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Historia de la Italia fascista
Reino de Italia (1861-1946) Italia fascista


1922-1946


Escudo
Bandera Escudo
Himno nacional: Giovinezza
Ubicación de Italia
Ubicación de Italia
Localización inicial, la frontera sur se fue desplazando al norte conforme iban avanzando los aliados
Capital Roma (Salò no es oficial)
45°36′N 10°31′E / 45.600, 10.517
Idioma oficial Italiano
Religión Católica Romana
Gobierno Dictadura fascista
Rey de Italia
 • 1900-1946 Víctor Manuel III
 • 1946 Humberto II
Primer ministro
 • 1922-1943 Benito Mussolini
 • 1943-1944 Pietro Badoglio
Período histórico Segunda Guerra Mundial
 • Establecimiento 23 de septiembre de 1922
 • Referéndum 25 de abril de 1946
Moneda Lira


Miembro de:
Fuerzas del Eje (1939-1943)
El fascio littorio, símbolo del fascismo italiano

El fascismo en Italia (que originó la llamada Italia fascista) fue un movimiento político del siglo XX que surgió en el Reino de Italia al finalizar la Primera Guerra Mundial.

Nació en parte como reacción a la Revolución Bolchevique de 1917 y a las fuertes peleas sindicales de trabajadores y braceros que culminó en el bienio rojo, en parte como polémica respecto a la sociedad liberal-democrática que salió maltrecha de la experiencia de la Primera Guerra Mundial.

El nombre deriva de la palabra italiana fascio (latín: fascis). La palabra, en la antigua Roma, era usada como símbolo de la unión de los luchadores. El símbolo fascista es el Fasces romano que significaba el poder del régimen, en particular el poder jurisdiccional.

El Fascismo es una gran movilización de fuerzas materiales y morales. ¿Qué se propone? Lo decimos sin falsas modestias: gobernar la nación. ¿De qué modo? Del modo necesario para asegurar la grandeza moral y material del pueblo italiano. Hablemos francamente: no importa el modo concretamente, no es antiético, ni convergente con el socialismo, sobre todo aspira a la reorganización nacional y política de nuestro país. Nosotros cambiamos los valores tradicionales, que el socialismo continúe o desaparezca, pero sobre todo, el espíritu fascista se refugia en todo lo que es arbitrario sobre el misterioso futuro.

Los ideales del fascismo

La Italia Fascista exaltaba la idea de nación frente a la de individuo o clase; suprimía la discrepancia política en beneficio de un partido único y los localismos en beneficio del centralismo. Utilizaba hábilmente los nuevos medios de comunicación y el carisma de un líder, Benito Mussolini en el que se concentraba todo el poder. Aprovechaba los sentimientos de miedo y frustración colectiva para exacerbarlos mediante la violencia, la represión y la propaganda, y los desplazaban contra un enemigo común real o imaginario, interior o exterior, que actúa de chivo expiatorio frente al que volcar toda la agresividad de forma irracional, logrando la unidad y adhesión (voluntaria o por la fuerza) de la población. El fascismo es expansionista y militarista, utilizando los mecanismos movilizadores del irredentismo territorial y el imperialismo que ya habían sido experimentados por el nacionalismo del siglo XIX.

El componente social del fascismo pretende ser interclasista: niega la existencia de los intereses de clase e intenta suprimir la lucha de clases con una política paternalista, de sindicato vertical y único en que trabajadores y empresarios obedezcan las directrices superiores, como en un ejército. Tal es el corporativismo italiano o el nacionalsindicalismo español. El nacionalismo económico, con autarquía y dirección centralizada se adaptaron como en una economía de guerra a la coyuntura de salida de la crisis de 1929. No obstante, no hubo en ningún sistema fascista ni planes quinquenales al estilo soviético, ni cuestionamiento de la propiedad privada ni alteraciones radicales del sistema capitalista más allá de la intervención del mercado. Hay que preguntarse si todo ello sirve a los intereses de alguna clase en concreto.

El nacimiento del fascismo

Entre las capas sociales más descontentas e influenciables por las sugestiones y la propaganda nacionalistas que, tras el tratado de paz, infundieron el mito de la «victoria mutilada», emergieron las organizaciones de excombatientes, y en particular de ex-arditi (tropas selectas de asalto), entre las que, se añadía, a la frustración generalizada, el resentimiento provocado por no haber obtenido suficiente reconocimiento a los sacrificios, la valentía y el desprecio al peligro demostrados a lo largo de los duros años de combate en el frente. Fue este el contexto en el que el 23 de marzo de 1919 Benito Mussolini fundó en Milán el primer fascio de combate (fascio di combattimento), adoptando símbolos que hasta entonces habían distinguido a los arditi, como las camisas negras y la calavera.

El nuevo movimiento expresó la voluntad de «transformar, con métodos revolucionarios si es necesario, la vida italiana», autodefiniéndose partido del orden y consiguiendo de este modo ganarse la confianza de las capas de población más ricas y conservadoras, contrarias a cualquier agitación y reivindicación sindical, en la esperanza de que la fuerza de choque de los fascios de combate se opusiera favorablemente a las revueltas promovidas por socialistas y católicos populares.

Al recién nacido movimiento le faltaba sin embargo inicialmente una base ideológica bien definida, y el mismo Mussolini no se había decantado por una u otra línea ideológica concreta, sino simplemente contra todas las demás. Según su intención, el fascismo habría debido representar una «tercera posición».

