Diferencia entre revisiones de «Iglesia Adventista del Séptimo Día Movimiento de Reforma»

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Referencias: Lucas 23:56; Hechos13:42, 44; 16:13; 17:2; 18:4; 22:12; 25:7, 8.
Referencias: Lucas 23:56; Hechos13:42, 44; 16:13; 17:2; 18:4; 22:12; 25:7, 8.

=== La Guarda del Domingo ===

El primer día de la semana, llamado comúnmente domingo, fue dedicado antiguamente a la adoración del sol. Este cambio fue realizado por el rey Constantino en el año [[315]]. Mientras que la iglesia cristiana se fue alejando de la doctrina verdadera de los días apostólicos, el séptimo día, Sábado fue desplazado gradualmente por el primer día. El domingo, junto con otras instituciones (doctrinas) paganas, fueron gradualmente adoptadas por la iglesia cristiana. La observancia de domingo no se encuentra en la biblia.

Referencias: Mateo 15:9, 13. en el presente comentario por estudios (exegesis/investigaciones) la conclusion es clara y contundente, ya que el contexto histórico y la historia habla por sí sola del ''shabat'', el día del Señor según Éxodo 20: 8-11; Deuteronomio 5; Apocalipsis 1:10.


=== La Ley Ceremonial ===
=== La Ley Ceremonial ===

Revisión del 18:39 10 nov 2009

La Iglesia Adventista del Séptimo Día Movimiento de Reforma, conocida también como Movimiento de Reforma de los Adventistas del Séptimo Día, es considerada una escisión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día nominal, pero vista por si misma, como la Iglesia Adventista del Séptimo Día orginal e histórica, fiel a sus doctrinas y estilo de vida. Surgida durante la primera guerra mundial en Europa, por su fidelidad a la doctrina adventista de "No" participación en actos de guerra, en contraposición con la grande denominación que permitió y en muchos casos obligó a sus miembros enrolarse en el ejercito. Actualmente dadas sus sucesivas reformas produjeron una incorporación y similitud al evangelismo, siendo las únicas diferencias si se observa bien los hábitos vegetarianos, algunas vestimentas y lo fundamental el sábado como día de reposo. No obstantes en el resto del evangelismo se procura guardar, según las posibilidades, el domingo, lo que no deja de ser muy similar a pesar de todo. [1]

Historia

Referencias: Protocolo con el Movimiento Opositor, Asociación General de los Adventistas. Historia de los Adventistas del Séptimo Día Movimiento de Reforma, Paul Balbach, CG ASDMR

Cuando estalló la Primera guerra mundial en Europa, los dirigentes de la iglesia adventista tuvieron problemas con las autoridades locales, por las doctrinas que profesaba la Iglesia Adventista, con base en ello y para evitar problemas más fuertes, los dirigentes de la iglesia Adventista tomaron nuevas posturas y puntos de vista en temas que un tiempo atrás no se hubieran hecho.

La posición original de no combatientes se cambió por completo, en países como Alemania se declaraba oficialmente: “En todo lo que hemos dicho, hemos demostrado lo que la Biblia enseña: primero, que la participación en la guerra es una trasgresión del sexto mandamiento; segundo, que prestar servicio militar en sábado es una trasgresión del cuarto mandamiento”.

Incluso el pastor G. Dail, secretario de la División Europea , en carta circular del 2 de agosto de 1914 instruía al pueblo: “Debemos cumplir alegremente nuestros deberes militares, sea que estemos en el servicio o seamos llamados a servir, para que los oficiales vean en nosotros soldados valientes y leales, dispuestos a morir por nuestros hogares, por nuestro ejército y por nuestra patria.”

En declaración dirigida al Ministerio de Guerra , el 4 de agosto de 1914, en nombre de la Unión Alemana Oriental, firmada por su presidente, H. F. Schubert, se declaraba: “Nos hemos unido estrechamente en defensa de la patria, bajo estas circunstancias, también empuñaremos las armas en sábado.”

Ante esta posición contraria a las Escrituras, los creyentes que no estuvieron de acuerdo con las declaraciones de la dirigencia protestaron y al procurar mantenerse fieles, a pesar de la persecución, el encarcelamiento, la tortura y la muerte misma, finalmente fueron separados, excluidos de la iglesia.

