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== Referencias ==
== Referencias ==

Revisión del 12:33 1 may 2009

Antártida Argentina




Idiomas oficiales español
Gentilicio Argentino
Superficie Puesto n/a.º
 • Total 965,597 km² km²
Fronteras 0 km
Moneda Peso Argentino
Huso horario UTC-2 [3]
Dominio internet .ar
  1. =

Antártida Argentina o Sector Antártico Argentino, es la denominación que en la Argentina se aplica al sector de la Antártida comprendido entre los meridianos 74° O y 25° O, el paralelo 60° S y el Polo Sur. Esta zona es reivindicada por la República Argentina, que la considera como una de sus regiones geográficas y como parte integral de su territorio; se encuentra superpuesta parcialmente, entre el Polo Sur y la Tierra de San Martín (denominación de la Península Antártica en la cartografía oficial argentina), con el área Oriental del territorio reclamado por Chile (Territorio Chileno Antártico) y totalmente con la región reclamada por Reino Unido (Territorio Antártico Británico).

Administrativamente para la Argentina el área forma parte de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, englobando completamente el departamento Antártida Argentina. A su vez, las Islas Orcadas del Sur y las Shetland del Sur forman parte del Departamento Islas del Atlántico Sur aunque habitualmente se las incluya dentro se la zona denominada Antártida Argentina.

Este reclamo argentino, basado en consideraciones históricas, geológicas, de presencia humana argentina continuada y de proximidad a la Argentina Continental Americana, está en suspenso por aplicación del artículo 4 del Tratado Antártico.

La superficie estimada de la Antártida Argentina es de 1.461.597 km², de la cual 965.314 km² corresponden a tierra firme. La capa de hielo tiene un espesor de 2 km en promedio. Las temperaturas oscilan entre 0 ºC en verano y -60 ºC en invierno aunque en ciertos puntos puede descender a aproximadamente los -82°C.

Historia

Descubrimiento y era colonial

El navegante español Gabriel de Castilla, zarpó de Valparaíso en marzo de 1603 al mando de tres naves en una expedición encomendada por su primo hermano el virrey del Perú, Luis de Velasco y Castilla, para reprimir las incursiones de corsarios holandeses en los mares al sur. Al parecer esa expedición alcanzó los 64° de latitud sur. No se han hallado aún en archivos españoles documentos que confirmen la latitud alcanzada y las tierras avistadas; sin embargo, el relato del marinero holandés Laurenz Claesz (en un testimonio sin fecha, pero probablemente posterior a 1607), documenta la latitud y la época. Claesz declara que él:

ha navegado bajo el Almirante don Gabriel de Castilla con tres barcos a lo largo de las costas de Chile hacia Valparaiso, i desde allí hacia el estrecho [de Magallanes], en el año de 1604; i estuvo en marzo en los 64 grados i allí tuvieron mucha nieve. En el siguiente mes de abril regresaron de nuevo a las costas de Chile.

Otro documento holandés, publicado en Amsterdam en tres idiomas en 1622 afirma que a los 64º S hay tierra "muy alta y montañosa, cubierta de nieve, como el país de Noruega, toda blanca, que parecía extenderse hasta las islas Salomón", lo que evidentemente confirma un avistamiento previo a la publicación.
Las tierras avistadas serían las islas llamadas desde el siglo XIX con el nombre de Shetland del Sur. El documento holandés, tal cual se puede notar, aunque ya distinguía la separación entre Tierra del Fuego y la Antártida aún mantenía la creencia de que el continente hoy llamado Antártida incluía a Australia y zonas próximas a las ecuatoriales Islas Salomón en las que se suponían grandes minas de oro.

Otros historiadores atribuyen el primer avistaje de tierras antárticas al marino holandés Dirk Gerritsz, que habría encontrado las islas hoy denominadas Shetland del Sur. Según su relato, su nave fue desviada de curso por una tormenta después de trasponer el Estrecho de Magallanes, al regreso de una expedición de corso a la India, en 1599. Existen dudas sobre la veracidad del relato de Gerritsz.