Los años del Squadrismo

En el movimiento, además de los voluntarios, contribuyeron los futuristas y nacionalistas ex combatientes. Apenas 20 días después de la fundación del fascismo, las neonatas escuadras de acción asaltaron la sede del periódico socialista ¡A continuación!, el estándar del periódico fue llevado ante Mussolini el cual lo conservó como trofeo. Unos meses después, las escuadras fascistas se difundieron en toda Italia convirtiendo el movimiento en una fuerza paramilitar.

Por un periodo de dos años Italia fue invadida de norte a sur por la violencia de los movimientos políticos revolucionarios, estos estaban en contra de los fascistas y bolcheviques, con los cuales iniciaron a disputarse en los campos de batalla, debido a que el gobierno era incapaz de reaccionar tanto a las huelgas como a la ocupación de las fábricas por parte de los bolcheviques.

Mientras, el 19 de septiembre, Gabriele d'Annunzio empujaba las unidades del ejército hasta Río, donde manu militare instaló un gobierno revolucionario con el objetivo de afirmar la "italianidad" (l'italianità) de los ciudadanos carneros. Esta acción sirvió de ejemplo para el movimiento fascista que inmediatamente simpatizó con el Vate, aunque si Mussolini no quería ofrecer ningún tipo de apoyo a la causa de los legionarios.

La acción fascista - inicialmente compuesta por la minoría, se encontraba atada a pequeñas acciones demostrativas y de resistencia a las provocaciones de los socialistas - muy pronto comenzó a actuar con violencia, esto hizo que tuvieran superioridad en las disputas con los bolcheviques, que muy pronto - aunque si eran numerosos - fueron atacados por los camisas negras.

La campaña fascista que tenía como objetivo la destrucción de los centros de agregación bolchevique y de intimidación de los miembros del PSI - junto a la politica sotterranea dirigida por Mussolini - llevaron al socialismo massimalista a una crisis. Por lo tanto mientras en enero de 1921 el Partido Socialista Italiano fue desintegrado (dando vida al Partido Comunista Italiano, el 12 de noviembre de 1921 se creó el Partido Fascista (PNF), transformando el movimiento en un partido y aceptando los compromisos legales y constitucionales. En aquel periódo el (PNF) alcanzó 300.000 alistados, además de tener un fuerte apoyo de los emilianos y toscanos. En estas regiones las escuadras dirigidas por el ras tenían como objetivo golpear a los socialistas y a los sindicatos, intimidándolos con la práctica de los famosos porrazos o cometiendo homicidios que quedaban casi siempre impunes. Con este ambiente de violencia, en las votaciones del 15 de mayo de 1921 los fascista obtuvieron 45 puestos en el gobierno.

La popularidad del partido creció aún más cuando los sindicatos ploclamaron para el 1 de agosto de 1922 una huelga general: los fascistas por orden de Mussolini substituyeron a los huelguistas y lograron hacer fallar la protesta.

En agosto de ese mismo año los habitantes de Parma, con sede en el cuartel de Oltretorrente, organizado por los Arditi del Popolo y dirigidos por Guido Picelli y Antonio Cieri, lograron resistir a los ataques de las escuadras fascistas, comandadas por Italo Balbo.

La marcha sobre Roma y los primeros años de gobierno

Después del congreso de Nápoles, en el cual 40.000 camisas negras decidieron realizar una marcha sobre Roma, Mussolini se vio obligado a actuar, el momento era propicio, ya que fue reunido un contingente de 50.000 escuadristas en la región del Lacio, desde la cual partieron a atacar la capital, esto ocurrió el 26 de octubre de 1922. Mientras que el ejército se preparaba para hacerle frente al ataque fascista, el rey Víctor Manuel III impidió un baño de sangre, que traería consigo un gran caos en el país y una posible Segunda Guerra Civil, por tanto decidió no firmar el decreto de estado de emergencia, esto trajo como consecuencia que los fascistas atacaran la ciudad el 28 de octubre de ese mismo año.

El día 30, después de la marcha, Mussolini tomó el lugar del rey para formar el nuevo gobierno. El jefe del fascismo salió de Milán para Roma para tomar su puesto como gobernante. A la edad de 39 años Mussolini se convirtió en primer ministro, siendo el más joven en la historia de Italia unida.

El nuevo gobierno abarcó elementos de los partidos del centro, de la derecha, de los militares, y obviamente del fascismo.

Entre las primeras iniciativas emprendidas en el nuevo sistema político estaban: la normalización de las escuadras fascistas - que continuaban usando la violencia - las medidas tomadas a favor de los inválidos y mutilados por causa de la guerra, una drástica reducción del costo público, la reforma de la escuela, la firma de los acuerdos con Washington respecto al desarme naval y la aceptación del status quo con el reino de Yugoslavia acerca de las fronteras orientales y la protección de la población italiana en Dalmacia.

El fascismo se transforma en dictadura

Solamente en el período de instalación régimen – inmediatamente después de la fin de la Primera Guerra Mundial - gli escuadristas fascistas devastaron diez centros de périodicos, veinticinco casas de pueblos, cincuenta y nueve habitaciones de trabajo, ochenta y cinco centros de cooperativas, cuarenta y tres ligas de agricultores, treinta y seis cìrculos obreros, diecisiete cìrculos de cultura, treinta y cuatro secciones socialistas, doce asociaciònes varias.

Los cadáveres por causas de lotes punitorios contabilizados entre e1919 y 1922 fueon quinientos (aunque fuentes diversas señalan tal cifra en tres mil)

El Tribunal Especial, activo hasta julio de 1943, volvio a su actividad en enero 1944 con el advenimiento de la República Social Italiana: 5.619 furon la oraciòn hecho público de este organismo y 4.596 las condenas llevados a cabo. Las oraciòn de condena a muerte fueron cuarentados, de cual trenta y uno llevados a cabo, y 27.735 los años de carcel di carcere infligidos totalmente.

