Frida Kahlo

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Frida Kahlo

Kahlo en 1932.
Información personal
Nombre de nacimiento Magdalena Frida Carmen Kahlo Calderón
Nacimiento 6 de julio de 1907
Coyoacán (México)
Fallecimiento 13 de julio de 1954 (47 años)
Coyoacán (México)
Causa de muerte Bronconeumonía
Sepultura Casa Azul
Nacionalidad Mexicana
Familia
Padres Guillermo Kahlo
Matilde Calderón
Cónyuge Diego Rivera (matr. 1929)
Información profesional
Ocupación Pintora
Movimientos Realismo mágico, naïf
Género Autorretrato y grabado
Obras notables Autorretrato con mono
Las dos Fridas
El abrazo de amor de El universo, la tierra (México), Yo, Diego y el señor Xólotl
La columna rota
Partido político Partido Comunista [1]
Firma

Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón (Coyoacán, Ciudad de México, 6 de julio de 1907-Coyoacán, Ciudad de México, 13 de julio de 1954),[2]​ conocida como Frida Kahlo, fue una pintora mexicana. Su obra gira temáticamente en torno a su biografía y a su propio sufrimiento. Fue autora de 150 obras, principalmente autorretratos, en los que proyectó sus dificultades por sobrevivir. También es considerada como un icono pop de la cultura de México.[3]

Su vida estuvo marcada por el infortunio de sufrir un grave accidente de autobús en su juventud que la mantuvo postrada en cama durante largos periodos, llegando a someterse hasta a 32 operaciones quirúrgicas.[4]​ Llevó una vida poco convencional.[4]​ La obra de Frida y la de su marido, el pintor Diego Rivera, se influyeron mutuamente. Ambos compartieron el gusto por el arte popular mexicano de raíces indígenas, inspirando a otros pintores mexicanos del periodo posrevolucionario.

En 1939, sus pinturas fueron expuestas en Francia tras haber recibido una invitación de André Breton, quien intentó convencerla de que eran «surrealistas». Sin embargo, Frida no veía su arte reflejado en esta tendencia ya que ella consideraba que no pintaba sueños, sino su propia vida. Una de las obras de esta exposición (Autorretrato-El marco, que actualmente se encuentra en el Centro Pompidou) se convirtió en el primer cuadro de un artista mexicano adquirido por el Museo del Louvre. Su obra gozó de la admiración de destacados pintores e intelectuales de la época como Pablo Picasso, Vasili Kandinski, André Breton, Marcel Duchamp, Tina Modotti y Concha Michel. Falleció el 13 de julio de 1954, a los 47 años, y fue sepultada en la Casa Azul.

Biografía y carrera

Primeros años (1907-1925)

Familia y origen
Autorretrato del fotógrafo Guillermo Kahlo, padre de Frida, tomado en 1920.

Frida fue la tercera hija del fotógrafo Guillermo Kahlo, inmigrante alemán nacionalizado mexicano, y de Matilde Calderón, mexicana.[2][5]​ Sus dos hermanas mayores fueron Matilde (nacida en 1899) y Adriana (nacida en 1902); después de ellas nació su único hermano, Guillermo (nacido en 1906 y que sobrevivió solo unos días). En julio de 1907 nació Frida y solo once meses después, en junio de 1908, su hermana menor, Cristina. Ella fue su constante compañera y la única de las hermanas Kahlo que dejó descendencia. Además, Frida tuvo tres hermanas mayores por parte del padre: María Luisa (nacida en 1894), Asunción Emma (nacida en 1896 y fallecida a los cinco meses de nacer) y Margarita, todas hijas del primer matrimonio de su padre con María Cardeña Espino (llamada también Cerdeña en algunas fuentes), fallecida en el parto de Margarita en 1897.[6]

Abundan las publicaciones que señalan al padre de Frida como de origen judeohúngaro.[2][5]​ Entre ellas, la más difundida es la versión que recoge Hayden Herrera en su conocida biografía de Frida Kahlo, en la que se afirma que los abuelos de Frida provenían de Hungría, precisamente de Arad, una región que hoy día pertenece a Rumania y se habrían establecido en Alemania en la ciudad de Baden-Baden (hoy perteneciente al estado federado de Baden-Wurtemberg), donde habría nacido el padre de Wilhelm (Guillermo) en el año 1872.[7]​ En realidad, procedían de Pforzheim, una pequeña ciudad del estado de Baden-Wurtemberg, y tanto sus abuelos —Jakob Wilhelm Kahlo y Henriette Kaufmann— como el resto de sus antepasados pertenecieron a la burguesía local y eran de religión luterana. La investigación logró establecer un árbol genealógico con ascendientes verificados hasta el año 1597.[8][9][10]

Tras la muerte de su madre (la abuela de Frida) en 1878 y debido a las desavenencias con la nueva esposa de su padre, Wilhelm Kahlo se embarcó en Hamburgo y llegó a Veracruz (México) en 1890. Como parte de la ruptura con su familia de origen, se cambió el nombre por su equivalente en español: Guillermo. El 15 de agosto de 1893 contrajo matrimonio con María Cardeña, de quien enviudó cuatro años más tarde. El 21 de febrero de 1898 celebró su matrimonio eclesiástico con Matilde Calderón, la madre de Frida, unión legitimada civilmente el 29 de septiembre de 1904. Ese mismo año, tres años antes del nacimiento de Frida, la familia se mudó a la localidad de Coyoacán, en el centro geográfico del D.F., a la muy conocida Casa Azul del 247 de la calle Londres, convertida actualmente en el Museo Frida Kahlo.[11]​ A instancias de Matilde, las dos hermanas mayores de Frida (hijas del primer matrimonio de Guillermo Kahlo) estudiaban internas en la escuela de un convento, de modo que solo pasaban las vacaciones en casa de la familia Kahlo-Calderón.[12]

Infancia
Kahlo a los 11 años, foto tomada el 15 de junio de 1919.

