Diferencia entre revisiones de «Violaciones de derechos humanos de la dictadura militar (Chile)»

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== Véase también ==
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Revisión del 13:57 13 may 2010

El Museo de la Memoria y los Derechos Humanos fue creado para conmemorar las violaciones a los Derechos Humanos ocurridas durante el régimen de Pinochet.

Las violaciones de los Derechos Humanos en Chile se refieren al conjunto de acciones de persecución de opositores, represión política y Terrorismo de Estado, llevadas a cabo por las Fuerzas Armadas y de Orden, agentes del Estado y por civiles al servicio de los organismos de seguridad de la época, durante la dictadura de Augusto Pinochet en Chile entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990. De acuerdo a los informes de la Comisón de Verdad y Reconciliación (Informe Rettig) y la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura (Informe Valech), la cifra de víctimas directas de violaciones a los Derechos Humanos en Chile, ascendería a unas 35.000 personas, de los cuales unos 28 mil fueron torturados, 2.279 de ellos ejecutados y unos 1.248 continúan como Detenidos desaparecidos.

Contexto histórico

Buque escuela Esmeralda, utilizado como centro de detención y torturas en 1973.

El 11 de septiembre de 1973, un golpe de Estado al mando de los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, terminó con el gobierno del presidente Salvador Allende. Unidades blindadas y de infantería del ejército atacaron el Palacio de La Moneda (sede de gobierno) y aviones de la Fuerza Aérea lo bombardearon. Allende se suicidó antes de que las tropas ingresaran a Palacio.

Inmediatamente al Golpe de Estado se declaró el toque de queda en todo el territorio nacional a partir de las 15 horas del 11 de septiembre de 1973. Se silenciaron las radios Portales, Magallanes y Corporación , y los diarios El Clarín, El Siglo, Puro Chile y otros fueron allanados y sus prensas destruidas. En las zonas rurales se detuvieron a muchos dirigentes de la Reforma Agraria, muchos fueron ejecutados en el lugar de detención.

Se declaró ilegal y proscrito a los partidos Comunista y Socialista; los partidos Nacional, Democratacristiano y Radical fueron suspendidos cuando se disolvió el Congreso. Los militares llamaron a la población a denunciar a los líderes y adherentes de la Unidad Popular como traidores a la Patria.

Se llamó a aquellos que tuvieran cargos y representatividades de grupos sociales a entregarse a las comisarías para regularizar su situación. Se detuvieron a miles de personas y fueron conducidas el Estadio Chile y luego al Nacional, a aquellas personas que fueron llamadas a viva voz y respondieron de entre la multitud fueron ejecutadas en el mismo lugar, como es el caso de Víctor Jara. Las poblaciones populares tales como La Legua, La Victoria y La Bandera fueron allanadas y sus pobladores detenidos en masa.

Las violaciones de los derechos humanos como política de Estado

Las violaciones de los derechos humanos fueron una práctica sistemática durante el Régimen Militar, la cual fue posible dada la concentración de distintos poderes del Estado en manos de la Junta Militar de Gobierno, la renuncia del poder judicial a algunas de sus funciones, a la creación de organismos represivos (DINA y CNI) y a la ausencia de libertad de prensa.[1]​ De acuerdo a la Comisión Valech:

"... la prisión política y la tortura constituyeron una política de Estado del régimen militar, definida e impulsada por las autoridades políticas de la época, el que para su diseño y ejecución movilizó personal y recursos de diversos organismos públicos, y dictó decretos leyes y luego leyes que ampararon tales conductas represivas. Y en ésto contó con el apoyo, explícito algunas veces y casi siempre implícito, del único Poder del Estado que no fue parte integrante de ese régimen: la judicatura."
Síntesis Informe Valech, p.12

Detenidos desaparecidos

Manifestación en el memorial de Detenidos Desaparecidos, en el Cementerio General de Santiago.

Desde el mismo día del golpe, las autoridades militares comenzaron una masiva detención de adherentes y autoridades del gobierno de la Unidad Popular. Algunos de estos detenidos fueron ejecutados, para luego hacer desparecer sus cuerpos. De acuerdo a la Comisión de Verdad y Reconciliación en Chile se practicaron dos mecanismos de desaparición forzada de personas:

"Una que prevaleció en los meses inmediatamente posteriores al 11 de septiembre de 1973. Las detenciones al parecer fueron practicadas, en distintos puntos del país, por diversas unidades de uniformados, a veces acompañados de civiles. En el fondo, consistieron en una ejecución sumaria o asesinato de la víctima, disponiéndose luego del cadáver (por lo común lanzándolo a un río o enterrándolo clandestinamente) todo ello seguido de negación de los hechos o de la entrega de versiones falsas. La desaparición en estos casos es más bien un modo de ocultar o encubrir los crímenes cometidos, antes que el resultado de acciones sujetas a una coordinación central que tuvieran por objeto eliminar a categorías predeterminadas de personas. La segunda forma de "desapariciones" fue practicada principalmente entre los años 1974 y 1977, siendo responsable principal, pero no única, la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). En el conjunto de esos casos sí ha podido convencerse la Comisión de que había detrás una voluntad de exterminio, dirigida sistemáticamente y por motivaciones políticas, en contra de ciertas categorías de personas".[2]

En la actualidad el número de Detenidos Desaparecidos se estima en 1.248 personas, cuyos restos aún no han sido localizados, 127 de los cuales tenían ciudadanía extranjera, 79 eran mapuches y 54 eran menores de edad al momento de la detención.

Víctimas

Carta desde prisión de Manuel Guerrero en 1976, detenido nuevamente años más tarde y degollado junto a José Manuel Parada y Santiago Nattino.

Si bien, no existe unanimidad respecto al número real de víctimas de las violaciones a los Derechos Humanos en Chile, el informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, conocido como Informe Rettig, determinó en 1991, que 2.279 personas habían perdido la vida por motivos políticos en el período 1973 - 1990, de los cuales 164 habían sido producto de violencia política y 2.115 producto de violaciones de Derechos Humanos atribuibles a la acción del Estado.[3]

Por su parte, la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura (Comisión Valech) determinó en 2004 que de 34.690 víctimas de prisión política, 28.459 sufrieron torturas y apremios ilegítimos, de los cuales 1.244 tenían menos de 18 años (176 menos de 13 años), 3.621 eran mujeres,[4]​ de las cuales alrededor de 3.400 fueron violadas por sus captores.

Entre las miles de víctimas de los derechos humanos en Chile, se encuentras varios Diputados, Senadores, Ministros de Estado, rectores de universidades, alcaldes, miembros de las Fuerzas Armadas[5]​, intendentes, funcionarios públicos, periodistas, profesores y académicos, sacerdotes, dirigentes sindicales, sociales y políticos, artistas, estudiantes, agricultores, dueñas de casa, profesionales, obreros, indígenas, etc. Entre los cuales se cuenta a:

Métodos de tortura

Durante los 17 años que duró el Régimen Militar en Chile se hizo uso habitual de la tortura[7]​ hacia los prisioneros políticos, como medio de conseguir información, someter psicológicamente y castigar a los prisioneros. Estas prácticas fueron llevadas a cabo por las Fuerzas Armadas y de Orden, y por los organismos de seguridad (DINA y CNI). De hecho, el 94% de los ex-prisioneros entrevistados por la comisión Valech, señaló haber sufrido toruras por parte de sus captores.

Entre las torturas más comunes se cuentan:

  1. golpizas reiteradas, con puños, pies y elementos contundentes, eran particularmente frecuentes durante los interrogatorios;
  2. lesiones corporales provocadas a las víctimas, frecuentemente eran víctimas de héridas con distintas herramientas (alicates, corvos, yaganes, etc.), quebramiento de miembros y mutilaciones, quemaduras de cigarrillos y en ocasiones era sometidos a ataques con perros;
  3. colgamientos, de pies y manos durante horas.
  4. aplicación de electricidad, en especial en zonas genitales, esta práctica se realizaba en la llamada "parrilla", que consistía en un catre metálico donde eran amarrados desnudos los prisioneros para ser electrocutados;
  5. amenazas, frecuentemente durante los interrogatorios se amenazaba con atentar contra la integridad física y psicológica de los prisioneros y sus familias (hijos, cónyuges, padres);
  6. simulacros de fusilamiento;
  7. humillaciones y vejámenes, como forma de quebrar psicológicamente a los prisioneros, se les sometía a toda clase de humillaciones, entre ellos obligarlos a pelear por comida, la introducción de ratones en las vaginas de las prisioneras, ser orinados por sus captores o ser obligados a comer basura o su propio excremento, entre muchos otros;
  8. desnudamientos, en muchos casos se les dejaba desnudo a la intemperie durante el día hasta provocar serias quemaduras por el sol, y enfriamientos por la noche.
  9. violaciones y abusos sexuales, especialmente contra mujeres, la mayoría de las prisioneras señala haber sido violada (muchas en forma reiterada) y de haber sufrido todo tipo de manoseos y abusos sexuales; 13 de ellas señalan haber quedado embarazadas de sus violadores, además, algunas señalan haber sido sometidas a violaciones con perros. También hay denuncias de hombres violados y abusados por sus captores;
  10. confinamiento en condiciones infrahumanas, privación de alimentos y de condiciones dignas de vida (sanitarias e higiénicas), prohibición de asearse, etc.;
  11. privación de sueño;
  12. asfixia, esta práctica era efectuada particularmente producto de la inmersión en agua ("submarino").

