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El principal sobrenombre es "Piura, la Ciudad del Eterno Calor" porque hace calor todo el año. En la época de inviernos e siente frío solo en las noches, pero al madiodía, el intenso sol no descansa.
'''Piura''' también es conocida como [[Ciudad de la Hospitalidad]] porque sus habitantes acogen muy bien a quienes la visitan, y alberga a los que llegan a residir en ella. Se le conoce también como la [[Ciudad de los algarrobos]] por sus bosques secos tropicales de algarrobos que reverdecen en cada temporada de lluvias veraniegas, hermoseando las dilatadas planicies que se cubren de vegetación herbácea deviniendo en sabana arbórea.<ref>AGRICULTURA Y GANADERÍA editado por la Oficina Regional de Desarrollo del Norte ORDEN, volumen 12. Lima 1970, pag. 39-42</ref>
'''Piura''' también es conocida como [[Ciudad de la Hospitalidad]] porque sus habitantes acogen muy bien a quienes la visitan, y alberga a los que llegan a residir en ella. Se le conoce también como la [[Ciudad de los algarrobos]] por sus bosques secos tropicales de algarrobos que reverdecen en cada temporada de lluvias veraniegas, hermoseando las dilatadas planicies que se cubren de vegetación herbácea deviniendo en sabana arbórea.<ref>AGRICULTURA Y GANADERÍA editado por la Oficina Regional de Desarrollo del Norte ORDEN, volumen 12. Lima 1970, pag. 39-42</ref>



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Piura (fundada como San Miguel de Piura) es una ciudad del norte del Perú, capital de la Región Piura. Está ubicada en el centro oeste del departamento, en el valle del río Piura, al norte del desierto de Sechura, a 973 km al norte de Lima y próxima a la frontera con el Ecuador.

Conforma junto con Castilla una conurbación de más de 450 mil habitantes[1]​, que la ubica entre las ciudades más pobladas del país. Ambas partes de la urbe están unidas por 4 puentes. Entre ellos destacan el puente Bolognesi, el puente Andrés Avelino Cáceres y el puente Sánchez Cerro. Es la capital regional más industrializada del norte del país.[2]​ Funcional por las grandes avenidas que la entrecruzan en todas direcciones, es ciudad residencial y de servicios, constituyéndose también en sede de importantes universidades como son la Universidad de Piura, y la Universidad Nacional de Piura, contando también con las filiales de las Universidades Alas Peruanas, César Vallejo, Los Ángeles de Chimbote, entre otras.[3]​ Se estima que es la ciudad más competitiva del país toda vez que se requiere menos tiempo y menos trámites para constituir una empresa, a diferencia de otros centros urbanos.[4]​ Tiene un excelente estadio de deportes recientemente ampliado en su capacidad y modernizado, e intensa vida cultural y artística, contando con varios museos, pinacotecas, así como con la Orquesta Sinfónica Municipal de Piura y la Orquesta de la Escuela Regional de Música José María Valle Riestra. No obstante su explosivo crecimiento durante los años ochentas y los desastres ocasionados por los El Niño de los años de 1983 y 1998 así como por la mal entendida modernización, aún se mantienen en pie y en buen estado varias casonas y templos de la época colonial y republicana, su centro histórico conserva su trazo de damero, propio de las ciudades fundadas por españoles en el virreinato. La Plaza de Armas o Plaza Mayor es una de las más grandes y bellas del país, en la que puede verse la estatua de mármol italiano de Carrara que representa a la libertad como una hermosa mujer tocada con el gorro frigio, más conocida por los piuranos como "La Pola" pues la antecedió la estatua de la la patriota colombiana Policarpa Salavarrieta. A despecho de los varios sitios de esparcimiento y centros comerciales, la ciudad aún transpira placidez que es parte de su encanto admirado por propios y extraños.

Se encuentra intercomunicada con el resto del Perú y el exterior por la carretera Panamericana, por el puerto mayor de Paita, el segundo más importe del país, y a través del Aeropuerto Internacional Capitán FAP Guillermo Concha Iberico. A pocos kilómetros se encuentra Catacaos, distrito metropolitano muy conocido y visitado por su riquísima y variada gastronomía, por su artesanía y por su orfebrería. A menos de una hora están sus playas y balnearios de Yacila y Colán, internacionalmente conocidos al igual que Cabo Blanco, Los Órganos y Máncora, estos últimos muy frecuentados por los surfistas, un poco más al norte, a los que todos los años acuden millares de veraneantes. Al sur oeste y a 25 minutos de encuentran los manglares de San Pedro constituidos en hábitat de conchas de abanico y conchas negras y lugar donde recalan flamencos y otras aves marinas en sus incensantes migraciones. La relación entre Piura con su hinterland es dinámica hacia los cuatro puntos cardinales pues es equidistante de las localidades de Sullana, Paita, Sechura y Chulucanas con un promedio de 50 kilómetros y todos los días se constata el tránsito fluido de personas y mercaderías en buses y toda clase de vehículos automotores que las interconecta a toda hora a través de pistas perfectamente asfaltadas. Próximamente se interconectará directamente con la localidad de Tambogrande a través de carretera asfaltada que tampoco superará los 50 kilómetros.