La evidente limitación motriz, así como las constantes operaciones quirúrgicas y tratamientos médicos hicieron que Kahlo se desarrollara de modo diferente y con frecuencia se viera impedida de participar con otros niños. Varios de los cuadros que luego pintara en su vida adulta reflejan la temática de la soledad de su infancia. Un ejemplo que se cita con frecuencia es la obra de 1938 Cuatro habitantes de Ciudad de México,[13]​ un óleo sobre metal de 32,4 x 47,6 cm, que muestra una pequeña niña sentada sobre una superficie en altura y ataviada con tehuana. La niña parece abandonada y triste, chupándose el dedo con desolación. Otro cuadro de ese mismo año (Niña con máscara de muerte o Ella juega sola),[14]​ que Frida pintó en dos versiones, muestra a una pequeña niña de unos cuatro años de edad con una máscara de calavera.

Mientras la ambivalencia de sentimientos de amor y odio caracterizó el vínculo de Frida Kahlo con su madre, la relación con su padre siempre fue de mucho cariño y cercanía. Y se hizo aún más estrecha tras la enfermedad de poliomielitis de Frida, puesto que fue su padre quien principalmente la acompañó en sus ejercicios y la guio en los programas de rehabilitación. Frida, a su vez, fue testigo de los continuos y misteriosos desmayos de su padre, para los que en su temprana infancia nadie le ofreció explicación alguna. Se trataba de los frecuentes ataques epilépticos que sufría su padre como secuela de una temprana lesión cerebral. Con el tiempo, Frida aprendió a prestarle asistencia en estas circunstancias y finalmente se enteró de su causa. La experiencia compartida de lidiar contra el infortunio de las enfermedades unió a padre e hija con un lazo muy fuerte de solidaridad y empatía.[15]

Juventud

No se ha logrado identificar con exactitud la escuela a la que concurrió Frida antes de 1922. Repetidamente se ha señalado, sin embargo, que fue alumna del Colegio Alemán hasta 1921 y que allí habría obtenido su certificado escolar.[16]​ Sin embargo, las actas del colegio no brindan una prueba de ello, ni tampoco tenía Frida el dominio del idioma alemán esperable, tal como ella misma escribió en una carta —redactada en idioma inglés— de 1949 a Hans-Joachim Kahlo, donde intentaba averiguar sobre sus ancestros y familia en Alemania.[17]

En 1922 ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria de Ciudad de México, prestigiosa institución educativa de México, que recientemente había comenzado a admitir estudiantes de sexo femenino. Eran solo 35 mujeres, de un total de dos mil alumnos.[18]​ Entonces aspiraba a estudiar medicina. En esta escuela conoció a futuros intelectuales y artistas mexicanos, como Salvador Novo, y formó parte de un grupo de alumnos conocidos como Los Cachuchas, llamados así por las gorras que usaban. A este grupo solo pertenecían dos mujeres: Carmen Jaime y la propia Frida. Los demás eran todos hombres que en sus vidas de adulto tuvieron éxito intelectual o profesional en la sociedad mexicana: Agustín Lira, Miguel Lira, Alfonso Villa, Manuel González Ramírez, Jesús Ríos y Valles, José Gómez Robleda y quien se convirtiera en su novio, Alejandro Gómez Arias. Los cachuchas eran rebeldes, se autodefinían como un grupo político, crítico de la autoridad, protestaban contra las injusticias y se movilizaban por las reformas del sistema escolar. Pero además se divertían y gastaban bromas en la escuela con gran entusiasmo. Su actividad y posición política calzaba en algún espacio entre las ideas anarquistas y revolucionarias románticas.[19]​ Más adelante, Frida plasmaría sobre la tela una escena típica de sus encuentros con estos amigos. El óleo, pintado en 1927 y con estilo cubista, lleva por título Los Cachuchas (o, alternativamente, Si Adelita...) y transmite, con ayuda de símbolos, la atmósfera grupal y los intereses de los miembros del grupo.[20]

Accidente e inicio de su pintura (1925-1928)

El 17 de septiembre de 1925 Frida sufrió un grave accidente cuando el autobús en el que ella viajaba fue arrollado por un tranvía, quedando aplastado contra un muro y completamente destruido. Regresaba de la escuela a casa junto a Alejandro Gómez Arias, su novio de entonces. Su columna vertebral quedó fracturada en tres partes, sufriendo además fracturas en dos costillas, en la clavícula y tres en el hueso pélvico. Su pierna derecha se fracturó en once partes, su pie derecho se dislocó. Al respecto, Kahlo comentaba que habría sido esta la forma brutal en la que había perdido su virginidad. La medicina de su tiempo la atormentó con múltiples operaciones quirúrgicas (por lo menos 32 a lo largo de su vida), corsés de yeso y de distintos tipos, así como diversos mecanismos de «estiramiento».[21]

Kahlo en 1926.

A comienzos de 1925, poco antes de este accidente, había trabajado como aprendiz en el taller de grabado e imprenta de Fernando Fernández Domínguez, un amigo de su padre que, en medio del trabajo, le enseñaba a dibujar copiando grabados de Anders Zorn, dado que creía haber detectado en ella dotes especiales para este arte.[19][22]​ Aparte de esta experiencia, Frida no había mostrado antes de su accidente ningún interés especial por la pintura. Tampoco seguía con mayor interés la asignatura de artes plásticas en la escuela. La batalla contra las secuelas de la poliomielitis la hacían inclinarse más bien por actividades deportivas: Cuanto más se moviera y más ejercicio físico sistemático hiciese, mejores eran sus posibilidades de recuperación. Tras el accidente, en cambio, trataba de moverse lo menos posible para ayudar a la sanación. Es así como la pintura cobra un lugar central en su vida.[22]​ Durante su larga convalecencia comenzó a pintar de manera más constante. En septiembre de 1926 pintó su primer autorretrato al óleo, que dedicó a Alejandro Gómez Arias.[23]​ En esta primera obra emprendió una dinámica que continuaría el resto de su existencia: reflejar en sus cuadros los sucesos de su vida y los sentimientos que le producían.[18]

En 1927 su pintura se volvió más compleja. Ese mismo año pintó el Retrato de Miguel N. Lira, un óleo sobre lienzo de 99,2 X 67,5 cm donde muestra a su compañero cachucha en un fondo muy particular y simbólico lleno de objetos y signos que aluden a su nombre. Apenas un año más tarde realizó el retrato de su hermana Cristina con líneas muy puras y tonos muy suaves.[23]

