Gigante (mitología griega)

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Poseidón (izquierda) con un tridente y con la isla Nísiros en su hombro, luchando contra un Gigante (posiblemente Polibotes), vaso de figuras rojas c. 500–450 a. C. (Cabinet des Medailles 573)[1]

En la mitología griega, los Gigantes (en griego antiguo Γίγαντες, ‘nacidos de la tierra’) son una raza caracterizada por su fuerza y agresividad excepcionales (no necesariamente por su tamaño).[2]​ Son conocidos por la Gigantomaquia, su lucha contra los dioses olímpicos por la supremacía del cosmos.[3]​ Conviene distinguir entre ellos a los Gigantes de la mitología primordial, hijos de Gea, de los concebidos posteriormente.

Representaciones arcaicas y clásicas muestran a los Gigantes como hoplitas con tamaño y forma humana.[4]​ Representaciones posteriores (después de c. 380 a. C.) los muestran con serpientes en lugar de piernas.[5]​ En tradiciones posteriores, los gigantes fueron frecuentemente confundidos con otros enemigos de los Olímpicos, particularmente con los Titanes, una generación anterior de hijos de Gea y Urano.

Se dice que los Gigantes que fueron derrotados fueron enterrados bajo volcanes, y que estos eran los causantes de las erupciones volcánicas y terremotos.

Gigantes primigenios[editar]

Gigante luchando contra Artemisa.

Según Homero, los Gigantes eran una raza de hombres salvajes y de grandes dimensiones, gobernados por Eurimedonte, que moraba en el lejano oeste, en la isla de Trinacia. Pero fueron exterminados por el propio Eurimedonte debido a su insolencia hacia los dioses.[6]​ Homero consideraba pues a los Gigantes, como a los feacios, cíclopes y lestrigones, una de las razas autóctonas que (con la excepción de los feacios) fueron destruidas por los dioses debido a su autoritaria insolencia. No obstante Homero no sabía nada sobre la lucha de los dioses con los Gigantes.

Posidón, el que agita la tierra, a Nausítoo primero engendró en Peribea, mujer de sin par hermosura; fue la hija menor que dejó Eurimedonte, el de altivo corazón, que reinó en los soberbios gigantes y al cabo a su pueblo insensato arruinó y a la par a sí mismo. Con aquélla se unió Posidón y tuvieron por hijo a Nausítoo el magnánimo, rey de las gentes feacias que a Rexénor y Alcínoo a su vez engendró.
Homero: "Odisea" VII vv. 56 - 63

Sin embargo, Hesíodo[7]​ los considera seres divinos, que surgieron de la sangre que Urano derramó sobre la Tierra, siendo pues Gea su madre. Para ser más precisos, nacieron con sus hermanos y hermanas, las Erinias y las Melíades, cuando Crono castró a Urano, su padre, y la sangre de este cayó sobre Gea. Poetas y mitógrafos posteriores los confunden frecuentemente con los Titanes.[8]​ Hesíodo los vuelve a mencionar sucintamente en el Catálogo de mujeres, donde dice que «Heracles en Flegra dio muerte a unos gigantes soberbios».[9]Higino parece que recoge diferentes tradiciones (e incluso algunos nombres están corruptos), pero da su propia nómina de gigantes:

De Tierra y de Tártaro (nacieron) los Gigantes: Encélado, Ceo, *Elentesmorfio, Astreo, Peloro, Palante, Énfito, Forco, *Yenio, Agrio, *Alemone, Efialtes, Éurito,*Efracoridón, Teomises, Teodamante, Oto, Tifón, Polibotes, Menefíaro, Abseo, Colofomo y Jápeto.
Higino: prefacio 4 de las "Fábulas"