Sobrenombres

Piura también es conocida como Ciudad de la Hospitalidad porque sus habitantes acogen muy bien a quienes la visitan, y alberga a los que llegan a residir en ella. Se le conoce también como la Ciudad de los algarrobos por sus bosques secos tropicales de algarrobos que reverdecen en cada temporada de lluvias veraniegas, hermoseando las dilatadas planicies que se cubren de vegetación herbácea deviniendo en sabana arbórea.[5]

Así mismo se le conoce como la Ciudad Errante o Volante porque donde actualmente se ubica es su cuarto asentamiento, dado que el primero, cuando la fundó don Francisco Pizarro en 1532 con el ceremonial dispuesto en las Reales Ordenanzas conforme también se hizo posteriormente en las fundaciones de las ciudades de Lima y Trujillo, fue en Tangarará, en el exuberante valle del Chira y cerca de la actual ciudad de Sullana, pero sus habitantes pronto empezaron a sufrir los embates del paludismo por lo que don Diego de Almagro ordenó el traslado. El padre Rubén Vargas Ugarte dice que el asiento no fue afortunado, al igual que el segundo y el tercero.[6]​ El segundo asentamiento aconteció dos años después, en el valle del Alto Piura, en el lugar que ahora se conoce como Piura La Vieja y a inmediaciones de la hacienda Monte de los Padres en la actual provincia de Morropón, contándose con tierras muy fértiles para el cultivo y pastos pero luego de un riguroso período pluvial o Mega Niño sus habitantes resultaron afectados con males a los ojos, de ahí que surgió la devoción a Santa Lucía cuya imagen actualmente se encuentra en el templo de San Francisco, y decidieron migrar una vez más. El tercer asiento fue en el año de 1578 en lo que hoy es el puerto de Paita, refundándose la ciudad con el nombre de San Francisco de la Buena Esperanza, pero el sitio resultó muy expuesto a los ataques de los piratas y corsarios que la destruyeron en 1587. Con autorización del Virrey don Fernando de Torres y Portugal Conde del Villar sus habitantes se mudaron a su actual y definitiva cuarta ubicación entonces conocida en el siglo XVI como el asiento del Chilcal, "a dos leguas castellanas al norte del pueblo de indios de Catacaos" y junto a la presa precolombina de Tacalá que pocos años antes había sido reforzada con cal y canto por el quinto virrey del Perú don Francisco de Toledo, porque determinaron que "hay abundante agua y leña, y muy buen temperamento", constituyendo "sitio muy despejado y que lo baña el aire el cual viene por partes limpias", conforme es de verse en el acta que para el efecto se redactó y aún se conserva, refundándola el Capitán don Juan de Cadalzo y Salazar el día 15 de agosto de 1588 con el nombre de San Miguel del Villar.[7]

Igualmente se le conoce como la Ciudad de los Museos, por sus museos de historia y de arte religioso, de ceramios precolombinos, particularmente de la civilización Vicús, así como pinacotecas de sus personajes ilustres como Ignacio Merino, Luis Montero, Felipe Cossío Del Pomar, y de pintores contemporáneos como Arcadio Boyer.

Historia

Cuentan los cronistas de la Conquista que según los propios tallanes, pobladores prehispánicos de la costa piurana, hubo en tiempos milenarios otros moradores que vencieron al desierto. Eran hombres que “vivían más en la mar que en la tierra”, trasladándose de un lugar a otro en grandes balsas movidas a remo y vela, dedicados a la pesca, que se proveían de agua y vegetales desde lugares lejanos, y que acampaban en medio del desierto para estar protegidos de sus enemigos. Su origen en estas tieras se pierde en la bruma de los tiempos pretéritos pero ya se les encontraba en el siglo VII de nuestra era conforme los vestigios encontrados consistentes en cerámica utilitaria, morteros de piedra y objetos también de piedra utilizados en la guerra. Se extendieron desde Tumbes por el norte hasta Olmos y Morropón por el sur, conforme lo determinó la antropóloga doctora Josefina Ramos de Cox, determinándose que sus vestigios arquitectónicos mayores son los encontrados en Catacaos, en Narihualá y en otras zonas del valle del Bajo Piura.[8]

Al llegar los tallanes a la región, provenientes de la sierra, estos primeros habitantes huyeron hacia el norte para no regresar más pero otros se quedaron asimilándose con los recién llegados. Los tallanes resultaron ser eximios agricultores.