Por esta época, Frida ya había comenzado a frecuentar ambientes políticos, artísticos e intelectuales. A través de Germán de Campo, un dirigente estudiantil muy admirado por Frida, conoció al comunista cubano Julio Antonio Mella, quien vivía exiliado en México con su pareja de origen italiano, la fotógrafa Tina Modotti, a través de quienes Frida entró en contacto con el pintor Diego Rivera. Frida y Tina entablaron rápidamente amistad y esta última empezó a llevar a Frida a las reuniones políticas del Partido Comunista Mexicano, organización de la que ya formaban parte varios de sus amigos cachuchas y a la que también se incorporó formalmente Frida. Diego Rivera era militante del Partido Comunista desde 1922,[23][16][19]​ pero fue expulsado del partido en 1929. Frida no fue expulsada, pero no había tenido una militancia formal muy activa (se había afiliado recién en 1928) y también se alejó del partido tras la expulsión de Rivera. A mediados de la década de 1930, la pareja se consideraba trotskista, custión que cambió radicalmente en 1939, cuando consideraron aquello un error y comenzaron a defender las ideas de la dirigencia soviética.

Primer matrimonio con Diego Rivera (1929-1939)

Kahlo junto a Diego Rivera en 1932, fotografiados por Carl van Vechten.

La artista contrajo matrimonio con Diego Rivera el 21 de agosto de 1929. Su relación consistió en amor, aventuras con otras personas, vínculo creativo, odio, un divorcio en 1939 y un segundo matrimonio un año después.[24]

Al matrimonio lo llegaron a llamar la unión entre un elefante y una paloma, pues Diego era enorme y obeso mientras que ella era pequeña y delgada. Por otra parte, Frida, debido a sus lesiones, nunca llegó a tener hijos, cosa que tardó muchos años en aceptar.[25]

En 1930, Frida se embarazó por primera vez. Sin embargo, debido a la posición anómala del feto y a las secuelas del accidente de 1925, el embarazo de tres meses debió ser interrumpido, según decidió el médico Jesús Marín. Por aquel entonces otros médicos opinaron que probablemente Frida nunca podría tener hijos.

A pesar de las aventuras de Diego con otras mujeres (que llegaron a incluir a la propia hermana de la pintora, Cristina[26]​) y de las propias infidelidades de Frida, la pareja lograba complementarse en muchos aspectos.

Residencia en Estados Unidos (1931-1934)

El ambiente político de México para los simpatizantes de izquierda se volvió complicado debido al gobierno de Plutarco Elías Calles. Los encargos de murales a Diego Rivera iniciados por el ministro de educación José Vasconcelos se paralizaron. Como la fama y la reputación de Rivera había crecido en los Estados Unidos, le surgieron encargos en el país vecino, trasladando su residencia allí entre 1931 y 1934 y pasando la mayor parte del tiempo en Nueva York y Detroit.[18]

En 1932 le encargaron a Diego Rivera los Murales de la Industria de Detroit para el Instituto de Artes de Detroit. En abril de ese año Frida pintó Aparador en una calle de Detroit, obra muy influenciada por Giorgio de Chirico. Se vuelve crítica con la forma de vida estadounidense y lo dejó reflejado en sus pinturas de entonces.[27]​ En agosto de ese mismo año contempló un eclipse solar, por lo que incorporó a algunos de sus cuadros el dualismo noche y día, convirtiéndose en un elemento iconográfico frecuente y recurrente de su obra.[28]

Encontrándose en esta ciudad Frida sufrió otro aborto. Durante su recuperación pintó su autorretrato Aborto en Detroit, realizado en un estilo más penetrante, inspirado en los pequeños cuadros votivos del arte popular mexicano que recibían el nombre de retablos. Esta pintura era totalmente independiente de lo que hacía su esposo. Rivera, consciente del valor de la obra y de este periodo, dijo:

Frida empezó a trabajar en una serie de obras maestras sin precedentes en la historia del arte, pinturas que exaltaban la cualidad femenina de la verdad, la realidad, la crueldad y la pena. Nunca antes una mujer había puesto semejante atormentada poesía sobre la tela como Frida en esta época de Detroit.[18]

Primeras exposiciones (1935-1939)

Casa de Diego Rivera y Frida Kahlo, construida por el arquitecto Juan O'Gorman en 1932. El matrimonio vivió en ella desde 1934. En la actualidad es un museo dedicado al matrimonio.

Volvieron a México en 1933. Rivera tuvo un romance con Cristina, la hermana menor de Frida. Anteriormente hubo otras infidelidades por parte de Rivera, pero este lío con Cristina afectó mucho a Frida y supuso un giro determinante en sus relaciones de pareja. Aunque llegaron a superar sus desavenencias, Frida inició otras relaciones amorosas tanto con hombres como con mujeres que continuaron el resto de su vida. Rivera tuvo violentos celos sobre las relaciones extramatrimoniales de su esposa, aunque llevaba mejor las relaciones lésbicas de Frida que las heterosexuales.[18]

En 1938 el poeta y ensayista del surrealismo André Bretón calificó su obra de surrealista en un ensayo que escribió para la exposición de Kahlo en la galería Julien Levy de Nueva York. No obstante, ella misma declaró más tarde: "Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad".[29]

En 1939 Frida Kahlo terminó un autorretrato, donde reflejaba sus dos personalidades: Las dos Fridas. En este cuadro, asimilaba la crisis marital, a través de la separación entre la Frida en traje de tehuana, el favorito de Diego, y la otra Frida, de raíces europeas, la que existió antes de su encuentro con él. Los corazones de las dos mujeres están conectados uno al otro por una vena, la parte europea rechazada de Frida Kahlo amenaza con perder toda su sangre. Ese mismo año expuso en París en la galería Renón et Collea gracias a Bretón. Esta estancia en la capital francesa la llevó a relacionarse con el pintor malagueño Pablo Picasso.

Vida política

Entre 1937 y 1939 el revolucionario soviético León Trotski vivió exiliado en la casa de Frida en Coyoacán junto a su esposa. Allí Frida tendría un romance con el líder comunista.[30]​ Después del asesinato de Trotski a manos del miembro de la NKVD estalinista Ramón Mercader, Frida fue acusada de ser autora del mismo. Esto la llevó a estar arrestada, pero finalmente fue dejada en libertad al igual que su marido.

