Diferencia entre revisiones de «Medicina hiperbárica»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
Sin resumen de edición
m Revertidos los cambios de 181.198.52.42 (disc.) a la última edición de 190.122.28.169
Etiqueta: Reversión
Línea 146: Línea 146:
Con las adaptaciones específicas, prácticamente se puede aplicar en el interior de la cámara hiperbárica los mismos cuidados que se aplicarían en una Unidad de Cuidados Intensivos. Generalmente el Servicio de Medicina Hiperbárica está asociado en el Hospital a los servicios de Cuidados Intensivos, Anestesia y Reanimación.[[Archivo:Diagrama de saturación de oxígeno según la fuente de tratamiento.png|miniaturadeimagen|Los equipos de sacos inflables, mal llamados Cámaras Hiperbáricas, o definidos en ingles como Soft Chambers alcanzan un nivel de saturación de O2 en el organismo de solo 26% contra un 230% de Cámaras Hiperbáricas rígidas a 2.3 ATAs.|420x420px]]
Con las adaptaciones específicas, prácticamente se puede aplicar en el interior de la cámara hiperbárica los mismos cuidados que se aplicarían en una Unidad de Cuidados Intensivos. Generalmente el Servicio de Medicina Hiperbárica está asociado en el Hospital a los servicios de Cuidados Intensivos, Anestesia y Reanimación.[[Archivo:Diagrama de saturación de oxígeno según la fuente de tratamiento.png|miniaturadeimagen|Los equipos de sacos inflables, mal llamados Cámaras Hiperbáricas, o definidos en ingles como Soft Chambers alcanzan un nivel de saturación de O2 en el organismo de solo 26% contra un 230% de Cámaras Hiperbáricas rígidas a 2.3 ATAs.|420x420px]]


Los equipos de sacos inflables no sirven para nada, mal llamados Cámaras Hiperbáricas, o definidos en ingles como Soft Chambers alcanzan un nivel de saturación de O2 en el organismo de solo 26% contra un 230% de Cámaras Hiperbáricas rígidas a 2.3 ATAs. Además según normas de Estados Unidos aceptadas internacionalmente, como la National Fire Protection Agency (NFPA) 99-11, o la American Society of Mechanical Engineers, Pressure Vessels for Human Occupancy (“ASME PVHO-1”), los sacos inflabes o cámaras flexibles individuales, no cumplen con las mismas al no tener elementos de seguridad mínimos para equipos sometidos a alta presión y atmósferas inflamables, pudiendo producir accidentes y perjuicios para pacientes y personal afectado.<ref>{{Cita web|url=http://oxfordhbot.com/hard-vs-soft-chambers/|título=Hard vs Soft Chambers {{!}} Oxford Hyperbaric Oxygen Therapy|fechaacceso=4 de agosto de 2016|sitioweb=oxfordhbot.com|urlarchivo=https://web.archive.org/web/20160818143824/http://oxfordhbot.com/hard-vs-soft-chambers/|fechaarchivo=18 de agosto de 2016}}</ref>
Los equipos de sacos inflables, mal llamados Cámaras Hiperbáricas, o definidos en ingles como Soft Chambers alcanzan un nivel de saturación de O2 en el organismo de solo 26% contra un 230% de Cámaras Hiperbáricas rígidas a 2.3 ATAs. Además según normas de Estados Unidos aceptadas internacionalmente, como la National Fire Protection Agency (NFPA) 99-11, o la American Society of Mechanical Engineers, Pressure Vessels for Human Occupancy (“ASME PVHO-1”), los sacos inflabes o cámaras flexibles individuales, no cumplen con las mismas al no tener elementos de seguridad mínimos para equipos sometidos a alta presión y atmósferas inflamables, pudiendo producir accidentes y perjuicios para pacientes y personal afectado.<ref>{{Cita web|url=http://oxfordhbot.com/hard-vs-soft-chambers/|título=Hard vs Soft Chambers {{!}} Oxford Hyperbaric Oxygen Therapy|fechaacceso=4 de agosto de 2016|sitioweb=oxfordhbot.com|urlarchivo=https://web.archive.org/web/20160818143824/http://oxfordhbot.com/hard-vs-soft-chambers/|fechaarchivo=18 de agosto de 2016}}</ref>


