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'''''El caballero de Olmedo''''' es una obra de [[Lope de Vega]], dramaturgo español del [[siglo XVII]], basada, como otras del mismo autor, en una canción popular:
sdsdfaque Fabia le ha tendido una trampa para que se enamorara de su prometido, porque en el fondo no estaba enamorado de él. Al de un rato aparece Fabia y le explica lo ocurrido, y también le dice quien es en realidad su amante, el caballero de Olmedo: la gala de Medina, la flor de Olmedo.

:::''Que de noche le mataron''
:::''al Caballero,''
:::'' la gala de Medina,''
:::''la flor de Olmedo.''

La obra suele clasificarse como una [[tragedia]] (o [[tragicomedia]]), ya que introduce elementos propios de este género en su tradición clásica, como la presencia de un [[coro (teatro)|coro]], el desenlace fatal de su protagonista o la temática del [[destino]] como fuerza inexorable que se impone a los personajes. Pese a ello, los dos primeros actos de la obra contienen muchos elementos en común con otras comedias lopescas de tema romántico.

==Personajes principales==
*'''Don Alonso''': "El caballero de Olmedo", personaje principal de la obra, viene a Medina, donde se enamora de doña Inés. Es caracterizado como atractivo, valiente y cortés.
*'''Doña Inés''': La dama de la obra, de la que se enamoran tanto Don Alonso como Don Rodrigo.
*'''Leonor''': La hermana de Doña Inés.
*'''Don Rodrigo''': Prometido de Dña. Inés, es el antagonista de Don Alonso. Se le presenta como un personaje cobarde y traicionero.
*'''Fabia''': alcahueta que sirve de intermediario entre doña Inés y don Alonso. Es una figura similar a la [[La Celestina|Celestina]] de Rojas.
*'''Tello''': criado de don Alonso y cómplice de su relación con doña Inés. Representa la figura del gracioso o donaire.
*'''Don Fernando''': Sirviente de Don Rodrigo
*'''Don Pedro''': Padre de Inés

==Argumento==
Don Alonso, un noble caballero de Olmedo, al ir a la feria de Medina junto con su sirviente, Tello, ve a una hermosa dama vestida de labradora, de la que se enamora. Entonces contrata a una alcahueta, de nombre Fabia, a la que le da una carta amorosa que ésta tendrá que dar a doña Inés, la dama vestida de labradora, a cambio de un collar. Fabia va a casa de Inés con la excusa de que vende cosméticos y le incita a leer unos papeles entre los cuales se encuentra la carta amorosa, entonces le entrega la carta y la convence para que responda a la carta, pero en una de éstas, entra su prometido, don Rodrigo, junto con su sirviente, don Fernando, por la puerta y al encontrarse con Fabia se disgustan pero las mujeres les convencen de que es la honorable anciana que limpia la ropa. Más tarde, Inés responde a la carta de Alonso y Fabia se la lleva a éste. Al llegar a donde él, Alonso no quiere leerla por miedo a que tenga malas noticias y le dice a Tello que la lea y que si no trae buenas noticias que no se la entregue. Después de leerla se la entrega, por lo que tiene buenas noticias. En ésta se dice que Alonso debe de ir a casa de Inés a recoger un listón verde de chinelas, que ésta dejara en la reja del jardín por la noche para el próximo día Alonso se lo ponga en el sombrero y puedan reconocerse. Pero cuando llega la noche y Alonso va junto con Tello a por el listón se encuentran con que Rodrigo y Fernando pasaron a dar una vuelta por casa de Inés y que habían encontrado en listón, entonces deciden irse. En un momento, Inés ve a Rodrigo con el listón y piensa que Fabia le ha tendido una trampa para que se enamorara de su prometido, porque en el fondo no estaba enamorado de él. Al de un rato aparece Fabia y le explica lo ocurrido, y también le dice quien es en realidad su amante, el caballero de Olmedo: la gala de Medina, la flor de Olmedo.