El regimen establecido de Mussolini trajo – por conseguiente de las lejes racial fascistas – al arresto de mildoscientoscincuenta partidarios al judaismo, mil de cual fueron destinados al campo de concentración de Auschwitz (solamente diecisiete estaban aún vivos al momento de la cierre del lager).

Es calculado que el fascismo contribuyó en a la “solución final” con cerca de 10.000 hebreos.

Durante la Segunda Guerra Mundial y en el consiguiente periodo de la resistencia italiana, fueron 194.000 los militares y 3.208 los civiles caído sobre los frentes de guerra (17.488 los militares y 37.288 los civiles caído en actividades partidarios en el suelo italiano).

Esa que sigue son otroas cifras de origen ANPI tratando las victimas del fascismo: 9.249 militares muertos en actividade partidarios afuera de los de las fronteras de Italia; 1.478 militares e 23.446 civiles muertos entre los deportados en los campos de concetración de la Alemania nazi; 41.423 militares muertos entre las soltados recluido en Alemania; 5.927 militares caído al lado de los aliados: 38.939 civiles muertos de bombardeo.

De acurdo con el historiador Giorgio Rochat solamente en el trienio 1943-1945 el total de las víctimas del fascismo fue de 444.000 personas, de cual 397.000 varones y 47.000 mujeres, sobre eso cuarentamil personas que murieron después de 1945. Por cuanto trata el mismo perìodo esto es, de acurdo Rochat, el detalle de las muertes grabadas: cerca 20.000 militares en los combates después de 8 septiembre 1943; 13.400 militares prisioneros da los alemanes en los mares de Grecia; acerca 10.000 en las guerilleros en los Balcanes; acerca 40.000 como prisioneros en Alemanìa.


A estas cifras van adjuntas aquellas relativas al periodo de la expansión colonial. En particular se calcula que han sido 21.123 los ciudadanos libios matados por las tropas de ocupación entre 1911 y 1923. Es imposible calcular el número exacto de las muertes necesitadas durante el periodo fascista, aunque si algunas fuentes lo apuntan como la mitad del total, también con el uso de gas venenoso, prohíbido internacionalmente.

Por último, deben ser considerados entre las víctimas del fascismo los que fueron sometidos por la fuerza a medida de la estancia, o el confinamiento en pequeñas islas en el Mar Mediterráneo o en las aldeas, principalmente en el sur de Italia. La medida punitiva se adoptó sobre la base del Real Decreto 1848 expedido el 6 de noviembre de 1926. Era aplicable a cualquier persona considera una amenaza para el orden estatal o el orden público. Después de un mes de la entrada en vigor del decreto, se limitaron a seiscientos (más de nueve cientos serían al final de ese año). En total, las víctimas de la residencia se vieron obligadas a más de quince mil. Entre ellos figuran nombres ilustres como los de Antonio Gramsci, Cesare Pavese, Altiero Spinelli, Ferruccio Parri, Giuseppe Di Vittorio. Se calcula que fueron ciento setenta y siete opositores al régimen que murieron mientras estaban en confinamiento.


Fonti online


En vista de las elecciones del 6 de abril de 1924 Mussolini aprovó una nueva ley electoral que le permitiría tener 3/5 de los puestos en el gobierno, los cuales recogerían un 40% de los votos. En el período de la campana electoral se mantuvo un clima de tensión, a causa de intimidaciones y riñas entre los partidos. Mussolini obtuvo en estas elecciones un 60,9% de los votos.

El día 30 de ese mismo año el diputado socialista Giacomo Matteotti disputó su oposición respecto a los resultados de las elecciones. El 10 de junio de 1924 por órdenes de Giovanni Marinelli (cabecilla de la policía fascista), Matteoti fue secuestrado y asesinado.

La oposición responde a este acontecimiento retirándose a Aventino, pero el 16 de agosto a Roma se encuentra el cuerpo ya descompuesto de Matteoti. Ivanoe Bonomi, Antonio Salandra e Vittorio Emanuele Orlando ejercitaron presiones sobre el rey, de modo que Mussolini fuera destituido del cargo de primer ministro, mas Vittorio Emanuele III abrogándose a la Constitución contesto: «Soy sordo y ciego. Mis ojos y mis oídos son la Camara y el Senado» y por lo tanto no participó.

Lo que sucedió exactamente la noche de San Silvestro de 1924 quizás nunca será determinado. Parece que unos cuarenta consules de las milícias, guiados por Enzo Galbiati, obligaron y amenazaron a Mussolini para que restaurará la dictadura.

El 3 de enero de 1925 en la Cámara, Mussolini realizó el famoso discurso en el cual asume la responsabilidad por los hechos ocurridos: «Declaro aquí, a esta Asamblea y al pueblo italiano, que asumo, solo yo, la responsabilidad política, moral, histórica, de todo lo sucedido. ¡Si las palabras más o menos son suficientes para colgar a un hombre, traigan el poste y la cuerda! ¡Si el fascismo ha sido solo aceite, y no una pasión arrogante de la mejor juventud italiana, es mia la culpa! ¡Si el fascismo ha sido una asociación criminal, entonces soy el jefe de esta asociación criminal! Si las violencias han sido resultado de un clima histórico, político y moral, denme a mí la responsabilidad de esos actos, porque este clima histórico, político y moral lo he creado con una gran publicidad desde sus inicios hasta hoy»

Con este discurso Mussolini se declaró dictador. En la década de 1925-1926 se publicaron una serie de normas en contra de la libertad: fueron disueltos todos los partidos políticos y los sindicatos no fascistas, se elimino toda libertad de prensa, de reunión y de expresión, se restableció la pena de muerte y se creó un Tribunal Especial con amplios poderes, capaz de mandar al exilio a las personas desagradables al régimen con una simple medida administrativa .