Tanto en Europa como en Norteamérica –sede de la Conferencia General- se tenía conocimiento de los acontecimientos, pero los europeos con su práctica y los norteamericanos con su silencio, aprobaron las nuevas posturas tomadas por la Iglesia.

Terminada la Guerra los diferentes grupos de creyentes separados de la iglesia Adventista, buscaron la forma de reconcilarse con la Iglesia Adventista, una de las reuniones más importantes fue la que se realizó en Fridensau, del 21 al 23 de Julio de 1920, entre los miembros de la directiva de la Asociación General, de la División y Uniones Europeas, y el llamado "Movimiento Opositor", que pasaron a conformar el Movimiento de Reforma.

Dichas reuniones acabaron sin lograr la unificación del movimiento a la iglesia adventista. En vista de que las separación se iba haciendo más grande en puntos doctrinales como la no participación en la guerra, el no consumo de carne (vegetarianismo) entre sus miembros hicieron que el movimiento se organice en forma separada de la iglesia adventista.

La primera reunión de la la Conferencia (Asociación) General de los Adventistas del Séptimo Día Movimiento de Reforma, se realizó en la ciudad de Gotha, Alemania del 14-20 de julio de 1925, con la participación de delegados de las cuatro uniones que en ese entonces formaban el Movimiento de Reforma.

En la década de 1950 se fue formando una división dentro del movimiento debido a la lucha de poder departe de algunos dirigentes. Dicha división causó la fracmentación del movimiento en los Adventistas del Séptimo Día Movimiento de Reforma, y la Sociedad Misionera Internacional de los ASDMR (misma que ahora sigue las sendas antiguas). Dicha fragmentacion fue a Causa de la Rebelion de Demetrio Nicolichi, cusando division entre los delegados en ese año. Demetrio, sustrajo la papeleria de la iglesia formando una rebelion de la cual nace nuestra grupo en esa ocasion.

La sede de la Conferencia General se ubicó primero en Isernhagen, Alemania, luego pasó a Basel, Suiza. después de la segunda guerra mundial, fue trasladada a Sacramento, California. Las oficinas de la sede mundial (Conferencia General) están actualmente establecidas en Roanoke, Virginia, Estados Unidos de América. La iglesia cuenta con membresía en más de 100 países alrededor del mundo, organizada en Uniones, Campos y Misiones.

Organización

La Iglesia Adventista Movimiento de Reforma, cuenta con un sistema administrativo similar al establecido por la Iglesia Adventista, Con una sede mundial Conferencia General, Secretarías Regionales, Uniones, asociaciones o Campo y Misiones e iglesias. La gran diferencia entre ambas organizaciones, estriba en la inexistencia de las divisiones mundiales, dentro de la organización del Movimiento de Reforma.

Doctrinas

Para un estudio detallado de las creencias del Movimiento de Reforma ASD en inglés, puede dar clic en el siguiente enlace: [2]

Las Doctrinas fundamentales del Movimiento Reforma son similares a las de la iglesia adventista nominal en algunos aspectos, pero se diferencia en otros, en los cuales la grande iglesia ha cambiado, por ejemplo: la doctrina del sellamiento de los 144000, la reforma pro salud, la reforma en la vestimenta, la participación en el ejercito, la actitud hacia el mundo y la mundanalidad, el mensaje de Cristo Nuestra Justicia, el Mensaje a Laodicea, el Mensaje del Cuarto Ángel (Apoc. 18), la participación cerrada de la santa cena, el divorcio y recasamiento, el papel de Elena G. de White en la vida de la iglesia y los creyentes, el tratamiento del pecado abierto, entre otras.

ASDMR Ecuador, creencias

Dios, El Padre

Los reformistas creen que existe un solo Dios que es supremo, creador, eterno, todo lo conoce, todo lo puede, que nos hizo y nos ama inefablemente.

Referencias: Éxodo 20:2, 3; Isaías 45:5-12, 18, 20-22; Juan 4:24; Salmos 139:1-12.

