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Historia Antigua[editar]

Primer milenio antes de cristo, Berones y Pelendones[editar]

Ocupada durante el primer milenio a.c. por pueblos de cultura céltica: los berones se instalaron en el valle del Ebro, mientras los pelendones lo hicieron en la zona montañosa.

En La Rioja se asientan los Berones que es un pueblo étnicamente celta, como lo muestra la raíz indoeuropea Ber-, aunque también se dan gran cantidad de nombres vascos que lo ponen en duda. Dos de las localidades importantes de este pueblo fueron Vareia y Tritium Magallum.

En Hierro II destacan en La Rioja los asentamientos de Contrebia Leukade (Aguilar de Río Alhama), La Hoya (Laguardia), Cantabria (Logroño) donde se pueden observar los restos de fortificaciones que dejan patente el claro carácter militar y belicoso de estos pueblos. Esta idea va a ser clave en el devenir del territorio riojano, ya que unido esto a la llegada de los romanos, convertirá al valle del Ebro en principal campo de batallas.

Los romanos debido a sus problemas en las Guerras Púnicas se ven inclinados hacia la península ibérica y así en el 218 a. C. se encuentran en Ampurias. Esos pequeños pueblos que hemos visto se revelan y son atacados por Catón en el valle del Ebro en el año 193 a. C., dentro del territorio riojano en el 187 a. C. los celtíberos son derrotados en Calagurris por M.Acinio y para asentar la administración romana Tiberio Sempronio Gracco funda Gracurris, la actual Alfaro en el año 179 a. C.

En el siglo I a. C. tienen lugar luchas internas romanas con Sertorio y Sila como protagonistas, hechos que influyeron en la configuración del territorio que nos importa, ya que Sertorio arrasó Varia 76 a. C. sometiendo a los Berones y al año siguiente Pompeyo acude a tierras de los vascones en el enclave de Pamplona y en el 74 a. C. conquista Calagurris y Gracurris.

La tierra de los Berones, Beronia, se situaba como paso en la conquista de Numancia, así de esta manera, los romanos se asentaron en Gracurris, Calagurris, Varia, Tritium y Oliva por su situación geográfica estratégica dejando la montaña aislada y vigilada por caminos. Los romanos fueron verdaderos ingenieros en la construcción de vías, conformaron una gran red de comunicaciones con mansiones, que eran lugares de descanso y avituallamiento. Gracias a las informaciones que nos suministran obras como el Anónimo de Rávena o el Itinerario Antonino y los restos y milliarios encontrados se deduce que existieron en La Rioja las mansiones de Cantabria, Vareia, Calagurris y Gracurris, siendo Vareia un verdadero nudo de comunicaciones. Estas calzadas y sus mansiones fueron vigiladas, como ya hemos dicho, por legiones romanas algunas de ellas fueron la Legio VII Gemina (que crearía León), la Legio VI Victrix o la Legio IV Macedónica.

La Rioja dentro de la Hispania Citerior[editar]

El Senado Romano dividió Hispania en Citerior, la más próxima a Roma y la Ulterior, la más lejana. La zona de La Rioja queda enclavada en la provincia Citerior. Para dirigir la provincia se nombra a un gobernador que estará rodeado de funcionarios electos, el llamado Consilium del gobernador consejo de colaboradores militares y civiles. Con el tiempo, Augusto reforma la administración provincial con una subdivisión en conventus y se creerá el Caesaraugustano en la Tarraconense donde queda enclavada La Rioja.

El asentamiento romano se hace cada vez más fuerte y se implantan poco a poco las costumbres romanas, así se llegará al edicto de ciudadanía de Caracalla en el siglo III pero que casi no tiene vigencia en Hispania.

También se hace característica la urbanización de ciudades, con las construcciones arquitectónicas romanas, circos, acueductos, presas, termas y puentes. Ejemplos de construcciones romanas se pueden observar en Calahorra (Calagurris) y Varea la romana Vareia o Cihuri.

Las ciudades son de tres tipos; la estipendiaria que es la normal y paga el impuesto llamado estipendio. Las federadas que están consideradas en plano de igualdad y no pagan impuestos aunque contribuyen con ejércitos y las libres que llevan una vida independiente.

Los principales rasgos de la economía se ven en la agricultura; olivo, vid y trigo. La ganadería, caza y pesca (salazones, el llamado garum). El comercio es tanto fluvial, hay que mencionar que el Ebro era navegable hasta Varea, como terrestre por esa red de comunicaciones de la que ya hemos hablado. Es importante el comercio de cerámica sigillata hispana que tiene como centro destacado Tritium, todo este comercio genera el desarrollo de la moneda en toda Hispania y dos cecas importantes se crean en Calagurris y Gracurris. Se encargaron de mejorar y ampliar los sistemas de regadíos de época romana mediante la construcción de numerosas acequias. Se la denominaba Assiqia ‘tierra de acequias’.

Desde el punto de vista de la religión, ésta se introduce por la desembocadura del Ebro años 182-188 y llegará hasta Calagurris, que hoy en día venera a los santos Emeterio y Celedonio, legionarios romanos. En el año 313 con el Edicto de Milán Constantino da la libertad de culto en el Imperio y ya en el siglo IV se crea el obispado calagurritano.

Todo el dominio romano entronca en una relación con el ámbito vascón que cubre desde Jaca a la desembocadura del Bidasoa y por Calahorra hasta Zaragoza en Alabona, será éste el corredor por el que penetren las nuevas invasiones del siglo V y desaparezcan los romanos en beneficio de los visigodos.

Historia Medieval[editar]

La Edad Media comienza en torno al siglo V cuando finaliza la autoridad romana en el valle del Ebro.

Según las informaciones de Paulo Orosio en el 409 se produce una irrupción de suevos, vándalos y alanos en el Pirineo. Los visigodos que están asentados en calidad de federados del Imperio realizan frecuentes incursiones y se enfrentan a los suevos en territorio galaico, ello implica al valle del Ebro y en particular al territorio riojano como un frecuente paso de ejércitos.