Pero los tallanes no fueron los primeros pobladores. Los antecedieron muchos otros entre los que destacaron los Vicús, conocidos por este nombre pues sus restos fueron hallados en la sexta década del pasado siglo XX en la hacienda del mismo nombre, ubicada cerca de la ciudad de Chulucanas en el valle del Alto Piura. La civilización Vicús floreció hace más de dos mil años y se encontraron gran cantidad de objetos utilitarios de metal, restos funerarios así como se cerámica, muy admirada en los museos por el naturalismo con la que representaban su mundo (actividades cotidianas, flora, fauna), pues sus edificaciones desaparecieron hace mucho tiempo con los innumerables mega Niños acontecidos periódicamente y desde siempre en nuestra región pero se tiene perfecta idea de cómo eran por los ceramios que las representan (casas, palacios, templos). Los últimos estudios científicos en su metalurgia concluyen que por su ubicación geográfica los Vicús constituyeron un centro de intercambio cultural entre el sur del antiguo Perú con el norte hasta la actual Colombia. En la antigua Piura se ubicaron numerosas etnias organizados en clanes que dieron lugar al nacimiento de los pueblos que ahora se conocen, éstos establecían disputas entre ellos para el dominio del territorio y manifestar así su poderío frente a los demás, prevaleciendo los tallanes. Víctor W. Von Hagen estima que los yungas, etnia costeña a la que pertenecían los tallanes, practicaban la monogamia y que solo los dirigentes y quienes tenían muchos medios económicos tenían harenes de mujeres quienes tenían iguales derechos que los hombres y tal es así que a menudo la mujer llegaba a ser jefe de tribu.[9]​ Estas comunidades que en la costa eran tallanes luego fueron invadidas por los ejércitos incas, que con fiereza los capturaron, destruyendo sus construcciones y objetos, todo esto ocasionó que el dominio inca se impusiera en nuestro departamento pero mayormente en la sierra y no tanto en la costa. Esto se explica por el hecho incontrovertible que los incas eran serranos, oriundos de la zona altoandina.

Los pueblos que habitaban la sierra los ayabacas, huancabambas y los bracamoros.

Ver Historia de la Región Piura

Tallanes

El territorio de la región Piura presenta vestigios que sin lugar a dudas, pertenecen a tiempos muy remotos, hasta el extremo de haber inducido a algunos estudiosos a pensar que en esta parte del Perú, podría encontrarse la fase más antigua del hombre de la costa del Pacífico sur.

Los tallanes o yungas, que no fueron los primeros pobladores de Piura, fueron los que encontraron los europeos cuando la invasión y conquista del siglo XVI. Procedieron de la sierra durante una época no precisada y vivieron en behetrías en lo que ahora los los valles de Chira, Medio y Bajo Piura, así como el norte de la actual región Lambayeque, en la zona de Olmos, y fueron poblaciones con organización en clanes o grandes familias pero no tenían centralización ni jefe único. Establecieron complejo sistema de aldeas a lo largo de los ríos, aprovechando la complementariedad que permite la diversidad de cultivos y de recursos entre las tierras altas y los valles costeros en intercambio este oeste, de fácil comunicación en esta parte de los Andes septentrionales. El comercio sur norte ya era práctica antigua atestada por el tráfico de Mullu (Spondylus) y el uso de hachas moneda de cobre. En los primeros siglos de nuestra era recibieron cierta influencia de la civilización mochica que por su parte estaban organizados en pequeños señoríos que luchaban entre sí, y destaca en el horizonte del antiguo Perú por ser muy refinada su orfebrería y cerámica. Los tallanes eran excelentes agricultores. Muy cerca de la llegada de los europeos los tallanes fueron sometidos por los chimúes, que les permitieron conservar su organización y su lengua. Se presume que cuando los chimúes estuvieron acosados por los incas, los Tallanes lograron una suerte de autonomía. Serían conquistados durante el gobierno de Inca Yupanqui o Túpac Inca Yupanqui, unos cuarenta años antes de la llegada de los españoles.

Imperio Incaico

El Imperio de los Incas, con el Inca Túpac Yupanqui, inició la conquista de la región sometiendo a los Ayahuacas y a los Huancapampas, que habitaban las regiones que forman hoy las provincias de Ayabaca y Huancabamba luego de quebrar su fuerte resistencia. No dejaron mayor huella cultural en la costa pero sí en la sierra pues el Inca construyó fortalezas como la de Chulucanitas y la de Aypate, cuyos restos son motivo de admiración, para vigilar el camino Huancabamba - Ayabaca - Cuenca Quito y ordenó masivos desplazamientos de poblaciones fuera de la región sustituyéndola por los mitimaes o colonizadores.

Conquista

Los conquistadores llegaron a las costas de lo que es hoy el departamento de Tumbes. Sin embargo, después de que Francisco Pizarro vio que Tumbes no era lugar apropiado para establecer su base de operaciones, decidió seguir su viaje al sur en busca del lugar ideal para establecerse. Él encontró este sitio a orillas del río Chira. Allí fundaron la primera ciudad española que se erigió en el Perú, en el sitio de Tangarará, a la que llamaron San Miguel.

Existen diversas versiones sobre los motivos de esa denominación, señalando unos que fue porque se fundó el día de San Miguel, mientras que otros afirman que Pizarro quiso agradecerle un milagro al santo por su intercesión a favor de los españoles en su lucha contra los naturales, o que fue por Fray Miguel de Orenes. Pero así como se discrepa de los orígenes del nombre de la ciudad, también se discute sobre la verdadera fecha de fundación de San Miguel, lo que indujo a la creencia de que la ceremonia de fundación fue celebrada el día en que se celebra la festividad del arcángel. Se impone la versión que fue el día 15 de agosto de 1532 pues es la fiesta de la Virgen de la Asunción en cuyo honor está consagrada la catedral. Es importante señalar también que fue en Piura donde se construyó íntegramente en piedra marina el primer templo cristiano del subcontinente en el más puro estilo arquitectónico castellano, ubicado exactamente en el pueblo pesquero de San Lucas de Colán, a unos cuantos kilómetros del puerto de Paita.

