Ectoparásito

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El piojo humano (Pediculus humanus) es un ectoparásito

Un ectoparásito es un organismo que vive en el exterior de otro organismo (el huésped) y se beneficia de la relación a expensas de éste.[1]

Algunos ectoparásitos, como las cochinillas en las plantas, o los aradores de la sarna en animales, establecen una asociación permanente con su huésped, a menudo, con una fuerte reducción anatómica. Otros, como es la regla en los parásitos hematófagos, se desplazan activamente en busca de individuos a los que explotar, estando entre los más comunes las garrapatas.

Una clase notable de relaciones simbióticas es la que existe entre animales que acicalan a otros, actuando como limpiadores de ectoparásitos, acción que realizan, peces, crustáceos y aves, como la garcilla bueyera (Bubulcus ibis) y los picabueyes (género Buphagus), entre otros.

Las parasitosis externas son enfermedades que se dan con frecuencia, siendo mucho mayor su incidencia en los meses cálidos.

Los principales parásitos externos - por ser los más comunes - que pueden afectar al hombre y animales domésticos son las pulgas, garrapatas, piojos, los ácaros del oído y los productores de la sarna.

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Diccionario especializado de Biología. 2001. Grupo Editorial Norma. Colección la llave de la ciencia. ISBN 84-8276-385-7