Este ir y venir de tropas da a unos momentos de indecisión, se hace característica a partir del 441 la presencia de bagaudas, bandas de bandoleros, y pocos años después en 472 se instaura un nuevo orden político “el orden gótico” que unido a la derrota de Alarico II en Voullé conducirá a los visigodos a Toledo, donde configurarán su futuro reino. Aún así continúan los problemas de desórdenes, 574 Leovigildo está en Cantabria donde elimina a los usurpadores de la región, ocupa Amaya y pone el territorio bajo su control según se señala en la crónica de Juan de Biclaro. Al mismo tiempo y como se cuenta en la obra de San Braulio, Vita Sancti Emiliani, es revelado a Millán la destrucción de Cantabria, éste envía un mensajero para reunir la Asamblea, les cuenta lo ocurrido pero no le creen y no toman medidas de precaución, finalmente los hechos le dieron la razón a Millán.

Según siguen contando las crónicas, como la de Fredegario, entre 612-621 el rey Sisebuto sometió al reino de los godos la región de Cantabria, la cual en otra época había pertenecido a los francos ya que un dux llamado Francio les había rendido tributo.

Son continuos los asaltos al poder, el gobierno no adquiere el respeto necesario, hay un nuevo movimiento neobagaudico contra Recesvinto en 653 que será controlado por Vamba en 672, es éste un hecho que aparece reflejado en la Historia Vambae de San Julián, según cuenta; Vamba se encuentra en Cantabria acometiendo a las feroces gentes de los vascones y sometiéndolos, toma rehenes, liquida tributos, acuerda la paz y marcha hacia las Galias siguiendo la vía que atravesaba las ciudades de Calahorra y Huesca.

Todas estas disputas por el poder tendrán un final brusco, las minorías dirigentes toman partido por Rodrigo en la disyuntiva visigoda, es el año 710, un año más tarde las invasiones musulmanas (711) supondrán el naufragio de la monarquía visigoda y sus instituciones.

En un rápido análisis del periodo visigodo riojano se aprecia claramente como la lengua, el derecho, la cultura y organización político-administrativa romana se fusionará con la vida y legislación visigoda. Los godos se asentaron en zonas rurales y ciudades y se cree que la cuenca del Ebro riojano pudo servir de limes como afirma J.M. Lacarra.

Las civitates de época romana pasan a ser circunscripciones en periodo hispano-godo y estarán dirigidas por un magnate fiel al monarca (fidelis) con las títulos de Comes o Iudex, quien tendrá en el distrito plenas prerrogativas de orden político, fiscal, judicial y militar, en el territorio que nos ocupa toma especial interés el llamado Ducado de Cantabria aunque poco sabemos de sus límites.

Será Leovigildo quien busque la unificación total, incluso religiosa ya que él era arriano. Pero en 589 su hijo Recaredo acepta la religión católica como oficial del Estado Godo y así se logra la unificación social y política. La definitiva unificación llega en 654 con Recesvinto y el Liber Iudiciorum. Con la incursión de los musulmanes sólo el cristianismo será vínculo de unión y La Rioja centro de espiritualidad. Los judíos ayudarán a los musulmanes en su penetración, las principales comunidades judías se asentaron en: Alfaro, Cornago, Arnedo, Jubera, Logroño, Nájera, Leiva, Briones y Haro. Los reyes godos realizaron grandes represiones contra ellos como Ervigio (680-687) y Égica (687-698).

Incursiones musulmanas[editar]

La nombrada incursión de los musulmanes tiene lugar en territorio hispano en 711 como aliados de Agila II contra Rodrigo, pronto se harán con las riendas del poder público sobre toda Hispania y con ello el territorio riojano.

Como queda dicho los contrarios a Rodrigo reciben con los brazos abiertos a Muza, dirigente musulmán, en la cuenca del Ebro y con éstos se realizan pactos denominados ahd, por los cuales a cambio de fidelidad y abono periódico de un tributo, los habitantes del distrito quedan bajo protección del Islam y conservan sus heredades, tradiciones jurídicas, religiosas, culturales y locales como ocurrió en Pamplona 718. Otros magnates partidarios de Rodrigo se resistieron, como fue el caso de Pedro, dux de Cantabria.

Los musulmanes mediante Tariq penetraron en La Rioja por Alfaro en 714 aprovechando las vías romanas y ocupando el llano de Ebro. Ante esta amenaza en 717 se fortificaron los accesos de los ríos Tirón, Ebro, Najerilla, Cidacos y Alhama y llegándose con el tiempo, 755, a la confrontación ya que Alfonso I de León asoló las tierras llegando por la Bureba y Pancorbo al valle del Ebro y Calahorra pero poco tardaron los musulmanes en reaccionar, cuatro años más tarde 759 Abderramán I se recupera y en 781 confirmará su autoridad en Zaragoza, en la comarca de Calahorra y en tierra de vascones.

Entre los magnates fieles a los musulmanes en el 711 se encontraba el conde hispano-godo Casio y será su sucesor Muza I quien forme una dinastía de pequeños reyezuelos islamizados fieles a Abderramán, que se emparentarán con gentes del entorno como los Arista de Pamplona. Serán ellos quienes custodien la Frontera Superior, Navarra, Aragón, La Rioja en la línea Arnedo, Viguera, Albelda.

Muza II[editar]

Entre los sucesores surge Muza II que se autoproclama “tercer rey de España” con lo que logra 841, la enemistad con el emir. Se producen diversas revueltas y con ello Abd-al-Rahman II le reconoció valí de Arnedo 843, Tudela 852, el nuevo emir Muhammad I le hizo valí de Zaragoza.

En las luchas varias sedes riojanas defendieron al emir contra el soberano ovetense Ordoño I, entre ellas Ausejo y Albelda, venciendo en las fronteras de Álava 855, en la batalla de Clavijo y en Barcelona tres años antes 856. Finalmente Muza destituido como valí de la Frontera Superior murió en Tudela en el transcurso del año 862 en una reyerta.