Plaza de Armas de la ciudad.

Todo indica que la fundación aconteció en Agosto, el día 15. En los días previos a la fundación se produjo una rebelión de curacas que pronto fue sofocada y terminó con la muerte de 13 señores de la jurisdicción del curacazgo de La Chira, en el Bajo Chira o Turicarami. La región fue pacificada.[10]Miguel Maticorena, citando al doctor Raúl Porras Barrenechea postuló esta fecha mostrando pruebas contundentes y que después corroboró el doctor José Antonio Del Busto Duthurburu. Pero el único documento que podría servir para determinar la fecha exacta es el acta de la primera fundación de la ciudad que se encuentra perdida.

Dos años después sus habitantes migraron a su segundo asiento en las inmediaciones de la hacienda Monte de los Padres en el valle del Alto Piura, en la margen derecha, en el que la Universidad Politécnica de Madrid conjuntamente con la Universidad de Piura dentro del marco del Programa de Cooperación Científica con Latinoamérica está haciendo estudios pues los cronistas dan cuenta que albergaba a 23 encomenderos, a la par que Trujillo y algo menos que Lima, y sus construcciones tienen altos basamentos de piedra lo que ha permitido esbozar el plano de la ciudad. Permanecieron durante más de cuarenta años en este lugar que era conocido por los naturales como Pirhua o Piura es decir "granero" o "lugar en el que se almacenan granos". Esta fue la ciudad que visitó y describió en su obra "Crónica del Perú" Pedro Cieza de León en 1547, y el Adelantado don Juan Salinas de Loyola hizo lo propio en 1571 estimando que habían más de 100 casas en solares de 180 pies de largo y ancho.[11]

Aproximadamente en 1578, la mayoría de piuranos se trasladaron al tercer asentamiento, esto es al puerto de San Francisco de Buena Esperanza de Paita, mortificados por el clima que molestaba a la población. Pero con la incursión del pirata inglés Cavendish (de enero a mayo de 1587), quien se apoderó de un gran botín (25 libras de plata y 5500 libras de metales finos) y arruinó la ciudad, los pobladores se fueron a vivir a su cuarto y último asentamiento en la cabecera del valle de Catacaos o Bajo Piura, junto a la presa precolombina de Tacalá, reforzada con cal y canto por el virrey Toledo. Entonces la ciudad supo mantenerse en este lugar conocido como asiento del Chilcal, pues encontraron clima saludable, el elemento que la caracterizó siempre, el río Piura que proveía de agua estacional en abundancia, así como excelentes tierras de cultivo, amplias planicies cubiertas de bosques de algarrobos que facilitaban la ganadería y la leña.

Durante la época de la colonia, y en su último asiento, la vida en Piura transcurrió en paz y tranquilidad, llegando a ser puerta y paso obligado desde España hacia Lima, ya que por aquel entonces, el puerto de Paita ofrecía las mejores ventajas para los barcos que venían de la metrópoli. Cada uno de los virreyes ingresaba por mar al Perú por Paita, luego llegaba a Piura, continuando su viaje por tierra a la capital. En la ciudad se erguían las casonas de los propietarios de tierras agrícolas y de estancias, así como las viviendas de los funcionarios y de personas que desarrollaban actividades conexas y de servicios. Se producían los afamados cordobanes, todo tipo de cueros y jabones, en curtiembres y en las denominadas tinas ubicadas en la parte norte de la ciudad, su primera zona industrial, artículos que formaban parte del torrente de exportación e intercambio comercial desde la región hacia el interior del país y hacia Guayaquil, Loja y Cuenca, a los que se aunaban cecina y sebo de la estancia de Tagarará, toyo salado y sal de Colán y Sechura, respectivamente, maíz y trigo de Huancabamba, subproductos de la caña de azúcar de Ayabaca, y algodón de Catacaos.[12]

Casas de la época colonial.

Independencia

En 1820, con las incursiones de los almirantes Guillermo Brown y Cochrane de la expedición libertadora de don José de San Martín, la población piurana se sumó entusiasta a la causa libertadora, y el día 4 de enero de 1821 se proclamó la independencia de Piura en el atrio del templo de San Francisco. La proclama fue una gesta encabezada por los próceres José de Lama, Tomás Cortés, Baltazar Taboada, Tomás Diéguez, los hermanos Seminario y otros. De igual forma, la división Piura de 1000 hombres contribuyó victoriosamente en la independencia de Ecuador, tomando parte en la Batalla de Pichincha, el día 24 de mayo de 1822.

El 30 de enero de 1837 fue elevada a la categoría de Provincia Litoral. Durante los primeros años de la vida republicana, los piuranos tomaron partido por los diferentes movimientos políticos que se daban en aquella época, llegando a ser escenario de reñidas luchas por uno u otro caudillo.

En 1861 se crea el Departamento de Piura con tres provincias: Piura, Paita y Ayabaca. El 14 de enero de 1865, Huancabamba se convierte en la cuarta provincia de Piura.