En los mapas de la época, la Antártida y Australia formaban parte de un inmenso continente conjetural llamado (Terra Australis Incognita), el primero en descubrir la existencia de un mar que separaba a América de la posible Terra Australis Incognita fue el español Francisco de Hoces motivo por el cual el mar por él recorrido es llamado Mar de Hoces (aunque aún a inicios de 2008 es frecuente en la cartografía la denominación Pasaje de Drake para referirse al mismo).

El 30 de abril de 1606 Pedro Fernández de Quirós tomó posesión de todas las tierras del Sur hasta el Polo para la Corona de España en la isla de Espíritu Santo en Vanuatu, a la que llamó Austrialia del Espíritu Santo pensando que era parte de la Terra Australis Incognita.[1]

En el siglo XVIII, la península Antártica y los archipiélagos de las Antillas del Sur eran frecuentemente visitados por cazadores de focas españoles e hispanoamericanos, quienes sin embargo ocultaban los territorios en cuestión para evitar la competencia (en especial de los ingleses). La presencia de estos cazadores está atestiguada por el encuentro de restos de sus refugios en las costas orientales de la península Antártica.

Argentina y la Antártida

Mapa de escalas proporcionalmente idénticas en donde se observa a la Antártida Argentina y otros territorios reivindicados.

En 1816 el almirante argentino-irlandés Guillermo Brown emprendió una campaña para hostigar a la flota española en el Océano Pacífico y al transponer el cabo de Hornos un fuerte temporal lo abatió hacia el mar Antártico más allá del paralelo 65 ºS a bordo de los navíos argentinos Hércules y Trinidad (hecho por el cual en la cartografía argentina suele llamarse Tierra de La Trinidad a la parte más septentrional de la península Antártica). El informe de Brown indica la presencia de tierra cercana.

El 25 de agosto de 1818 el gobierno argentino (entonces, de las Provincias Unidas del Río de la Plata) otorgó las primeras concesiones para la caza de focas y pingüinos en territorios correspondientes al continente antártico a Juan Pedro de Aguirre, quien operaba con el navío Espíritu Santo haciendo base en la isla Decepción, la mayor de las Shetland del Sur.

El foquero Spiritu Santo, fue seguido por el brig estadounidense Hercilia hasta la isla Decepción, el hecho de que estos foqueros argentinos se dirigieran a las islas con rumbo fijo suele ser considerado como prueba de que las conocían anteriormente.

Entre 1819 y 1821 los buques Vostok y Mirny al mando del marino ruso Bellingshausen navegaron por los mares antárticos. En 1821 avistaron una isla a la que denominaron Tierra Alejandro I (69º 53'S) en honor al zar de Rusia de aquel entonces.

En 1823 el inglés James Weddell descubrió el mar abierto que hoy lleva su nombre, llegando hasta los 74º 15'S y 34º 17'W.

El 10 de junio de 1829 el Gobierno de Buenos Aires dictó el decreto de creación de la ‎Comandancia Político Militar de las Islas Malvinas incluyendo a las islas adyacentes al Cabo de Hornos, lo que se suele interpretar en la Argentina como que incluyó a las islas antárticas.

En 1838 el estadounidense Charles Wilkes alcanzó el cabo de Hornos y circunnavegó el continente antártico.

También en 1838 el francés Jules Dumont d'Urville descubrió la Tierra Adelia, Luis Felipe e isla Joinville, estas dos últimas al norte de la Península Antártica.

A mediados del siglo XIX el comandante argentino Luis Piedra Buena frecuentaba las Antillas del Sur y las costas de la península Antártica.

El 29 de diciembre de 1894, el presidente argentino Luis Sáenz Peña autorizó a Luis Neumayer para explorar el territorio situado al sur de la Patagonia y denominado de Grand (hoy Península Antártica), aunque prohibiendo cualquier tipo de explotación.

Entre 1897 y 1899 una expedición belga, comandada por Adrián de Gerlache, de la que participó Roald Amundsen, debió invernar en la Antártida al quedar encerrada por los hielos.

En 1901 una expedición sueca al mando del doctor Otto Nordenskjöld llegó a la Antártida, tras su paso por Buenos Aires. Es allí donde ofreció al alférez de navío José María Sobral participar en dicha expedición. Dos años después, tuvo que ser rescatada por la corbeta ARA Uruguay al mando del teniente de navío Julián Irízar.

