Diferencia entre revisiones de «Otto René Castillo»

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Ya me canse de llevar tus lágrimas conmigo.
Ya me canse de llevar tus lágrimas con migo.


Ahora quiero caminar contigo relampagueante.
Ahora quiero caminar contigo relampagueante.

Revisión del 13:49 21 oct 2009

Poeta y guerrillero guatemalteco, nació en Quetzaltenango en 1936 de una familia de clase media. Desde muy joven comenzó a militar en el Partido Guatemalteco del Trabajo y en 1953 fue nombrado presidente de la Asociación de Estudiantes de Postprimaria.

En 1954 tras el golpe de Estado, perpetrado por la CIA y tropas mercenarias contra el gobierno de la revolucionarión democrática, tuvo que exiliarse en El Salvador por su simpatía con Jacobo Arbenz. Allí continuó la lucha revolucionaria dentro del Partido Comunista salvadoreño y trabajó en los más variados oficios para sobrevivir.

Estuvo exiliado en el país vecino durante tres años, aunque cruzaba clandestinamente la frontera para impulsar la lucha revolucionaria. En El Salvador desempeñó un incansable trabajo de organización entre los intelectuales progresistas, aprovechando el gran éxito literario que obtuvo. Fue un íntimo amigo del también poeta y guerrillero Roque Dalton, que a su muerte escribió una encendida y vibrante semblanza política y literaria de su camarada.

Regresó a Guatemala en 1958 para ingresar en la Universidad de San Carlos de Guatemala donde comienza a estudiar Derecho y Ciencias Sociales.

Ese mismo año obtuvo una beca para cursar estudios en la desaparecida República Democrática de Alemania y en 1959 inició sus estudios de Letras en Leipzig, abandonándolos 3 años después para ingresar a la Brigada Joris Ivens, un grupo de cineastas, que trataba de filmar cortometrajes sobre la lucha armada de liberación de los pueblos latinoamericanos.

Regresó a Guatemala en 1964, compartiendo la lucha armada revolucionaria con las actividades culturales, en particular la dirección del Teatro de la Municipalidad de Guatemala.

Cuando fue detenido en 1965, estaba a punto de subir a la montaña para hacer un reportaje cinematográfico de las Fuerzas Armadas Rebeldes a los destacamentos guerrilleros. El régimen militar lo envía de nuevo al exilio, pero las organizaciones revolucionarias lo nombran representante de Guatemala en el Comité Organizador del Festival Mundial de la Juventud en Argelia. Así, recorre Alemania, Austria, Hungría, Chipre, Argelia y Cuba, donde permanece algunos meses.

En 1966 regresa clandestinamente a su país para incorporarse a la organización guerrillera Fuerzas Armadas Rebeldes comandadas por César Montes, donde ocupa la responsabilidad de propaganda y educación del Frente Edgar Ibarra.

En marzo de 1967 fue herido en un combate y detenido nuevamente por las tropas mercenarias del gobierno de Méndez Montenegro, junto con su compañera Nora Páiz, también guerrillera, en la Sierra de las Minas.

El poeta fue trasladado a la base militar de Zacapa donde se le torturó y fue quemado vivo entre el 19 al 23 del mismo mes.

Sobre sus poemas

Sus poemas abordan tanto la temática amorosa como la político-ideológica. En el primer caso, es evidente que el amor en la poesía de Otto René Castillo es algo más que la simple exaltación de la relación hombre-mujer: es la reafirmación constante del sentimiento de la vida contrapuesto en todo momento a la injusticia, a la tristeza y a la muerte. En el segundo caso, la expresión poética toda pasa a ser un instrumento de la convocatoria a la lucha revolucionaria, para la cual se usa tanto la incitación directa nerudiana como algunos conscientes distanciamientos de corte brechtiano.


Su poema más famoso

Su poema más famoso fue sin lugar a dudas: "Vamos Patria a Caminar, Yo te acompaño" del que acontinuación se brinda un segmento:


Vámos patria a caminar, yo te acompaño.


Yo bajare los abismos que me digas.

Yo beberé tus cálices amargos.

Yo me quedare ciego para que tú tengas ojos.

Yo me quedare sin voz para que tú cantes.

Yo he de morir para que tú no mueras,

para que emerja tu rostro flameando al horizonte

de cada flor que nazca de mis huesos.


Tiene que se así, indiscutiblemente.


Ya me canse de llevar tus lágrimas con migo.

Ahora quiero caminar contigo relampagueante.

Acompañarte en tu jornada, porque soy un hombre del pueblo,

nacido en octubre para la faz del mundo


Ay, patria

a los coroneles que orinan tus muros

tenemos que arrancarlos de raíces,

colgarlos de un árbol de rocío agudo,

violento de cóleras del pueblo.

Por ello pido que caminemos juntos.

Siempre con los campesinos agrarios

y los obreros sindicales.

Con el que tenga un corazón para quererte.