En la década de 1860, la ciudad de Piura se dinamiza con los cultivos del algodón de la variedad Pima, traído por don Emilio Hilbck del estado de Arizona, que impulsó la industrialización y desarrollo de la ciudad y de la región, y la fuerte inmigración de ingleses, alemanes y españoles, en ese orden, y en menor escala italianos y chinos, que trajeron sus costumbres y también sus conocimientos de comercio e industria. También llegaron muchos estadounidenses. Se incorpararon rápidamente al tejido social formando familias con damas locales y creando inevitablemente nuevos gustos y hábitos. Hasta la culinaria piurana se enriqueció. En la agricultura se introdujo el uso de la bomba a vapor y maestranzas especializadas permitiendo irrigar más tierras de cultivo ampliándose la red de canales pues el éxito del algodón piurano en el mercado internacional era un gran estímulo para el agro. Aparecieron industrias nuevas como la pesca de altura de flota ballenera, la producción masiva y comercio de exportación de sombreros de paja toquilla desde Catacaos y anexos. Bien entrado el pasado siglo XX era común ver en fiestas patrias las banderas de los países de origen de las familias de esos inmigrantes ondeando junto a nuestra bandera nacional.[13]

Durante la Guerra del Pacífico, el Almirante Miguel Grau y Seminario, nacido en esta bendita tierra el día 27 de julio de 1834, se convirtió en héroe durante el combate naval de Angamos.

El progreso material del departamento no corrió parejo con el desarrollo de su riqueza agrícola y producción industrial de textiles de algodón y sus derivados, una de las más desarrolladas del país. Don Miguel Checa y Checa (1861-1935) fue el prototipo del hacendado innovador de principios del siglo XX. Casado con doña Victoria Eguiguren Escudero tenía por cuñados a los juristas Víctor y Antonio Eguiguren Escudero, activos e ilustrados juristas y políticos. La familia Eguiguren provenía de Ecuador y tenía tierras desde Loja hasta Piura. Tuvo iniciativas felices como la construcción de un puente moderno en la ciudad de Piura, inaugurado en 1893, y la construcción del canal de la margen derecha del río Chira, en 1900, que no solo irrigaban sus fundos de Chocán y de San Francisco sino también tierras que pertenecían a otros propietarios. Cerca de su fundo de Macacará construyó la espléndida casa hacienda de Sojo, sobre un altozano dominando al valle del Chira y frente a Tangarará, el primer asiento de la ciudad de Piura.[13]​ En el valle del Bajo Piura se prolongó el canal Sechura. El amanecer del día 24 de julio de 1912 despertó la ciudad con fuerte terremoto que derrumbó muchos edificios. Recién entre los años 1930 y 1950 conoció nuevo desarrollo urbanístico reconstruyendo casas y edificios públicos, ensanchando calles y avenidas merced a la Junta de Obras Públicas creada a iniciativa del congresista piurano doctor Luis Antonio Eguiguren, y al constituirse en sede de sociedades agrícolas, comerciales e industriales.

En la década de 1980, Piura y el departamento nuevamente conoció un ascendente y pujante desarrollo comercial, industrial y socio-económico, a pesar de haber sido devastado en el desastre de 1983, como consecuencia del fenómeno de El Niño, manifestado en torrenciales lluvias durante seis meses que afectaron su industria, comercio y su infraestructura urbana. El fenómeno de El Niño acontecido desde fines de 1997 hasta mediados de 1998 encontró a la ciudad mejor preparada si bien cayeron dos de sus puentes que posteriormente han sido repuestos.

Visita de Juan Pablo II

Por primera vez en la historia del país, el Papa Juan Pablo II visitó el Perú. Del día 1 al día 5 de febrero de 1985, Juan Pablo II transitó cerca de ocho mil kilómetros de territorio peruano. Estuvo en los Andes del sur, en la selva tropical y en el cálido desierto norteño. Siete fueron las ciudades del Perú, seleccionadas para tan extraordinario acontecimiento evangelizador: Lima, Arequipa, Cusco, Ayacucho, Piura, Trujillo e Iquitos.

Piura tuvo el honor de ser visitada por el Papa la calurosa mañana del día 4 de febrero de 1985. El Papa Amigo arribó al mediodía bajo un sofocante calor de 36 °C bajo sombra en plena temporada de verano. El campo papal especialmente acondicionado para este acontecimiento rebosaba de millares de católicos de la ciudad y de todos los rincones de la región, incluso de las vecinas Chiclayo y Tumbes, que entusiasmados brindaron apoteósico recibimiento al sumo Pontífice.

Habría llegado a Piura tras el pedido expreso y firmado de 25.000 católicos pertenecientes a la mayoría de parroquias del departamento piurano, pedido gestado infatigablemente por Ricardo Olaechea Ríos. Los piuranos sabían el gran significado de su presencia en estas tierras. Si el Papa fue para Ayacucho la esperanza y el rechazo a la violencia terrorista; para Piura, su sola presencia fue el bálsamo, el consuelo para una sufrida ciudad arrasada entonces por el fenómeno El Niño (1983), asustada por el terrorismo, sufrida por la crisis y pobreza; así como el impulso ante la negligencia y el abandono de algunas de sus autoridades locales y sobre todo las que están en Lima, y la fuerza moral para trabajar en la ansiada rehabilitación departamental.

Población de la ciudad de Piura metropolitana

Según el censo 2007 la ciudad de San Miguel de Piura con sus tres distritos metropolitanos cuentan con una población de 450.363 habitantes. Es la ciudad capital de la región más poblada del país.