Dentro de la misma dinastía un nieto de Muza, Muhammad ben Lope, hizo la paz con Córdoba, se volvió contra sus parientes y les arrebató Zaragoza pero como no pudo mantenerla, la entrega al emir y se limita a sus dominios en La Rioja apoyándose en las plazas de Tarazona, Tudela y Arnedo por oriente y Viguera y Nájera por occidente.

La Reconquista[editar]

El año 899 los reyes de León y condes castellanos se apoderan de plazas occidentales y realizan continuas restauraciones de los castillos de Nájera y Viguera, llegan incluso hasta la cuna de los Banu Qasi, Borja lo que va a suponer el despertar de la conciencia reconquistadora. La Reconquista está preparada.

La presencia de musulmanes en territorio riojano tendrá diferentes alternativas, en la zona de los ríos Tirón y Oja será breve, en la del río Iregua y Cameros se pondrá fin a principios del siglo X con la presencia cristiana en Viguera 923 y finalmente en Calahorra y Alfaro permanecen los Banu Qasi durante varios siglos. Todo esto nos conduce a la ruptura de la unidad riojana anterior, que se había caracterizado por su importancia estratégica en dos frentes; por una parte el desfiladero de Pancorbo por las crestas de los Obarenes y el fuerte de Cellórigo hasta las conchas de Haro con la fortificación de los castillos de Ibrillos y Grañón. Estas poblaciones pasarán a posesión cristiana 870 Pancorbo y Cellórigo, 875 Ibrillos y Oca, 899 Grañón. El siglo IX se caracteriza por la fortificación, el Obispo don Sancho funda el fuerte Pazuengos y Alfonso III refuerza las murallas de Grañón y Alcocero. Por otra parte está la línea de castillos Viguera-Nájera-alto Ausejo junto con la fortificación de Albelda.

En esta zona la riqueza económica y la existencia de la calzada ya habían suscitado interés como ha quedado reflejado. En 755 Alfonso I invade la zona de Calahorra y poco después 759 Abd-al-Rahman recupera Viguera y Calahorra para los musulmanes.

A la muerte de Alfonso III su hijo García somete Nájera llegando hasta Calahorra pero muere en Arnedo y retornan las posesiones a los musulmanes.

Sancho Garcés I 905-925[editar]

En el año 914 Sancho Garcés I junto con Ordoño II se encuentran en la zona del Ebro que es de constante cambio de poder, en localidades como Calahorra, Arnedo, Viguera, Falces y Caparroso. En el 923 Sancho conquistó Nájera y Ordoño II Viguera que se la cedió al de Pamplona, además tras la conquista de Calahorra el territorio no se reparte entre los príncipes vencedores sino que se da Sancho Garcés quien por acuerdo casaría a su hija Sancha con Ordoño II así el territorio quedaba duplicado.

Se hace una reorganización del espacio eclesiástico, primero dos obispos en Calahorra y Tobías y luego sólo uno en Nájera, así la geografía eclesiástica se va adecuando a la política.

En Pamplona se había alzado rey 905/906, de forma enigmática y rompiendo la sucesión de los Banu Enneco, Sancho Garcés I, gracias al prestigio de las armas y la ayuda de Alfonso III de Asturias. La formación del Reino de Pamplona es la de un espacio soberano avalado con designios divinos y tradición religiosa cuyas principales características son:

· Estirpe regia directa o asimilable, herederos de carismas propios de reyes.

· Prestigio de las armas, basado en el caudillaje y gobierno.

· Un espacio político digno de un reino; pluricondal y pluridiocesano, el reino en 924 tenía sus límites en: Sarrablo (Sabiñánigo), divisoria Cinca y Gállego, collado Matidero, prepirineo Sierra de Guara , Loarre, Sierra Santo Domingo, Murillo de Gállego, Agüero, Biel, Sibrana, Petilla, Sos, Sierra Peña, Sierra Izco, Ujué, Falces, Funes, Andosilla, Cárcar, Calahorra, Cameros, Río Oja, Anguiano, Tobía, Condado de Álava, tierra de Deyo y Guipuzcoa actual.

García Sánchez I 925-970[editar]

García Sánchez I de Navarra

Retomando los acontecimientos históricos abandonados en la conquista de cristiana de Viguera 923 y Calahorra. En 925 al hijo de Sancho Garcés I, García Sánchez I, le gustó Nájera y se quedó, refrendado por el califa que le reconoció como rey en el tratado de Calahorra 934 donde se renovaba la dependencia al Islam.

Años más tarde el monarca se introduce en las disputas por el poder del Condado de Castilla 959, donde interesa el ascenso de Sancho, los acontecimientos darán como ganancia las tierras del curso alto de Najerilla con el monasterio de San Millán.

El 966 es un mal año, el monarca pamplonés pierde las tierras de Calahorra y el valle del Cidacos.

Sancho Garcés II 970-994[editar]

Sancho Garcés II de Navarra

Es con el nuevo monarca, Sancho Garcés I con quien se produce la repoblación del monasterio de San Andrés de Cirueña, 972.

En este momento se suscita el problema del llamado “Reino de Viguera”.

Garcés I se había casado en dos ocasiones, la primera con Andregoto Galindez con quien tuvo a Sancho Garcés II y la segunda vez con Teresa con la que tuvo a Ramiro Garcés. Sancho como primogénito era el sucesor del Reino, era por tanto Rey de Pamplona. Entonces se creó para Ramiro el Reino de Viguera bajo la autoridad de su hermano y lo ocupó el periodo 970-991 y luego lo tuvieron sus hijos Sancho y García Ramírez de Viguera hasta su muerte en 1030, momento en el que el cetro retornó a Pamplona. La extensión posible de este reino eran los valles de Leza e Iregua hasta Ajamil y Almarza de Cameros, Albelda, Alberite con el monasterio de San Martín de Albelda.

