La batalla terminó cuando el general oaxaqueño, al verse ampliamente superado, ordenó la retirada de sus fuerzas. De aquel episodio se cuenta que después de la derrota, Díaz manifestó su disgusto a sus subordinados Naranjo, Treviño y otros jefes que lo acompañaron en la batalla, increpándolos en son de mofa.
¿Pues no decían que los nuevoleoneses eran tan valientes...? Entonces Naranjo le contestó sin vacilar: ¿Qué cree Ud. que Quiroga es de Oaxaca...?
Con mordacidad, los enemigos de Díaz propagaron la especie de que al ver la desastrosa actuación de su ejército en combate, el oaxaqueño rompió en llanto; razón por la cual se le conocía como El llorón de Icamole.[1]
Ballard, Laurens (1974). El significado de Icamole. El papel del noreste en la insurrección de Tuxtepec. Humanitas Digital (15), pp. 631–666.
Lazo, Eugenio (2018). Batalla de Icamole 1876: Derrota de los pronunciados de Tuxtepec. Humanitas Digital (44), pp. 73-105.
Martínez Sánchez, Lucas (2008). De Icamole a Monclova. La revolución del Plan de Tuxtepec, 1876. Saltillo: Archivo General del Estado de Coahuila, 2008.