, coloco varias galerías de uniformes y armas en el Palacio. Constantino era un apasionado de la milicia por lo tanto se encontraba fuera constantemente. Ana mantuvo una vida activa en la corte imperial rusa. el palacio tuvo bastante actividad durante su estancia.

En febrero de 1799 el Príncipe heredero de Mecklemburgo-Schwerin Federico Luis de Mecklemburgo-Schwerin Visito la corte imperial para comprometerse con la Gran Duquesa Elena Pávlovna Románova. Ana y la emperatriz Maria Fiodorovna organizaron grandes celebraciones en el Palacio de Mármol.

Mientras tanto, la joven gran duquesa comenzó a madurar y se volvió cada vez más atractiva para la corte rusa, que la apodó la "Estrella Naciente". Esto provocó en Constantino una profunda envidia, incluso de su propio hermano Alejandro. Le prohibió a Ana salir de su habitación, y cuando ella tuvo la oportunidad de hacerlo, Constantino se la llevó. La condesa Golovina recordó:

La vida matrimonial de Ana Fiódorovna fue dura e imposible de mantener [...] en su modestia, necesitaba la amistad de Isabel Alexéievna , quien supo suavizar las diferencias entre los cónyuges, que solían pelearse... ».

Durante los difíciles años en la corte rusa, Ana se hizo amiga de la gran duquesa Isabel, de edad similar.

Gran Duquesa Ana Fiodorovna

Sin embargo, el matrimonio fue sumamente infeliz. Constantino, un muchacho inmaduro y tosco, hizo que su joven esposa se sintiese inmensamente desgraciada. Ana era sonada en la corte rusa por su infeliz matrimonio y por ser la miembro más desdichada de la familia imperial rusa. En comparación de la Tsarevna Yelizaveta Alekseievna que tenía un matrimonio mucho más feliz. Después de tres años de convivencia, Ana abandonó a su marido en 1799 y regresó a su Coburgo natal. Poco después, sin embargo, volvió a Rusia en debido a la presión de ambas familias para que volviera. Intento encontrar resguardo en su Hermana la Duquesa de Wurtmeberg Antonieta de Sajonia-Coburgo-Saalfeld que visitiba con regularidad la corte rusa.

Antonieta de Sajonia-Coburgo-Saalfeld siempre se mostró hostil después del compromiso de su hermana. se sabia que la princesa había quedado resentida con ella, después de que ella no fuera elegida para casarse con el gran duque, volvió a Coburgo, donde termino casándose con el duque Alejandro de Wurtemberg. que, aunque no fuera un mal matrimonio era inferior comparado con el de su hermana. Antonieta conocia de la situación matromonial de ambos, mostro una apatia contra la gran duquesa, y apoyaba abiertamente al gran duque Constantino en cualquier conflicto. Después de que los duques de Wurtemberg se instalasen en el Curlandia. Gracias a la relación que la duquesa tenía con la futura emperatriz Isabel Alekseievna. La duquesa visitaria la corte rusa, donde criticaba abiertamente a su hermana, posteriormente en una carta a la Emperatriz Maria Fiodorovna se dijo:

Temo que la gran duquesa Ana no es lo que Konstantin debería tener, tristemente Ana es la vergüenza de la familia

Constantino había intentado varias veces anular su matrimonió. en 1802 dspues de varias intrigas palaciegas y descontentos con su marido Constantino y la critica constante de su hermana con permiso del Emperador Alejandro I de Rusia Ana volvió a coburgo.

Vida separada

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El gran duque Constantino de Rusia por George Dawe (1834).

Casi inmediatamente después de su regreso a Coburgo, Ana inició las negociaciones para divorciarse de su marido. El Gran Duque Constantino escribió en respuesta a su carta:

Me escribes que te permití ir al extranjero porque somos incompatibles y porque no puedo darte el amor que necesitas. Pero humildemente te pido que te tranquilices considerando nuestra vida en común, además de confirmar todos estos hechos por escrito, y que además de esta otra razón, no tienes.