== Enlaces externos ==
== Enlaces externos ==

Revisión del 01:47 30 nov 2019

La medicina hiperbárica, también conocida como oxigenoterapia hiperbárica (OHB), es el uso médico del oxígeno puro al 100% [1]​ en una cámara presurizada, llamada cámara hiperbárica, a presiones de 1.5 a 2.5 ATA (atmósferas absolutas), según lo especificado por la UHMS (Undersea and Hyperbaric Medical Society), principal referente mundial en Medicina hiperbárica.[2][3]

Cámaras hiperbáricas.

Usos

Algunos de los principios terapéuticos de los que hace uso la medicina hiperbárica son:

  • El incremento de la presión del entorno es de utilidad en el tratamiento del síndrome de descompresión que afecta, por ejemplo, a los submarinistas al subir a la superficie.[4]
  • Bajo numerosas condiciones, el principio terapéutico de la medicina hiperbárica reside en el incremento de la presión parcial del oxígeno en los tejidos. La presión parcial de oxígeno alcanzable mediante esta terapia es muy superior a la que se conseguiría respirando oxígeno puro en condiciones normobáricas (es decir, a presión atmosférica).
  • Un efecto asociado es el incremento de la capacidad de transporte del oxígeno de la sangre. En condiciones de presión atmosférica, el transporte de oxígeno está limitado por la capacidad de la hemoglobina de los glóbulos rojos para ligarse con el oxígeno, siendo muy pequeña la cantidad de oxígeno transportada por el plasma sanguíneo. La hemoglobina se encuentra ya prácticamente saturada de oxígeno en condiciones normales, por lo que no hay ganancia en este aspecto, pero el oxígeno transportado por el plasma en condiciones hiperbáricas se incrementa notablemente.

Uso en el mundo

  • En España, existe desde 1988 un Comité Coordinador de Centros de Medicina Hiperbárica.[5]​ Un miembro del CCCMH es delegado médico de España en el European Diving Technology Committee (EDTC). El CCCMH representa en España al European Committee for Hyperbaric Medicine (ECHM). El CCCMH mantiene relaciones regulares con la Undersea & Hyperbaric Medical Society(UHMS), con la European Underwater and Baromedical Society (EUBS), con la Fundación del International Congress on Hyperbaric Medicine y con Divers Alert Network Europe (DAN-Europe).
  • En Venezuela se aplica dicha terapia desde el año 1993 en Caracas, cuyo Director Médico, Dr. Adolfo González Barrios, es el Presidente-Fundador de la Sociedad de Medicina Hiperbárica de Venezuela. Así mismo este especialista ha implementado las Unidades de Medicina Hiperbárica en la construcción de túneles subterráneos, siendo pionero en la aplicación del método científico en la prevención de los accidentes descompresivos durante el mantenimiento del disco de corte en tuneladoras.
  • En EE.UU., la Sociedad Médica Subacuática e Hiperbárica, UHMS, tiene un Comité de estudio y seguimiento de las indicaciones de la oxigenoterapia hiperbárica. Este Comité elabora un documento de consenso en el que se exponen las distintas indicaciones, así como las que están en fase de estudio o a la espera de resultados concluyentes. Entre las indicaciones en las que la oxigenoterapia hiperbárica es el tratamiento de elección se encuentran:
  • En el Reino Unido muchas cámaras se financian por la National Health Service, aunque algunas, como las de los "Centros de terapia de esclerosis múltiple", son sin fines de lucro.
  • En España, la Seguridad Social dispone en algunas Comunidades Autónomas de servicios de Medicina hiperbárica en hospitales propios o concertados (Comunidad Valenciana: Hospital Perpetuo Socorro (Alicante), Hospital General de Castellón (Castellón), Cataluña: Hospital Cruz Roja (Barcelona) y Hospital de Palamós (Gerona), Comunidad Andalucía: Hospital El Ángel (Málaga) y Hospital Naval (San Fernando-Cádiz). Santander: Marqués de Valdecilla. Galicia: Hospital Naval del Ferrol, Mallorca (Clínica Juaneda), Canarias: Hospital Clínico (Tenerife), Región de Murcia: Hospital de la Caridad (Cartagena). En la página web de OXYNET, auspiciada por la Comunidad Económica Europea con el proyecto COST B14 y el Comité Europeo de Medicina Hiperbárica, puede consultarse un listado de cámaras en otros países de la Comunidad Europea.