Municipios de
La Ciudad
Extensión
km²
Población
censo 2007(hab)
Población menor 1 año
(Natalidad) Censo 2007(hab)
Viviendas
(2007)
Densidad
(hab/km²)
Altitud
msnm
Distancia en carretera
desde el centro (km)
Piura 330,32 km² 260.363* 4.850* 57.190 778,21 29 0 km
Castilla 662,23 km² 123.692* 2.502* 26.867 186,78 30 a la plaza "Luis Montero" 0,3 km
Catacaos 2565,78 km² 66.308* 1.401* 14.158 25,84 23 a la plaza "Juan De Mori" 11 km
Total 3558,33 km² 450.363* 8.753* 98.215 126,56
*Datos del censo realizado por el INEI[14]


Piuranos ilustres

Entre los piuranos conocidos por sus logros pueden mencionarse:

  • Lucas Cutivalú: Curaca tallán del pueblo de Catacaos, con los curacas de Colán, Sechura y Olmos, hizo reconocer en 1544 el territorio y la autonomía de sus respectivas comunidades indígenas, cuyos títulos de “propiedad perpetua” fueron establecidos el 13 de abril de 1578 por el virrey don Francisco de Toledo.
  • El bachiller Juan de Mori: cura y vicario de la doctrina en San Juan de Catacaos, realizó en 1645 (en favor de los comuneros indios de Catacaos) una nueva compra de sus tierras a la Real Corona.
  • José Cayetano Heredia (1797-1861), hijo natural de doña Manuela Heredia, dama cataquense, reorganizó los estudios médicos del país, siendo el más connotado galeno del siglo XIX.
  • Luis Montero: (1827-1868) fue, con Ignacio Merino, uno de los grandes pintores cuya sensibilidad se despertó en tierra piurana. Entre sus obras se destaca: «Los Funerales de Atahualpa», que actualmente se encuentra en el Museo de Arte de Lima.
  • Miguel Grau Seminario: nació en la ciudad de Piura el 27 de julio de 1834, siendo diputado por Paita como representante del civilismo. Sobre sus hombros recayó la responsabilidad de mantener a raya la escuadra chilena durante los seis primeros meses de la infausta guerra con Chile. Murió en la torre de comando del Huáscar el 8 de octubre de 1879.
  • Víctor Eguiguren (1847-1919) político, jurídico y diplomático, aportó el estudio y conocimientos científicos de la realidad piurana.
  • Enrique López Albújar (1872-1966) jurista y literato, considerando el Príncipe de las Letras Nacionales, escribió "La mayor riqueza de un hombre es un alma bastante grande como para no desear riquezas". Una de las más conocidas de sus obras es Matalaché. Otra, es De Mi Casona en la que recrea sus años de infancia en su natal San Miguel de Piura.
  • Hildebrando Castro Pozo (1890-1945), ayabaquino, abogado, fundador, con Luciano Castillo, del Partido Socialista. Diputado y senador por Piura, fue uno de los grandes intelectuales del indigenismo peruano y el principal impulsor de la legislación a favor de las comunidades indígenas.
  • Juan Velasco Alvarado (1919-1977): nació en el distrito bajopontino de Castilla. Fue con el ayabaquino Lizardo Montero y Luis Sánchez Cerro uno de los tres Presidentes de la República piuranos que dirigieron el Estado Peruano. Al nacionalizar el complejo petrolero industrial de Talara, ejecutar el proyecto Chira – Piura y decretar la Reforma Agraria, el General Juan Velasco contribuyó a transformar la realidad peruana.

Cultura

Piura tiene una intensa vida cultural y artística. Cuenta con varios museos de arte religioso entre los que destaca el de la Iglesia del Carmen, de cerámicas precolombinas, particularmente de la civilización vicús, así como galerías de pinturas de sus personajes ilustres como Ignacio Merino, Luis Montero, Felipe Cossío Del Pomar, Arcadio Boyer, y de pintores contemporáneos como Francisco Mauricio, Russbelt Guerra, Julio Cálle, José Zeta entre otros. La Escuela Regional de Bellas Artes Ignacio Merino Muñoz y la Escuela Regional de Música José María Valle Riestra son semilleros de una pléyade de jóvenes artistas. La Orquesta Sinfónica Municipal es apoyada por el Concejo Provincial de Piura, los empresarios y el público piurano que acude a cada una de sus presentaciones. También instituciones como la Asociación Regional de Artistas Plásticos de Piura ARAP y la Asociación Felipe Cossío del Pomar mantienen vivo el arte.

Manifestaciones artísticas

Cerámicas de Simbilá

Los simbileños ceramistas fuerzan al arte a entrar en la simetría y acabado de las piezas mas unitarias, pero en ocasión de regalos a familiares, devoción religiosa, genera piezas artisticas en mayor grado. El pueblo de Simbilá está muy cerca de la ciudad de Piura.

Cerámicas de Chulucanas (La Encantada)

En La Encantada, centro poblado del distrito de Chulucanas, los ceramistas pracican las técnicas que rescataron de la civilización Vicús elaborando cerámica que no es utilitaria sino artística. Entre sus cultores más reconocidos incluso internacionalmente está Gerásimo Sosa.