Según algunos, nacieron en Flegra (‘campo en llamas’), en Sicilia, Campania o Arcadia y, según otros, Flegra era el nombre mítico de la península tracia de Palene.[10][11]​ Es digno de mención que Homero, así como escritores posteriores, sitúe a los Gigantes en zonas volcánicas, y la mayoría de los expertos lo hagan en áreas de Europa occidental. El origen de la historia de los Gigantes debe pues buscarse probablemente en fenómenos físicos similares de la naturaleza, especialmente en los volcánicos, de los que surgieron las historias sobre los Cíclopes. Estos Gigantes intervienen poco en la mitología. Aparecen esencialmente en el episodio de la Gigantomaquia (o ‘Guerra con los Gigantes’), en la que se enfrentaron a los dioses del monte Olimpo, intentando llegar a ellos apilando las dos cadenas montañosas de Tesalia, Pelión y Osa, una sobre la otra. Sin embargo, fueron derrotados por los dioses olímpicos con la ayuda de Heracles. Esta batalla parece ser solo una imitación de la revuelta de los dioses griegos contra los Titanes, la Titanomaquia. Se decía[10]​ que Gea, indignada por el destino de sus hijos anteriores, los Titanes, engendró sola a los Gigantes, seres monstruosos e inconquistables con temibles rostros y colas de dragón.[12]

Gea, irritada a causa de los Titanes, procrea con Urano a los gigantes: insuperables por su tamaño e invencibles por su fuerza, mostraban temible aspecto, con espesa pelambre pendiente de la cabeza y el mentón, y escamas de dragón como pies. Habían nacido según unos en Flegra, según otros en Palene. Arrojaban al cielo encinas encendidas y piedras. Aventajaban a todos Porfirión y Alcioneo -que era inmortal mientras combatiera en su tierra nativa; éste expulsó de Eritía las vacas de Helio. A los dioses se les había vaticinado que no podrían aniquilar a ningún gigante a menos que un mortal combatiera a su lado. Conociendo esto Gea busca una droga para que no pudieran ser vencidos ni por un mortal. Pero Zeus prohibió aparecer a Eos, Selene y Helio y, adelantándose, él mismo destruyó la sustancia y por medio de Atenea llamó a Heracles en su ayuda. Éste primero disparó su arco contra Alcioneo, quien al caer en tierra se reanimó. Por consejo de Atenea, Heracles lo arrastró fuera de Palene y de este modo acabó con él. En la batalla Porfirión atacó a Heracles y a Hera. Zeus le inspiró deseo por Hera, y cuando Porfirión le desgarró los vestidos queriendo forzarla y ella pidió ayuda, fue fulminado por Zeus y asaeteado por Heracles. En cuanto a los demás gigantes, Apolo flechó a Efialtes en el ojo izquierdo y Heracles en el derecho. Dioniso mató a Éurito con el tirso, Hécate a Clitio con teas, y Hefesto a Mimante lanzándole hierros candentes. Atenea arrojó sobre Encélado fugitivo la isla de Sicilia, y habiendo arrancado la piel a Palante, con ella protegió su propio cuerpo en el combate. Polibotes llegó a Cos perseguido a través del mar por Posidón; éste desgajó la parte de la isla llamada Nísiro y se la echó encima. Hermes, cubierto con el casco de Hades durante la lucha, mató a Hipólito, Ártemis a Gratión, las Moiras, armadas con mazas de bronce, a Agrio y Toante, y a los demás los destruyó Zeus alcanzándolos con sus rayos. Heracles remató con sus flechas a todos los moribundos.
Pseudo-Apolodoro: "Biblioteca mitológica",·I 6, 1-2

Según Pausanias, para los arcadios la Gigantomaquia tuvo como escenario la cuenca del río Alfeo.[13]

Fuente que evoca al Gigante Encélado surgiendo de la Tierra, en los jardines del Palacio de Versalles.