Ocupación permanente

El 2 de enero de 1904 la Argentina adquirió la estación meteorológica instalada por el escocés William Speirs Bruce, en la isla Laurie de las Orcadas del Sur, en la que había quedado una dotación de seis hombres realizando observaciones científicas. En ella se instaló el Destacamento Naval Argentino Orcadas, donde funcionaba también una oficina de correo. Tal destacamento devino en la base argentina Orcadas del Sur, el establecimiento humano permanente más antiguo existente hoy en todo el territorio antártico.

Un decreto emitido por Chile el 27 de febrero de 1906, cedió la explotación industrial agrícola y pesquera por 25 años, en las islas Diego Ramírez, Shetland del Sur, Georgias del Sur y la Tierra de Graham (Tierra de O'Higgins-San Martín) a Enrique Fabry y a Domingo de Toro Herrera, encargándoseles también el resguardo y la custodia de los intereses soberanos de Chile en la zona. La Argentina protestó formalmente el 10 de junio de 1906 por estas acciones unilaterales e inconsultas de la administración que entonces había en Chile.

El 21 de julio de 1908, el Reino Unido anunció oficialmente sus reclamos a todas las tierras dentro de los meridianos 20º a 80º al Sur del paralelo 50º, que en 1917 trasladó al Sur del paralelo 58º debido a que con ese reclamo se incluía a parte de la Patagonia.

En 1927 fue inaugurado el Observatorio Naval de la isla Laurie —en las Orcadas del Sur— que fue la primera estación radioeléctrica de la Antártida.

La Comisión Nacional del Antártico (Argentina) fue creada en 1940, con el objeto de intensificar las investigaciones en la zona. Se realizaron exploraciones, tareas científicas, relevamiento de terreno y balizamiento.

El 6 de noviembre de 1940, Chile estableció por decreto los límites de sus reclamaciones antárticas.

Forman la Antártica Chilena o Territorio Chileno Antártico, todas las tierras, islas, islotes, arrecifes, glaciares y demás conocidos y por conocer, y el mar territorial respectivo, existentes dentro de los límites del casquete constituido por los meridianos 53°, longitud oeste de Greenwich, y 90°, longitud oeste de Greenwich

.

En enero de 1942 la Argentina, de acuerdo con la Teoría de los Sectores Polares, declaró sus derechos antárticos entre los meridianos 25º y 68º 24' (el de punta Dungeness). La toma de posesión formal del territorio antártico se hizo el 8 de noviembre de 1942, mediante la colocación de un cilindro con el acta correspondiente, en la isla Decepción.

El 2 de septiembre de 1946 el Decreto N° 8.944 fijó nuevos límites para la Antártida Argentina entre los meridianos 25° y 74° (el del extremo oriental de las islas Sandwich del Sur) de longitud Oeste.
Finalmente el Decreto Ley Nº 2.129, del 28 de febrero de 1957, estableció los límites definitivos entre los meridianos 25º y 74º Oeste y el paralelo 60º de latitud Sur.

Chile y la Argentina firmaron el 14 de marzo de 1948 un mutuo acuerdo en la protección y defensa jurídica de los derechos territoriales entre los meridianos 25º y 90º de longitud Oeste, en cuyos territorios se reconocían ambas derechos soberanos sobre la Antártida Sudamericana. Reconociendo mutuamente:

(...) que Chile y Argentina tienen derechos indiscutibles de soberanía en la zona polar denominada Antártida americana.

El 7 de abril de 1948 por decreto N° 9.905, se estableció la dependencia política-administrativa del Sector Antártico Argentino del Gobernador Marítimo del Territorio Nacional de Tierra del Fuego.

En 1951 se inauguró la primera base continental argentina en la Antártida, el Destacamento Naval Almirante Brown. Al año siguiente se inauguró el Destacamento Naval Esperanza.

En 1952 y 1953 los gobiernos de los estados de Argentina y Chile (entonces siendo respectivos presidentes legítimos de los dos estados conosurenses: Juan Domingo Perón y Carlos Ibáñez del Campo) acordaron un entendimiento por el cual coordinaron acciones contra las pretensiones del Reino Unido de modo que las zonas de reclamaciones translapadas (un triángulo curvo al sur del paralelo 60°S y entre los meridianos 53°O y 74°O y el Polo Sur) entre los dos estados del Cono Sur quedaron sujetas a la cooperación entre ambos estados y en la perspectiva de una soberanía condominial, quedaba refrendada una acción cooperativa de beneficios mutuos entre ambos estados del Cono Sur.