Tinajón de ocho latas

Es el nombre textual de una gigantesca cerámica de más de 150 L de capacidad. Tiene la apariencia, en cuanto forma de la parte más puntiaguda, de un huevo partido en la mitad; es notable la simetría que da a esta pieza la mano del artesano.

El resto de esta pieza es de paredes gruesas, pero lo es más en la boca o en el borde terminal que tiene de un grosor de más del doble que las paredes en otras partes de esta cerámica.

Frecuentemente esta pieza soporta golpes y presiones de recipientes, también sirve para depositar la chicha.

Macetero con base

Esta pieza no es muy común, tiene la forma idéntica a la de una olla chichera.

Cántaro muco

Esta cerámica es un depósito cerrado de líquidos, granos, azúcar etc. su forma es exactamente ovoide en la cúspide, tiene una abertura pequeña sobre la cual se alza un pequeño cuello recto.

Vasijas votivas

Tiene forma de pera pero tiene un cuello más corto y más ancho que las parecidas cantarillas, son pequeñas, las utilizan para atarlas a las cruces

Calendario turístico

Enero

  • 6 de enero: bajada de Reyes en Narihualá en el distrito de Catacaos, a diez minutos de Piura. Fiesta de Reyes de Sechura, con la escenificación de la adoración de los Reyes magos al niño Jesús. Caminata de los Tres Reyes Magos por las avenidas principales de la ciudad de Sullana. Feria comercial de Reyes en Sullana, Feria Peruano-Ecuatoriana, feria agropecuaria de criadores de ganado ovino y vacuno en Sullana.
  • 20 de enero: comienza el mes de los Carnavales en Sechura, agasajando a San Sebastián. Finaliza el miércoles de ceniza, tras la muerte del Ño Carnavalón. Hay bailes, comparsas, yunsas, concursos, reinados y retretas, sin olvidar un corso el último martes. San Sebastián, en Suyo y Ayabaca.

Febrero

  • 2 de febrero: Fiesta del Señor de Chocán en Querecotillo (Sullana), festividad importante que mueve gran cantidad de devotos que llegan, incluso del Ecuador.
  • 20 de febrero: se celebra en la caleta San Pedro la fiesta de Yunces con la competencia de los tradicionales bando rojo y bando verde. Hay fuegos artificiales, reinas de belleza y paseos de carros alegóricos. En Negritos también se celebra en este día el final de los carnavales tradicionales en el club Negritos, con una fiesta de disfraces.
  • 13 de octubre: Festividad en homenaje al Señor Cautivo en Ayabaca, a la que cada año concurren millares de devotos y peregrinos de la región y todo el país.


Algunos piuranismos y su significado

El habla piurana

El castellano en Piura adquirió su propia modalidad. Fue tal vez la influencia andaluza la que le dio ese acento cantarino y armonioso.

Algunas palabras con su significado que son utilizadas en Piura:

  • Algarrobina: es un producto que se extrae del fruto del algarrobo, base para ricos aperitivos; lo cierto es que algarrobina es un piuranismo, indiscutible y que cada día se acredita más como pócima para alargar la vida, gozarla más y convertir su industrialización en segura fuente de ingresos.
  • Acatar: en España, según el diccionario de la Academia de la Lengua tiene el sentido de tributar homenaje de sumisión y respeto. Los piuranos le dan sentido de aceptación a la invitación hecha por cortesía. Es la sana picardía piurana, puesta al servicio del negocio. Acato significa “acepto”.
  • Apalabrear: en América, concretamente en Argentina, se hecha mano de este mismo verbo (quizás "apalabrar") con el significado de personas que dio su palabra, comprometiéndose a hacer algo.
  • Las aromas: el origen, la etimología, de la palabra aroma, es netamente piurano y se halla en el aromo, nombre que dan los piuranos al arbusto que crece silvestre en los campos de Piura y que es muy oloroso, claro que modificando su estructura se ha variado la vocal “o” por “a”, y añadido la consonante “s”, todo un proceso lingüístico.
  • Bacán: se utiliza esa palabra cuando agrada algo o está bien hecho, ya se trate; de una obra de arte, de un dulce, de un partido de fútbol, etc. Es un americanismo que tiene muchos usos o significados.
  • Barranco: para los piuranos de ayer y hoy, barranco es el significado del sitio donde se acumulan la basura, un lugar que debe evitarse.
  • Batán: en el piuranismo BATÁN, que no es otra cosa que un trozo de madera de árbol de corazón más duro, que se presta a ser moldeado, es de forma rectangular en el que vacían granos de maíz, trigo o cualquier gramínea para ser reducidos a harina mediante el machacado o molido con una gruesa piedra del ande.
  • Che: el origen del "¡che!" está posiblemente en la alteración fonética del antiguo ¡ce!, castizo que se empleaba para llamar la atención de alguien. Cuando los piuranos hablan para expresar admiración, rechazo u otro afecto, usan estos dos términos que identifican a donde van los piuranos o en donde están, "¡gua!", "¡che"!.
  • Chucaque: los nativos que sufren de vergüenza, ya sea por un motivo valedero o por un mal entendimiento, son atacados por una indisposición que va del simple malestar de estómago, hasta convulsiones y la muerte.