Jesucristo, El Hijo

Jesucristo es el Hijo de Dios, es uno en naturaleza con el Padre. Todos fuimos creados por medio de Él. Reteniendo su naturaleza divina, Cristo tomó la naturaleza humana, fue hecho carne, y vivió como hombre, pero sin pecado, siendo ejemplo para cada uno de nosotros. El murió por nuestros pecados, resucitó de entre los muertos, y ascendió al Padre para hacer intercesión por nosotros.

Referencias: Hebreos 1:1-3, 5; Colosenses 1:15-17; Mateo 1:18-23; Juan 1:14; 1 Timoteo 2:5; 3:16; Hebreos 7:25; Juan 14:6; Hechos 4:12.

El Espíritu Santo

El Espíritu Santo es el representante de Cristo en la tierra, y es uno en propósito con el Padre y con el Hijo, Él es el Consolador en la obra de redención. Estas tres personas, Dios (El Padre), Jesucristo (El Hijo), y el Espíritu Santo forman la Divinidad

Referencias: Juan 3:5-8; 14:16, 26; 16:7-13; 1 Corintios 2:10, 11; 2 Corintios 13:14; Mateo 28:19.


Las Sagradas Escrituras

Las Sagradas Escrituras (La Biblia), tanto el Antiguo como el Nuevo testamento, son la palabra de Dios. Ellos fueron escritos por la inspiración de Dios, contiene toda la revelación de Dios dada a los hombres, y son la única base de nuestra fe y práctica.

Referencias: Juan 5:39; 2 Pedro 1:19-21; 2 Timoteo 3:15-17; Lucas 11:28; 16:29, 31; Mateo 22:29; Juan 10:35.


Los Diez Mandamientos

La ley moral, los diez mandamientos de Éxodo 20:1-17, es la expresión de la voluntad de Dios, cubriendo las responsabilidades del hombre para con Dios y para con sus semejantes. La Ley es inalterable y eterna para los hombres de todas las edades, e invalida todas las leyes humanas. La transgresión de cualquier mandamiento es pecado, y la paga del pecado es la muerte. Nosotros no somos salvados por la obediencia a la Ley, somos salvados únicamente por Cristo, y a través de Cristo podemos rendir obediencia a la Ley y escapar de la condenación.

LOS DIEZ MANDAMIENTOS


Éxodo, Capítulo 20

20:1 Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: 20:2 Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. 20:3 No tendrás dioses ajenos delante de mí. 20:4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 20:5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 20:6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. 20:7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano. 20:8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo. 20:9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 20:10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. 20:11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó. 20:12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. 20:13 No matarás. 20:14 No cometerás adulterio. 20:15 No hurtarás. 20:16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. 20:17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.


Referencias: Éxodo 20; Mateo 5:17-20; 7:21; 19:17; 22:36-40; 1 Juan 2:3-6; 5:1-3; Romanos 2:13; Juan 8:11; Hebreos 10:26.

El Sábado

El cuarto mandamiento de la ley moral de Dios requiere la observancia del séptimo día Sábado. Es un día sagrado del resto, es un monumento de la creación y una muestra de la restauración y de la redención así como de la santificación. Es una institución espiritual dedicada a la adoración y al estudio religiosos. Génesis 2:1-3; Éxodo 20:1-17; Ezequiel 20:12, 20; Isaías 58:13, 14; Marcos 2:28; Hebreos 4:1-10. La verdadera observancia del Sábado requiere la cesación de todo el trabajo secular en la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado. La preparación para el Sábado debe ser terminada el viernes antes de que el Sábado comience. Levítico 23:32; Éxodo 16:22, 23; Lucas 23:54; Marcos 16:1. Cristo y los apóstoles siempre, igual antes y después de la crucifixión y la resurrección, observaron el Sábado, es y sigue siendo el verdadero día de reposo. (Ananías y Pablo no habrían podido ser inocentes antes de los judíos si no eran sabáticos fieles.)

Referencias: Lucas 23:56; Hechos13:42, 44; 16:13; 17:2; 18:4; 22:12; 25:7, 8.