Otras aplicaciones incluyen:

  • En la Argentina, la oxigenoterapia se comienza a utilizar en los inicios de la década del 60 en el Leprosario de Rodríguez por los Dres. Rosasco, Wilkinson y Calori, especialmente en el tratamiento de lepra lepromatosa, en el Hospital Pirovano y en la Base Naval de Mar del Plata, donde se han realizado gran cantidad de tratamientos al igual que trabajos de investigación. En 1986 de fundó la Sociedad Argentina de Medicina Hiperbárica y de Buceo, funcionando actualmente unos 20 centros en todo el país.

Cámaras hiperbáricas

Cámara Hiperbárica Multiplaza.

La oxigenoterapia hiperbárica es una modalidad de la oxigenoterapia en la que se utiliza una cámara hiperbárica en donde se crea una presión por encima de la atmosférica.

Descripción

La cámara hiperbárica es un habitáculo (contenedor) preparado para soportar elevadas presiones en su interior, pues los tratamientos suelen realizarse entre 2 y 3 ATA (Atmósferas Absolutas), aunque en alguna tabla excepcional de tratamiento para la enfermedad descompresiva se puede llegar a 6 ATA.

Las cámaras hiperbáricas pueden clasificarse en monoplazas y multiplazas. Existen importantes diferencias tanto de manejo, metodología como de los tipos de tratamientos que se pueden aplicar en cada una de ellas. Generalmente las multiplazas son las más apropiadas desde todos los puntos de vista, pues además de poder comprimirse con aire, permiten que los médicos y demás personal sanitario puedan acompañar a los pacientes y poder suministrar los cuidados necesarios (incluso los de terapia intensiva), de acuerdo a las necesidades de hospitales o centros especializados para dar estas terapias es el diseño de las cámaras.

Bases de la terapéutica

Cuando respiramos oxígeno puro a una presión por encima de la atmosférica, se consigue, según la Ley de Henry, un incremento importante del oxígeno disuelto en el plasma. Para hacernos una idea del incremento debemos pensar que cuando respiramos aire la Presión Parcial de Oxígeno (PpO2) en sangre arterial es de unos 90 mm de Hg. Pues bien, cuando respiramos oxígeno puro durante el tratamiento en cámara hiperbárica, esta PPO2 puede llegar a ser de hasta 2000 - 2400 mm de Hg a 3 ATA. Con este aumento importante del transporte de oxígeno podemos conseguir que aquellas áreas del organismo que estén en hipoxia (falta de oxígeno) y que no pueda ser corregida de otra manera, se beneficien de este oxígeno y puedan poner en marcha las rutas metabólicas y aquellos mecanismos fisiológicos deprimidos por la situación de hipoxia.