Dos días más tarde Tello y Alonso van hacia Medina hablando, cuando Tello le insinúa a Alonso sobre la peligrosidad de este romance, puesto que está Fabia la alcahueta con su magia por medio, pero Alonso le contesta que el amor tiene que soportar cualquier tipo de peligro. Al de un rato llegan a casa de Inés y entonces Alonso e Inés empiezan a condescenderse. Pronto llega don Pedro, padre de Inés, por lo que Alonso y Tello se ven en la obligación de esconderse. Don Pedro sorprendido de ver a su hija despierta a altas horas de la mañana le pregunta que qué hace despierta a esas horas, Inés le responde que estaba rezando. Pero también le cuenta que quiere ser monja por lo que necesita que le haga cortar un hábito cuanto antes y que le busque un profesor de canto que asimismo le enseñe latín. Don Pedro no le niega la palabra de dios y promete esforzarse en encontrar una mujer que le enseñe tanto latín como canto. Al irse don Pedro Alonso y Tello vuelven a aparecer, como Inés ya no esta comprometida, Alonso lo tendría más fácil, pero ahora tiene que contar con que Inés es monja. Entonces deciden que Tello sería su profesor de latín, que sería el que llevaría las cartas de amor a Inés, y que Fabia seria su profesora de virtudes y costumbres. Así lo planearon y así lo desempeñaron. Fabia y Tello consiguieron ser los maestros de Inés. Todo les salió muy bien, lo que pasa es que al ser Inés una monja no pudo acudir a la feria de Medina a la que el rey asistiría. Pero Alonso si que acudió a pesar de tener una revelación de su alma en un sueño en el que éste moría.
Dos días más tarde Tello y Alonso van hacia Medina hablando, cuando Tello le insinúa a Alonso sobre la peligrosidad de este romance, puesto que está Fabia la alcahueta con su magia por medio, pero Alonso le contesta que el amor tiene que soportar cualquier tipo de peligro. Al de un rato llegan a casa de Inés y entonces Alonso e Inés empiezan a condescenderse. Pronto llega don Pedro, padre de Inés, por lo que Alonso y Tello se ven en la obligación de esconderse. Don Pedro sorprendido de ver a su hija despierta a altas horas de la mañana le pregunta que qué hace despierta a esas horas, Inés le responde que estaba rezando. Pero también le cuenta que quiere ser monja por lo que necesita que le haga cortar un hábito cuanto antes y que le busque un profesor de canto que asimismo le enseñe latín. Don Pedro no le niega la palabra de dios y promete esforzarse en encontrar una mujer que le enseñe tanto latín como canto. Al irse don Pedro Alonso y Tello vuelven a aparecer, como Inés ya no esta comprometida, Alonso lo tendría más fácil, pero ahora tiene que contar con que Inés es monja. Entonces deciden que Tello sería su profesor de latín, que sería el que llevaría las cartas de amor a Inés, y que Fabia seria su profesora de virtudes y costumbres. Así lo planearon y así lo desempeñaron. Fabia y Tello consiguieron ser los maestros de Inés. Todo les salió muy bien, lo que pasa es que al ser Inés una monja no pudo acudir a la feria de Medina a la que el rey asistiría. Pero Alonso si que acudió a pesar de tener una revelación de su alma en un sueño en el que éste moría.

Revisión del 17:43 29 mar 2010

El caballero de Olmedo es una obra de Lope de Vega, dramaturgo español del siglo XVII, basada, como otras del mismo autor, en una canción popular:

Que de noche le mataron
al Caballero,
la gala de Medina,
la flor de Olmedo.

La obra suele clasificarse como una tragedia (o tragicomedia), ya que introduce elementos propios de este género en su tradición clásica, como la presencia de un coro, el desenlace fatal de su protagonista o la temática del destino como fuerza inexorable que se impone a los personajes. Pese a ello, los dos primeros actos de la obra contienen muchos elementos en común con otras comedias lopescas de tema romántico.