En los años 1960s la Argentina fue pionera en la realización de cruceros a la Antártida, cruceros realizados con navíos de la empresa estatal argentina ELMA (Empresa Líneas Marítimas Argentinas), mientras que, casi al mismo tiempo, la empresa estatal argentina Aerolíneas Argentinas inauguraba los vuelos de pasajeros transpolares transantárticos que unían a Ushuaia, con Sydney haciendo escala en la base antártica argentina Marambio, también a mediados de los 1960 y primera mitad de los 1970 la Argentina lanzó cohetes desde sus bases antárticas, tales cohetes de la serie Castor diseñados e íntegramente construidos en la Argentina poseían instrumental meteorológico y -especialmente- sensores de radiaciones. El primer humano nacido en el continente antártico, el argentino Emilio Marcos Palma, lo hizo en la Base Esperanza, dentro del territorio reivindicado por la Argentina.

El 1 de diciembre de 1959 fue firmado el Tratado Antártico por la Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Sudáfrica, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y los Estados Unidos de América, entrando en vigor el 23 de junio de 1961.

En su artículo 1 declara:

La Antártida se utilizará exclusivamente para fines pacíficos. Se prohíbe entre otras, toda medida de carácter militar, tal como el establecimiento de bases y fortificaciones militares, la realización de maniobras militares, así como los ensayos de toda clase de armas. El presente Tratado no impedirá en empleo de personal o equipo militares, para investigaciones científicas o para cualquier otro fin pacífico.

Y en su artículo 4:

Ningún acto o actividad que se lleve a cabo mientras el presente Tratado se halle en vigencia constituirá fundamento para hacer valer, apoyar o negar una reclamación de soberanía territorial en la Antártida, ni para crear derechos de soberanía en esta región. No se harán nuevas reclamaciones anteriormente hechas valer, mientras el presente Tratado se halle en vigencia.

En julio de 2003 Chile y la Argentina comenzaron a reabrir un refugio argentino llamado Refugio Abrazo de Maipú, a medio camino entre las bases O'Higgins, de Chile y Esperanza, de la Argentina para utilizarlo entre los dos paises, reanudando así oficialmente la cooperación de ambos estados en el sector antártico.

En noviembre de 2007 ante las intensiones del Reino Unido de extender su control económico militar y político directo, particularmente sobre las áreas litorales hasta 350 millas náuticas desde la línea de bajamar en estos territorios, Chile y la Argentina volvieron a cooperar para evitarlo.

Fisiografía

Relieve

El Sector Antártico Argentino entre los meridianos 25º Oeste y 74º Oeste dentro del continente Antártico e islas adyacentes

El sector antártico reclamado por la Argentina se caracteriza por incluir uno de los accidentes más característicos del continente antártico: la península Antártica, una gran península cuya forma recuerda a una S alargada, y que se encuentra recorrida por los Antartandes. Su nombre lo recibe de una cordillera bastante abrupta que se considera como la continuación de la cordillera de los Andes, siendo su nexo submarino la llamada Dorsal del Scotia, cuyos afloramientos sobre el nivel del Océano Atlántico son las Antillas del Sur. La altura máxima de los Antartandes es el monte Coman, de 3.657 m, ubicado en el segmento montañoso llamado Montes de La Eternidad; destaca también el Monte Esperanza, con 2.860 m. Desde los Antartandes se extiende una ramificación hacia el suroeste conocida como Montes Ellsworth, una cordillera baja y en gran medida subglaciar que une a los Antartandes con la otra gran cordillera antártica, los Montes Transantárticos. En estos, más exactamente en el segmento llamado Cordillera Diamante, se ubica la mayor altitud de la denominada Antártida Argentina, el nunatak Monte Chiriguano, con 3.660 m de altitud. Hacia el Polo Sur geográfico se encuentra la Meseta Polar.