Es este periodo de gran interés cultural en el que se intenta fomentar la cultura, es así que se escriben dos de las muestras codicológicas más importantes de la Historia, el Códice Albeldense 976 y el Códice Emilianense 992. Vamos a ver en síntesis qué son cada uno.

García Sánchez II 994-1000[editar]

Retomando el hilo histórico el 994 se tiñe de luto, muere Sancho Garcés II, su sucesor García Sánchez II de Navarra inicia un nuevo periodo de luchas, atacó Calatayud a lo que contestó Almanzor, que con la expedición de Cervera 998 logró la victoria, ascendió Najerilla arriba e incendió el monasterio de San Millán. La muerte de García Sánchez II en el año 1000 marca un nuevo punto de inflexión en la Historia.

A partir del año 1000 el denominado Reino de Pamplona no es otra cosa que una mera denominación historiográfica de lo que en realidad se configura como el verdadero entronque monárquico del territorio riojano que se centra todo él en la sede real que poco a poco se irá constituyendo en Nájera.

Como vamos a ver los acontecimientos históricos nos conducen al territorio riojano como centro irradiador de poder y en directa conexión con los demás territorios ya configurados en territorio hispano.

Sancho Garcés III 1000-1035[editar]

Con el reinado de Sancho Garcés III de Navarra el Mayor 1004-1035 Nájera sufre una gran transformación y promoción. El monarca vive en su castillo y realizará un nuevo trazado jacobeo, que evidentemente coloca a la ciudad como punto esencial. Del mismo modo organiza la curia najerina. Con vistas a proteger su reino lo fortalece con la reconstrucción de torres, castillos, caminos y monasterios, así de esta manera fija la frontera con Castilla desde el alto de la Sierra de la Cogolla hasta Peñanegra en Montenegro. Su política le lleva a dirigir el mayor imperio cristiano de la Alta Edad Media.

Otro punto clarificador de la importancia riojana es la ceca najerina ya que se considera la acuñación de moneda como auténtico signo de realeza. En este caso Sancho el Mayor acuñó moneda con su efigie y la palabra IMPERATOR en su anverso y en el reverso una cruz y la palabra NAIARA.

En 1035 a su muerte dividió el Imperio entre sus hijos, lo que evidentemente truncó la idea de gran imperio, aunque el territorio riojano quedara en García Sánchez III quien recibía el Reino de Nájera como primogénito, comprendiendo los territorios de Pamplona, condado de Álava y Cameros.

García Sánchez III 1035-1054[editar]

García Sánchez III de Navarra reinó 1035-1054 y fue denominado el de Nájera por el gran apego que tuvo a la sede y los continuos favores que hizo por ella. Ayudó a su hermano Fernando I de Castilla contra Bermudo III de León quien murió en la batalla de Tamarón 1037 y por ello Fernando fue coronado y ungido, En agradecimiento entregó a García el de Nájera tierras de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa lo que le hizo titularse también rey de Castilla Vetula con lo que casi todo el centro-norte queda bajo supervisión de Nájera. Durante su reinado se realizaron diversas incursiones contra la taifa zaragozana y así 1045 conquista Calahorra que nuevamente queda bajo los auspicios riojanos del cristianismo.

El dominio cristiano era mayor así que la taifa tenía distensiones internas que eran aprovechadas por el monarca. Éste ofrecía sus servicios o su neutralidad con una política de parias que fueron empleadas en centros eclesiásticos como la creación de santa María de Nájera, enclavada en una cueva próxima donde se encontró una imagen de Santa María, la iglesia fue consagrada el 12 de diciembre de 1052.

Con la recuperación de Calahorra, como queda dicho, se lanzó a un fortalecimiento del poder y para ello colocó diversas tenencias en localidades clave como Autol, Quel y Arnedo y cubrió la retaguardia con los castillos de Ocón y Clavijo.

Finalmente su vinculación con territorios castellanos le llevó a la muerte en Atapuerca 1054 a manos de su hermano Fernando.

Sancho Garcés IV 1054-1076[editar]

Continuando con el hilo histórico su primogénito Sancho Garcés IV de Navarra fue nombrado rey en el propio campo de batalla y reconocido por su tío Fernando. Aún menor de edad fue guiado por su madre Estefanía y sus tíos Fernando y Ramiro. Reinó el periodo 1054-1076. Pronto entabló lucha en la llamada “batalla de los 3 sanchos”. Sancho de Castilla atacó a Sancho de Nájera para ocupar Pancorbo y obtener así parias, invadió tierras del Ebro, cruzó el río por Logroño, acampó en Viana y en Mendavia fue derrotado por Sancho de Nájera y Sancho Ramírez de Aragón. En 1074 se acuerda la paz, se celebraron vistas en San Millán donde se concede paso libre a los peregrinos.

En este momento se da el asunto religioso del cambio del rito gótico por el romano. Triunfó el gótico pero el que se impuso fue el romano.

Las intrigas palaciales terminaron con el despeñamiento de Sancho Garcés IV por los acantilados de Peñalén, junto a Funes, y desde entonces sería conocido por este nombre en la historiografía, Sancho el de Peñalén.

Alfonso VI de Castilla[editar]

A su muerte la nobleza vizcaina, alavesa, riojana y la familia real reconocen como rey a Alfonso VI de Castilla, mientras que la nobleza de la Navarra nuclear y Pamplona prefirieron a Sancho Ramírez de Aragón, esto supone la separación del entronque del primitivo reino pamplonés y que puede ser entendido como una actitud de escape del dominio najerino.

Alfonso VI llega a Nájera y Lope Díaz I de Haro gobernador de la plaza le jura fidelidad y se le entregan los castillos de Grañón, Bilibio, Albelda, Viguera con el Señorío de Cameros, Ocón, Cervera y entra triunfante en Calahorra.

Es importante mencionar que el reino de Nájera subsistió como entidad política bajo los monarcas de Castilla hasta 1239 en favor de la unidad de Castilla nombre genérico que reciben los nuevos reinos.