La crisis económica

El primer problema al cual la dictadura tuvo hacerle frente fue la devaluación de la lira. La reasunción productiva al final de la Primera Guerra Mundial tuvo efectos negativos como son: la carencia de materia prima debido a la fuerte demanda y a una excesiva productividad, esto influyó en las necesidades de la población. La primera muestra de crisis fue el aumento general de los precios, el aumento del desemleo, la disminución de los salarios, la falta de inversiones tanto en Italia como en los préstamos al estado.

Para resolver el problema, como se hizo en Alemania, Mussolini decidió que se debía de imprimir la moneda para poder pagar las deudas de guerra contraídas con Estados Unidos y Gran Bretaña. Obviamente trajó consigo el aumento de las tasas de infracción y la pérdida de valor de la lira, que sufrió una devaluación en comparación al dollar y a la Libra Esterlina.

Las medidas para contrastar la crisi fueron tomadas tan pronto como fue posible: se pusó a la venta un tipo de pan con poca harina, se le agregó el alcohol a la gasolina, aumentaron las horas de trabajo a partir de 8 a 9 sin tener variaciones de salario, se instituyó un impuesto a los solteros, aumentó todos los retiros fiscales posibles, se prohibió la costruccion de casas de lujo, aumentaron los controles fiscales, se redujó el costo de los periódicos, bloquearon los alquileres y redujeron los precios de los boletos ferroviarios y de las estampillas.

Evaluando de nuevo las comparaciones de la lira a la libra esterlina, Mussolini tuvo éxito en ajustar las cuentas del estado, mas pusó el país fuera del mercado de exportación y con tal maniobra logró duplicar el costo de la mercancía italiana en el exterior.

Cuando el 29 de octubre de 1929 cayó la Wall Street, la orden de Mussolini fue la de ignorar totalmente el acontecimiento, pensando que esto no daría ningun tipo de problemas a Italia. La economía nacional entrò en una profunda crisis y esto trajo consigo la creación del IRI, que durò del 1937-1938. Solo a mitad del años 30 Mussolini se dio cuenta de la situación y decidió desvalorar la lira del 41% e introdujo nuevos impuestos. Desde aquel momento se preocupó más por la economía del país, fijo todas sus energías en la guerra de Etiopía y de España antes y durante la Segunda Guerra Mundial, combatiendo al flanco de la Alemania Nazi.

La conciliación con la Iglesia

EL 11 de febrero 1929 Mussolini se volvió, según las palabras de papa Pío XI, el hombre de la Providencia firmando los famosos Pactos lateranenses. La frase con que el Papa definió al Caudillo pesó sobre todo su pontificado pero el sentido de aquellos pactos, que sancionaron el recíproco reconocimiento entre el Reino de Italia (1861-1946) y la Ciudad del Vaticano, fue el coronamiento de extenuantes negociaciones entre emisarios del papa y representantes de Mussolini. Sobre todo este último.

Entre el fascismo y la Iglesia siempre hubo una difícil relación: Mussolini siempre ha declarado ateo, pero él sabía muy bien que para gobernar en Italia no puede ir en contra de la Iglesia y los católicos. La misma Iglesia, si bien no busca el fascismo buen ojo, hasta el momento preferido a la ideología del comunismo.

En el umbral del poder de Mussolini declaró (junio de 1921) que "el fascismo no la práctica, lucha en contra" y en la víspera de la marcha sobre Roma informó a la Santa Sede que no tienen nada que temer de él y sus hombres.

Al ratificar el acuerdo de la religión católica se convirtió en la religión del estado en Italia, se estableció la enseñanza de la religión católica en las escuelas y se reconoció la soberanía y la independencia de la Santa Sede.

La propaganda

A comienzos de los años 30 la dictadura se estabilizó y se basó en sólidas raíces. Los niños, al igual que el resto de la población, se clasificaron en las organizaciones, toda la oposición fue cortada de raíz, la prensa fue obligada a servir al fascismo. En Italia fueron rápidamente acostumbrados al sistema de su líder.

Fu in questo clima che vennero organizzate diverse imprese aeronautiche. Dopo le crociere di massa nel mediterraneo e la prima trasvolata dell'Atlantico meridionale (1931), nel 1933 il quadrumviro della Marcia su Roma, Italo Balbo, organizzò la seconda e più famosa trasvolata dell'Atlantico settentrionale per commemorare il decennale dell'istituzione della Regia Aeronautica (28 marzo 1923). A bordo di 25 idrovolanti SIAI-Marchetti S.55X dal 1 luglio al 12 agosto 1933 Balbo e i suoi uomini compirono la traversata fino a New York e ritorno attraversando tutte le maggiori nazione europee e buona parte degli Stati Uniti. Per l'epoca fu un'impresa epica che diede al giovane ferrarese una fama addirittura superiore a quella di Mussolini.

El nacimiento del Imperio

El sábado 9 de mayo de 1936 a las 22:30 ,Mussolini anunció al pueblo italiano la fundación del Imperio. Las tropas del mariscal Pietro Badoglio entró en Addis Abeba el 5 de mayo, poniendo así fin a la guerra en Etiopía.

Desde 1934 Mussolini buscó un pretexto para invadir el estado regido por Christian Perrier Haile Selassie. En la noche 5-6 de diciembre, cuando llegó a la frontera de somalía hubo un enfrentamiento entre soldados somalíes que estaban prestando servicio en las tropas coloniales italianas y soldados abisinio.