La Guarda del Domingo

El primer día de la semana, llamado comúnmente domingo, fue dedicado antiguamente a la adoración del sol. Este cambio fue realizado por el rey Constantino en el año 315. Mientras que la iglesia cristiana se fue alejando de la doctrina verdadera de los días apostólicos, el séptimo día, Sábado fue desplazado gradualmente por el primer día. El domingo, junto con otras instituciones (doctrinas) paganas, fueron gradualmente adoptadas por la iglesia cristiana. La observancia de domingo no se encuentra en la biblia.

Referencias: Mateo 15:9, 13. en el presente comentario por estudios (exegesis/investigaciones) la conclusion es clara y contundente, ya que el contexto histórico y la historia habla por sí sola del shabat, el día del Señor según Éxodo 20: 8-11; Deuteronomio 5; Apocalipsis 1:10.

La Ley Ceremonial

La ley ceremonial del antiguo testamento impuesto sobre la gente judía señalaba la venida del Mesías. Eran una muestra de la labor de Cristo, y sus requerimientos fueron cesados en la cruz. La ley ceremonial, que incluye los sábados ceremoniales y los días de fiesta judíos, no se deben confundir con la ley moral y el día Sábado del cuarto mandamiento. Referencias: Hebreos 10:1, 9, 10; Colosenses 2:14, 16; Gálatas 4:10, 11.

La Gracia y sus Medios

Los medios de la Gracia “favor inmerecido”. Debido al pecado, la humanidad debe sufrir las consecuencias de la muerte. Dios manifiesta su amor dando salvación de la muerte a través de Jesucristo al hombre. Se logra la salvación cuando los pecadores tienen el carácter de Cristo a través: (a) La Palabra de Dios (Estudio de la Biblia), (b) el Espíritu Santo, y (c) el Ministerio del Evangelio. Referencias: Romanos 10:13-18; Juan 14:26; 16:13; 2 Corintios 5:17-20; Hechos 2:38-42.

El Nuevo Nacimiento

Para ser salvados del pecado y de sus consecuencias, el hombre debe experimentar un nuevo nacimiento, una transformación de la vida. Arrepentirse individualmente de sus pecados y rendirse al trabajo del Espíritu Santo sobre su corazón, el hombre experimenta un deseo de vivir en obediencia a la voluntad de Dios. La Biblia llama a esta experiencia “el nuevo nacimiento”. La nueva vida es mantenida después de eso por nuestra fe en Cristo Jesús. Referencias: Mateo 1:21; Juan 3:3; Romanos 2:4; Juan 16:8; Hechos 2:37, 38; 1 Juan 2:3, 6; Juan 16:13; 1 Pedro 1:22; Salmos 119:142; Juan 17:17; Gálatas 2:20; Hebreos 12:2; Romanos 1:17; Filipenses 4:13.

Bautismo

Los que han alcanzado una edad de responsabilidad y “han nacido otra vez” deben ser bautizados por la inmersión en nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Esto representa la muerte, el entierro, y la resurrección de Cristo Jesús, así como la muerte del “viejo hombre” y la resurrección del “nuevo hombre” a una nueva vida en Cristo.

Referencias: Hechos 2:38; Marcos 16:16; Romanos 6:3-9; Colosenses 2:12.


El Rito de Humildad

El lavamiento de pies es una ordenanza de humildad que precede el servicio de la comunión (santa cena). Fue instituido por Cristo, impuesto sobre la iglesia cristiana para enseñar humildad, igualdad, amor fraternal, y la unidad en Cristo. La reconciliación entre los hermanos debe preceder la ordenanza. Referencias: Juan 13:1-17; Mateo 5:23, 24. Este sagrado rito se practica de manera ordenada y separada entre hombres y mujeres, y es seguido por el saludo con el ósculo santo.

La Santa Cena (La Comunión)

Participando del pan ácimo y del vino sin fermentar que representan el cuerpo y la sangre de Cristo Jesús, el creyente conmemora su sufrimiento y muerte. El significado de esta ordenanza implica que sea compartida solamente por los miembros en situación buena y regular en el cuerpo de Cristo. En otras palabras, sólo los miembros reconocidos y con buena conciencia del Movimiento de Reforma Adventista del Séptimo Día, pueden participar activamente de esta conmemoración. La visitas pueden estar presentes durante la ceremonia, cantar, orar y observar el desarrollo de la misma, pero deben abstenerse de tomar el pan y el jugo de uvas. Referencias: Mateo 26:26-28; 1 Corintios 10:16, 17; 12:20; Lucas 22:11; 1 Corintios 11:23-29.

