Funeral siniestro

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Funeral siniestro es una película colombiana de 1977 de suspenso y terror, escrita y dirigida por Jairo Pinilla.

Sinopsis[editar]

Isabel es una niña de unos trece años de edad que vive en una hacienda con su tío Humberto y su desalmada madrastra Lucrecia, quien trata de rehacer su vida luego de la muerte de su padre en un extraño accidente hasta que, tras la ida del tío a Bogotá para finiquitar la herencia de su hermano, la niña descubre unas extrañas manchas de sangre cerca de la casa y comienza a tener perturbadoras visiones que involucran a la madrastra.

Sin embargo Isabel no está tan lejos de la realidad ya que, efectivamente, las manchas en cuestión provienen del asesinato de Jaime -el joven peón de la hacienda- por haber descubierto que tanto Lucrecia como su amante, Octavio, asesinaron al patrón y, sospechando de que Isabel también está enterada, la madrastra intentará asesinarla, pero en un extraño giro del destino quien termina falleciendo es Lucrecia y, aunado al hecho de que no hay electricidad en toda la región por el derrumbe de un poste de luz, Octavio decide que el velatorio se haga allí y ordena a Rómulo, el mayordomo de la casa, que se vaya a Bogotá a buscar a Humberto para avisarle del deceso de su cuñada, y a Isabel que se encargue de atender a los asistentes del funeral pero, a medida que avanza la noche, la jovencita terminará pasando la peor noche de su vida...

Elenco[editar]

  • Constanza Rincón ... Isabel
  • Derly Díaz ... Lucrecia
  • Gustavo de la Hoz ... Rómulo
  • Antonio Córdova ... Octavio
  • Carlos Rodríguez Jr. ... Jaime
  • Jairo Pinilla ... Humberto
  • Miryam Margarita Fajardo ... Flor
  • Luis Gonzalo Peña .. Ramón
  • Lorethy López ... Yolanda
  • Alfonso Sarmiento
  • Carlos Rodríguez
  • Jaime Morales
  • Germán López
  • Jorge Enrique Pinilla
  • Gladys López
  • Javier Rodríguez
  • Eber Rodríguez
  • Ema Dueñas
  • Orquesta Tupamaros

Notas de la Producción[editar]

La película se estrenó el 11 de octubre de 1978 y fue filmada en el municipio de Chocontá, Cundinamarca, ubicado a unos 75 km al noreste de Bogotá, el cual es famoso por ser el principal productor de fresas de Colombia y también por la estación terrena satelital de la empresa Telecom Colombia allí ubicada, la cual fue inaugurada el 25 de marzo de 1970 e introdujo plenamente a ese país en las transmisiones vía satélite.

Esta cinta fue el primer largometraje de ficción de Jairo Pinilla pero, contrario a lo que se piensa, no fue el primero que hizo como director, ya que ese honor le corresponde a su documental sobre Los funerales de Gustavo Rojas Pinilla (1974).

Jairo Pinilla ha manifestado en una ocasión que el motivo principal para hacer esta película fue el de poder superar un viejo trauma infantil causado por haber visto directamente el rostro del fallecido padre de un compañero suyo de escuela dentro de su ataúd.

El sacerdote que aparece en una escena del entierro del padre de Isabel es, en la vida real, el párroco de Chocontá para la época de la filmación.

La escena en donde Isabel observa un eclipse de sol, poco después que encuentra el ensangrentado saco de Jaime y se lo entrega a Rómulo, corresponde al ocurrido el 12 de octubre de 1977 y que fue visto en Colombia, Venezuela y parte del Océano Pacífico.

La película no pudo ser filmada sino tres años después de haberse escrito el guion por falta de financiamiento, el cual le llegó a Pinilla por medio del dueño de un camión quien le manifestó su interés en producirla.

Esta película significó uno de los primeros trabajos como actor del futuro cineasta Gustavo de la Hoz.

Uno de los motivos que expuso el Ministerio de Comunicaciones para negarle a Pinilla un crédito (en aras de buscar financiamiento) para la película fue que, para la época, el ente estatal consideraba que la trama principal del argumento -una niña que se queda sola en casa con un cadáver en una finca- no era lo suficientemente justificable para ser reflejada en una película.

Derly Díaz (quien interpretó a Lucrecia, la madrastra de Isabel) estuvo a punto de fallecer durante la filmación de la escena en donde ésta trata de ahogar a Constanza Rincón mientras lavaba ropa en un río, ya que cerca de la locación se encontraba una peligrosa cascada.

La Orquesta Tupamaros, dirigida por Fernando Jaramillo, hace una aparición especial en una escena de la película (cuando Rómulo finalmente se encuentra con Humberto en un cabaret de Bogotá para notificarle el fallecimiento de su cuñada).

El camarógrafo de esta película (Rittner Bedoya) estuvo a punto de quedar sepultado cuando filmó la escena en donde entierran al padre de Isabel, ya que la toma de la misma se hizo en plano contrapicado desde una fosa que contenía otro ataúd de una persona fallecida previamente, además de que este se rompió al no soportar el peso total del camarógrafo, la batería y la cámara.

Cine Colombia, la empresa distribuidora de esta cinta, en un principio se negó a hacerlo debido a que en esa época solo apoyaban a películas hechas con actores reconocidos por el público y, especialmente, quienes aparecían en televisión (en contraste con el método de trabajo de Pinilla de contratar a actores desconocidos) hasta que, cuando el director habló con el presidente de esa empresa argumentándole que su película era una buen experimento para el cine colombiano, él accedió a que algunos de sus trabajadores la viesen para medir su reacción, y no fue hasta que muchos de ellos salieran aterrorizados de la misma, que Jairo Pinilla terminara firmando contrato con esa compañía.

Otra justificación a la reticencia de distribuir la película por parte de Cine Colombia fue la mala experiencia que tuvo en taquilla la película Pasos en la Niebla (1977) de José María Arzuaga exhibida unos meses antes, lo que explicaría su negativa inicial antes descrita.

Al momento de ser estrenada esta película, la misma compitió con otras producciones extranjeras que se exhibían en los cines colombianos de la época como: El patrullero 777 (protagonizada por Cantinflas), Jesús de Nazareth (de Franco Zeffirelli), ABBA, El gran show (protagonizado por el grupo sueco homónimo), El corsario negro (protagonizada por Kabir Bedi), La larga noche de terror y Un hombre llamado hacha pero, sorprendentemente, Funeral siniestro logró mantenerse en cartelera durante un poco más de tres meses.

Es de hacer notar que, originalmente, la distribuidora de esta película quería tenerla en cartelera durante solo una semana. Sin embargo el éxito de la misma fue tal hasta el punto de que, en Medellín, fue exhibida en función doble junto con las cintas colombianas Gamín (dirigida por Ciro Durán) y Colombia connection: contacto en Colombia (dirigida por Gustavo Nieto Roa), para apoyarlas con la taquilla.

La película fue promocionada con el eslogan: “Para la gente que no le teme a la muerte”.

Referencias[editar]

Bibliografía[editar]

Enlaces externos[editar]