De todas formas el territorio pamplonés bajo denominación aragonesa va a continuar vinculado a Castilla mediante el vasallaje de Sancho Ramírez a Alfonso VI por un condado al que llama Navarra, corónimo que se acuñó fuera del territorio quizás en Castilla y en referencia a “navarri”, villas de señorío directo dirigidas por campesinos (navarri) también para señoríos privados y eclesiásticos, es el fenómeno que se dice de primero los habitantes y después el territorio según la opinión de A. Martín-Duque.

El año 1076 sitúa a Nájera como centro de cultura y vida social. En esta época las cives son escasas ya que deben cumplir unas características determinadas como son; la recogida de excedente de materias primas y la redistribución de ellas ya elaboradas, un número de habitantes mayor a la agrupación de aldeas circundante y tener sede episcopal. En territorio riojano a estas características sólo responden dos localidades Nájera y Calahorra, el resto del territorio son villas, conjunto de población rural con términos bien delimitados.

nueva confrontación con el Islam[editar]

La nueva organización política despertará la conciencia reconquistadora de los reinos cristianos y así unida a los primeros años del siglo XI, en torno al año 1000, como ya se expuso, surge esta nueva confrontación con el Islam.

Los pamploneses ya se encuentran en Arguedas 1084 y Milagro 1098. En territorio riojano Alfaro se encontraba gobernada por García Ordóñez que tenía como principal enemigo al Cid, que estaba en desgracia de su señor Alfonso VI y al servicio del musulmán zaragozano. 1094 atacó el castillo de Alfaro, conquistó Logroño y Alberite tomando toda la comarca. Aragón recuperó Cervera y el valle del Alhama pero la seguridad de La Rioja no llegó hasta que Alfonso I de Aragón no conquista Zaragoza en 1118.

Denominación La Rioja[editar]

Esta masiva creación de centros poblacionales no era otra cosa, en este momento, que la plasmación de una realidad que estaba latente en la conciencia de todos y cada uno de los elementos que componía la masa social de estas localidades, la identificación del territorio con el ser, de la tierra con el alma, en una palabra el sentir riojano que aparece como una realidad histórica apoyada en los documentos.

Aparece por primera vez testificada, lo cual nos permite elucubrar sobre su remoto inicio, en el fuero de Miranda de 1099 con la denominación RIOIIA y como queda dicho se supone que desde la Reconquista es llamado así. Otras denominaciones que recibe son RIUUM DE OIHA, RIVO DE OIA en el Cartulario Calceatense de 1150. En un documento de Cañas 1191 aparece RIVO DE OGGA. En un documento de la Catedral calahorrana 1239 RIVODOIA, en otro de la Redonda de Logroño 1293 en la forma RIOIJA. En 1352 el Libro de Beheterías muestra la forma RIOXA y ya desde el siglo XVII-XVIII se conoce como “ provincia de RIOXA “.

Alfonso VII de León y Castilla[editar]

Nuevamente van a ser objeto de disputa entre Pamplona y Castilla las tierras riojanas. Todo acontece a la muerte de Alfonso VI, le sucede en Castilla su nieto, hijo de Urraca, Alfonso VII mientras que en el otro bando aragoneses y pamploneses se separan tras la muerte de Alfonso I el Batallador. Aragón se decantará por Ramiro II mientras que Pamplona se inclina hacia García Ramírez el Restaurador.

En lo referente a La Rioja el control será de Alfonso de Castilla pero el gobierno lo lleva Lope Díaz I de Haro, en la cives más importante, Nájera. Es ahora cuando bajo la supervisión de Alfonso VII revive con fuerza el Reino de Nájera ya que pone como mandatario a su hijo Sancho III de Castilla desde 1143-1157. Al mismo tiempo se hacen varias donaciones a iglesias riojanas, órdenes religiosas y nobleza. Como ejemplos concretos, Leocadia una monja de Ausejo 1138 donación del monasterio de San Valerio o el abad de Albelda, Calvet que en 1151 donó la villa de Sorzano. En beneficio del territorio situó a los Caballeros del Temple en la zona conflictiva de Ausejo y Alcanadre y del mismo modo a los Caballeros del Santo Sepulcro en el puente del Ebro a su paso por Logroño.

Alfonso VIII[editar]

Pero este periodo de apogeo se vería trágicamente truncado con la muerte del legítimo rey riojano, del rey de Nájera, Sancho III en 1158 quien deja como sucesor a un niño de tres años, Alfonso VIII lo que supone un gobierno en minoría. Evidentemente un momento de debilidad como es una minoría fue aprovechado por los reinos vecinos y así desde 1162 los reyes de Navarra, con esta nueva denominación sobre la de pamploneses que aún sonaría a cierta dependencia, García Ramírez y su sucesor Sancho el Sabio se lanzarán ala conquista de La Rioja.

Conquista de La Rioja[editar]

Ocupan en 1163 Logroño, Navarrete y Entrena pertenecientes a la comarca logroñesa, también Ausejo, Resa, Ocón, Autol y Quel de la región calahorrana y finalmente en La Rioja Alta cayeron Grañón, Pazuengos y Treviana. Sólo resistieron las antiguas y poderosas cives de Nájera y Calahorra. Hasta 1176 no se recuperan plazas como la de Quel junto con la invasión de la ribera navarra. Un año más tarde, 1177, se llega a un punto en el que es preferible el acuerdo pacífico, Alfonso VIII y Sancho el Sabio de Navarra con Enrique II de Inglaterra como árbitro llegan al laudo de 1177, por el cual La Rioja toma su delimitación actual, salvo San Vicente de la Sonsierra que fue más adelante, es lo que se puede considerar el “acta fundacional” de La Rioja. Para acordar este Laudo se realizaron dos entrevistas en lugares desconocidos entre Nájera y Logroño. Como se supone se ceden de nuevo todas las plazas conquistadas en 1163.