Personajes principales

  • Don Alonso: "El caballero de Olmedo", personaje principal de la obra, viene a Medina, donde se enamora de doña Inés. Es caracterizado como atractivo, valiente y cortés.
  • Doña Inés: La dama de la obra, de la que se enamoran tanto Don Alonso como Don Rodrigo.
  • Leonor: La hermana de Doña Inés.
  • Don Rodrigo: Prometido de Dña. Inés, es el antagonista de Don Alonso. Se le presenta como un personaje cobarde y traicionero.
  • Fabia: alcahueta que sirve de intermediario entre doña Inés y don Alonso. Es una figura similar a la Celestina de Rojas.
  • Tello: criado de don Alonso y cómplice de su relación con doña Inés. Representa la figura del gracioso o donaire.
  • Don Fernando: Sirviente de Don Rodrigo
  • Don Pedro: Padre de Inés

Argumento

Don Alonso, un noble caballero de Olmedo, al ir a la feria de Medina junto con su sirviente, Tello, ve a una hermosa dama vestida de labradora, de la que se enamora. Entonces contrata a una alcahueta, de nombre Fabia, a la que le da una carta amorosa que ésta tendrá que dar a doña Inés, la dama vestida de labradora, a cambio de un collar. Fabia va a casa de Inés con la excusa de que vende cosméticos y le incita a leer unos papeles entre los cuales se encuentra la carta amorosa, entonces le entrega la carta y la convence para que responda a la carta, pero en una de éstas, entra su prometido, don Rodrigo, junto con su sirviente, don Fernando, por la puerta y al encontrarse con Fabia se disgustan pero las mujeres les convencen de que es la honorable anciana que limpia la ropa. Más tarde, Inés responde a la carta de Alonso y Fabia se la lleva a éste. Al llegar a donde él, Alonso no quiere leerla por miedo a que tenga malas noticias y le dice a Tello que la lea y que si no trae buenas noticias que no se la entregue. Después de leerla se la entrega, por lo que tiene buenas noticias. En ésta se dice que Alonso debe de ir a casa de Inés a recoger un listón verde de chinelas, que ésta dejara en la reja del jardín por la noche para el próximo día Alonso se lo ponga en el sombrero y puedan reconocerse. Pero cuando llega la noche y Alonso va junto con Tello a por el listón se encuentran con que Rodrigo y Fernando pasaron a dar una vuelta por casa de Inés y que habían encontrado en listón, entonces deciden irse. En un momento, Inés ve a Rodrigo con el listón y piensa que Fabia le ha tendido una trampa para que se enamorara de su prometido, porque en el fondo no estaba enamorado de él. Al de un rato aparece Fabia y le explica lo ocurrido, y también le dice quien es en realidad su amante, el caballero de Olmedo: la gala de Medina, la flor de Olmedo.

Dos días más tarde Tello y Alonso van hacia Medina hablando, cuando Tello le insinúa a Alonso sobre la peligrosidad de este romance, puesto que está Fabia la alcahueta con su magia por medio, pero Alonso le contesta que el amor tiene que soportar cualquier tipo de peligro. Al de un rato llegan a casa de Inés y entonces Alonso e Inés empiezan a condescenderse. Pronto llega don Pedro, padre de Inés, por lo que Alonso y Tello se ven en la obligación de esconderse. Don Pedro sorprendido de ver a su hija despierta a altas horas de la mañana le pregunta que qué hace despierta a esas horas, Inés le responde que estaba rezando. Pero también le cuenta que quiere ser monja por lo que necesita que le haga cortar un hábito cuanto antes y que le busque un profesor de canto que asimismo le enseñe latín. Don Pedro no le niega la palabra de dios y promete esforzarse en encontrar una mujer que le enseñe tanto latín como canto. Al irse don Pedro Alonso y Tello vuelven a aparecer, como Inés ya no esta comprometida, Alonso lo tendría más fácil, pero ahora tiene que contar con que Inés es monja. Entonces deciden que Tello sería su profesor de latín, que sería el que llevaría las cartas de amor a Inés, y que Fabia seria su profesora de virtudes y costumbres. Así lo planearon y así lo desempeñaron. Fabia y Tello consiguieron ser los maestros de Inés. Todo les salió muy bien, lo que pasa es que al ser Inés una monja no pudo acudir a la feria de Medina a la que el rey asistiría. Pero Alonso si que acudió a pesar de tener una revelación de su alma en un sueño en el que éste moría.