El Juicio Investigador

La profecía de los 2300 días (años, según Números 14:34 y Ezequiel 4:6) de Daniel 8:14 terminaron en 1844, cuando la “purificación del santuario,” o el inicio del juicio investigador. Esto refiere a la examinación del pre-Advenimiento de los expedientes divinos de las vidas de los que profesaron ser hijos de Dios por las edades. El resultado de esta investigación determina el destino de cada alma, para la vida eterna o la muerte eterna.

Referencias: Eclesiastés 12:14; Daniel 7:9, 10; Lucas 20:35; Apocalipsis 14:6, 7; 22:12. El Juicio es ilustrado en Mateo 22:11-14.

La Verdad Presente

El mensaje de los tres de los ángeles de Apocalipsis 14:6-12, junto con el mensaje del otro ángel de la Apocalipsis 18:1-4, es la verdad presente. Estos mensajes son preparar a un grupo especial de personas, 144.000 en número, para el segundo advenimiento de Cristo. Referencias: Ezequiel 9:1-7; Apocalipsis 7:1-4; 14:1-12; 18:1-4.

El Don de Profecía

De acuerdo con la promesa de Dios en Hechos 2:17-21, el don de profecía fue restaurado a la iglesia de Cristo en los postreros días, no como un reemplazo de La Biblia o como una adición a La Biblia, sino como una guía y una marca de la distinción del remante de Dios. Las escritos inspirados mantienen nuestra atención a los principios de La Biblia que son nuestra regla de fe y de práctica, y ayudan a salvaguardarnos de malinterpretar la palabra de Dios. Se cree que este Don se manifestó en los escritos y obras de Elena G. de White [3] Referencias: Números 12:6; 2 Crónicas 20:20; Proverbios 29:18; Oseas 12:13; Amós 3:7; Efesios 4:8-11; 1 Tesalonicenses 5:20, 21.

El Matrimonio

El matrimonio fue ordenado por Dios y honrado por Cristo para unir ambas partes de por vida. Ni el divorcio con el fin de un nuevo casamiento, ni ninguna ley “civil” común de matrimonio, ni la unión con no creyentes está dentro del principio divino del matrimonio.

Referencias: Lucas 16:18; Romanos 7:1-3; 1 Corintios 7:11, 39; 2 Corintios 6:14.

Reforma Pro-salud

Porque el cuerpo de un cristiano es el templo del Espíritu Santo, el creyente deseará salvaguardar su salud por la siguiente ley natural, desechando los alimentos que destruyen la salud y los hábitos perjudiciales de vida, y siendo moderado en el uso de las cosas que sean buenas. 1 Corintios 3:16, 17; Filipenses 4:5. Los hábitos del vestuario son un índice del carácter. La modestia cristiana y el amor propio, requieren abstenerse de las modas extravagantes del mundo. Referencias: 1 Pedro 3:1-5; Isaías 3:16-24; 1 Corintios 11:15; 1 Timoteo 2:9.

Nuestra actitud hacia gobiernos terrenales

Los cristianos están obligados a respetar la autoridad divina y humana. El creyente obedece todos las leyes buenas de los gobiernos terrenales con buena conciencia. Si los requisitos de leyes humanas están en conflicto con la ley de Dios, el cristiano debe decidirse entre obedecer a Dios o al hombre. El movimiento considera que la conciencia cristiana prohíbe tener cualquier parte en actividades políticas. Referencias: Mateo 22:21; Romanos 13:3-7; 1 Pedro 2:17; Hechos 5:29; 2 Corintios 6:14-17; Isaías 8:12.

El cuerpo de Cristo, Su iglesia

La iglesia de Cristo es un cuerpo visible y organizado, no de individuos dispersados. La iglesia delega una porción de su autoridad a los oficiales elegidos, los oficiales no son un señor sobre la iglesia, sino para servicio y edificación al cuerpo de Cristo. La iglesia tiene la autoridad para aceptar a miembros por bautismo y por profesión de fe y para separar algún miembro por alguna causa.

