Diferencia entre revisiones de «Pintura al temple»

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En general, todas las técnicas pictóricas se basan en tres elementos básicos: el [[pigmento]], el [[disolvente]] y el aglutinante. En el caso de la '''pintura al temple''' el disolvente es el agua y el aglutinante algún tipo de grasa animal u otras materias orgánicas.
En general, todas las técnicas pictóricas se basan en tres elementos básicos: el [[pigmento]], el [[disolvente]] y el aglutinante. En el caso de la '''pintura al temple''' el disolvente es el agua y el aglutinante algún tipo de grasa animal u otras materias orgánicas.


Las formas de obtener la emulsión són:
Las formas de obtener la emulsión son:


* Por enriquecimiento de pinturas magras (agregando aceites o similares).
* Por enriquecimiento de pinturas magras (agregando aceites o similares).

Revisión del 22:34 25 sep 2009

Frontal de altar pintado al temple sobre tabla, autor anónimo, siglo XII, procede de Seo de Urgel, actualmente en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC)

En general, todas las técnicas pictóricas se basan en tres elementos básicos: el pigmento, el disolvente y el aglutinante. En el caso de la pintura al temple el disolvente es el agua y el aglutinante algún tipo de grasa animal u otras materias orgánicas.

Las formas de obtener la emulsión son:

  • Por enriquecimiento de pinturas magras (agregando aceites o similares).
  • Por emulsión directa: mezcla del pigmento con el aglutinante (óptima).

En el caso de ésta última, hay que diluir el pigmento en una emulsión que puede ser de colas de conejo o pescado, clara o yema de huevo, caseína (proteína de la leche) o cualquier mezcla de las anteriores.

Otros aditivos habituales son goma arábiga, para dar una cierta textura; ácido acético (vinagre) y barniz de óleo (dammar o similar, por ejemplo) como conservante; sacarosa (azúcar) como aglutinante no secativo; agua destilada como diluyente o aligerante; glicerina como retardante del secado y aligerante; aceite de linaza; aguarrás o esencia de petróleo; etc. El barniz se puede usar también como texturizante. En caso de agregar disolvente orgánico, frente al aguarrás es más aconsejable la esencia de petróleo, dado que es necesaria menos cantidad y su origen mineral la hace más estable (no amarillea con el tiempo).

Otra forma de obtener el conservante es mediante la hidrolización de la acetidina (o también llamado ester acetil acético, etanoato de etilo, acetato de etilo...) la cual se comercia como disolvente universal. La proporción es de cuatro partes de agua destilada por cada una de acetidina y agitar durante unos dos minutos hasta lograr una substancia homogénea. Ésta es una disolución de ácido acético y etanol al cincuenta por ciento en mol. Su olor es muy penetrante y desagradable (similar al del tiner) y requiere cantidades pequeñas. También se puede usar para recuperar pintura casi seca.

Según normas antiguas (como los tratados de Cennino Cennini) a la hora de emplear clara o yema, hay que saber que la clara da más transparencia y ligereza, siendo ideal para las luces y sectores intermedios. La yema da tonos más oscuros y puede estropearse con más facilidad, es más aconsejable para las sombras siempre aligerada con algo de clara.

Históricamente, la pintura al temple es característica de la Edad Media europea. Puede considerarse característico de los estilos Románico y Gótico en el occidente Europeo, y de los iconos bizantinos y ortodoxos, en Europa Oriental.

Este procedimiento pictórico se aplica usualmente sobre tabla, aunque, a menudo era utilizado para retocar pinturas murales al fresco y añadirles detalle. Esta técnica se usaba abundantemente para aplicar azul ultramar, incompatible químicamente con el buon fresco, por ejemplo en mantos azules, cielos, etc. Se conocía como fresco secco o retoque alla secca.

Ya Cennino Cennini hablaba de un temple sólo de aceite, que es lo que luego se conoció como pintura al óleo. En los últimos tiempos de la Edad Media eran muy habituales los temples con mezcla de aceites y barnices grasos. E incluso ir añadiendo aceite a las sucesivas capas de temple.

Desde finales del siglo XV, en consecuencia, el temple va siendo sustituido por la pintura al óleo, a causa de las ventajas que presenta, sobre todo la invisibilidad de las pinceladas y el poder aplicarse sobre lienzo.

En el Renacimiento, el óleo fue traído al sur de Europa proveniente de los Países Bajos e introducido, entre otros por Leonardo Da Vinci.

Actualmente, la pintura al temple se está poniendo de nuevo de moda debido a las recuperadas posibilidades que ofrece y a su precio más económico y producción más sencilla.

Según algunos autores incluso se puede considerar a la pintura acrílica como una pintura al temple, si se entiende temple como toda pintura fabricada con un aglutinante en emulsión. Según este criterio, nuestra época es la del gran resurgir del temple.