Estos Gigantes fueron:

  • Agrio (Ἅγριος Agrios, ‘salvaje’). Las Moiras le golpearon con mazas de bronce hasta matarlo.[10][7]
  • Alcioneo (Ἀλκυονεύς Alkyoneus, ‘burro poderoso’). Era inmortal mientras luchase en su tierra de origen. Fue muerto por Heracles, quien lo arrastró fuera de Palene, su lugar de nacimiento, tras dispararle una flecha. Era uno de los gigantes que más aventajaba a los de su raza.[10][7][14][15]
  • Alpo (Δλπος). Muerto por Dioniso.[16]
  • Asterio (Ἀστέριος), que aparece esculpido en el tesoro de los sifnios, como oponente de Atenea y bajo el nombre corrupto de Astarias. Astarias yace en el suelo muerto y Atenea se encamina a batirse contra el gigante Eríctipo.[17]
  • Clitio (Κλύτιος Klytios; tiene la raíz klyt-, ‘oír’, ‘fama’, ‘gloria’). Fue matado por Hécate con antorchas.[10][7]
  • Ctonio (Χθονιός Khthonios, ‘de la tierra’). Gea le convenció para luchar contra Dioniso, prometiéndole a cambio a Afrodita.[14]
  • Damasén (Δαμασήν, ‘domador’). Criado por Eris, mató una vez a un drakon (una serpiente) que fue devuelto a la vida por otro drakon, su compañero, con la ayuda de una hierba curativa.[18]
  • Damástor ( Δαμάστωρ, acaso el mismo que Damasén) durante la Gigantomaquia utilizó como arma arrojadiza una roca en la que se había transformado otro gigante, Palas.[19]
  • Efialtes (Ἐφιάλτης Ephialtês, ‘el que salta sobre’). Se rebeló contra los dioses. Apolo le disparó en el ojo izquierdo y Heracles en el derecho.[10][7]
  • Encélado (Ἐγκέλαδος Enkelados, ‘exhortación’). Moraba bajo el monte Etna, cuyos estruendos eran provocados por sus revolcones. Atenea le arrojó encima la isla de Sicilia. Según otros fue muerto por Sileno.[10][7][14][20]
  • Éurito (Ευρυτος Eurytos, ‘que fluye completo’). Fue muerto por Dioniso con su tirso.[10][7]
  • Gratión. Fue muerto por Artemisa.[10][7]
  • Hipólito (Ἱππόλυτος Hippolytos, ‘que libera los caballos’). Lo mató Hermes, que llevaba el casco de Hades.[10][7]
  • León, posiblemente un gigante, que es mencionado por Focio (así como a Ptolomeo Queno) como un gigante que fue retado a un combate por Heracles quien lo mató[21]​ Gigantes con cabezas de león se muestran en el friso de la Gigantomaquia del siglo II a. C. en el Altar de Pérgamo.[22]
  • Mimas o Mimante (Μίμας). Fue muerto por Hefesto con proyectiles de metal al rojo vivo. Según otros fue muerto por Ares.[10][7][23]
  • Palas o Palante (Παλλάς Pallas, ‘blandiendo [armas]’). Lo mató Atenea, quien lo despellejó y usó su piel como escudo para su propio cuerpo.[10][7]
  • Peloreo (Πελωρευς Pelôreus, ‘monstruoso’, ‘enorme’). Luchó contra Dioniso.[14]
  • Polibotes (Πολυβώτης Polybôtes, ‘mucho alimento’). Fue muerto por Poseidón, que rompió un trozo de la isla de Cos y lo arrojó sobre él.[10][7][24]
  • Porfirión (Πορφυρίων Porphyriôn, ‘empujar’, ‘levantarse’, ‘brotar’). Se dice de él que rasgó las túnica de Hera con intención de violarla, y que ésta le había prometido a Hebe por esposa si luchaba contra Dioniso. Zeus le hirió con un rayo y Heracles le remató con una flecha. Era uno de los gigantes que más aventajaba a los de su raza.[10][7][14]
  • Tifón (Τυφωευς Typhoeus, de τῦφος tuphos, ‘humo’). Hijo del primer Tifón, igual a él en todo, que luchó contra Dioniso.[14]
  • Toante (Θόων Thoon, ‘rápido’). Fue golpeado hasta la muerte por las Moiras con mazas de bronce.[10][7]

Otros Gigantes[editar]

Estatuilla de bronce de un Gigante procedente de Asia Menor, tercer cuarto del siglo II a. C.