En 1803 el divorcio seguía siendo rechazado, porque la emperatriz viuda María Fiódorovna temía que su hijo Constantino contrajera un segundo matrimonio morganático y la separación oficial dañaría la reputación de la gran duquesa. Esta prefería que se le llamara juliana, aunque solo se le llamaría así informalmente, asi como la correspondencia y formalmente se le conocería como Anna Fiodorovna hasta su divorcio en 1820.

Al principio, Ana temió una opinión desfavorable sobre su conducta en las cortes europeas; sin embargo, estas le mostraron su compasión. Aún legalmente casada, Ana, ansiosa por formar una familia, encontró consuelo en las relaciones clandestinas.

El 28 de octubre de 1808, Ana dio a luz a un hijo ilegítimo, de nombre Eduardo Edgar Schmidt-Löwe. El padre del niño fue posiblemente Julio-Emilio de Seigneux Gabriel, un noble francés. Eduardo fue ennoblecido por su tío materno, el duque Ernesto I de Sajonia-Coburgo-Gotha, y asumió el apellido von Löwenfels por decreto del 10 de enero de 1818.

Más tarde, Ana se trasladó a Berna, Suiza, y dio a luz a un segundo hijo ilegítimo en 1812: la niña, de nombre Hilda Luisa Agnes, era hija de Rodolfo Schiferli de Abraham, un cirujano suizo, profesor y caballero de honor (Cavalier d'Honneur u Oberhofmeister) de la gran duquesa de 1812 a 1837.

Dos años más tarde, en 1814, su todavía marido, el gran duque Constantino, trató de conseguir que regresase a su lado, pero la firme oposición de la gran duquesa impidió que este intento tuviera éxito. Ese mismo año, Ana adquirió una finca a orillas del Aar y bautizó a su nueva propiedad con el nombre de Elfenau. Allí viviría el resto de su vida. Era una gran amante de la música e hizo de Elfenau un centro de la sociedad nacional y extranjera.

La emperatriz Maria Fiodorovna mando repetidas veces varias cartas a la gran duquesa para esta volviera a San Petersburgo. sin embargo, fue firme en su decisión de no volver junto al gran duque. Aunque esta ya no residía en San Petersburgo ni frecuentaba la corte. Juliana mantenía una pequeña pensión como miembro de la familia imperial rusa. Aún manteniéndola hasta unos años después de la anulación del matrimonio.

Separación

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El 20 de marzo de 1820, después de 19 años de separación, su matrimonio con el gran duque Constantino fue oficialmente anulado. Él contrajo nupcias dos meses después y murió en Varsovia el 27 de junio de 1831.

Su hijo, Eduardo von Löwenfels, contrajo matrimonio con su prima carnal, Bertha von Schauenstein, hija ilegítima del duque Ernesto I de Sajonia-Coburgo-Gotha, de quien ha quedado descendencia hasta hoy. Por otro lado, la hija menor de la gran duquesa, Luisa, se casó con Jean Edouard Samuel Dapples en 1834 y murió tres años más tarde a la temprana edad de veinticinco años.

Anna Fiodorovna falleció en su finca de Elfenau en 1860, a la edad de 78 años. En su tumba se colocó una sencilla lápida de mármol con la inscripción «Julia-Anna» y las fechas de su nacimiento y fallecimiento (1781-1860); nada más indicaría el origen de la que fuera Princesa de Sajonia-Coburgo y Gran Duquesa de Rusia. A través de los cinco hijos de su hijo Eduard, tiene numerosos descendientes.

Alejandrina de Baden, esposa de su sobrino, el duque Ernesto II de Sajonia-Coburgo-Gotha, escribió con motivo de su muerte:

El pésame debe ser universal, porque la tía era muy querida y respetada, porque estaba muy involucrada en obras de caridad y en favor de los pobres y desfavorecidos.

Títulos y tratamientos

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Ancestros

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Bibliografía

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  • Alville (Alix von Wattenwyl), Elfenau. Die Geschichte eines bernischen Landsitzes und seiner Bewohner, Bern 1959.
  • Alville, Des cours princières aux demeures helvétiques, Lausanne 1962
  • Erika Bestenreiner, Die Frauen aus dem Hause Coburg. Múnich: Piper 2008, ISBN 3492049052