Con la adopción de la ideología trotskista por parte de Diego Rivera y el Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción de la Ciudad de México, gremio sindical de Juan R. de la Cruz que Fernández Vilchis capacitó y formó políticamente, se comenzó a tocar el tema de formar parte de un grupo de la IV Internacional. En las reuniones, además del pintor, participaron personalidades del medio como Félix Ibarra, los Ayala, Luciano Galicia, Carlos y Benjamín Álvarez, Frida Kahlo, Juan R. De la Cruz y de ocho a diez mil obreros del sindicato.[31]​ Ante discordia entre los partícipes, y debido a que el movimiento se estaba sacrificando a los intereses personales de León Trotski, Diego Rivera consideró necesario disolver esta sección mexicana.

Reconocimiento artístico (1939-1949)

El 6 de noviembre de 1939 Kahlo y Rivera se divorcian tras una serie de infidelidades, donde el asunto más doloroso para Frida fue la relación entre Diego y su hermana. Frida regresó temporalmente a su casa de Coyoacán. Fue un período de ánimo depresivo en el que la artista consumió alcohol como manera de aliviar sus sufrimientos físicos y psicológicos. Hay dos producciones pictóricas importantes en este período de separación: Las dos Fridas y Dos desnudos en un bosque.

El 24 de mayo de 1940 se produjo el primer atentado fallido por parte de Siqueiros contra Trotski, a raíz del cual se realizó un allanamiento en la Casa Azul y Frida estuvo detenida por la policía durante algunas horas.

En agosto de este mismo año Trotski fue asesinado como consecuencia de un segundo atentado. Frida fue nuevamente interrogada por la policía. Rivera viajó a San Francisco (California) en junio de 1940 y Frida lo siguió pocos meses después para someterse en esa ciudad a una nueva operación quirúrgica con el cirujano Leo Eloesser, quien ya la había tratado diez años antes, en la primera estancia de la pareja en San Francisco. Tras recuperarse de esta operación viajó a Nueva York.

Después del divorcio, Frida y Diego continuaron compartiendo gran parte de la vida social, artística y política que los unía. Frida llegó en septiembre a San Francisco y solo dos meses más tarde, la pareja decidió volver a casarse. El nuevo acuerdo amistoso consistiría en vivir juntos, compartir los gastos, continuar con la colaboración artística y excluir de su relación la vida sexual de pareja.[32]

Durante estos años, el reconocimiento artístico a su obra se fue incrementando, especialmente en Estados Unidos. Participó en importantes exposiciones colectivas en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en el Instituto de Arte Contemporáneo de Boston y en el Museo de Arte de Filadelfia.[18]​ También formó parte de la exposición The Exhibition by 31 Women organizada por la mecenas y coleccionista Peggy Guggenheim.

A partir de 1943 dio clases en la escuela La Esmeralda de la Ciudad de México.

En 1950 debió ser hospitalizada en la Ciudad de México, permaneciendo en el hospital por un año.[18]

Últimos años (1950-1954)

La Casa Azul, Museo Frida Kahlo.

En 1953 en la Ciudad de México se organizó la única exposición individual en su país durante la vida de la artista. En una de las críticas se dijo: «Es imposible separar la vida y obra de esta persona... sus pinturas son su biografía».[18]​ La exposición fue en la Galería de Arte Contemporáneo. La salud de Frida estaba ya muy deteriorada y los médicos le prohibieron concurrir a la misma. No obstante, llegó en una ambulancia, asistiendo a su exposición en una cama de hospital. Los fotógrafos y los periodistas se quedaron impresionados. La cama fue colocada en el centro de la galería y Frida contó chistes, cantó y bebió la tarde entera. La exhibición había sido un rotundo éxito.

Ese mismo año le tuvieron que amputar la pierna por debajo de la rodilla debido a una infección de gangrena. Esto la sumió en una gran depresión que la llevó a intentar el suicidio en un par de ocasiones, utilizando para ello los opiáceos prescritos. Durante ese tiempo escribía poemas en sus diarios, la mayoría relacionados con el dolor y el sufrimiento.

En febrero de 1954 Frida escribió explícitamente en su diario acerca de sus ideas suicidas. Describiendo como una gran tortura los dolores físicos y psíquicos de los últimos seis meses tras la amputación, señaló que, aunque continuaba pensando en quitarse la vida, lo único que la retenía era Diego Rivera, a quien no deseaba abandonar porque tenía "la vanidad" de creer que ella le haría falta. El 19 de abril de 1954 ingresó al hospital inglés tras un intento de suicidio y, aunque escribió en su diario que había prometido no recaer, el 6 de mayo tienen que hospitalizarla nuevamente por el mismo motivo. Sin embargo, el ánimo y la valentía la acompañarían hasta el final: movilizándose en silla de ruedas, el 2 de julio participó, junto a Diego de Rivera y Juan O'Gorman, en una manifestación de protesta contra la intervención estadounidense en Guatemala.[33]

Muerte

Frida Kahlo murió en Coyoacán el 13 de julio de 1954. Sus restos fueron velados en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México y se cubrió su féretro con la bandera del Partido Comunista Mexicano, un hecho que la prensa nacional criticó profusamente. Su cuerpo fue incinerado en el Crematorio Civil de Dolores y sus cenizas se conservan en la Casa Azul de Coyoacán, el lugar que también la vio nacer.

Su último cuadro también se exhibe en el Museo Frida Kahlo. Se trata de un óleo sobre masonita que muestra varios cortes de sandías en tonos muy vivos. En uno de estos trozos y junto a su firma se puede leer «VIVA LA VIDA. Coyoacán, 1954, México». Las últimas palabras en su diario fueron: "Espero alegre la salida y espero no volver jamás".[34]

Legado

Obra pictórica

Catrina representando a Kahlo creada para el Día de Muertos en el Museo Frida Kahlo.