Mientras que los Gigantes de la primera generación constituyen un conjunto coherente sobre el que las diversas fuentes se ponen de acuerdo, los que aparecieron posteriormente forman una nebulosa dispar, siendo considerados Gigantes según el autor. Su apariencia no es ya necesariamente monstruosa, y solo tienen en común con los más antiguos su enorme tamaño y fuerza.

Estos Gigantes fueron:

  • Agrio (Ἅγριος Agrios, ‘salvaje’) y Orio (Ορειος Oreios, ‘montañés’). Hijos de Polifonte y un oso, del que le hizo enamorarse Afrodita por desdeñarla en favor de Artemisa. Ambos eran Gigante poderosos que no honraban a los dioses y devoraban hombres. Fueron transformados en pájaros por Hermes.[25]
  • Álmope (Ἄλμωψ Álmops), concebido por Poseidón y Hele, dio su nombre a Almopía.[26]
  • Los Alóadas (Ἀλωάδαι Alôadai o Ἀλωεῖδαι Alôedai), dos hermanos gemelos llamados Oto (Ὥτος, ‘búho orejudo’) y Efialtes (Ἐφιάλτες, ‘el que salta’), hijos de Poseidón e Ifimedea, que quisieron derribar el cielo con sus propias manos y derrocar a Zeus. Crecían cada año un codo de anchura y una braza en altura. Cuando tuvieron nueve años de edad decidieron luchar contra los dioses, por lo que apilaron el monte Osa sobre el Olimpo y el Pelión sobre el Osa, amenazando así con subir hasta el cielo. También decían que llenando el mar con las montañas lo convertirían en tierra seca y harían mar la tierra. Como eran inmortales y el Oráculo había profetizado que no morirían en manos de hombres ni dioses, se mataron entre ellos por accidente.[27]
  • Aristeo (Αρισταιος) fue el único de sus hermanos en sobrevivir a la Gigantomaquia. Su madre Gea lo convirtió en un escarabajo, y así viajó al Etna, en Sicila, donde se dice que el fuego no puede quemarlo.[28]
  • Atos o Ato (Ἄθως) era el nombre de unos de los gigantes que desafiaron a los dioses olímpicos durante la Gigantomaquia. Poseidón le aprisionó debajo de la montaña que lleva su nombre.[29]
  • Anax o Anacte (Ἅναξ), según los milesios era un hijo de Gea, que gobernó el país y desde entonces era llamado Anactoria en su honor. Su hijo Asterio (Ἀστέριος), Gigante como él, le sucedió en el trono, pero el cretense Mileto, hijo de Apolo, conquistó el país y le cambió el nombre por el suyo. Asterio medía diez codos de alto y fue enterrado en la pequeña isla de Lade.[30]
  • Antífates (Ἀντιφάτης), hijo de Poseidón y Gea, era el rey de la tribu de los lestrigones, unos Gigantes antropófagos que encontró Odiseo en sus viajes. Anfífates destruyó la flota de Odiseo.[31]
  • Anteo (Ἀνταῖος), hijo de Poseidón y Gea que vivía en Irasa, en los desiertos de Libia. Desafiaba y asesinaba a todo el que se adentraba en sus dominios, pues había hecho voto de construirle un templo a su padre con cráneos humanos. Siempre vencía en sus peleas, ya que en cuanto caía a tierra o la tocaba, su madre le daba fuerzas de nuevo. Retó a Heracles, quien lo derribó tres veces, pero en vano. Heracles advirtió lo que pasaba y, levantándole en vilo para impedirle recibir el aliento de su madre, lo asfixió.[32]
  • Argos Panoptes (Άργος Πανοπτης, ‘brillante’ ‘todos los ojos’) tenía cien ojos. Era un guardián muy efectivo, pues solo algunos de sus ojos dormían en cada momento, habiendo siempre varios otros aún despiertos. Era un fiel sirviente de Hera. Su gran servicio al panteón olímpico fue matar al monstruo ctónico con cola de serpiente Equidna cuando ésta dormía en su cueva.[33]
  • Caco (Κακος Kakos, ‘malo’ o ‘malvado’), hijo de Hefesto, era un Gigante mitad hombre y mitad sátiro que vomitaba torbellinos de llamas y humo. Vivía en una cueva del monte Aventino en cuya puerta siempre colgaban las cabezas de los humanos que devoraba. Robó algunos de los bueyes de Gerión a Heracles mientras dormía, por lo que este le mató.[34]