Indicaciones

Los principales componentes de la acción terapéutica de la oxigenoterapia hiperbárica son dos:

  • En primer lugar, garantizar el transporte de oxígeno a los tejidos incluso cuando la hemoglobina y los glóbulos rojos no se encuentren en condiciones de hacerlo, como ocurre en el curso de situaciones de anemia o de intoxicaciones por gases como el monóxido de carbono (CO).
  • En segundo lugar, se trata de favorecer la difusión del oxígeno de los capilares a las células, donde por cualquier causa exista una disminuida perfusión sanguínea. Por consiguiente, la oxigenaterapia hiperbárica está también indicada en todas aquellas patologías en las que exista hipoxia tisular. A este grupo pertenecen patologías como:
  • La intoxicación por monóxido de carbono.
  • Gangrena gaseosa, Mionecrosis clostridial.
  • Pie diabético diabetes
  • Fascitis necrosantes.
  • Lesiones postradioterapia (Osteoradionecrosis, Cistitis rádica)
  • Enfermedad descompresiva.
  • Aeroembolismo o Embolia de aire traumática.
  • Osteomielitis Crónica Refractaria.

Otras aplicaciones

Existen testimonios científicos de la influencia positiva del oxígeno hiperbárico en relación a los procesos de reparación de los tejidos lesionados, con especial referencia al tejido óseo y al cutáneo, especialmente después de quemaduras o trasplantes. En otras formas clínicas, la oxigenoterapia hiperbárica puede conducir a la curación al reactivar procesos metabólicos deficitarios.

Asociado a otros tratamientos, la oxigenoterapia hiperbárica representa una ayuda valiosísima en las siguientes condiciones:

  • Insuficiencia arterial periférica en pacientes no revascularizables.
  • Tratamientos pre y postoperatorios en tejidos irradiados cirugía ortopédica.
  • Tratamientos pre y postoperatorios en cirugía vascular.
  • Sordera Súbita.
  • Oclusión de la arteria central de la retina.
  • Encefalopatias postanóxicas, Parálisis Cerebral.

Consideraciones especiales

Los médicos que se dedican a esta técnica están en posesión de Títulos de Especialistas Universitarios y/o Máster en Medicina Subacuática e Hiperbárica con entrenamiento en Cuidados Intensivos y Reanimación.

Con las adaptaciones específicas, prácticamente se puede aplicar en el interior de la cámara hiperbárica los mismos cuidados que se aplicarían en una Unidad de Cuidados Intensivos. Generalmente el Servicio de Medicina Hiperbárica está asociado en el Hospital a los servicios de Cuidados Intensivos, Anestesia y Reanimación.

Los equipos de sacos inflables, mal llamados Cámaras Hiperbáricas, o definidos en ingles como Soft Chambers alcanzan un nivel de saturación de O2 en el organismo de solo 26% contra un 230% de Cámaras Hiperbáricas rígidas a 2.3 ATAs.

Los equipos de sacos inflables, mal llamados Cámaras Hiperbáricas, o definidos en ingles como Soft Chambers alcanzan un nivel de saturación de O2 en el organismo de solo 26% contra un 230% de Cámaras Hiperbáricas rígidas a 2.3 ATAs. Además según normas de Estados Unidos aceptadas internacionalmente, como la National Fire Protection Agency (NFPA) 99-11, o la American Society of Mechanical Engineers, Pressure Vessels for Human Occupancy (“ASME PVHO-1”), los sacos inflabes o cámaras flexibles individuales, no cumplen con las mismas al no tener elementos de seguridad mínimos para equipos sometidos a alta presión y atmósferas inflamables, pudiendo producir accidentes y perjuicios para pacientes y personal afectado.[56]