El peso del indlandsis o calota de hielo continental mantiene a partes del sial y del sima correspondiente a la Antártida bajo el nivel oceánico, de modo que si la calota se fundiera, estas zonas se elevarían lentamente sobre el nivel oceánico. Este sector se denomina así Antártida Hundida, y forma una gran depresión que separa a la Antártida Occidental —en la cual está la Península Antártica— de la Antártida Oriental en la cual se encuentran los Montes Transantárticos (de formas poco abruptas debido a la erosión glacial) y el dilatado cratón o escudo antártico.

La depresión mencionada forma una gran bahía en la cual se encuentran grandes islas tabulares subglaciares como las de Berkner, Quijada y Portillo.

Desde los Montes Transantárticos y la Meseta del Polo Sur discurren gigantescos glaciares (como los llamados Falucho, Sargento Cabral y Glaciar Buenos Aires). Los glaciares llegan al Mar de Weddell formando dos barreras de hielo separadas por la isla Berkner: la Edith Ronne al oeste y la de Filchner al este.

Las costas de la Península Antártica son muy accidentadas, abundando los fiordos, rías y bahías, tanto por la actividad erosiva glaciar como por la presencia de vulcanismo activo (en el Mar de La Flota existen volcanes submarinos activos). Al este de la Península Antártica se encuentra, también convergiendo en el Mar de Weddell, la Barrera de Hielos Larsen, una barrera glaciar que se encuentra en retroceso debido al recalentamiento global. En cierto modo pueden considerarse parte del relieve los sastrugis, especie de dunas de nieve.

Al Oeste de la Península Antártica, sobre el Mar de Bellinghausen, se encuentran, de forma paralela a la misma, varios archipiélagos eslabonados que constituyen el conjunto más meridional de las Antillas del Sur: la Isla Belgrano, los archipiélagos Biscoe y Palmer, las Islas Shetland del Sur, las islas Melchior y las islas Elefante. Dentro de las Antillas del Sur, aunque bastante separadas de las mencionadas, se encuentran las islas Orcadas del Sur. Por otra parte, frente a las costas suroccidentales de la Península Antártica se extiende la gran Isla Alejandro I, incluida en su mayor parte en el sector antártico reivindicado por Argentina.

Clima

El verano antártico dura la mitad de cada año, teniendo su clímax en enero. Durante el verano el Sol siempre se mantiene sobre el horizonte, viéndose como si bajara desde el cenit hasta las cercanías del horizonte hacia las 0 horas... si bien, en lugar de desaparecer en ese momento, comienza nuevamente a ascender, de manera que durante seis meses se da continuamente luz solar sobre tan dilatada extensión. A los momentos de "noche" iluminada durante el verano se les llama noches blancas; de este modo, durante los seis meses del invierno polar antártico (cuyo fulcro es en julio) la mayor parte del territorio se encuentra a oscuras o en penumbras, ya que el Sol se halla oculto tras el horizonte.

Aunque todo el sector antártico se ubica dentro de la zona de clima polar-nival, por lo que la nieve y el hielo son el denominador común, en la denominada Antártida Argentina se distinguen claramene dos zonas climáticas: una septentrional y otra meridional. La septentrional es bastante más cálida que la meridional, siendo también más húmeda y sujeta a precipitaciones casi continuas, casi siempre en forma de nevadas, aunque cada vez se hacen más comunes las aguanieves, e incluso las lluvias. De esta manera, en la región septentrional, hacia los años 80 las temperaturas medias veraniegas rondaban los 0ºC en enero, y las invernales promediaban los -59ºC, existiendo en las costas septentrionales de la Península Antártica y, especialmente en las costas de los archipiélagos, un bioma semejante al de la tundra.

La región meridional, especialmente la zona de la meseta polar, se caracteriza por la extremada sequedad atmosférica y las consecuentes escasísimas precipitaciones (todo esto, se entiende, debido a que el agua se encuentra casi de continuo bajo el punto de congelación).

Desde finales del siglo XX no se evidencia elevación alguna de las temperaturas en la zona. Pese a la gelidez, la radiación solar en las frecuencias del ultravioleta es elevada en gran medida a causa del agujero de ozono en la ionosfera, debido a motivos antrópicos (emisión de freón y gases fluoruroscarbonados en el hemisferio Norte).