Per tutto il 1935 il Duce preparò la guerra sondando le possibili reazioni delle altre nazioni e infiammando gli animi degli italiani. Mussolini volle dare alla guerra un'impronta fascista e per questo mandò in guerra solo reparti della Milizia. Le operazioni cominciarono il 3 ottobre con al comando Emilio De Bono, che chiese a Mussolini tre divisioni: ne ottenne ben dieci ed in seguito addirittura 25.

La guerra fue planeada y lucharon peor que mal: no carecieron de suministros, en efecto, tan abundantes que no se les encontró una forma de llegar a ellos desde el puerto hasta la primera fila, los hombres de la milicia no aptos para la guerra debido a "ausencia de una adecuada educación militar" fueron sustituidos por hombres del ejército regular.

Intanto mentre la Società delle Nazioni sanzionò l'Italia, Emilio De Bono venne silurato in favore del maresciallo Pietro Badoglio che fu autorizzato ad utilizzare i gas. Mentre la guerra si trasformò in una fonte di onorificenze per tutti i gerarchi, Badoglio commise stragi inaudite che finirono su tutti i giornali esteri (quelli italiani ovviamente censurarono ogni avvenimento).

La nascita dell'Impero comunque non portò nessuna delle ricchezze promesse: né oro, né ferro, né grano. L'Impero al contrario prosciugò le casse statali per la costruzione di strade, di dighe e di palazzi e dette a Mussolini l'illusione di avere un esercito potente e la capacità di poter piegare gli stati europei che sanzionarono il nostro paese senza peraltro mettere in pratica le temute minacce.

Los años de consenso

El 11 de octubre de 1935 Italia fue sancionada por la invasión de Etiopía. La sanción entro en vigor el 18 noviembre, consistió en:

  • Embargo de armas y municiones
  • Prohibición de otorgar préstamos o créditos de apertura en Italia
  • Prohibición de las mercancías de importación italiana
  • Prohibición de exportar a Italia productos o materias primos esenciales para la guerra

Paradójicamente, la lista de bienes sujetos a embargo de los desaparecidos petróleo y los semiproductos.

In realtà fu soltanto la Gran Bretagna a osservare le regole imposte dalle sanzioni. La Germania hitleriana così come gli Stati Uniti furono i primi due paesi a schierarsi apertamente verso l'Italia, garantendo la possibilità di acquistare qualunque bene. La Russia rifornì di nafta l'esercito italiano per tutta la durata del conflitto, ed anche la Polonia si dimostrò piuttosto aperta.

In questo periodo l'Italia tutta si strinse intorno a Mussolini. La Gran Bretagna venne etichettata col termine di perfida Albione, e le altre potenze furono etichettate come nemiche perché impedivano all'Italia il raggiungimento di un posto al sole. Ritornò in voga il patriottismo e la propaganda politica spinse affinché si consumassero solo prodotti italiani. Fu in pratica la nascita dell'autarchia, secondo la quale tutto doveva essere prodotto e consumato all'interno dello stato. Tutto ciò che non poteva essere prodotto per mancanza di materie prime venne sostituito: il tè con il carcadè, il carbone con la lignite, la lana con il lanital (la lana di caseina), la benzina con il carburante nazionale (benzina con l'85% di alcool) mentre il caffè venne abolito perché «fa male».

Nel 1929 l'autarchia entrò anche nel linguaggio. Furono infatti bandite tutte le parole straniere da ogni comunicazione scritta ed orale: ad esempio chiave inglese diventò chiave morsa, cognac diventò arzente, ferry-boat diventò treno-battello pontone. Conseguentemente vennero rinominate tutte le città con nome francofono dell'Italia nord-occidentale e con nome tedescofono dell'Italia nord-orientale: secondo la toponomastica fascista, per fare un paio di esempi, Courmayeur diventò Cormaiore e Kaltern diventò Caldaro. Inoltre si scoprì che anche l'uso del lei aveva origini straniere, perciò venne inaugurata una campagna per la sostituzione del lei con il voi, capeggiata dal segretario del partito Achille Starace.

La ayuda en la guerra civil española

En el estallido de las hostilidades más de 60.000 voluntarios de 53 países se apresuraron a la ayuda de los republicanos, mientras que Mussolini y Hitler apoyo siempre de manera no oficial la Falange. En este contexto, que a menudo es utilizado por personas procedentes de las dos partes se enfrentaron en una verdadera lucha fratricida. Los italianos se apresuraron a luchar por la Segunda República española se encuentran entre los más numerosos, superado sólo por la nacionalidad de alemán y francés. Entre ellos algunos de los nombres más bellos de la resistencia al fascismo, como Emilio Lussu, Palmiro Togliatti, Pietro Nenni, Carlo Rosselli y su hermano Nello Rosselli (bárbaramente asesinado algún tiempo después en Francia).

¿Por qué Mussolini para iniciar un negocio sin ninguna ventaja real es probablemente la oportunidad de ofrecer a los veteranos de la conquista italiana de otra aventura de la guerra. Para Hitler, sin embargo la cuestión está vinculada a las materias primas presentes en España, Alemania tenía una necesidad desesperada de hierro español en 1937 se importará en un importe igual a 1.620.000 toneladas. Además, el Führer quería explorar la capacidad de la guerra en una especie de prueba. Además de las consecuencias económicas de este choque, hay que destacar la actual lucha ideológica, entre los frentes populares y el fascismo, con la complicación de la naturaleza de la república española, inspirado claramente socialista. Tal vez por esta misma democracias liberales no defendió tenazmente dall'aggressione España fascista, que se produjo un nuevo "estado de color rojo" un enorme peligro. También debe considerar que se trataba de una lucha ideológica entre los socialistas y pro-soviético, lo que impide a un total de cohesión en la lucha contra el fascismo.