  • Crisaor (Χρυσάωρ, ‘espada dorada’), engendrado por Medusa cuando fue violada por Poseidón en un templo de Atenea, por lo que ésta la transformó en una Gorgona. Así, Crisaor no nació hasta que Perseo decapitó a su madre. Fue padre con Calírroe de Gerión.[35]
  • Dámiso (Δάμυσος), el más rápido de los Gigantes que murió en la guerra contra los dioses. Quirón exhumó su cuerpo y extrajo el astrágalo de su pie, implantándolo en el talón de Aquiles.[36]
  • Eceo (Αἰζειός) un hijo de Gea que participó en la Titanomaquia, y no la Gigantomaquia. Su hijo fue Licón (o Licaón), por él el antepasado de los reyes arcadios. Hija de Licón fue Deyanira, quien se desposó con Pelasgo.[37]
  • Equídnada (Εχιδναδης), esto es, uno de los «hijos de Equidna» (sin indicar la filiación paterna), que durante la Gigantomaquia fue vencido por Ares. Tenía dos cuerpos en uno solo y escupía veneno, como su madre. Incluso Crono lo utilizó en la Titanomaquia para enfrentarse al rayo de Zeus.[38]
  • Eurimedonte (Εὐρυμέδων), antiguo rey de los Gigantes. Fue padre de Peribea.[39]
  • Gerión (Γηρυών Gêruôn o Γηρυόνης Gêruônês), monstruoso Gigante alado hijo de Crisaor y Calírroe, formado por tres cuerpos humanos completos unidos por la cintura. Era invencible en la batalla y dueño de una gran sabiduría. Vivía en la isla Eritia y tenía una espléndida cabaña de ganado guardado por un perro de dos cabezas, Ortro, y por un pastor, Euritión. Uno de los doce trabajos de Heracles fue robar dicho ganado, tras lo cual mató a Gerión cuando este le buscaba para vengarse.[40]
  • Hilo (Ὕλλος), Gigante de Lidia (Anatolia) e hijo de Gea, del que se creía que derivaba el nombre del río Hilo. Aparentemente los griegos le identificaban con Gerión.[41]
  • Hopladamo (Ὁπλάδαμος), reclutado por Rea cuando estaba embarazada de Zeus, para protegerla de Crono.[42]
  • Milino (Μυλινος), cuando Zeus mató a los gigantes tampoco perdonó a Milino, que habitaba en Creta.[43]
  • Olimpo (Ολυμπος), era el gigante de la isla de Creta a quien le fue confiada la educación del infante Zeus. Este mató a su padre adoptivo porque había empujado a los gigantes para que lo atacaran a su vez. Pero tras matar Zeus a Olimpo se llenó de remordimientos y la única manera de apaciguar su dolor fue poniéndole su propio nombre en la tumba.[44]
  • Orión (Ὀρίων), un hermoso gigante que podía caminar sobre el agua. Le mató Gea enviándole al escorpión por amenazar con acabar con todas las bestias de la tierra con su destreza en la caza o Apolo por atreverse a amar a Artemisa.[45]
  • Picóloo (Πικόλοος)), solo mencionado por un autor tardío, dice que Picóloo huyó de la batalla y llegó a la isla de Circe donde intentó ahuyentarla. Helios, padre de la muchacha, agraviado, mató al gigante. Se dice que la legendaria planta de moly surgió por primera vez de la sangre de Picóloo cuando tomó contacto con el suelo.[46]
  • Siceo (Συκευς), de quien deriva el nombre de la higuera. Llamado uno de los titanes (en este contexto, gigante) e hijo de Gea, fue perseguido por Zeus hasta que Gea lo acogió en su regazo, e hizo que esa planta creciera para el deleite de su hijo. Dicen que de Siceo también recibió su nombre la ciudad de Sicea en Cilicia.[47]
  • Talos (Τάλως), el Gigante de bronce que patrullaba la isla de Creta para guardarla de los piratas. Le mató la bruja Medea cuando los argonautas intentaban desembarcar en la isla.[48]
  • Ticio (Τιτυός), un Gigante lujurioso que intentó violar a Leto. Fue derrotado por Apolo y Artemisa y encadenado en el Tártaro, donde dos buitres comían eternamente su hígado.[49]
  • Turio o Turios, un Gigante que luchó con Heracles.[50]