Son frecuentes las auroras polares, intensificadas durante los periodos de manchas solares, así como las antelias, las ventiscas, los espejismos y los vientos blancos y blizzards, más en el interior y ya sobre el Polo Sur se ubica un constante centro de alta presión atmosférica (ciclón) que despide fuertes vientos hacia el norte y noreste (esto es, acorde a la fuerzas de Coriolis) del Hemisferio Sur terrestre; estos vientos alcanzan la velocidad de los 200 km/h y provocan en el transpaís o interior tempestades llamadas sordas ya que en en tal zona carecen de relámpagos y truenos, en cambio en las zonas costeras más septentrionales son bastante frecuentes las tormentas eléctricas con abundantes exalaciones y truenos.

Pueden incluirse dentro de las condiciones climáticas otros curiosos fenómenos que se dan en el mar, como las polinias, que consisten en extensas regiones del Océano Glacial Antártico que se mantienen libres de congelación durante casi todo el año, debido a que las aguas cálidas provenientes de latitudes más bajas del Atlántico se hunden en la zona de Convergencia Polar Antártica bajo las aguas frías. Al chocar contra las barreras glaciares, las polinias afloran en determinados sítios, elevando la temperatura ambiente.

Biología

Las aguas que rodean al territorio, al ser frías y sin embargo, en la profundidad, encontrarse sobre el punto de congelación son extraordinariamente ricas en fauna: bentos (esponjas antárticas), artrópodos y crustáceos, moluscos (por ejemplo calamares gigantes), cetáceos, focoenidos, pinípedos; las aguas abísales no congeladas poseen una extraoridanria fauna que recién a inicios del siglo XXI ha sido descubierta, por ejemplo peces cuya sangre y demás humores poseen substancias anticongelantes orgánicas.
En las costas y supeficie de la banquisa abunda la avifauna, entre la que se destacan los pingüinos.
En el interior o transpaís antártico, debido a las condiciones climáticas imperantes, son frecuentes las formas de vida llamadas extremófilas, practicamente en el inicio de la red trófica existen — como en todas las redes tróficas conocidas— bacterias aunque en muchas menos cantides que en otros sectores de la superficie de la Tierra, es notable que en el sector antártico las bacterias presentan las ya indicadas características extremófilas que, por ejemplo, les hacen resistir sin destruirse por la cristalización del agua en su protoplasma las casi constantes temperaturas bajo el 0 grado centígrado, un ejemplo de este tipo de bacterias antárticas es la Bizionia argentinensis cuyo genoma ha sido integramente decodificado por científicos argentinos a inicios del año 2008.

Flora

En las aguas abunda el fitoplancton. La mayor parte del territorio es un desierto helado, si bien puede considerarse también como una gigantesca reserva de agua dulce a escala planetaria. La vegetación macroscópica se presenta en las costas o en algunas zonas de los nunataks. Dado lo extremado del clima, el reino vegetal se ve muy restringido por las condiciones climáticas: algas en las aguas, y las simbiosis de vegetal (alga) y hongos conocidas como líquenes (entre estos se destaca el epilítico Xanthonia elegans). Pese a todo, en las áreas costeras septentrionales de la Península Antártica y en las Antillas del Sur se encuentran manchones dos herbáceas fanerógamas; entre ellas destaca el clavel antártico (Colobanthus quitensis) y "céspedes" de tipo tundra como la gramínea "pasto antártico" (Deschampsia antarctica)[2]​ con musgos que aparecen en los prolongados veranos. La Deschampsia antarctica se caracteriza por su resistencia a las radiaciones uv y se estudia su uso terapéutico para tratar neoplasias o cánceres de piel.

Fauna

Entre los animales que habitan este territorio y sus aguas destacan:

Bases científicas

Bases argentinas en la Antártida (las permanentes en rojo), año 2007.

Según lo establecido por el Tratado Antártico, firmado por varios países, entre ellos Argentina, la presencia del hombre se reduce a las bases científicas (no militares aunque pueden tener personal militar no armado). En ellas se desarrollan tareas de investigación, quedando excluida cualquier otro tipo de actividad, incluso la económica. La Dirección Nacional del Antártico y el Instituto Antártico Argentino dirigen varias bases en la Antártida, seis de ellas a lo largo de todo el año y otras sólo en época estival.

Véase también

Referencias

Enlaces externos y referencias