Un año más tarde, Frida participó con dos de sus obras (La mesa herida y Las dos Fridas) en la versión mexicana del gran evento en París de 1938: la Exposición Internacional de Surrealistas de la Galería de Arte Mexicano de Inés Amor. Una exposición que además contó con el apoyo de Breton y en la que participaron además Leonora Carrington y Remedios Varo.[32]

Comenzó a pintar durante su convalecencia del accidente que sufrió cuando regresaba a su casa de la escuela en autobús el 17 de septiembre de 1925 que la dejó gravemente herida y con secuelas el resto de su vida. Así lo explicó:

Mi padre tenía desde hacía muchos años una caja de colores al óleo, unos pinceles... y una paleta en un rincón de su tallercito de fotografía... yo le tenía echado el ojo a la caja de colores. No sabría explicar el por qué. Al estar tanto tiempo en cama, enferma, aproveché la ocasión y se la pedí a mi padre... Mi mamá mandó hacer con un carpintero un caballete... que podía acoplarse a la cama donde yo estaba, porque el corsé de yeso no me dejaba sentar. Así comencé a pintar mi primer cuadro, el retrato de una amiga mia... Junto a la cama había un espejo donde Frida se veía así misma, se descubría y experimentaba con ella su propio modelo, este fue el inicio de sus numerosos autorretratos. Este primer estilo juvenil estuvo influenciado por la pintura retratística mexicana del siglo XIX de inspiración europea.[35]

Casada con Diego Rivera en agosto de 1929, la influencia de Diego en la pintura de Frida se reconoce a partir de entonces con un importante cambio de estilo orientado hacia el mexicanismo, hacia la afirmación nacional mexicana. Así se unió al grupo de artistas, en el que participaba Diego, que propugnaba un arte autóctono mexicano, integrando objetos del arte popular y de la cultura precolombina. En sus autorretratos, Frida se representaba vestida de campesina o de indígena, expresando su identificación con la población indígena.[36]

Durante cuatro años el matrimonio vivió en Estados Unidos, desde noviembre de 1930 y hasta 1934. En Detroit reflejó en su óleo Henry Ford Hospital su trágico segundo aborto: se ve a Frida desnuda en una cama del hospital con la sábana blanca empapada de sangre, de su vientre salen seis venas rojas que se enlazan a seis objetos que son símbolos de su sexualidad y del embarazo fracasado.[37]

La pintura ha llenado mi vida. He perdido tres hijos y otra serie de cosas que hubiesen podido llenar mi horrible vida. La pintura lo ha sustituido todo. Creo que no hay nada mejor que el trabajo.
Frida Kahlo[38]

En sus pinturas, Frida se representó en escenarios amplios, áridos paisajes o en frías habitaciones vacías que remarcaban su soledad. Los retratos más intimistas de cabeza o de busto se complementaban con objetos de significado simbólico. En cuanto a los retratos de cuerpo entero, se integraban en representaciones escénicas y enmarcaban su propia biografía: la relación con su esposo, cómo sentía su cuerpo, sus enfermedades consecuencia de su accidente juvenil, la incapacidad de engendrar hijos, su filosofía de la naturaleza y del mundo. Expresó sus fantasías y sentimientos por medio de un vocabulario propio con símbolos que precisan ser descifrados para entender su obra. Estas representaciones rompieron tabús, especialmente sobre el cuerpo y la sexualidad femenina.[35]

En el retrato de Alicia Galant (1927), se observa la inconformidad por parte de Frida. La composición cromática difiere sustancialmente de la que utilizará en sus obras posteriores. En este cuadro destacan los colores oscuros y un trazo que es al mismo tiempo prolijo y torpe. Los elementos que a ella más le agradan, y que se repetirán en sus siguientes obras, no están presentes aquí, como si su esencia estuviese ausente de este cuadro.[39]

Aunque llegó a conocer el éxito en vida, Frida Kahlo tardó en lograr el reconocimiento como artista. La apreciación de su trabajo pictórico se produjo después de su muerte, tardando más de una década en alcanzar verdadero reconocimiento internacional: Tras su muerte en 1954, por largo tiempo se guardó silencio sobre ella y recién a comienzos de la década de 1970 fue redescubierta en el contexto del movimiento de liberación de las mujeres. Desde entonces se han realizado numerosas exposiciones de sus obras y variados homenajes a la mujer y a la artista Frida Kahlo y su fama se ha incrementado permanentemente. En cuanto a su impacto, hace tiempo que ya superó con creces a Diego Rivera.[40]

Cuatro años después de su muerte la Casa Azul se convirtió en el Museo Frida Kahlo. Importantes museos y galerías de arte internacionales le han dedicado retrospectivas: el Instituto Nacional de Bellas Artes de Ciudad de México (1977), el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago (1980), la Whitechapel de Londres (1982), la Schirn Kunsthalle Frankfurt (1993), la Tate Modern de Londres (2007),[41]​ el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (2007) y el Museo Nacional de Colombia, Bogotá (2009).

La Casa Azul

Fachada azul del Museo de Frida Kahlo

La Casa Azul, hoy Museo Frida Kahlo, se encuentra en Coyoacán, en la esquina de Londres y Allende, Ciudad de México. Aquí nació, creció, pasó gran parte de su vida y trabajó Frida Kahlo. Esta casa había sido construida por sus padres en 1904 y aparece, también en azul, pintada por Frida en un cuadro de 1936 (Mis abuelos, mis Padres y yo, un óleo y témpera sobre metal de 30,7 x 34,5 cm). Esta obra muestra a Frida como una niña pequeña emergiendo del patio central de la casa de Coyoacán, sobre ella sus padres y en el medio del océano sus abuelos. Se ha sostenido que este cuadro demostraría que la casa siempre fue azul.[42]

Galería de arte Frida Kahlo

En 1997 la Universidad Autónoma de Sinaloa decide inaugurar en una antigua y espaciosa casa de la ciudad de Culiacán la Galería de arte Frida Kahlo. Por más de 20 años la Galería Frida Kahlo se ha posicionado como epicentro de las artes en el noroeste de México, con realización de importantes eventos como exposiciones nacionales e internacionales, intercambios culturales, talleres, e incentivando actividades de extensión cultural del claustro educativo.[43][44][45][46]