Además, se les hacía como presenciar fusilamientos, torturas y vejámenes de otros prisioneros o familiares.[8]

"En ese momento no sabía donde estaba. Nos llevaban en camiones frigoríficos, amarrados, vendados, con capuchas. Nos hacían bajar escalones y, a mí me dejaron en una celda. Los interrogatorios empezaban muy temprano... me golpearon y aplicaron todas las formas de tormento: Golpes, corriente eléctrica, quemaduras con cera, cigarrillos; en un brazo aun tengo las marcas. Les dije que estaba embarazada, pero la verdad a ellos no les importó, al contrario. Me golpeaban con una fusta en el bajo vientre, para que perdiera mi guagua. Al tercer o cuarto día, comenzaron a violarme... varias veces me violaron y aplicaron corriente en la parrilla eléctrica..."
Testimonio de una prisionera política del Campo de Concentración "Tejas Verdes"[9]

Centros de detención

Memorial de víctimas de Villa Grimaldi.

Durante la dictadura se habilitó una extensa red de centros clandestinos de detención y tortura, a lo largo de todo el país, identificándose 1.168[10]​ centros de detención, 1.132 de acuerdo a la Comisión Valech.[11]​ En muchos casos se utilizaron las propias instalaciones del Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada (incluido el Buque Escuela Esmeralda y el Buque Lebu) y Carabineros de Chile; en otros casos inmuebles particulares, como Villa Grimaldi, Venda Sexy o Londres 38; se instalaron campos de concentración en oficinas salitreras (Oficina Chacabuco), en islas (como la Isla Dawson o la Quiriquina) y zonas aisladas; y hasta se hizo uso de instalaciones deportivas, como el Estadio Nacional de Chile, el Estadio Chile o el Estadio Municipal de Concepción.[12]

Principales violadores de los Derechos Humanos

Véase también

Referencias

  1. Comisión ValechSíntesis Informe. Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, pp.11-12
  2. “Informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación”. Santiago. Reedición de la Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación. 1996. p. 22.
  3. INFORME DE LA COMISIÓN NACIONAL DE VERDAD Y RECONCILIACIÓN (INFORME RETTIG)
  4. http://www.comisionprisionpoliticaytortura.cl/ COMISIÓN NACIONAL DE PRISIÓN POLÍTICA Y TORTURA]
  5. El Ciudadano - Jorge Magasich, historiador: “En la Armada hubo mayor oposición al golpe de estado” Hay 92 marinos que fueron condenados a penas de prisión entre 3 y 8 años, muchos de ellos también fueron torturados. Los condenados a 3 años cumplieron su pena y desde 1978 la mayoría de ellos se fue al exilio. Otros 2 murieron haciendo resistencia a la dictadura, Ernesto Zúíga y Alberto Salazar.
  6. [1], [2] La causa por la muerte del Presidente Frei aún se encuentra abierta en tribunales.
  7. De acuerdo a las convenciones internacionales, "constituye tortura todo acto por el cual se haya infligido intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, castigarla por un acto que haya cometido o se sospeche que ha cometido, intimidar o coaccionar a esa persona u otras, anular su personalidad o disminuir su capacidad física o mental, o por razones basadas en cualquier tipo de discriminación. Siempre y cuando dichos dolores o sufrimientos se hayan cometido por un agente del Estado u otra persona a su servicio, o que actúe bajo su instigación, o con su consentimiento o aquiescencia".
  8. Síntesis Informe. Comisión Prisión Política y Tortura
  9. Tejas Verdes, en Memoria Viva.
  10. Memoria Viva Centros de Detención
  11. Síntesis Informe. Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura Recintos de detención, p.23
  12. Memoria Viva - Centros de Detención
  13. Mercurio - Falleció ex Fiscal Militar Mario Acuña
  14. a b c El Mercurio - Otros trece procesados por la desaparición de sacerdote
  15. a b c d El Mercurio - Condenan a 14 ex agentes de la CNI por crimen de José Carrasco Tapia
  16. a b c d La Nación - Los sabuesos de los derechos humanos. Brigada de Asuntos Especiales de investigaciones
  17. El Mercurio - Falleció ex Fiscal Militar Mario Acuña
  18. Punto Final - Torturador al descubierto