Ninguno de los dos dictadores tenía una ventaja de la victoria de Franco: de hecho, niega apoyo a Axis y declararse neutral respecto de Francia y Gran Bretaña en el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Italia racista

I primi anni dell'Italia fascista non videro provvedimenti razzisti. La "questione ebraica", sulla scorta di quanto avveniva nella Germania nazista, si presentò in Italia soltanto nella seconda metà degli anni '30. Quando Hitler salì al potere in Germania nel 1933 da subito emanò provvedimenti volti alla discriminazione negativa della popolazione ebraica, i quali non trovarono il favore di Mussolini che esplicitò la sua contrarietà.[1]​ Tra i fascisti della prima ora vi erano moltissimi italiani di religione ebraica, tant'è che centinaia di essi parteciparono alla marcia su Roma.

Il comportamento di Mussolini verso gli ebrei sarebbe cambiato. Molti ebrei influenti si opposero apertamente alla guerra d’Etiopia e alla partecipazione alla guerra civile spagnola e da allora Mussolini cominciò a vedere gli ebrei con occhi diversi.[2]

Il 14 luglio 1938 fu pubblicato sui maggiori quotidiani nazionali il "Manifesto della razza". In questa sorta di tavola redatta da cinque cattedratici (Arturo Donaggio, Franco Savorgnan, Edoardo Zavattari, Nicola Pende e Sabato Visco) e da cinque assistenti universitari (Leone Franci, Lino Businco, Lidio Cipriani, Guido Landra e Marcello Ricci) venne fissata la «posizione del fascismo nei confronti dei problemi della razza».

I dieci imperativi categorici erano:

  1. Le razze umane esistono
  2. Esistono grandi razze e piccole razze
  3. Il concetto di razza è un concetto puramente biologico
  4. La popolazione dell'Italia attuale è nella maggioranza ariana e la sua civiltà è ariana
  5. È una leggenda l'apporto di masse ingenti di uomini in tempi storici
  6. Esiste ormai una pura "razza italiana"
  7. È tempo che gli italiani si proclamino francamente razzisti
  8. È necessario fare una netta distinzione fra i Mediterranei d'Europa (Occidentali) da una parte e gli Orientali e gli Africani dall'altra
  9. Gli ebrei non appartengono alla razza italiana
  10. I caratteri fisici e psicologici puramente europei degli Italiani non devono essere alterati in nessun modo

Con questo manifesto si dava il via a quel processo che portò alla promulgazione delle leggi razziali. La Camera le approvò il 14 dicembre 1937: dei 400 deputati in carica, erano presenti 351, che votarono a favore all’unanimità, dove tra l’altro va segnalata la presenza di quattro deputati ebrei (Guido Jung, Gino Arias, Riccardo Luzzatti e Gian Jacopo Olivetti). Il Senato le approvò il 20 dicembre, dove furono presenti solo 164 senatori su 400, dei quali solo 10 furono i voti contrari.

La Alianza con Alemania

Desde 1938 en Europa se empezaron a respirarar aires de guerra: Hitler se había ya anexionado Austria y los Sudetes, y tras el Congreso de Munich se le dio el permiso para la anexión de toda Checoslovaquia, pero después de Etiopía, Mussolini estaba buscando nuevas víctimas para mantener la alianza de la noche a la mañana.

La víctima designada fue Albania. En sólo dos días ( 7 - 8 de abril 1939) con la ayuda de 22.000 hombres y 140 tanques Tirana fue conquistada.

El 22 de mayo entre Alemania y Italia, fue firmado el Pacto de Acero. Ese pacto supuso que la guerra era inminente, y la vinculación de Italia en una estrecha alianza con Alemania. Algunos miembros del gobierno italiano se opuso, y el mismo Galeazzo Ciano, autor de Italia, llamo al pacto como una "auténtica dinamita".

La segunda guerra mundial

Il 1 settembre 1939 60 divisioni tedesche invasero la Polonia dando il via alla seconda guerra mondiale. Rapidamente l'esercito germanico riuscì a conquistare Varsavia per poi spostare le sue attenzioni prima al nord, occupando Danimarca e Norvegia; rivolse poi le sue forze ad ovest avanzando contro i Paesi Bassi e, attraverso il Belgio, contro la Francia.

Benito Mussolini rimase in attesa degli eventi e inizialmente dichiarò l'Italia non belligerante. Quando, impressionato dalle facili e rapide vittorie della Germania e dall'imminente crollo della Francia, si convinse di una vittoria nazi-fascista e già con la testa al momento della spartizione del "bottino-Europa" dichiarò guerra alle "demo-plutocrazie" di Francia e Inghilterra il 10 giugno 1940. La consegna a quasi tutti i comandi era di mantenere un contegno difensivo. Il Duce era infatti convinto che, una volta arresasi la Francia, anche la Gran Bretagna avrebbe rapidamente trovato una soluzione di compromesso al conflitto.

Il 21 giugno, dopo la firma dell'armistizio franco-tedesco (il 17 giugno), 325.000 soldati italiani ricevettero l'ordine di attaccare le restanti forze francesi oltre le Alpi. Nessuno in Italia sembrò rendersi conto della capitolazione della Francia e l'azione fu giudicata malissimo dall'opinione pubblica internazionale. Franklin Delano Roosevelt arrivò a definire l'azione una «pugnalata alla schiena».

Il 24 giugno venne firmato l'armistizio italo-francese, che sanciva una smilitarizzazione in territorio francese dei 50 km vicini al confine. Le divisioni italiane avanzarono di soli 2 km, con la perdita di 6.029 uomini contro i 254 francesi.

