Diego Hurtado de Mendoza y de la Cerda

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Diego Hurtado de Mendoza y de la Cerda

Presidente del Consejo de Italia
1558-1578
Predecesor Nueva creación
Sucesor Antonio Perrenot de Granvela


Presidente del Consejo de Órdenes
?-?
Predecesor Juan Rodríguez de Figueroa
Sucesor Fadrique Enríquez de Ribera Portocarrero


Virrey de Cataluña
1564-1571
Predecesor García Álvarez de Toledo y Osorio
Sucesor Fernando de Toledo


Virrey de Aragón
1554-1564
Predecesor Pedro Martínez de Luna
Sucesor Hernando de Aragón

Información personal
Nacimiento 1500 Ver y modificar los datos en Wikidata
Sevilla (España) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 1578 Ver y modificar los datos en Wikidata
Madrid (España) Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Española
Familia
Padres Diego Hurtado de Mendoza y Lemos Ver y modificar los datos en Wikidata
Ana de La Cerda, Señora de Miedes y Mandayona Ver y modificar los datos en Wikidata
Hijos Ana de Mendoza de la Cerda Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Militar Ver y modificar los datos en Wikidata
Rango militar General Ver y modificar los datos en Wikidata
Título I Duque de Francavilla
I Príncipe de Mélito
I Marqués de Algecilla
Barón de la Roca

Diego Hurtado de Mendoza y de la Cerda (?, c. 1500 - Madrid, 19 de marzo de 1578) noble español, I duque de Francavilla y I príncipe de Mélito, llegó a ser virrey de Aragón (llamado en sus instituciones propias Lugarteniente General de Aragón) desde 1553 o 1554 hasta 1556, presidente del Consejo de Italia en 1558 y virrey de Cataluña.

Biografía[editar]

Nieto del Cardenal Mendoza e hijo de Diego Hurtado de Mendoza y Lemos y Ana de la Cerda y Castro.

Diego Hurtado de Mendoza casó en 1538 con María Catalina de Silva y Álvarez de Toledo, hija de los condes de Cifuentes, con quien mantuvo conflictos desde muy pronto debido a las infidelidades[1]​ y el difícil carácter de Diego.

Sin embargo del matrimonio nació Ana de Mendoza de la Cerda, duquesa consorte de Pastrana y princesa consorte de Éboli tras su casamiento con Ruy Gómez de Silva en 1553.

Su yerno, Ruy Gómez de Silva, intentó colocar en puestos relevantes de la corte española a su suegro, aunque su actuación en los puestos que desempeñó provocó grandes rechazos.

En 1553 o 1554 fue nombrado Lugarteniente General del Reino de Aragón, hecho que ya supuso un grave desafuero, pues solo podían ostentar este cargo los naturales del mencionado reino. El rey Felipe II de España, en este periodo, buscaba imponer la hegemonía de la Monarquía Hispánica sobre las instituciones propias de los reinos no castellanos, y en este sentido, Diego Hurtado sirvió al monarca sin comprender ni valorar el peculiar régimen de los Fueros de Aragón, que quebró reiteradamente, y a los dos años tuvo que abandonar precipitadamente Zaragoza, si bien el rey no nombró nuevo Lugarteniente hasta 1566, en que fue sustituido por el arzobispo de Zaragoza Hernando de Aragón.

En 1555, transgrediendo un proceso foral de inhibición y el Privilegio de Manifestación, ordenó la ejecución de un herrero de Zuera acusado de contrabando de caballos, lo que se vio como un ataque a sus fueros y libertades, provocando una gran contestación y un proceso ante el Justicia de Aragón incoado por la Diputación del General del Reino de Aragón. Tras excusarse Diego en nombre del rey, los diputados aragoneses detuvieron las acciones judiciales. Sin embargo, al año siguiente, volvió a ejecutar a otro preso acogido al derecho o Privilegio de Manifestación. Colmada la paciencia de los aragoneses, Diego Hurtado de Mendoza hubo de refugiarse en la Palacio de la Aljafería para salvar su vida, y abandonar la ciudad del Ebro con toda rapidez.

Tras este episodio Diego Hurtado de Mendoza tuvo de nuevo problemas conyugales por una nueva infidelidad, y huyó de nuevo con su amante a Pastrana. Su suegro, para alejarlo de su hija, consiguió que el ya Príncipe de Mélito obtuviera el cargo de presidente del Consejo de Italia en 1558.

Posteriormente, Ruy Gómez de Silva logró que fuera nombrado virrey de Cataluña, aunque no tardó mucho en tener conflictos con su suegro. Al parecer todos los cargos tuvieron como objeto alejar a Diego en todo lo posible de su hija y de la corte castellana, sabiendo que su carácter conflictivo iba a causar problemas allá donde fuera.

A la muerte de su mujer, en 1576, contrajo matrimonio con Magdalena de Aragón, hija del Duque de Segorbe.

Dos años después murió, aunque su única hija Ana conservó su herencia.

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Suárez Arévalo, Jesús (2017). «Un arnés entero dorado y grabado: Isabel de Mendoza y la casa de Benamejí». Tiempos modernos: Revista Electrónica de Historia Moderna 8 (34): 439-471. ISSN 1699-7778. Consultado el 9 de marzo de 2024. 

Enlaces externos[editar]