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Diferencia entre revisiones de «Castillo de Montsegur»

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Siendo propiedad de la hermana del conde de [[Condado de Foix|Foix]] [[Raimundo Roger I]], Esclaramunda, se refugiaron algunos cátaros que participaron en el año [[1242]] en la matanza de los inquisidores de [[Avignonet]], encabezados por [[Pierre Roger de Mirepoix]].
Siendo propiedad de la hermana del conde de [[Condado de Foix|Foix]] [[Raimundo Roger I]], Esclaramunda, se refugiaron algunos cátaros que participaron en el año [[1242]] en la matanza de los inquisidores de [[Avignonet]], encabezados por [[Pierre Roger de Mirepoix]].


En mayo de [[1243]], el senescal de Carcasona, [[Hugues des Arcis]], emprendió el definitivo asedio del castillo. Tras diez meses, y como consecuencia de la traición de montañeses de la región, Ramón de Péreille y Pierre Roger de Mirepoix empezaron la negociación que llevaría a la rendición del lugar. Los vencedores dieron quince días de plazo a los vencidos para abandonar el castillo, pudiendo optar entre la abjuración de su fe y la hoguera. Finalmente, una pira gigantesca consumiría los cuerpos de unos doscientos mártires. Hoy el lugar es recordado con una simplcacae lápida donde se invita al viajero a detenerse ante el ''camps des cremats'' ('campo de los quemados') que recuerda a los inmolados y a leer con respetuoso silencio el epitafio: «''A los cátaros, a los mártires del puro amor cristiano...''», sacrificio actualmente conmemorado por un monumento a los pies de la montaña.
En mayo de [[1243]], el senescal de Carcasona, [[Hugues des Arcis]], emprendió el definitivo asedio del castillo. Tras diez meses, y como consecuencia de la traición de montañeses de la región, Ramón de Péreille y Pierre Roger de Mirepoix empezaron la negociación que llevaría a la rendición del lugar. Los vencedores dieron quince días de plazo a los vencidos para abandonar el castillo, pudiendo optar entre la abjuración de su fe y la hoguera. Finalmente, una pira gigantesca consumiría los cuerpos de unos doscientos mártires. Hoy el lugar es recordado con una simple lápida donde se invita al viajero a detenerse ante el ''camps des cremats'' ('campo de los quemados') que recuerda a los inmolados y a leer con respetuoso silencio el epitafio: «''A los cátaros, a los mártires del puro amor cristiano...''», sacrificio actualmente conmemorado por un monumento a los pies de la montaña.


La leyenda asegura que los quince días de tregua permitieron poner a buen recaudo el famoso tesoro de los cátaros, así como finalizar la formación espiritual de las personas reunidas dentro de las paredes del castillo. Las personas nobles, los soldados y los mercenarios de la guarnición fueron liberados y requeridos por la [[Inquisición]], conforme a los acuerdos hechos en el momento de la capitulación.
La leyenda asegura que los quince días de tregua permitieron poner a buen recaudo el famoso tesoro de los cátaros, así como finalizar la formación espiritual de las personas reunidas dentro de las paredes del castillo. Las personas nobles, los soldados y los mercenarios de la guarnición fueron liberados y requeridos por la [[Inquisición]], conforme a los acuerdos hechos en el momento de la capitulación.

Revisión del 16:00 7 sep 2009

Vista del Castillo de Montségur.

El Castillo de Montségur (Montségur en francés y occitano, Monte Seguro en español) está situado en Montségur, en el departamento francés de Ariège, al suroeste de Carcasona, en la montaña del Pog, de 1207 metros de altura. Los restos actuales del castillo de Montségur fueron levantados en el siglo XIII por Guy de Lévis, tras la derrota de los cátaros.

Montségur es un castillo lleno de misterios desde que se convirtió en fortaleza-santuario del catarismo. Numerosas historias en el transcurso de los siglos lo relacionan con el tesoro de los cátaros, misterios espirituales, cultos solares... Lo que sí parece estar comprobado es que fue construido por la Iglesia cátara,[cita requerida] sirviendo de refugio para los perseguidos, y que se convirtió en el último refugio de los cátaros hasta el 1244, año en que las fuerzas armadas del papa y la monarquía francesa atacaron el castillo. Sus enemigos lo denominaban la «Sinagoga de Satanás» o el «Vaticano de la Herejía».[cita requerida]

El castillo es visible de lejos, particularmente cuando se toma el valle que va a lo largo del río Lasset. La ciudadela domina todo el valle y es de difícil acceso, hecho que facilita su defensa. Sólo se puede acceder a través de un camino difícil, sinuoso y estrecho, atravesando bosques sombríos.

El patio interior todavía testimonia la aspereza de la vida en esta ciudadela. Imaginar cerca de 500 personas entre sus paredes, el espacio de las cuales fue reducido por las estructuras defensivas, las cuadras y las casas de vivienda, puede parecer toda una prueba de supervivencia.

La torre del homenaje, todavía presenta su cisterna y su sala baja, así como un arco usado como último instrumento de defensa de la torre en caso de ser atacado el castillo. Actualmente no existe ninguna comunicación entre el castillo y la torre del homenaje. En el momento del solsticio de verano, cuatro arcos dejan pasar los primeros rayos del sol, atravesando de parte a parte la torre del homenaje.

Montségur y el catarismo

Interior del castillo.

La montaña del Pog probablemente estuvo habitada desde mucho antes de la llegada de los cátaros, ya que esta horadada de grutas y sepulturas que lo testimonian. La Construcción del Castillo se inició en el 1204 por Ramón de Pérella, señor del lugar.

Tras la derrota de Muret en 1213, el obispo cátaro de Tolosa, Guilhabert de Castres, se refugio en el castillo, que se convirtió en lugar de refugio de las «buenas personas». El 1241, a petición del rey de Francia, Luis IX, el conde Ramón VII de Tolosa emprende el asedio del castillo que, probablemente sin combate, finaliza en fracaso.

Siendo propiedad de la hermana del conde de Foix Raimundo Roger I, Esclaramunda, se refugiaron algunos cátaros que participaron en el año 1242 en la matanza de los inquisidores de Avignonet, encabezados por Pierre Roger de Mirepoix.

En mayo de 1243, el senescal de Carcasona, Hugues des Arcis, emprendió el definitivo asedio del castillo. Tras diez meses, y como consecuencia de la traición de montañeses de la región, Ramón de Péreille y Pierre Roger de Mirepoix empezaron la negociación que llevaría a la rendición del lugar. Los vencedores dieron quince días de plazo a los vencidos para abandonar el castillo, pudiendo optar entre la abjuración de su fe y la hoguera. Finalmente, una pira gigantesca consumiría los cuerpos de unos doscientos mártires. Hoy el lugar es recordado con una simple lápida donde se invita al viajero a detenerse ante el camps des cremats ('campo de los quemados') que recuerda a los inmolados y a leer con respetuoso silencio el epitafio: «A los cátaros, a los mártires del puro amor cristiano...», sacrificio actualmente conmemorado por un monumento a los pies de la montaña.

La leyenda asegura que los quince días de tregua permitieron poner a buen recaudo el famoso tesoro de los cátaros, así como finalizar la formación espiritual de las personas reunidas dentro de las paredes del castillo. Las personas nobles, los soldados y los mercenarios de la guarnición fueron liberados y requeridos por la Inquisición, conforme a los acuerdos hechos en el momento de la capitulación.

El castillo pasó a ser propiedad de Guy de Lévis, antiguo compañero de Simón de Montfort, quien edificó una nueva ciudadela de la que provienen los restos actuales.

Véase también