Dopo un esordio da dimenticare, l'obiettivo per Mussolini fu l'attacco alla Grecia, che il dittatore italiano decise di attaccare senza prima avvertire l'alleato tedesco. Al grido di "spezzare le reni alla Grecia" e dopo la promessa delle dimissioni da italiano di Mussolini nel caso le truppe italiane non fossero riuscite nell'impresa, fu lanciato l'attacco il 28 ottobre. Le divisioni italiane si trovarono ben presto in difficoltà davanti ad una resistenza inaspettata, e con un equipaggiamento arretrato ed inadeguato. Hitler si vide quindi costretto a inviare la sua Wehrmacht nei Balcani per risolvere in breve tempo la situazione. La mossa peraltro rimandò di qualche tempo l'invasione della Russia (Operazione Barbarossa), tanto che lo stesso Führer, qualche anno dopo, indicò questa occasione come una delle cause della futura sconfitta tedesca.

A seguito di questa esperienza, Mussolini perse l'iniziativa e continuò ad utilizzare l'esercito italiano come supporto all'alleato tedesco, spedendo le sue truppe alpine in Russia.





ESPAÑOL

El 1 de septiembre de 1939 60 divisiones alemanas invadieron Polonia dando luz verde a la segunda guerra mundial. Rápidamente el ejército alemán conquistó Varsovia y, a continuación, trasladar su atención primero en el norte, que ocupan Dinamarca y Noruega, luego sus fuerzas hacia el oeste en contra de la promoción de los Países Bajos y, a través de Bélgica, contra Francia.

Benito Mussolini se espera de los acontecimientos y dijo inicialmente Italia no es beligerante. Cuando, impresionado por la rápida y fácil gracias a las victorias en Alemania y el inminente colapso de Francia, está convencido de un nazi-fascista ya la victoria y con su cabeza en el momento de la división del botín-Europa ", declaró la guerra al" demo-plutocracia "de Francia e Inglaterra el 10 de junio de 1940. La entrega a casi todos los comandos es mantener una forma de defensa. Il Duce está convencido de que, una vez que arresasi Francia, Gran Bretaña incluso antes de encontrar una solución al conflicto.

El 21 de junio, después de la firma del servicio de la franco-alemán (17 de junio), 325.000 soldados italianos recibieron la orden de ataque el resto de las fuerzas en los Alpes franceses. Nadie en Italia parece darse cuenta de la capitulación de Francia y la acción fue mal juzgado por la opinión pública internacional. Franklin Delano Roosevelt llegó a definir la acción de una "puñalada por la espalda".

El 24 de junio el armisticio fue firmado entre Italia y Francia, que sanciona la desmilitarización de un territorio francés de 50 km cerca de la frontera. El italiano divisiones de avanzada a sólo 2 km, con la pérdida de 6.029 hombres contra 254 el francés.

Después de un olvidable debut, el objetivo de Mussolini fue el ataque a Grecia, que el dictador italiano decidió atacar sin antes alertar al aliado alemán. Al grito de "romper el riñón a Grecia" y después de la promesa de dimisión de Mussolini en Italia las tropas italianas no tuvieron éxito en la empresa, el ataque fue lanzado el 28 de octubre. Las divisiones italiano pronto se encontraron en dificultades antes de una inesperada resistencia, y con un retraso y la falta de equipo. Hitler vio entonces obligado a enviar a su Wehrmacht en los Balcanes para resolver rápidamente la situación. El traslado también rimandò durante algún tiempo la invasión de Rusia (Operación Barbarroja), de modo que el mismo Führer, un par de años más tarde, indicó esta ocasión como una de las causas de la futura derrota alemana.

A raíz de esta experiencia, Mussolini perdido la iniciativa y la continuación de utilizar el ejército italiano como soporte en alemán, el envío de sus tropas alpinas en Rusia.

El 25 de Julio y el 8 de septiembre

Dopo che in maggio le ultime unità della Prima Armata italiana si arresero in Tunisia , il 10 luglio 1943 una formidabile forza d'invasione anglo-americana riuscì a sbarcare sulle coste sud della Sicilia. Ogni resistenza, che fu per quanto possibile accanita, si dimostrò vana di fronte alla preponderanza di mezzi alleata. Il re e lo stato maggiore capirono ben presto che ormai era ora di sbarazzarsi di Mussolini, che in soli 2 anni di guerra aveva creato una situazione insostenibile. Il 25 luglio, dopo lunghe pressioni, il Duce si vide costretto a convocare il Gran Consiglio del Fascismo che votando l'ordine del giorno Grandi portò alla destituzione e all'arresto di Mussolini e al ritorno dei poteri militari al re.

Levato di mezzo Mussolini, il governo italiano iniziò a trattare la resa con i comandi Alleati che ormai stavano dilagando in Sicilia. Il 3 settembre a Cassibile (presso Siracusa) Pietro Badoglio firmò segretamente l'armistizio con l'impegno di comunicarlo alla nazione entro 15 giorni, poco prima di un programmato sbarco alleato sulla penisola.