Referencias: Juan 10:16; 11:52; 1 Corintios 10:17; 12:12-27; 1 Pedro 2:5; Efesios 4:15, 16; Colosenses 2:18, 19; Apocalipsis 1:20; Cantares 6:10; Efesios 4:11-13; Hechos 6:1-6; 13:3; 20:28; 1 Pedro 5:1-5; Mateo 16:19; 18:15-18; 1 Corintios 5:11, 13.

Diezmos y Ofrendas

Dar nuestros diezmos y ofrendas para soporte del ministerio y la predicación del Evangelio es nuestro deber como Cristianos.

Creemos que la devolución del diezmo y ofrendas voluntarias han sido ordenados por Dios desde el principio de la obra de salvación para ayudar a extirpar el egoísmo e implantar la generosidad en el corazón humano.

Referencias: Malaquías 3:7-10; Mateo 23:23; 1 Corintios 9:14; 2 Corintios 9:6, 7; Hebreos 7:8.

La Segunda Venida de Cristo

Creemos que la segunda Venida de Cristo está muy cercana; y que volverá con gran poder y gloria, en forma personal, visible y universal. ES LA GRAN VERDAD Referencias: Lucas 13:23-25; 17:29, 30; Isaías 11:4; 66:17; 2 Tesalonicenses 1:6-10; Mateo 24:27, 31; Juan 14:1-3; Hechos 1:9-11; 1 Tesalonicenses 4:15-17; Apocalipsis 1:7.

La Naturaleza del Hombre y el estado de los muertos

El hombre fue creado por la mano de Dios como un alma viviente. Por la desobediencia el hombre fue separado de la fuente de la vida. Por lo tanto, el hombre es mortal por naturaleza; pero el hombre puede obtener inmortalidad a través de Cristo: en promesa, inmediatamente; y en en forma real en su segundo advenimiento. Génesis 2:7; 3:22-24; Job 4:17; 1 Juan 2:25; Juan 11:25, 26; Romanos 2:7; 2 Timoteo 1:10; 1 Corintios 15:53, 54. Cuando el hombre muere, sea este bueno o malvado, entra en un “sueño,” un estado de inconsciencia, silencio, e inactividad. Los muertos permanecen en el sepulcro hasta la resurrección del justo y del injusto. Los injustos no están en un lugar de tormento, pero “se reservan para el día del juicio en el que se los castigará.“Y los justos no están en cielo, sino permanecen en el sepulcro hasta la resurrección, cuando Cristo vuelva por segunda vez.

Referencias: Eclesiastés 9:5, 6, 10; Salmos 6:5; 146:4; 89:48; Apocalipsis 20:13; 2 Pedro 2:9; Juan 5:28, 29; Daniel 12:13; Hechos 2:29, 34; 2 Timoteo 4:7, 8.


Después de la segunda venida de Cristo habrá una periodo de mil años, el cual es llamado milenio. Durante éste tiempo, los justos están en el cielo con Cristo, y los perdidos yacen en el polvo de la desolada tierra. Mientras la tierra permanece desolada, los salvados juzgarán a los perdidos. Al final del milenio los perdidos resucitan para ser destruidos por el fuego. Referencias: Juan 14:3; Apocalipsis 7:9; 14:1; 20:4, 5; Salmos 46:2, 8; Isaías 24:1-6; Jeremías 4:23-27; 1 Corintios 6:2, 3; Apocalipsis 20:4; Juan 5:29; Apocalipsis 20:5, 9, 14; Malaquías 4:1, 3; Mateo 10:28; 2 Pedro 3:7-10; Salmos 37:10.

La Nueva Tierra

Después que la tierra sea purificada del pecado por el fuego, Dios hará todas las cosas nuevas, restaurando la tierra a la belleza Edénica. Ésta nueva tierra será el hogar de los redimidos, con Dios reinando en forma suprema por la eternidad.

Referencias: 2 Pedro 3:13; Apocalipsis 21:1-7; Mateo 5:5; 1 Corintios 2:9.

Nombre registrado del movimiento

El nombre real con el que se encuentra registrado el movimiento es "Iglesia Adventista del Séptimo Día Movimiento de Reforma".

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