Enlaces externos

Referencias

  1. Emi Latham, MD, FACEP, FAAEM Assistant Clinical Professor of Emergency Medicine, Hyperbaric Medicine Physician, University of California, San Diego, School of Medicine - MedScape. «Hyperbaric Oxygen Therapy». Archivado desde el original el 5 de septiembre de 2015. Consultado el 21 de febrero de 2016. 
  2. «La Medicina Hiperbárica, esa gran olvidada». Archivado desde el original el 20 de agosto de 2016. Consultado el 4 de agosto de 2016. 
  3. U.S. National Library of Medicine Society - MedlinePlus. «Hyperbaric oxygen therapy». Archivado desde el original el 5 de enero de 2016. Consultado el 21 de febrero de 2016. 
  4. Jørgensen TB, Sørensen AM, Jansen EC (abril de 2008). «Iatrogenic systemic air embolism treated with hyperbaric oxygen therapy». Acta Anaesthesiol Scand 52 (4): 566-8. PMID 18339163. doi:10.1111/j.1399-6576.2008.01598.x. 
  5. Página principal del Comité Coordinador de Centros de Medicina Hiperbárica de España
  6. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Air or Gas Embolism». Archivado desde el original el 2 de mayo de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  7. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Carbon Monoxide». Archivado desde el original el 25 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  8. Piantadosi CA (2004). «Carbon monoxide poisoning». Undersea Hyperb Med 31 (1): 167-77. PMID 15233173. Archivado desde el original el 3 de febrero de 2011. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  9. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Cyanide Poisoning». Archivado desde el original el 25 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  10. Hall AH, Rumack BH (septiembre de 1986). «Clinical toxicology of cyanide». Ann Emerg Med 15 (9): 1067-74. PMID 3526995. doi:10.1016/S0196-0644(86)80131-7. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  11. Takano T, Miyazaki Y, Nashimoto I, Kobayashi K (septiembre de 1980). «Effect of hyperbaric oxygen on cyanide intoxication: in situ changes in intracellular oxidation reduction». Undersea Biomed Res 7 (3): 191-7. PMID 7423657. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  12. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Clostridal Myositis and Myonecrosis (Gas gangrene)». Archivado desde el original el 5 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  13. Hart GB, Strauss MB (1990). «Gas Gangrene - Clostridial Myonecrosis: A Review». J. Hyperbaric Med 5 (2): 125-144. Consultado el 16 de mayo de 2008. 
  14. Zamboni WA, Riseman JA, Kucan JO (1990). «Management of Fournier's Gangrene and the role of Hyperbaric Oxygen». J. Hyperbaric Med 5 (3): 177-186. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  15. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Crush Injury, Compartment syndrome, and other Acute Traumatic Ischemias». Archivado desde el original el 8 de mayo de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  16. Bouachour G, Cronier P, Gouello JP, Toulemonde JL, Talha A, Alquier P (agosto de 1996). «Hyperbaric oxygen therapy in the management of crush injuries: a randomized double-blind placebo-controlled clinical trial». J Trauma 41 (2): 333-9. PMID 8760546. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  17. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Decompression Sickness or Illness and Arterial Gas Embolism». Archivado desde el original el 5 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  18. Brubakk, A. O.; T. S. Neuman (2003). Bennett and Elliott's physiology and medicine of diving, 5th Rev ed. United States: Saunders Ltd. p. 800. ISBN 0702025712. 
  19. Acott, C. (1999). «A brief history of diving and decompression illness». South Pacific Underwater Medicine Society journal 29 (2). ISSN 0813-1988. OCLC 16986801. Consultado el 18 de marzo de 2008. 