L'8 settembre 1943 avvenne in Italia qualcosa che riempì di vergogna la corona e il governo dell'epoca: gli alleati, dopo aver avvisato Badoglio dell'impossibilità della difesa di Roma, ingiunsero l'obbligo al governo italiano di annunciare l'armistizio entro le 18.30 dello stesso giorno poiché era già stato programmato uno sbarco a Salerno. La paura iniziò ad attanagliare i vertici del paese, che arrivarono addirittura a pensare di fingere una rottura con gli anglo-americani per guadagnare tempo con i Tedeschi. All'ora prestabilita comunque Dwight D. Eisenhower annunciò alla radio l'armistizio, seguito alle 19.42 da Badoglio che concluse il comunicato con l'ambiguo verso: «Ogni atto di ostilità contro le forze angloamericane deve cessare da parte delle forze italiane in ogni luogo. Esse però reagiranno ad eventuali attacchi da qualsiasi altra provenienza.». Soprattutto quest'ultima frase, seguita dalla fuga di Badoglio e della monarchia da Roma alle 5 del mattino del 9 settembre, furono gli atti che portarono al caos che seguì quel giorno, dove nessun ordine ufficiale fu impartito, lasciando le unità sparse un po' dovunque per tutto il territorio europeo senza direttive chiare, alla mercé dei Tedeschi che ovviamente non presero per niente bene il voltafaccia degli ex alleati italiani.

Italia dividida

Nell'Italia del sud liberata dagli Alleati e formalmente guidata dal re e dal suo governo si cercava di tornare lentamente alla normalità, mentre nell'Italia settentrionale Mussolini, liberato dalla prigionia dai tedeschi su ordine di Adolf Hitler, dette vita al governo fantoccio (riconosciuto internazionalmente solo dalla Germania), fondando la Repubblica Sociale Italiana a Salò in provincia di Brescia.

Per oltre due anni, dal 14 novembre 1943 fino al 25 aprile 1945, la penisola fu quindi divisa in due su una linea di confine non ben definita che continuò a spostarsi nel corso del conflitto sempre più a nord fino alla completa ritirata dell'esercito tedesco.

La República Social Italiana

Formalmente la Repubblica Sociale Italiana nacque dal Congresso di Verona, dove i vecchi gerarchi del partito fascista si riunirono per ricreare il partito distrutto dopo l'8 settembre. Essenzialmente dal congresso uscirono: un Tribunale straordinario speciale per processare i gerarchi che il 25 luglio si erano schierati contro Mussolini; un manifesto programmatico che sancì la struttura del nuovo stato; la nascita della Repubblica sociale che prevedeva la convocazione di una Assemblea Costituente e riaffermava l'alleanza con la Germania nazista.

La Repubblica si fondò sui principi della Carta di Verona riaffermando allo stesso tempo i principi iniziali del Fascismo repubblicano persi, a detta degli estensori della Carta stessa, durante il ventennio fascista; tra questi primeggiava, per originalità, una politica economica tendente alla socializzazione delle fabbriche.

Venne anche costituito un esercito, spesso male armato, composto da reclutati a forza (pena di morte per i renitenti) e da un limitato numero di volontari. Comunque, tranne che in sporadiche occasioni, tali forze armate, in cui i comandi tedeschi non riponevano alcuna fiducia, furono usate principalmente per contrastare il crescente movimento di resistenza che si stava sviluppando nelle regioni d'Italia occupate dall' esercito nazista.

Fin del Fascismo

La situazione per i tedeschi verteva comunque al peggio. La Wehrmacht era ormai in ritirata su tutti i fronti e, nonostante gli sforzi di difesa sulla Linea gotica, i rifornimenti e l'equipaggiamento non erano nemmeno lontanamente paragonabili a quello degli alleati, che potevano anche contare sul apporto delle truppe partigiane e sulla collaborazione della popolazione che era avversa all'occupazione nazista.

Todas las grandes ciudades italianas fueron abandonadas por los alemanes en el frente avanzado Anglosajón y se ordenó la insurgencia general de la CLN; Los comandos nazis en Italia decidieron tratar de asegurarse de el rendimiento de una segura retirada a Alemania.

Nel frattempo Mussolini, dopo il tentativo di un accordo parallelo, decise di aggregarsi ad una colonna tedesca per raggiungere la Germania. Fermato da un gruppo di partigiani nei pressi di Como fu imprigionato e quindi giustiziato insieme all'amante Claretta Petacci e ad altri gerarchi.

Gli altri gerarchi fascisti vennero processati e imprigionati, o addirittura giustiziati. Con la Costituzione Italiana del 1948 il Partito Nazionale Fascista venne messo definitivamente fuorilegge e la sua rifondazione fu vietata. Per anni dopo la fine della guerra si registrarono omicidi e regolamenti di conti tra fascisti e antifascisti, come vendetta per tutto quello che accadde durante il ventennio precedente La Revolución de los Macacos

Economía

Arte, cultura y formación

Nombres como D'Annunzio, Marinetti, Carrà, Boccioni y muchos otros están vinculados al fascismo italiano, así como compañeros de viaje de la talla de Ezra Pound.

Referencias

  1. Mussolini fece recapitare ad Hitler il 31 marzo 1933 dall'ambasciatore italiano Vittorio Cerretti un telegramma: “Ritengo che il proclama del partito per la lotta contro gli ebrei, mentre non rafforzerà il nazionalsocialismo all’interno, aumenterà le pressioni morale e le rappresaglie economiche del giudaismo mondiale… Credo che il governo deve invitare il partito a non dar corso al suo proclama… Ogni regime ha non solo il diritto ma il dovere di eliminare dai posti di comando gli elementi non completamente fidati, ma per questo non è necessario, anzì può essere dannoso, portare sul terreno della razza quello che è invece semplice misura di difesa e di sviluppo di una rivoluzione … In un paese con un sistema sano di governo una questione ebraica non esiste… Per merito della rinascita sionista sorge in Palestina una generazione ebraica sana e forte" in Bruno Vespa, Vincitori e vinti. Le stagioni dell'odio dalle leggi raziali a Prodi e Berlusconi, Mondadori.
  2. Le stagioni dell'odio dalle leggi razziali a Prodi e Berlusconi, Mondadori.

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