La captura de la fragata Saldivar y el bergantín San Antonio por la escuadra confederada del corsario Juan Blanchet tuvo lugar frente a las costas de Samanco el 29 de noviembre de 1838.
Tras lograr que la escuadra chilena levantara el bloqueo del Callao y se retirara de la zona, Blanchet tomó la ofensiva y al mando de la corbeta Edmond y la goleta Shanrock zarpó con dirección al norte, donde tras apresar en Supe al bergantín arequipeño el 29 de noviembre, en la tarde ese mismo día mientras navegaba frente a las costas de Samaco divisó a dos transportes chilenos a los cuales dio caza y logró apresar también sin disparar un tiro; se trataba de la fragata Saldivar y el bergantín San Antonio, de 540 y 250 toneladas respectivamente.[2] Ambos buques habían participado activamente en el transporte de tropas en las dos expediciones restauradoras; el 15 de noviembre la fragata Saldivar había desembarcado en el puerto de Huacho a tres compañías de infantería del batallón peruano Huaylas, del ejército restaurador,[3] pero afortunadamente para los restauradores en aquel momento no se encontraban transportando hombres ni municiones. Al no encontrar Blanchet en ellos nada de valor y no disponiendo de hombres suficientes para tripularlos, procedió a evacuar a sus tripulaciones e incendiarlos, quedando ambas naves completamente destruidas. Finalizada la guerra con la derrota de Santa Cruz y la disolución de la Confederación, el nuevo Gobierno peruano presidido por Agustín Gamarra pagó al de Chile 172000 pesos como reparación por esta pérdida en servicio peruano.[4][5]