Con la feria ya empezada Alonso empezó a tomar parte es ésta, en la cual destaca como gran jinete picador de toros. Don Rodrigo incapaz de soportar todas las marrullerías que el público estaba echando a don Alonso, se ve en la obligación de meterse en la feria. Don Alonso antes de dejar de lucirse, le dice a Tello que vaya a donde Inés y le diga que se prepare para hablar con él antes de que éste parta hacia Olmedo para que sus padres no piensen que ha sido asesinado por uno de los toros. Pero mientras Tello va a donde Inés, don Rodrigo entra en la faena, y necesita la ayuda de Alonso para salvarse la vida después de haberse caído del caballo delante de un toro. Por lo tanto don Rodrigo se encuentra furioso por deberle la vida al hombre del que tiene celos. Antes de partir hacia Olmedo, don Alonso pasa por casa de Inés a hablar con ella. Después de hablar, al partir, Alonso ve una sombra de la cual se asusta, pero no le da más importancia y piensa que es su imaginación, por lo tanto prosigue su camino. Pero cuando ya estaba cerca de su casa se siente amenazado por un silbido de una de sus canciones, alertado por lo sucedido con la sombra, se prepara para el combate y decide averiguar quien el que silba la canción. Pero no es más que un campesino, por lo que se despreocupa. Al de pocos instantes ve acercarse a unos caballeros, los cuales distingue casi al momento, son don Fernando y don Rodrigo. Alonso al ver que es don Rodrigo se despreocupa sabiendo que le a salvado la vida y no cree que le haga nada. Pero contra todos los pronósticos le mata y huye hacia Medina. Al de un rato llega Tello que se encuentra a Alonso en el suelo y le ayuda a llegar ante sus padres. Mientras todo esto sucede, Inés le cuenta la verdad sobre Alonso a su padre y accede a que se casen. Tello después de dejar a Alonso en su casa, parte hacia Medina dejando a los padres y a la casa de éste de luto. Cuando llega a Medina se encuentra con don Fernando y don Rodrigo que tras la muerte de Alonso iban a pedir las manos de Leonor y Inés respectivamente. Pero Tello le cuenta lo sucedido al rey que también se encontraba en la casa y logra que este haga ahorcar a Fernando y Rodrigo dando fin a la obra del caballero de Olmedo.

El mito del caballero de Olmedo y sus plasmaciones literarias

El mito del caballero existía mucho antes de que Lope de Vega se decidiera a escribir su tragicomedia. Joseph Pérez encontró en el archivo de Simancas un hecho que pudo dar origen a la leyenda. El 6 de noviembre de 1521 Miguel Ruiz, vecino de Olmedo, mató alevosamente a su vecino Juan de Vivero cuando regresaba de Medina del Campo. De aquí pudo nacer el mito, aunque parece que este asunto de venganzas pariculares tiene poco fuste para pervivir en la memoria de las gentes. Cabe preguntarse si la muerte de Juan de Vivero no se sumó a un mito preexistente. En todo caso, no hay duda de que Lope de Vega no tuvo noticia del suceso de 1521. La historia llegó hasta él por vía exclusivamente literaria. Es posible, como sugirió Francisco Rico, que en el siglo XVI se difundiera un romance sobre la muerte del caballero, del que lo único que habría llegado a nosotros serían dos versos ciertamente ambiguos y aplicables a otros muchos asuntos:

Caballeros de Medina
mal amenazado me han

El propio Rico supone que en el siglo XVII, a raíz del traslado de la corte a Valladolid (1601-1606), volvió a resurgir el mito. En ese contexto pudo escribirse un Baile del caballero, cuyos descendientes manuscritos e impresos han llegado hasta nosotros. La versión más difundida fue la que se publicó en un volumen titulado El Fénix de España Lope de Vega Carpio. Séptima parte de sus comedias (1617). Nuestro poeta no intervino en esa edición y es probable que el baile no sea suyo, sino un añadidoarbitrario del editor. Bien es verdad que, aunque situado en tierras de Castilla la Vieja y en época moderna, tiene claras semejanzas con algunos romances moriscos del propio Lope.

En ese baile se incluía un breve cantarcillo, quizá anterior al propio baile:

Esta noche le mataron
al Caballero,
a la gala de Medina,
la flor de Olmedo.

Es indudable que Lope lo recordaba perfectamente ya que lo reprodujo con curiosas variantes en El santo negro Rosambuco, en el Auto del pan y del palo y en el Auto de los cantares. También conocía el baile, si es que no era suyo.

Además tenemos una comedia anónima, conservada en un manuscrito con fecha de 1606 e impresa en 1626 con el título de El caballero de Olmedo o la viuda por casar, y una parodia, probablemente tardía, debida a Francisco Antonio de Monteser, publicada en 1651 como Comedia burlesca de El caballero de Olmedo.

Fuentes, creación y pervivencia de El caballero de Olmedo

Parece que Lope no tuvo en cuenta más que el cantarcillo y el baile. El norte de su inspiración fueron los cuatro versos de la canción. El baile le proporcionó los motivos dramáticos del Acto III, aunque el poeta no siguió el texto impreso en la Séptima parte, sino otra versión que corría manuscrita y en la memoria de las gentes, como ha demostrado Francisco Rico. En esa versión, el caballero acude a las fiestas de la Cruz de Mayo y muere alevosamente por disparo de arma de fuego. Tanto en el impreso como en los mansucritos el protagonista se llama don Alonso, pero en los manuscritos la dama carece de nombre, mientras que en el impreso se llama Elvira, nombre harto teatral y querido por Lope. Sorprende, sin embargo, que, inspirándose en el baile, nuestro poeta no recogiera en su drama la seguidilla en la que aparece nombrado el caballero:

¡Ay, don Alonso,
mi noble señor,
caro os ha costado
el tenerme amor!

Si Lope conocía la comedia anónima de 1606, poco o nada tomó de ella, a no ser el ambiente bajomedieval. La acción de La viuda por casar se desarrolla en tiempos de Enrique III de Castilla, y la de la tragicomedia de Lope en la época de su hijo, Juan II.

Con tan escasos elementos ajenos, el poeta construyó un drama que hoy es considerado una de las muestras más perfectas de su genio. Y se dice hoy es considerado, porque El caballero de Olmedo no ha tenido fortuna entre los lectores hasta fechas muy recientes.

La tragicomedia debió de escribirse en 1620, y Lope no llegó a verla impresa. Quizá perdió el manuscrito que entregó a los cómicos para su representación, quizá no la consideró de particular interés (también los autores se equivocan respecto al valor de sus obras), quizá no pudo publicarla porque desde 1625 hasta 1635 las autoridades no concedieron permiso para editar comedias ni novelas en el Reino de Castilla. Lo cierto es que el texto de la obra no se publicó hasta después de la muerte del autor, en 1641, y lejos del control de sus herederos y albaceas: en Zaragoza. Durante los siglos XVIII y XIX fue pieza escasamente apreciada. Solo a fines del XIX se inició, con la edición y estudio de Menéndez Pelayo, una revalorización que llega hasta nuestros días. María Grazia Profeti apunta como causa de ese interés «la sugestión que ha ejercido en el período postromántico el binomio amor-muerte que parece ser la base de esta comedia».

Bibliografía

Enlaces externos