Paz[editar]

Los años siguientes serán de paz, las merindades de territorio riojano, la merindad de La Rioja, la de Logroño, la de Alfaro, la de Santo Domingo que se componía con la cuenca del Tirón, Cuenca Oja y del Najerilla estarán bajo el Merino Mayor de Castilla. Esto es aprovechado para un fortalecimiento de la sociedad, así en 1214 llega a Logroño Francisco de Asís que fundó el primer convento logroñés y tres años después 1217, surgieron los primeros discípulos. Desde 1224 el obispo residirá en Logroño. Esta pujanza se observa en el comercio y los bancos que serán fomentados por los judíos. Los judíos habitarán en barrios estanco a las afueras, como es el barrio judío de Logroño en Villanueva, o dentro del caserío pero separado de los cristianos como ocurre en Calahorra. La aljama más importante es la de Haro y luego Logroño. Supuso un crecimiento de villas por la economía libre que fue provecho ya que se obtuvieron ventajas como la remodelación urbanística del casco urbano, la afiliación de las aldeas limítrofes junto con la creación de un comercio radial con la comarca.

Periodo de fortificaciones[editar]

Ante el continuo peligro de la potencia castellana, Sancho el Fuerte de Navarra fortificó en 1219 las plazas lindantes a La Rioja; los castillos de Buradón, San Vicente de la Sonsierra, Laguardia, Labraza, Viana, Mendavia, Azagra, Castejón y Fitero. En el lado riojano se fortificó desde Bilibio hasta Alfaro.

Nuevos ataques a Navarra[editar]

Los acontecimientos belicosos se reanudan en 1274, la muerte de Enrique I de Navarra hace que sus territorios sean apetecidos por los castellanos, franceses y aragoneses. Alfonso X de Castilla pensó en su primogénito el infante Fernando de la Cerda y para ello atacó Navarra por Viana y Mendavia desde Logroño, pero finalmente decidió retirarse.

En su afán de ser todopoderoso, en 1278 es quemado en Logroño Simón Ruiz, Señor de Cameros, por oponerse al rey Alfonso X el Sabio en favor de su hijo Sancho IV. Durante este periodo, 1282, Santo Domingo de la Calzada se adhiere a la Hermandad de Castilla buscando la protección de villas y haciendas, en 1312 Fernando IV concede a la villa de Ojacastro el cobro de montazgos y portazgos en perjuicio de los señores.

En 1335 es atacado Logroño por los navarros de Gastón de Foix, Ruy Díaz de Gaona gobernador de Logroño junto a dos soldados detuvo al ejército enemigo en la entrada al cuidad en el Ebro para ganar tiempo y lograr así que la ciudad cerrase las puertas de sus murallas. En el intento de ponerse a salvo El capitán Gaona murió y es desde entonces admirado por todas las generaciones de logroñeses.

Lucha dinástica entre los Trastamara[editar]

Otro de los acontecimientos puntuales de la historia de España tiene sus grandes episodios en territorio riojano es ahora en 1360 cuando ocurre la lucha dinástica entre los Trastámara.

En abril de 1360 don Pedro el Cruel atacó en Nájera a su hermano Enrique que se refugió en la villa y huyó a Navarra. Seis años después Enrique junto a las Compañías Blancas, que habían quedado libres en Francia entró por Alfaro, El 16 de marzo fue proclamado rey en Calahorra, marchó hacia Burgos, evitando Logroño que aún era fiel a Pedro, Navarrete, Nájera, Santo Domingo, Grañón y Belorado le abrieron sus puertas y finalmente ciñó la corona en el monasterio de las Huelgas.

La contraofensiva no se hizo esperar, Pedro aliado con Inglaterra, el Príncipe Negro, se situaba en Santa Cruz de Campezo y Viana. Logroño estaba ocupado por Carlos II de Navarra aliado de Pedro. Partiendo Don Pedro de Logroño y don Enrique de Bañares midieron sus armas a orillas del Najerilla saliendo derrotado don Enrique. Pedro levantó la enemistad de las villas por su crueldad y finalmente murió a manos de su hermano en Montiel, una muerte extraña que siempre estuvo bajo sospecha de traición. Debido a estos acontecimientos Enrique nunca olvidó a Nájera.

Consecuencia de la guerra fue el cambio de plazas fronterizas reclamadas por Navarra; Vitoria, Salvatierra, Santa Cruz de Campezo y Logroño. Asentado ya Enrique en el trono las reclamó y en 1373 tras varias conversaciones Logroño retornaba al monarca castellano, no así San Vicente.

Guerra entre Francia e Inglaterra[editar]

Una vez más una guerra ajena se inmiscuye en el devenir histórico del talante riojano. En este caso la guerra entre Francia e Inglaterra lo que supone al mismo tiempo la enemistad de Castilla, aliada de Francia, con Navarra aliada inglesa. Enrique invade Navarra por Logroño, el monarca navarro Carlos se sitúa en Viana para evitarlo. Carlos sobornó al gobernador de Logroño, Pedro Manrique, para que la dejara entrar, una vez dentro Carlos no se fió de él y regresó. Se luchó por la noche entre castellanos y navarros en Logroño, los navarros tuvieron que huir, los castellanos intensificaron su ataque asediando Viana y San Vicente que terminaron capitulando. En 1379 fracasado Carlos, firma las paces de Briones por las cuales Navarra entregaba sus mejores castillos y rehenes. Todo seguiría así hasta 1386 en que con Carlos el Noble como monarca navarro y gracias a su amistad con Juan I de Castilla se firmó el Protocolo de Estella que suponía la devolución de las plazas navarras retenidas.

Concesión de señoríos[editar]

La nobleza ayudó continuamente a Enrique lo que originó que éste tuviese que compensarles asiduamente, así en La Rioja realizó la concesión del Señorío de Cameros a los Ramírez de Arellano en detrimento de los Fortuniones en 1369. En 1366 los Manrique de Lara obtienen las villas de Lumbreras, Villoslada y Ortigosa. En 1430 Juan II concede a Pedro Fernández de Velasco el condado de Haro, también poseía el señorío de Arnedo. Más tarde ocurrió con el Mayorazgo de Cornago, que comprendía las villas de Cornago y Jubera más las heredades que el condestable tenía en Alfaro, uniéndose con el tiempo las alcaldías de los castillos de Soria, Clavijo y Alfaro, que fue otorgado a los Luna de Cornago en 1440.