Frases y expresiones piuranas

  • Afijéyese en el suelo: quiere decir que se puede tomar asiento en el suelo sin ningún inconveniente.
  • Alforja fiambrera: bolso con dos comparticiones en donde se guarda el refrigerio para los campesinos
  • Andas con pie de resbalón: significa que siempre mantienes los mismos errores y los mismos defectos.
  • Apenas llega……y ya quiere: significa que una persona le pide a otra un servicio demasiado rápido y eficiente.
  • Arrollar el petate: fallecer de improviso en un momento cualquiera
  • Atraer la mala: intentar sacar algún maleficio hecho por alguna persona mediante algún curandero.
  • Churre: se les dice a los niños.
  • Día de chicha: día en que se expende la chicha, especialmente el domingo.
  • Enseña la boca del macanche”: se le dice a la persona para que no sea mentirosa y se le quite lo hipócrita.
  • Estás en la luna de Paita y el sol de Colán: significa que estás completamente perdido, ido, pensando en otra cosa, totalmente desconectado de la realidad.
  • Mal de espanto: quiere decir que estás sufriendo algún mal funcionamiento psicológico.
  • Manganzón: muy fuerte y muy musculoso pero algo torpe.
  • No amarres la chiva: significa que por estar hablando no descuides el trabajo que estás realizando. También puede significar no perder el tiempo.
  • Ojeadita: significa mirar o vigilar algún sitio.
  • Pela los ojos: significa observar y mirar con mucha atención.

Folclore en Piura

El folclore de la Piura rural tiene leyendas, supersticiones, costumbres y creencias que revelan el espíritu y el sentir de los pobladores de la antigua Tacalá, un barrio de la ciudad. Las expresiones más representativas del folclore piurano son la Cumanana y el Tondero que nació en el valle del Alto Piura, en la provincia de Morropón en el que hubo enormes haciendas en los que se utilizó mano de obra esclava de origen africano hasta su manumición ordenada por don Ramón Castilla a mediados del siglo XIX. Sus descendientes son los cultores de esta danza.

Costumbres

La bajada de Reyes

La bajada de Reyes se realiza entre el 6 de enero y el carnaval. Se hace un nacimiento, en el que colocan al niño Jesús, a la Virgen María y a San José; la mula, el buey y muchos adornos. El día de la bajada se tiene lista una fuente para recibir las imágenes y el capillo. La dueña de la bajada ve los últimos detalles y reza exclamando: “Ay, niño Jesús. Que me vaya bien, no como a la fulana...” Cuando ya todos los padrinos invitados están presentes, la dueña de casa designa a tres primeros padrinos que bajaran al niño, mientras un grupo de niñas hacen de pastorcitas cantándole al niño Jesús, el siguiente canto:

Manuelito lindo, qué haces en la cuna, los pies en la cama, la cara en la luna.
Cuál de los tres reyes ¿será el mejor? El señor Don..., se llevó la flor...”

Después de terminar la labor de bajar los objetos, se empieza a tomar y a comer el horneado, el copús y otros potajes, entre copa y copa la hora avanza y empiezan a retirarse.

Vías de acceso

Universidades

La ciudad de Piura cuenta con una considerable oferta en cuanto a centros de formación profesional universitaria; funcionan en ella las siguientes universidades:

Ciudades hermanadas

Referencias

  1. I.N.E.I., Resultados Censo 2007. Consultado el 22 de noviembre de 2009.
  2. Las regiones costeñas del Perú septentrional Claude Collin Delavaud CIPCA pag. 380
  3. De acuerdo a la ENAHO Espedializada en Niveles de Empleo 2003 en la ciudad de Piura habían 260,622 personas en edad de trabajar
  4. Oficina de Prensa e Imagen Institucional de PERÚ CÁMARAS 2007
  5. AGRICULTURA Y GANADERÍA editado por la Oficina Regional de Desarrollo del Norte ORDEN, volumen 12. Lima 1970, pag. 39-42
  6. Historia General del Perú, volumen I, editor Carlos Milla Bartres. Lima 1966, pag. 43
  7. Historia General del Perú, volumen II, editor Carlos Milla Bartres. Lima 1966, pag. 305-306
  8. CATAC CCAOS Origen y evolución histórica de Catacaos. Editorial CIPCA Centro de Investigación y Promoción del Campesinado. Edición de septiembre de 1982. Piura, pag. 28-30
  9. Los reinos desérticos del Perú. Editorial Diana. México. Primera edición mayo de 1973, pg. 57-59.
  10. Francisco de Xerez (1534 Biblioteca Peruana. Primera serie. T I, pag. 207, ETA Lima 1968.
  11. Relaciones Geográficas de Indias. Juan Jiménez De La Espada 1965, tomo II pag. 33-45
  12. Joaquín De Helguero "Informe económico de Piura, 1802" Transcripción y presentación de Nadia Carnero. Piura: UNMSM/CIPCA, 1984.
  13. a b Atlas Regional de Piura. Centro de Promoción e Investigación del Campesinado y Pontificia Universidad Católica del Perú, pg. 31-45
  14. Censo 2005 INEI
  15. «Ciudades hermanadas». Ayuntamiento de Trujillo. Consultado el 26 de julio de 2009. 

Véase también


Enlaces externos

05°12′03″S 80°37′31″O / -5.20083, -80.62528