Mito y leyenda

La importancia de su obra pictórica, la complejidad de su vida y su influencia en la cultura mexicana de la posrevolución, donde se gestó el movimiento muralista encabezado por su esposo, han sido muy estudiadas desde múltiples perspectivas y hay publicados muchos estudios críticos sobre ello. Su personalidad se forjó en una trayectoria vital plagada de enfermedades que le producían un continuo dolor, así como en unas relaciones personales con otras personalidades culturales de primer orden. Su obra refleja esa trayectoria vital, su propia fantasía y la tradición popular mexicana, incluida la de los exvotos y la prehispánica. Para Araceli Rico, Kahlo es «el enfermo creador (que) experimenta el drama de su existencia en el rechazo a los demás, esforzándose por mantener una situación favorable a la realización de su trabajo creativo». Kahlo admiraba la pintura revolucionaria y la consideraba necesaria en su tiempo, pero era consciente de que su pintura no lo era, así escribió: «Mis cuadros están bien pintados, no con ligereza, sino con paciencia. Mi pintura lleva el mensaje del dolor. Creo que cuando menos a unas pocas gentes les interesa. No es revolucionaria, para qué me sigo haciendo ilusiones de que es combativa; no puedo». Por tanto, su obra no puede asociarse al nacionalismo revolucionario que practicaba su esposo Diego Rivera; más bien se trata de una obra arraigada en el arte popular. Según Araceli Rico «observamos en Frida Kahlo una preocupación por la búsqueda de sus orígenes como individuo que pertenece y se empeña en descubrir la tradición cultural. Es así que en sus composiciones está evocando todo un mundo de costumbres, de creencias, de objetos, en fin, de maneras de ser y de sentir». Un aspecto inquietante de su obra es la frecuente disociación de ella misma en varios de sus autorretratos, esta dualidad puede nacer tanto de su propia historia como de la fantasía del pueblo mexicano.[47]

Para Raúl Mejía, Frida Kahlo forjó su propio mito y leyenda con la creación de su propio personaje que aparece en la mayoría de su obra. Fuertemente transgresora en muchas de las normas y convenciones de su tiempo, decidió también ser la protagonista de sus pinturas. En lugar de realizar un dulce trabajo, como podía esperarse de una mujer de su época, construyó una obra llena de singularidad con un fuerte contenido dramático tanto en los temas como en las representaciones de sí misma.[48]

Kahlo se mostró en sus pinturas coexistiendo tanto con la vida como con la muerte, especialmente en sus frecuentes operaciones quirúrgicas, siendo constante la presencia de su dolor. En La columna rota su cuerpo aparece cubierto de clavos. También se muestra como productora de vida y energía, o como fuente de amor y de sentimientos. El tema de las relaciones y el afecto aparece frecuentemente en su obra, especialmente su gran amor Diego. Pero, sobre todo, es el personaje que creó de ella misma el motivo principal y protagonista de sus cuadros. Su mensaje con el paso del tiempo sigue manteniendo toda su vigencia como un grito de denuncia contra la opresión.[48]

En su diario que escribió a partir de los 35 años, relató sus vivencias tanto de su última década como de sus primeros años. Escribió sobre sus pensamientos, su sexualidad, la fertilidad, sus sufrimientos físicos y psíquicos.[49]

Retrospectiva en el feminismo

En la sociedad de su tiempo, donde la supremacía de lo masculino constituía el sentido común, la mujer jugaba un papel que claramente la supeditaba al varón. Frida, a pesar de estar casada y de demostrar el gran amor que sentía hacia su marido, se mostró autosuficiente y fuerte. Se representó en su obra exagerando sus cejas y su incipiente bigote.[48]

Fue de las primeras pintoras que expresó en su obra la identidad femenina desde su propia óptica, rechazando la visión de lo femenino que se dibujaba desde el tradicional mundo masculino. Ella fue una de las que contribuyeron en la formación de un nuevo tipo de identidad para la mujer y es reconocida, hoy, por muchos, como un símbolo.[48]​ Frida Kahlo fue la perfecta heroína feminista de los años 80: su primera biografía, por Hayden Herrera, se publicó en 1983, cuando Madonna y Cindy Sherman transformaban sus experimentos sobre la autorrepresentación femenina en un espectáculo industrial y se incrementaba el interés por el realismo mágico latinoamericano.[50]

El 8 de marzo de 2018, y para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, la marca estadounidense de juguetes Mattel anunció que sacaba una línea de muñecas Barbie llamada Sheroes, de «She» (ella) y «Heroes» (heroína), y entre otras muchas personajes se inspiraron en la pintora como modelo de esta línea. Sin embargo, la familia de Frida denunció a la empresa, alegando que no tenían permiso legal para reproducir la figura de la artista.[51]

Personificaciones

Frida Kahlo ha sido interpretada en las siguientes películas:

Año Título Director(a) Intérprete
1984 Frida, naturaleza viva Paul Leduc Ofelia Medina
2002 Frida Julie Taymor Salma Hayek
2015 Eisenstein en Guanajuato Peter Greenaway Cristina Velasco Lozano
2017 Coco Lee Unkrich Natalia Cordova-Buckley (voz en inglés)
Ofelia Medina (voz en Latinoamérica)

Literatura

Sin duda, ha sido la literatura el espacio donde la obra de Frida Kahlo ha tenido el mayor impacto, inspirando a escritores de variados géneros. La escritora mexicana Elena Poniatowska en su obra Las siete cabritas («Diego estoy sola. Diego ya no estoy sola»)[52]​ incluye un cuento en el que intenta ponerse en el lugar de Frida, narrando sus pesares en primera persona. En el género poético hay ejemplos también en otros idiomas y continentes, como muestra el libro de poesía de Pascale Petit publicado en Londres bajo el título de The Wounded Deer. Fourteen Poems After Frida Kahlo. En cada uno de estos poemas, Petit se refiere a un cuadro diferente de Frida Kahlo. Por último, hay una amplia serie de novelas inspiradas en la vida de Frida Kahlo, así como también en la pareja Frida y Diego y variadas biografías noveladas en varios idiomas, como por ejemplo Diego ist der Name der Liebe : das Schicksal der Frida Kahlo (Diego es el nombre del amor: el destino de Frida Kahlo) (2000), de Bárbara Krause.[53]​ Rauda Jamis (2000), Bárbara Mujica (2003), J. M. G. Le Clezio (2002).

Música

El vocalista de la banda estadounidense Red Hot Chili Peppers, Anthony Kiedis, dedicó la canción “Scar Tissue” a Frida.[54]

La cantante estadounidense Madonna ha reafirmado su gusto y admiración por Frida Kahlo, tal es el caso de su vídeo de 1994 Bedtime Story en el cual varias escenas están inspiradas en las famosas pinturas de la artista.[55]​ En 2015 se inspira en una fotografía tomada a Frida para la portada de su álbum Rebel Heart.[56]​ En ese mismo álbum es mencionada en la canción "Graffiti Heart".