Muerte de Carlos III[editar]

A la muerte de Carlos III el Noble surge un nuevo interés de Castilla, Aragón y Francia por el reino navarro. Lo que concierne a La Rioja en concreto eran las localidades de Laguardia y San Vicente. Por ello en la guerra, 1430, pasan a Castilla pero seis años más tarde, 1436, por el Tratado de Toledo Navarra las recupera. En1441 Carlos, Príncipe de Viana, tras la muerte de su madre la reina Doña Blanca de Navarra es nombrado heredero pero para ello deberá tener el consentimiento de su padre Juan II. Se reunieron en Santo Domingo, Juan II engañó a su hijo le nombró lugarteniente del reino y surgió la guerra entre padre e hijo.

El rey de Castilla Enrique IV se adentró en los territorios de San Vicente y Laguardia para ayudar a Carlos, así retuvo esas plazas junto a la de Viana en 1462, momento en el cual concluye la guerra con la muerte del Príncipe Carlos.

Rioja Alavesa[editar]

En 1463 las Cortes Navarras acceden al intermedio de Luis XI de Francia que incorporó a Castilla la fortaleza y villa de San Vicente en 1466, Laguardia y su partido a la Hermandad de Alava y de llamaría desde entonces Rioja Alavesa y así de esta manera La Rioja toma sus fronteras actuales.

Apuntes religiosos[editar]

Un último apunte sobre la religión en este tiempo. El obispo estaba en Logroño desde 1224. Dentro de la diócesis había dos arcedianatos, el de Cameros y Calahorra con 5 arciprestazgos (Logroño, Camero Nuevo, Camero Viejo, Valdearnedo y Yanguas) con 60 parroquias y el arcedianato de Nájera con 4 arciprestazgos (Miranda, Río Oja, Laguardia y Nájera) con 113 parroquias sin contar las de Laguardia. Había otras 100 parroquias que dependían de los monasterios de San Millán, Valvanera, Nájera, Herrera y San Prudencio. También se realizaron sínodos diocesanos en los años 1287, 1324, 1346, 1408 en localidades como Santo Domingo, Calahorra y Logroño.

Historia Moderna[editar]

El comienzo de este nuevo periodo está marcado por la anexión de Navarra a Castilla.

En 1512 Fernando el Católico lucha con Luis XII, rey de Francia, los navarros se inclinan hacia el francés y ante este hecho Fernando se apodera de Navarra. Se reforzó la línea fronteriza en el Ebro en Logroño, Laguardia y Calahorra que se dotó con un corregidor y aún con la unión de Arrubal, Calahorra, Rincón de Soto y Logroño continuó la aduana fronteriza hasta el siglo XVIII.

Estos años serán de enriquecimiento de La Rioja con visitas reales como la de los Reyes Católicos 1492, Carlos I 1520 o Felipe II 1592. También habrá mejora de mercados y ferias, la llegada de la imprenta y otros hechos como la fundación del primer colegio de los Jesuitas en Logroño 1559.

Guerra de las Comunidades de Castilla[editar]

Con Carlos I en el gobierno, joven extranjero que no conoce las costumbres castellanas, la paz será perturbada nuevamente. Colocará en puestos de gobierno a sus partidarios flamencos, lo que traerá como inmediata consecuencia que la nobleza y los municipios se levanten contra él. Será la conocida Guerra de las Comunidades, sangriento episodio de la historia castellana que tuvo su repercusión en una Rioja caracterizada por ser tierra de señores con jurisdicción sobre vasallos. El levantamiento de febrero de 1520 en Toledo fue apoyado por La Rioja. Haro se levantó contra el Condestable de Castilla, pero éste logró sofocar la revuelta, anuló los concejos generales abiertos donde estaban los focos de rebelión y dirigió la política de la ciudad con una veintena de hombres elegidos por él. El pueblo sucumbió y algunos huyeron a Nájera. Fue en esta localidad donde se produjo otro levantamiento contra el gobernante, 14 de septiembre de 1520, en esta ocasión contra el Duque. Se apoderaron de la ciudad y pidieron una unión con las otras poblaciones en rebeldía; Navarrete, Uruñuela, Huércanos, Camprovín y Matute. Llegó el Duque desde Navarra con su ejército, mandó un ultimátum pero no se quiso escuchar, así que se entabló batalla, logrando la victoria el Duque que tuvo que marchar a Navarra, ante la presencia de los franceses, dejando en Nájera soldados para su custodia. La guerra de los comuneros terminó en la batalla de Villalar.

Asedio francés a Logroño[editar]

Al mismo tiempo se pondrá punto final a la conquista de Navarra. Los franceses se presentaron en 1521 para ayudar al monarca navarro. En Logroño gobernaba, junto a Laguardia y Calahorra, el Capitán Vélez de Guevara. El cabecilla francés, señor de Asparrot, pedía paso por Logroño hacia Castilla, pero el pueblo se negó a ello. El 25 de mayo los franceses cercaron la ciudad pero poco tiempo después, 10 de junio se levantó el asedio ya que llegaba en ayuda de los logroñeses el duque de Nájera. El 11 de junio Logroño celebró el triunfo y juró el voto de San Bernabé.

Inquisición española[editar]

Se había creado en Castilla el Tribunal de la Inquisición en 1480 para causas judeizantes. También tuvo su influencia en La Rioja. Había catorce tribunales subalternos bajo el Consejo Central de la Suprema Inquisición, uno de ellos en Logroño y otro en Estella que en 1509 fue trasladado a Calahorra. Uno de los casos más famosos que se trataron fue en 1527 las brujas de Navarra, sus sortilegios y magias que fueron castigados en el tribunal de Calahorra. En 1570 se trasladó el tribunal a Logroño. Había tres inquisidores, unos eran calificadores y juzgaban libros y doctrinas denunciados, otros actuaban por las villas eran comisarios o familiares y realizaban informes. La Inquisición tenía su sede en Logroño junto a la actual iglesia de Santiago.