  20. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Enhancement of Healing in Selected Problem Wounds». Archivado desde el original el 5 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  21. Zamboni WA, Wong HP, Stephenson LL, Pfeifer MA (septiembre de 1997). «Evaluation of hyperbaric oxygen for diabetic wounds: a prospective study». Undersea Hyperb Med 24 (3): 175-9. PMID 9308140. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  22. Kranke P, Bennett M, Roeckl-Wiedmann I, Debus S (2004). «Hyperbaric oxygen therapy for chronic wounds». Cochrane Database Syst Rev (2): CD004123. PMID 15106239. doi:10.1002/14651858.CD004123.pub2. 
  23. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Exceptional Blood Loss - Anemia». Archivado desde el original el 5 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  24. Hart GB, Lennon PA, Strauss MB. (1987). «Hyperbaric oxygen in exceptional acute blood-loss anemia». J. Hyperbaric Med 2 (4): 205-210. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  25. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Intracranial Abscess». Archivado desde el original el 25 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  26. Lampl LA, Frey G, Dietze T, Trauschel M. (1989). «Hyperbaric Oxygen in Intracranial Abscesses». J. Hyperbaric Med 4 (3): 111-126. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  27. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Necrotizing Soft Tissue Infections». Archivado desde el original el 5 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  28. Escobar SJ, Slade JB, Hunt TK, Cianci P (2005). «Adjuvant hyperbaric oxygen therapy (HBO2) for treatment of necrotizing fasciitis reduces mortality and amputation rate». Undersea Hyperb Med 32 (6): 437-43. PMID 16509286. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  29. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Refractory Osteomyelitis». Archivado desde el original el 5 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  30. Mader JT, Adams KR, Sutton TE (1987). «Infectious diseases: pathophysiology and mechanisms of hyperbaric oxygen». J. Hyperbaric Med 2 (3): 133-140. Archivado desde el original el 13 de febrero de 2009. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  31. Kawashima M, Tamura H, Nagayoshi I, Takao K, Yoshida K, Yamaguchi T (2004). «Hyperbaric oxygen therapy in orthopedic conditions». Undersea Hyperb Med 31 (1): 155-62. PMID 15233171. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  32. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Hyperbaric Ocxgen Treatments for Complications of radiation Therapy». Archivado desde el original el 5 de mayo de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  33. Zhang, L. D.; J. F. Kang; H. L. Xue. (1990). «Distribution of lesions in the head and neck of the humerus and the femur in dysbaric osteonecrosis». Undersea Biomed. Res. 17 (4): 353-358. ISSN 0093-5387. OCLC 2068005. PMID 2396333. Consultado el 6 de abril de 2008. 
  34. Lafforgue, P., Pathophysiology and natural history of avascular necrosis of bone. Joint Bone Spine, 2006. 73(5): p. 500-7.
  35. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Skin Grafts and Flaps Compromised». Archivado desde el original el 5 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  36. McFarlane RM, Wermuth RE (mayo de 1966). «The use of hyperbaric oxygen to prevent necrosis in experimental pedicle flaps and composite skin grafts». Plast. Reconstr. Surg. 37 (5): 422-30. PMID 5327032. doi:10.1097/00006534-196605000-00008. 
  37. Undersea and Hyperbaric Medical Society. «Thermal Burns». Archivado desde el original el 5 de julio de 2008. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  38. Cianci P, Lueders H, Lee H, Shapiro R, Sexton J, Williams C, Green B (1988). «Adjunctive Hyperbaric Oxygen Reduces the Need for Surgery in 40-80% Burns». J. Hyperbaric Med 3 (2): 97-101. Consultado el 19 de mayo de 2008. 
