Valentín Volóshinov

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Valentín Volóshinov
Información personal
Nacimiento 1895
Bandera de Rusia San Petersburgo, Imperio Ruso
Fallecimiento 13 de junio de 1936 (41 años)
Bandera de la Unión Soviética Leningrado, Unión Soviética
Causa de muerte Tuberculosis Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Rusa y soviética
Educación
Educado en Universidad Estatal de San Petersburgo Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Área lingüística, crítica literaria, marxismo
Empleador Universidad Herzen, Leningrado

Valentín Nikoláievich Volóshinov (en ruso, Валенти́н Никола́евич Воло́шинов) (San Petersburgo, 1895 - Leningrado, 13 de junio de 1936), lingüista ruso, miembro del llamado Círculo de Bajtín, junto a Mijaíl Bajtín y Pável Medvédev. Es uno de los principales referentes de la teoría literaria marxista y de la teoría de la ideología. Su obra principal es El marxismo y la filosofía del lenguaje (Marksizm i filosófiya yazyká) escrita hacia fines de los años '20. Allí realiza una crítica a la lingüística contemporánea (Saussure, Vossler, Potebnyá, Steinthal) volcada al estudio del signo lingüístico abstracto y del lenguaje como un sistema de normas invariables, y desarrolla su teoría del signo ideológico:[1]

La lengua como sistema estable de formas normativamente idénticas es tan sólo una abstracción científica, productiva únicamente para ciertos fines teóricos y prácticos. Esta abstracción no se adecua a la realidad concreta del lenguaje. (...) El lenguaje es un proceso continuo de generación, llevado a cabo en la interacción discursiva social de los hablantes.

No se conoce la fecha exacta de la elaboración de estos textos y se ha discutido su autoría. Algunos la han atribuido a su colega Mijaíl Bajtín

Fue profesor en la Universidad Herzen de Leningrado hasta 1934. Murió de tuberculosis en 1936.

Lo sígnico y lo ideológico como bases del proceso comunicativo[editar]

Volóshinov centra su estudio en el objeto, al igual que otros autores como Roland Barthes. Todo objeto material, una vez entra en contacto con los procesos comunicativos, se convierte en otra cosa. Por tanto, sujeta que todo objeto tiene un suplemento de función, otra dimensión y refleja otra realidad. Los objetos se convierten en signos.

Piensa que el signo es muy importante así establece un relación entre signos y objetos. Los objetos, para Volóshinov, están divididos en dos dimensiones, sujeta que existen los objetos físicos, conocidos como la dimensión del objeto físico, y por otra parte, añade que el objeto tiene otras funciones aparte de ser tangible, pues se convierte en signo, a esto lo llamará la dimensión comunicativa.

En la dimensión comunicativa o ideológica, el objeto o palabra nos refleja y nos refracta a otra realidad, es decir, vemos el objeto deformado dependiendo de la perspectiva de nuestra propia visión y del ángulo concreto.

Para Volóshinov al igual que para Saussure, el signo es el sello que surge entre dos conciencias individuales organizadas socialmente. Es decir, el lenguaje no es un hecho biológico ni natural, sino un hecho social. Marx es el primero que se cuestiona la ideología. Será a partir de este momento, cuando Volóshinov trate el tema de la ideología que llegará a nuestros días, en el cual expresa que la ideología es el estudio de ideas desde un punto de vista concreto, donde es inevitable la refracción. Por tanto, siempre hay una refracción en la ideología porque en todo momento el uso del lenguaje tiene que ver con un punto de vista, pues el lenguaje pretende reflejar algo. Así mismo, Volóshinov llegará a la conclusión de que la palabra es un signo puro porque remite a distintos puntos de vista.

El signo como acción discursiva[editar]

El hecho de que la palabra sea un signo puro y su función sea la comunicación, nos lleva a afirmar su carácter polisémico, pues tiene múltiples sentidos posibles, según dónde se exprese y cómo se exprese.

Volóshinov también habla del concepto de dialogismo, pues entiende el lenguaje como un proceso siempre unido al diálogo, pues conlleva la presencia de, por lo menos, dos conciencias individuales.

Algunas características del signo según Volóshinov son:[1]

  • Carácter multiacentuado o polisémico de la palabra. Hay que comunicar la comunicación con la comprensión. El contexto situacional es crucial para la comunicación, para el hecho comunicativo. El uso del lenguaje, en cambio, no tiene nada que ver con el establecimiento de la verdad.
  • La neutralidad ideológica. La palabra es ideológicamente neutra porque no está atada a ninguna ideología concreta, una palabra puede ser utilizada en distintos ámbitos ideológicos, es decir, se puede usar un mismo significante para significados muy distintos.
  • La palabra se conoce como un signo interno intrasubjetivo. La palabra entra dentro de cada persona, cada uno se habla a sí mismo a través de su lenguaje, en sus funciones comunicativas.
  • Carácter de ubicuidad. La palabra acompaña todo acto existencial, está en todos los lugares y puede acompañar a todo hecho no lingüístico. Además, surge entre dos conciencias individuales. Por tanto, la palabra se convierte en un discurso intersubjetivo de carácter ubicuo.
  • Carácter de entreidad de la palabra. En una comunidad concreta, utilizamos los mismos significantes: el uso del lenguaje tiene que ver con una situación concreta. Por esto es tan importante el circuito lingüístico. Si no hay un receptor concreto de lo que alguien está diciendo, siempre hay que suponer que hay un receptor aunque sea explícito y no implícito. Por esto, el uso del lenguaje abstracto no existe. El habla sería el aquí y ahora de algo, y por tanto, el contexto situacional es fundamental.
Círculo de Bajtín. Sentados, de izquierda a derecha: Bajtín, Mariya Yúdina, Valentín Volóshinov, Lev Pumpiansky, Pável Medvédev. De pie: Konstantín Váguinov y su esposa (Leningrado. Foto de mediados de la década de 1920).

Textos[editar]

  • "El discurso en la vida y el discurso en la poesía", Revista Zvezdá, 1926.
  • Freudismo, Leningrado, 1927.
  • El marxismo y la filosofía del lenguaje, Leningrado, 1929(?)

Su frase célebre es "el signo es la arena de la lucha de clases". Esto se sostiene ya que diferentes corrientes de pensamiento con diferentes intereses tratan de darle una valoración (a la cual llama acentuación) diferente a la palabra (signo ideológico). Por esto se dice que el signo está multiacentuado y es el ring de lucha de diferentes posiciones o en sus palabras "la arena de la lucha de clases".

Bibliografía[editar]

  1. a b Voloshinov, V. El marxismo y la filosofía del lenguaje, Alianza, Madrid, 1992. Traducción de Tatiana Bubnova.


Enlaces externos[editar]