Véase también

Referencias

  1. Pena Dopazo, Lúa (4 de diciembre de 2021). «Dentro del universo de Frida Kahlo, la militante comunista que convirtió la adversidad en arte». elDiario.es. Consultado el 4 de marzo de 2024. «En 1928, Frida y Diego, que le doblaba la edad, se vieron por primera vez en casa de la fotógrafa comunista Tina Modotti; ese mismo año, Kahlo se afilió al partido comunista. » 
  2. a b c «El Corazón de Frida - Magdalena Carmen Frida Kahlo Y Calderón 1907-1954». Consultado el 4 de abril de 2017. 
  3. Barragán, Almudena (13 de julio de 2017). «La muerte de Frida Kahlo, el nacimiento de un icono pop». El País. Consultado el 22 de mayo de 2021. 
  4. a b «La vida de Frida Kahlo». Consultado el 4 de abril de 2014. 
  5. a b Rico, Araceli (1993). Frida Kahlo: fantasía de un cuerpo herido. Plaza y Valdes. p. 114. ISBN 9789688561164. 
  6. «Sansarae Pickett: Eso Es Frida Kahlo». 4 de diciembre de 2011. Archivado desde el original el 4 de diciembre de 2011. 
  7. Herrera, 2010, p. 29.
  8. Franger y Huhle, 2005, pp. 11-15.
  9. Peter, Wolfgang. «Página de la ciudad alemana de Baden-Baden». www.bad-bad.de (en inglés). Archivado desde el original el 4 de diciembre de 2011. Consultado el 20 de marzo de 2006. 
  10. Cervantes, Instituto. «Exposición en el Instituto Cervantes de Múnich El padre de Frida – El fotógrafo Guillermo Kahlo.». www.cervantes-muenchen.de (en alemán). Archivado desde el original el 4 de febrero de 2019. Consultado el 22 de agosto de 2007. 
  11. Franger y Huhle, 2005, p. 24.
  12. Genschow, 2007, p. 12.
  13. «Cuatro habitantes de Ciudad de México». Archivado desde el original el 20 de agosto de 2014. Consultado el 17 de julio de 2012. 
  14. «Niña con máscara de muerte». Archivado desde el original el 18 de junio de 2012. Consultado el 17 de julio de 2012. 
  15. Herrera, 2010, pp. 28-29.
  16. a b García Sánchez, Laura (2004). Frida Kahlo. Genios del arte. Coordinación científica de Juan Ramón Triadó Tur. Madrid: Susaeta ediciones. pp. 11(a) 21(b). ISBN 84-305-3640-X. 
  17. Franger y Huhle, 2005, pp. 1-2.
  18. a b c d e f g h Lucie Smith Edward (1999). Vidas de los grandes artistas del siglo XX. Frida Kahlo. Ediciones Polígrafa. pp. 206-208. ISBN 84-343-0882-7. 
  19. a b c Trayectoria biográfica y artística en Frida. Edición conmemorativa, p. 236.
  20. «Si Adelita o Los Cachuchas, 1927». Archivado desde el original el 3 de febrero de 2016. Consultado el 10 de enero de 2016. 
  21. Herrera, 1984, p. 62.
  22. a b Herrera, 2010, p. 43.
  23. a b c Trayectoria biográfica y artística en Frida. Edición conmemorativa, p. 237.
  24. Amozorrutia, Alina (2008). 101 mujeres en la historia de México. México: Grijalbo. p. 115. ISBN 978-970-810-328-2. Consultado el 22 de octubre de 2011. 
  25. Cordero Reiman, Karen, et al (2007). Crítica feminista en la teoría del arte. México: Universidad Iberoamericana. p. 339. ISBN 978-968-859-633-3. Consultado el 22 de octubre de 2011. 
    Tibol, Raquel (2002). Frida Kahlo: una vida abierta. México: Universidad Nacional Autónoma de México. p. 165. ISBN 968-36-6766-X. Consultado el 22 de octubre de 2011. 
  26. Havesteen, Marianne; Hernández M., Estíbaliz (2002). Frida Kahlo y Diego Rivera. Gyldendal Uddannelse. p. 42. ISBN 87-02-00630-8. Consultado el 22 de octubre de 2011. 
  27. Trayectoria biográfica y artística en Frida. Edición conmemorativa, p. 237.
  28. Trayectoria biográfica y artística en Frida. Edición conmemorativa, p. 240.
  29. Estudios románicos. 1 - volúmenes 16-17. Murcia: Departamento de Filología Románica de la Universidad de Murcia. 2007. Consultado el 22 de octubre de 2011. 
  30. Mitchel, Helen Buss (2006). Raíces de sabiduría. México: Litográfica Ingramex. p. 323. ISBN 978-970-686-498-7. Consultado el 22 de octubre de 2011. 
  31. Solano, Verónica Oikión (27 de abril de 2016). «Olivia Gall, Trotsky en México y la vida política en tiempos de Lázaro Cárdenas (1937-1940), prólogo de Leonardo Padura, México, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades-UNAM/Editorial Ítaca, 2a. edición, 2012 (México y Demo». Secuencia (95): 263. ISSN 2395-8464. doi:10.18234/secuencia.v0i95.1385. Consultado el 29 de octubre de 2021. 
  32. a b Billeter, Erika (compiladora) (1989) [1988]. Das Blaue Haus. Die Welt de Frida Kahlo [La casa azul. El mundo de Frida Kahlo] (en alemán). Dirección editorial de Christoph Vitali (1ª edición). Fráncfort, Bonn y Wabern-Bern (Suiza): Schirn Kunsthalle Frankfurt y VG Bildkunst Bonn. p. 256. ISBN 3-608-76279-5. 
  33. Tibol, Raquel (1980). Frida Kahlo. Über ihr Leben und ihr Werk (en alemán). Fráncfort: Neue Kritik. pp. 43-46. 
  34. «Últimas palabras del diario de Frida Kahlo». www.fridakahlofans.com. Archivado desde el original el 28 de febrero de 2009. Consultado el 21 de octubre de 2009. 
  35. a b Kettenmann (1999). Frida Kahlo, pp. 17-20.
  36. Kettenmann (1999). Frida Kahlo, pp. 20-26.
  37. Kettenmann (1999). Frida Kahlo, pp. 31-33
  38. Rauda Jamis, ed. (2011) [1988]. Frida Kahlo (21ª edición). Barcelona: CIRCE. p. 271. ISBN 978-84-7765-002-7. 
  39. Del Conde, 1976, p. 196.
  40. Genschow, 2007, p. 120.
  41. «Tate Modern| Past Exhibitions | Frida Kahlo» (en inglés). 10 de enero de 2012. Archivado desde el original el 10 de enero de 2012. 
  42. Billeter, Erika (1989) [1988]. Das Blaue Haus. Die Welt de Frida Kahlo [La casa azul. El mundo de Frida Kahlo] (en alemán). Dirección editorial de Christoph Vitali (1ª edición). Fráncfort, Bonn y Wabern-Bern (Suiza): Schirn Kunsthalle Frankfurt y VG Bildkunst Bonn. ISBN 3-608-76279-5. 
  43. «Galería de Arte Frida Kahlo». Secretaría de Cultura/Sistema de Información Cultural. Consultado el 17 de octubre de 2018. 
  44. Coronel, Ma Heriberta Vega (1 de octubre de 2011). «Turismo y arte en Culiacán México: GALERÍA FRIDA KAHLO EL CENTRO DEL ARTE EN CULIACAN». Turismo y arte en Culiacán México. Consultado el 17 de octubre de 2018. 
  45. «Galería Frida Kahlo». EL DEBATE. Consultado el 17 de octubre de 2018. 
  46. «¿Día de qué? | Conoce los museos más representativos de Culiacán». Revista Espejo. Archivado desde el original el 16 de julio de 2018. Consultado el 17 de octubre de 2018. 
  47. Rodríguez Prampolini, en Presentación de "Frida Kahlo. Fantasía de un cuerpo herido" (1993), pp. 9-13.
  48. a b c d Mejía Moreno, Raúl (2006). El simbolismo en la obra de Frida Kahlo, pp. 84-97.
  49. Kettenmann (1999). Frida Kahlo, p. 61.
  50. «Kahlomanía». pagina12. 3 de noviembre de 2022. Consultado el 31 de mayo de 2022. 
  51. «8M: lanzan una Barbie inspirada en Frida Kahlo y la rechazan sus familiares». Archivado desde el original el 8 de marzo de 2018. Consultado el 8 de marzo de 2018. 
  52. Poniatowska, Elena (2000). Las siete cabritass. México: Era. ISBN 968-411-498-2. 
  53. Krause, Barbara (1992). Diego ist der Name der Liebe : das Schicksal der Frida Kahlo. Neues Leben. ISBN 3-355-01350-1. 
  54. Notimex. «Participa Anthony Kiedis en campaña para promover el voto». Periódico Digital. Consultado el 22 de octubre de 2011. 
  55. Dolores Mateos (19 de marzo de 2013). «Frida Kahlo la inspiración de Madonna». masaryk.tv. Consultado el 22 de septiembre de 2013. 
  56. «Madonna se inspira en Frida Kahlo para 'Rebel Hearth'». musica.univision.com. 24 de diciembre de 2014. Consultado el 26 de diciembre de 2014. 