  39. Taylor RS, Simpson IN (septiembre de 2005). «Review of treatment options for lyme borreliosis». J Chemother. 17 Suppl 2: 3-16. PMID 16315580. Consultado el 6 de agosto de 2008. 
  40. Bennett MH, Wasiak J, Schnabel A, Kranke P, French C (2005). «Hyperbaric oxygen therapy for acute ischaemic stroke». Cochrane Database Syst Rev (3): CD004954. PMID 16034959. doi:10.1002/14651858.CD004954.pub2. 
  41. Jain KK (1989). «Effect of Hyperbaric Oxygenation on Spasticity in Stroke Patients.». J. Hyperbaric Med 4 (2): 55-61. Consultado el 6 de agosto de 2008. 
  42. Singhal AB, Lo EH (febrero de 2008). «Advances in emerging nondrug therapies for acute stroke 2007». Stroke 39 (2): 289-91. PMID 18187678. doi:10.1161/STROKEAHA.107.511485. Consultado el 6 de agosto de 2008. 
  43. Bennett MH, French C, Schnabel A, Wasiak J, Kranke P (2008). «Normobaric and hyperbaric oxygen therapy for migraine and cluster headache». Cochrane Database Syst Rev (3): CD005219. PMID 18646121. doi:10.1002/14651858.CD005219.pub2. 
  44. Eftedal OS, Lydersen S, Helde G, White L, Brubakk AO, Stovner LJ (2004). «A randomized, double blind study of the prophylactic effect of hyperbaric oxygen therapy on migraine». Cephalalgia 24 (8): 639-44. PMID 15265052. doi:10.1111/j.1468-2982.2004.00724.x. 
  45. Fife WP, Fife CE (1989). «Treatment of Migraine with Hyperbaric Oxygen.». J. Hyperbaric Med 4 (1): 7-15. Consultado el 6 de agosto de 2008. 
  46. Abidia A, Laden G, Kuhan G, et al (junio de 2003). «The role of hyperbaric oxygen therapy in ischaemic diabetic lower extremity ulcers: a double-blind randomised-controlled trial». Eur J Vasc Endovasc Surg 25 (6): 513-8. PMID 12787692. doi:10.1053/ejvs.2002.1911. 
  47. Kalani M, Jörneskog G, Naderi N, Lind F, Brismar K (2002). «Hyperbaric oxygen (HBO) therapy in treatment of diabetic foot ulcers. Long-term follow-up». J. Diabetes Complicat. 16 (2): 153-8. PMID 12039398. doi:10.1016/S1056-8727(01)00182-9. 
  48. Chen, J. (2003). «The Effects of Hyperbaric Oxygen Therapy on Diabetic Retinopathy». Investigative Ophthalmology & Visual Science 44: 4017-B720. Archivado desde el original el 13 de enero de 2009. Consultado el 16 de diciembre de 2008. 
  49. Chang, Yun-Hsiang et al. (2006). «Hyperbaric oxygen therapy ameliorates the blood–retinal barrier breakdown in diabetic retinopathy». Clinical & Experimental Ophthalmology 34 (6): 584-589. Consultado el 16 de diciembre de 2008. 
  50. Basile C, Montanaro A, Masi M, Pati G, De Maio P, Gismondi A (2002). «Hyperbaric oxygen therapy for calcific uremic arteriolopathy: a case series». J. Nephrol. 15 (6): 676-80. PMID 12495283. 
  51. Baechli H, Schmutz J, Mayr JM (2008). «Hyperbaric oxygen therapy (HBO) for the treatment of an epidural abscess in the posterior fossa in an 8-month-old infant». Pediatr Neurosurg 44 (3): 239-42. PMID 18354266. doi:10.1159/000121383. 
  52. Suzuki H, Fujimura T, Shiomori T, et al (junio de 2008). «Prostaglandin E1 versus steroid in combination with hyperbaric oxygen therapy for idiopathic sudden sensorineural hearing loss». Auris Nasus Larynx 35 (2): 192-7. PMID 17826927. doi:10.1016/j.anl.2007.06.003. 
  53. Yoshida, Takahiro et al. (2008). «Hyperbaric oxygen therapy for radiation-induced hemorrhagic cystitis». International Journal of Urology 15 (7): 639-641. doi:10.1111/j.1442-2042.2008.02053.x. 
  54. Noyer, Charles M. et al. (2004). «Hyperbaric oxygen therapy for perineal Crohn's disease». The American Journal of Gastroenterology 94 (2): 318-321. doi:10.1111/j.1572-0241.1999.00848.x. 
  55. Atug, Ozlen et al. (2008). «Hyperbaric Oxygen Therapy Is as Effective as Dexamethasone in the Treatment of TNBS-E-Induced Experimental Colitis». Digestive Diseases and Sciences 53 (2): 481-485. doi:10.1007/s10620-007-9956-4. 
  56. «Hard vs Soft Chambers | Oxford Hyperbaric Oxygen Therapy». oxfordhbot.com. Archivado desde el original el 18 de agosto de 2016. Consultado el 4 de agosto de 2016.