Crónica albeldense

La Crónica albeldense (Chronicon Albeldense o Codex Conciliorum Albeldensis seu Vigilanus), también se le llama Cronicón Emilianense,[1] es un manuscrito anónimo redactado en latín y finalizado en el 881. Fue realizado por el monje Vigila o Vela, así como por sus discípulos Sarracino y García. [2] [3]
Contenido[editar]
Historia del mundo[editar]
La Crónica albeldense no recoge información exclusiva de España, sino que su contribución es mucho más amplia, aportando referencias históricas y geográficas sobre el resto del mundo (Roma...).
Geografía y cultura[editar]
Además de su aspecto histórico, más conocido, también es una importante fuente de datos geográficos sobre España (montañas, ríos...) y culturales (léxico...).[4] Esta crónica se escribe en el momento de transición entre la España visigótica, reducida a su mínima expresión tras la invasión musulmana del año 711, y una nueva Hispania cristiano-astur[5] nacida de la Reconquista.
Historia de España[editar]
En un formato de crónica histórica, relata pasajes de la historia antigua y de Hispania y supone una de las escasas fuentes conservadas de estudio del periodo final de la monarquía hispanovisigoda, la invasión y asentamiento del poder Omeya en la península, y la génesis del Reino de Asturias.
Junto con la Crónica rotense y la sebastianense, es también referida como las crónicas alfonsinas.
Se cree que fue confeccionada por un eclesiástico llamado Dulcidius o Dulcidio, con supervisión directa del propio rey. Por ello, tiene el sesgo goticista propio de las últimas décadas del Reino de Asturias.
Comienza narrando la historia de Roma, pasa por los reyes visigodos y, por último, habla de los reyes asturianos, desde Pelayo hasta Alfonso III.
La primera versión se acaba de escribir en 881. Más tarde se le añadirían dos grandes párrafos referidos a los años 882 y 883. La crónica acaba en noviembre de ese año.
El nombre de Albeldense le viene del códice del monasterio de San Martín de Albelda en Albelda de Iregua, La Rioja, copiado y continuado por el monje Vigila hasta el año 976. De ahí el nombre de Códice vigilano (Codex Conciliorum Albeldensis seu Vigilanus).[6]
Entre otras informaciones útiles, el Códice vigilano contiene la primera mención y representación de los números arábigos (excepto el cero) en occidente.[7]
Referencias[editar]
- ↑ el.tesorodeoviedo.es (2 de mayo de 2011). «Cronicones». Consultado el 13 de septiembre de 2013.
- ↑ Ureña Smenjaud, Rafael: La legislación gótico-hispana: Leges antiquiores.--Liber iudiciorum), p.52. Editor Estab. tip. de I. Moreno, 1905
- ↑ Ocios De Espanoles Emigrados. Periodico Mensual, Vol. 6, p. 263. Ed. Dulan et Comp., 1826.
- ↑ http://el.tesorodeoviedo.es/index.php?title=Cr%C3%B3nica_Albeldense
- ↑ http://www.unioviedo.es/reunido/index.php/TSP/article/viewFile/9466/9279
- ↑ «El códice vigilano o albeldense». Consultado el 10 de diciembre de 2011.
- ↑ «Teorías fantásticas sobre el origen de la grafía de las cifras». Cuaderno de Cultura Científica. 4 de junio de 2014. Consultado el 29 de septiembre de 2020.
Enlaces externos[editar]
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Crónica albeldense.
- «Copia en latín de la Crónica». Consultado el 10 de diciembre de 2011.
- «Edición Facsímil del Códice Albeldense». Archivado desde el original el 28 de junio de 2013. Consultado el 25 de septiembre de 2012.
- Juan Gil Fernández, José Luis Moralejo y Juan Ignacio Ruiz de la Peña Solar, Crónicas asturianas, Universidad de Oviedo (Publicaciones del Departamento de Historia Medieval, 11), 1985.Traducción al español de la Crónica albeldense, págs. 223-260 (Vista parcial).
- Traducción y texto latino (pdf, epub y mobi) en Clásicos de Historia