Bibliografía

  • Genschow, Karen (2007). «Wirkung». Frida Kahlo - Leben, Werk, Wirkung [Frida Kahlo - Vida, obra, impacto] (en alemán) (1ª edición). Fráncfort del Meno: Suuhrkamp. p. 120. ISBN 3-518-18222-6. 
  • Herrera, Hayden (1984). Frida: una biografía de Frida Kahlo. México: Diana. ISBN 978-968-131-684-6. Consultado el 22 de octubre de 2011. 
  • Herrera, Hayden (2010) [1983]. Frida a Biography of Frida Kahlo [Frida Kahlo. Ein leidenschaftliches leben] (en alemán) (4ª edición). Fráncfort del Meno: Fischer Taschenbuch Verlag. ISBN 978-3-59618037-0. 
  • Kahlo, Isolda P. (2004). Frida íntima. Ediciones Dipon y Ediciones Gato Azul. 
  • Kettenmann, Andrea (1999). Frida Kahlo. Taschen. ISBN 3-8228-6548-6. Archivado desde el original el 28 de agosto de 2017. Consultado el 23 de julio de 2012. 
  • Martín Lozano, Luis (2007). Frida Kahlo, El círculo de los afectos. Cangrejo Editores. 
  • Mejía Moreno, Raúl (2006). El simbolismo en la obra de Frida Kahlo "Frida el ser doble o rebis la piedra filosofal". Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal. Universidad Autónoma de México. 
  • Rodríguez Prampolini, Ida (1993). «Presentación». En Rico, Araceli, ed. Frida Kahlo. Fantasía de un cuerpo herido. 1993 Plaza y Valdés. ISBN 968-856-116-9. 
  • Smith Edward, Lucie (1999). Vidas de los grandes artistas del siglo XX. Frida Kahlo. Ediciones Polígrafa. ISBN 84-343-0882-7. 
  • VV.AA. (2007). Frida (Segunda edición conmemoración de los 100 años del nacimiento de Frida Kahlo edición). México: Océano. ISBN 978-970-777-341-7. 
  • VV.AA. (2010). Frida Kahlo. Sus fotos. Editorial RM. ISBN 978-84-92480-74-6. 
  • Franger, Gaby; Huhle, Rainer (2005). Fridas Vater. Der Fotograf Guillermo Kahlo [El padre de Frida. El fotógrafo Guillermo Kahlo] (en alemán). Incluye textos de Juan Coronel Rivera, Cristina Kahlo Alcalá, Helga Prignitz-Poda y Raquel Tribol (1ª edición). Múnich: Schirmer-Mosel. ISBN 3-8296-0197-2. 
  • Del Conde, Teresa (1976). «Lo popular en la pintura de Frida Kahlo». Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas: 195-203. doi:https://doi.org/10.22201/iie.18703062e.1976.45.1020 |doi= incorrecto (ayuda). Consultado el 1 de octubre de 2023. 

Enlaces externos