Temple de huevo

Desde la antigüedad se conoce la pintura en su modalidad de aglutinante, pigmento y solvente, el temple o Temple de huevo, fue el primer medio de pintura en reunir íntegramente tales características.

Se conoce que los primeros temples eran de miel de abeja, realizados por los egipcios, pero la forma actual de temple que ha llegado hasta nuestro tiempo, viene de los talleres medievales; donde se desarrolló hasta lograr su perfección técnica.

Los evangelios y libros de texto de la época eran iluminados por miniaturas esquemáticas de la vida de los santos o los señores feudales, se conoce que en el bajo renacimiento esta técnica, que fue el principal medio de la época, tuvo como principal ejecutor a Cennino Cennini, quien perfeccionó la técnica y dejo el registro de su método en el "libro dell arte"; el cual consistía en varios pasos para confeccionar un cuadro al temple.

  • Primero se cubría la tabla de madera; usualmente de arce o cedro, con una mezcla de aserrín y yeso.
  • Se colocaba un lienzo, generalmente de lino sobre la tabla previamente encolada
  • Se realizaba una imprimatura de gesso; la cual consistía en 9 capas dispuestas transversalmente cada una sobre la otra.
  • Se procedía a lijar con lija de agua la superficie hasta lograr la uniformidad y se limpiaba con un trapo humedecido.
  • Se realizaba el dibujo, generalmente con tinta negra.
  • Se disponía una capa de betún de judea sobre la superficie del entorno de la figura como cola para el pan de oro, el cual se colocaba con brocha de pelo suave por cuadrantes.
  • Se bruñía el oro generalmente con un zafiro o amatista y se realizaba el trabajo de decorado del mismo con cincel y martillo.

La pintura comenzaba con una monocromía de verdaccio muy sutil, el pigmento del verdaccio era terra verde con blanco de titanio. Se colocaba los tonos rojos sobre la piel directamente con rojo de cadmio, en lo que el artista medieval llamaba "poner la manzana sobre la mejilla". Neutralizando poco a poco los tonos verdes se disponían cuidadosamente las veladuras necesarias para dar los tonos correctos en el cuadro hasta concluir la obra. En algunos casos se pintaba sobre el oro para después rasgar la pintura formando bellos motivos florales que indujeran al espectador a la visión de la realeza con el pan de oro sobre los vestidos.

La técnica antigua para hacer colores al temple consistía en tomar una porción de pigmento y mezclarlo con agua sobre una supreficie plana para crear una pasta, esta pasta era dispuesta en un godette de cerámica donde se le agregaban dos toques de yema de huevo con la espátula, al mezclarlo firmemente se tenía listo para usar el color necesario. La yema del huevo era pinchada y exprimida con la mano para evitar que la membrana de la yema hiziera grumos en la pintura, debido a su origen orgánico la pintura que se iba a usar en esa sesión debía ser exactamente la necesaria, para no perder material.

Como ya se mencionó anteriormente el origen del temple de huevo es puramente orgánico por lo cual la firmeza del color se mantiene casi intacta con el paso del tiempo, probablemente porque la yema de huevo al contener todas las proteínas necesarias para crear músculos y huesos en cualquier organismo vivo, también tenga el poder de "congelar" molecularmente los pigmentos entre cadenas proteínicas de la emulsíon.

El temple de huevo tuvo desde sus inicios la cualidad de duración en la firmeza de sus colores, a lo largo del tiempo, pero su técnica resultaba complicada e inecesaria al tener que hacer los colores en pequeñas cantidades y usando yema de huevo, en comparación a la simplicidad y flexibilidad de la pintura al óleo. Razón por la cual esta técnica fue abandonada lentamente por los artistas nórdicos que descubrieron las cualidades prácticas de la pintura en aceite, si bien el temple se mezclaba con el óleo, al surgimiento de esta técnica, poco a poco fue rezagado en potencial por su rival de vanguardia que dominaba la intensidad del color y el realismo.

A pesar de su decadencia técnica, esta pintura ha renacido de muchas maneras los últimos 50 años, pues el acrílico al reunir los tres elementos :aglutinante, solvente y pigmento, es también considerado como una pintura al temple, llamado el nuevo temple, aun así la vieja escuela ha visto su renacimiento por la Sociedad de pintores de temple de huevo,"Egg Tempera Society" en su idioma original, los cuales han desarrollado una visión moderna y que iguala en calidad y audacia a la pintua al óleo.

Témpera

Es una técnica muy cubriente, por no estar los pigmentos en suspensión en una capa gruesa de aglutinante, una vez seca. Al igual que la acuarela, su medio aglutinante es la goma arábiga, aunque muchos gouaches actuales contienen plástico. El medio está ampliado con pigmento blanco, que hace opaca la pintura.

Existen otras variantes: El temple de huevo, en el que se emplea principalmente la yema de huevo como aglutinante, y que ofrece mejores resultados.

Véase también

Referencias

Enlaces externos