Iconografía[editar]

Parte del altar de Zeus de Pérgamo en el que dos Gigantes —Agio y Toante— son derrotados por las Moiras. Berlín, Museo de Pérgamo.

Las primeras representaciones de la gigantomaquia aparecen en el siglo VI a. C. en vasos, esculturas y elementos arquitectónicos. En ellas, el aspecto de los Gigantes es el de hombres armados. A partir del periodo clásico, empiezan a perder sus armaduras (a excepción, a veces, del casco y del escudo) y en ocasiones se les dota de un aspecto más salvaje realzando sus barbas o colocándoles pieles de animales. Un lugar destacado donde se representaba la gigantomaquia era en el peplo que se ofrecía a Atenea en la procesión de las panateneas.

Posteriormente, en el siglo IV a. C., se relaciona a los Gigantes con los volcanes de Italia. Es en esta época cuando se empieza a representar a los Gigantes con piernas de serpiente.

Del periodo helenístico la representación más destacada de los Gigantes aparece en el altar de Pérgamo, donde aparecen algunos Gigantes con piernas humanas y otros con piernas de serpientes. Este modelo, en el que los Gigantes lucen una gran musculatura, cabellos alborotados y grandes barbas, tuvo continuidad en la época romana, aunque en este periodo las piernas de los Gigantes tienen siempre forma de serpiente.

Los Gigantes están prácticamente ausentes en la iconografía de la Edad Media. Reaparecen a partir del renacimiento, como simples hombres musculosos que luchan contra Zeus.[51]

Referencias[editar]

  1. Beazley Archive 204546; Arthur Bernard Cook, Zeus: A Study in Ancient Religion, volumen III, lámina III, A.
  2. En cuanto a su tamaño: Hansen, pp. 177: "Hesiod describes them as being "great," referring perhaps to their stature, but the Giants are not always represented as being huge. Although the word giants derives ultimately from the Greek Gigantes, the most persistent traits of the Gigantes are strength and hubristic aggression."
  3. Moore 1985, p. 21.
  4. Gantz, pp. 446, 447.
  5. Gantz, p. 453; Hanfmann 1992, The Oxford Classical Dictionary s.v. "Giants".
  6. Homero, Odisea vii.59, 206, x.120; comp. Pausanias viii.29.2.
  7. a b c d e f g h i j k l m n Hesíodo, Teogonía 183 y sig.
  8. Servio, Sobre la Eneida viii.698, Geórgicas i.166, 278; Horacio, Cármina iii.4.42.
  9. Hesíodo: Catálogo de mujeres, fr. 43 a (West)
  10. a b c d e f g h i j k l m n ñ Apolodoro i.6.1 y sig.
  11. Pausanias viii.29 §2; Píndaro, Nemeas i.67; Estrabón pp.245, 281, 330; Escolio sobre la Ilíada de Homero viii.479.
  12. Ovidio, Tristes iv.7, 17.
  13. Pausanias viii.29.1.
  14. a b c d e f Nono xlviii.10 y sig.
  15. Píndaro, Ístmicas vi.33.
  16. Nono xxv.238, xlv.174.
  17. Brinkmann, Vinzenz (1985): Die aufgemalten Namensbeischriften an Nord- und Ostfries des Siphnierschatzhauses. Bulletin de Correspondance Hellénique. 109, 77–130.
  18. Nono xxv.486.
  19. Claudiano, Gigantomaquia 101 ss.
  20. Virgilio, Eneida' iii.578.
  21. Focio, Bibliotheca Codex 190.
  22. Pollitt 1986, p. 105; Pergamon Altar image viewer Archivado el 26 de noviembre de 2013 en Wayback Machine..
  23. Apolonio, Argonáuticas iii.1226.
  24. Pausanias i.2.4.
  25. Antonino Liberal, Metamorfosis 21.
  26. Esteban de Bizancio, voz "Almopia"
  27. Odisea XI 305, Catálogo de mujeres fr. 6, Apolodoro I 5, 3; Fabulae 28
  28. Enciclopedia Suda, voz «Aristeo»
  29. Nicandro de Colofón, fragmento 20
  30. Pausanias i.35.6, vii.2.5.
  31. Apolodoro, Epítome vii.12.
  32. Apolodoro. II 5, 11; Fabulae 31 ; Diodoro Sículo IV 17; Píndaro: Istmicas IV 87; Lucanio, Farsalia IV 590; Juvenal III 89; Ovidio 397
  33. Apolodoro II 1, 2; Ovidio: Metamorfosis. I 264
  34. Virgilio: Eneida VIII 195; Ovidio: Fastos I 543
  35. Hesíodo: Teogonía 280, ss; Higino: prefacio de las Fábulas, y Fábulas 151.
  36. Ptolomeo Hefestión vi.
  37. Fr. anónimo (quizás Pamprepio de Panópolis), revista Romanica Olomucensia; Dionisio de Halicarnaso, Historia antigua de Roma I 11, 2; 12
  38. Nono: Dionisíacas XVIII 274 ss
  39. Homero, Odisea vii.56 y sig.
  40. Apolodoro II 5, 10
  41. Pausanias i.35.7-8.
  42. Pausanias viii.36.2.
  43. Diodoro Sículo: Biblioteca histórica V 71.2
  44. Ptolomeo Hefestión, Nueva era Bk2
  45. Homero: Odisea XI 309; Estrabón IX; Tzetzes, sobre Licofrón 328
  46. Eustacio, sobre la Odisea X 305, nos dice que Alejandro de Pafos contaba la historia de que Picóloo, añadiendo un detalle, que protegió a su hija con su escudo".
  47. Ateneo 78a
  48. Apolodoro I 9, 26 ; Apolonio de Rodas IV 1638; Platón: Minos. p. 320
  49. Odisea VIII. 324; Apolodoro. I 4, 1; escolio sobre Apolonio de Rodas. I 181, 761; Píndaro: Píticas. IV 81
  50. Pausanias iii.18.11.
  51. Miguel Ángel Elvira Barba, Arte y mito: manual de iconografía clásica, pp.91-93, Madrid: Sílex (2008), ISBN 78-84-7737-196-0.

Bibliografía[editar]

Véase también[editar]

Enlaces externos[editar]