Creación de escuelas[editar]

El último tercio del siglo XVI es nuevamente una época de expansión cultural, con creación de escuelas, así en 1575 consta que el municipio logroñés corría con los gastos de escuelas y maestros de primeras letras y en 1581 esto mismo aparece en Calahorra.

Felipe II[editar]

Como ya queda dicho la presencia real es un rasgo característico de importancia y así en 1592 el rey Felipe II recorre La Rioja Alta, camino de Tarazona por Estella. Enrique Cook describe pueblos y comarcas riojanas como Logroño, Santo Domingo, Nájera o San Asensio en su libro jornada de Tarazona.

Como viene observándose en el devenir de la Historia, a una época de esplendor cultural le sigue una incertidumbre política y así ocurrirá nuevamente.

División territorial[editar]

En el siglo XVII sufre La Rioja un fuerte revés ya que bajo el reinado de Carlos II las tierras riojanas no constituirán una unidad administrativa sino que se repartirá entre Navarra, Álava y principalmente Castilla. En el Auto acordado de Carlos II en 1691 tampoco se reconoció tal unidad.

Guerra de Sucesión[editar]

Carlos II muere el año 1700, se produjo la Guerra de Sucesión, los riojanos se situaron en favor de Felipe V que será el gran unificador estatal. La Rioja deje de ser frontera y se convierte en importante cruce de caminos, relacionándose con estados vecinos pero sufrirá el importante contratiempo de la supresión de identidades regionales que más tarde reivindicará.

Visita de Maria Luisa de Saboya[editar]

En 1710 se produce una nueva visita real que relanza el nombre de La Rioja, llegó la reina María Luisa de Saboya con el Príncipe Luis Fernando, pasó por Miranda, Nájera y Logroño como expone el itinerario regio que se conserva en el Archivo Municipal de Logroño.

El territorio riojano repartido entre Burgos y Soria por Alberoni[editar]

Como queda dicho La Rioja está dividida entre provincias.

En 1735 la política centralizadora de Alberoni repartió los pueblos de La Rioja entre la intendencias de Burgos y Soria. A Burgos correspondió el partido de Logroño con jurisdicción en Ocón y valle de Ezcaray, el partido de Santo Domingo, la Junta de Valpierre y el valle de San Millán de la Cogolla. A Soria correspondería el partido de Alfaro, el partido de Aguilar, el de Calahorra, el de Enciso y el partido de Jubera.

El territorio riojano repartido entre Burgos y Soria por Floridablanca[editar]

En 1775 la división de Carlos III, hecha por Floridablanca, reconoció la existencia de 32 provincias pero La Rioja se repartió entre Burgos con el partido de Santo Domingo y parte del de Logroño con límite en el río Leza y Soria con Calahorra y el pueblo de Logroño.

Real Sociedad Económica de Cosecheros de La Rioja Castellana[editar]

Característica de la Europa del siglo XVIII es la Ilustración, en política se dio el Despotismo Ilustrado, estas ideas entraron en La Rioja por medio de universitarios y bibliotecas riojanas. Ya se conocen las ideas de Rousseau y Voltaire. En 1783 se produce una unión de personas con ideales comunes y se creó la Real Sociedad Económica de Cosecheros de La Rioja Castellana que fue aprobada por Carlos III en 1788 y se constituyó en Fuenmayor en 1790.

Estas ideas fueron el corredor de llegada de una nueva época que entró abanderada por la Revolución Francesa y ha colocado en la actualidad a La Rioja en una comunidad autónoma que pide cada vez más competencias para su autogobierno.

Historia Contemporanea[editar]

La Revolución Francesa marca el inicio de esta época. El pueblo riojano se enteró de estos nuevos acontecimientos por el gran número de refugiados franceses que acudían a su tierra. El obispo Aguiriano se ocupó de muchos de ellos. En 1791 el gobierno español utilizó la Inquisición para tratar de que no se difundieran las noticias de la Revolución, aún así estas llegaban de forma clandestina.

Motín de gentes del campo en Alesanco[editar]

Con Aranda en el poder, 1792, llegan los papeles más importantes como el manifiesto de José Marchena “A la nación española” y el manifiesto de Condorcet “Advertencia a los españoles”, con ello un año después, 1793, se produce un motín de gentes del campo en Alesanco, se manifestaron en Torrecilla sobre Alesanco y en Hervías, esto sirvió para que la política de Godoy suprimiera privilegios de la minoría noble y eclesiástica y también impuestos sobre los agricultores.

Invasión francesa y Guerra de la Independencia Española 1808 a 1812[editar]

Con la expansión francesa, España es invadida en mayo de 1808 por José Bonaparte. La respuesta no se hizo esperar en todo el territorio y mucho menos en La Rioja. El 30 de mayo de 1808 se levantó Logroño, el 5 de junio se lucha en Fuenmayor y un día después 6 de junio la ciudad de Logroño fue ocupada por los franceses que para finales de agosto habían ocupado toda La Rioja. La resistencia se formó en torno a tres grupos; “Batallón de voluntarios de La Rioja”, “Regimiento provincial de Logroño” y el “Escuadrón de los Húsares de La Rioja”.

En 1812 los franceses salen de Logroño y se dirigen por Haro a Vitoria y por Estella hacia la Frontera.

Insurrección General de La Rioja[editar]

La conciencia de unidad riojana formó la Real Junta de la Comisión de Armamento e Insurrección General de La Rioja con sede en Soto en Cameros y que lucha por separarse de las juntas de Soria y Burgos, que es donde se dividía el territorio riojano como ya ha quedado explicado. La Suprema Junta de Gobierno de Reino respaldó en 1809 a la Junta de La Rioja y la delimitó desde el río Tirón al Alhama y las serranías cuyas aguas corren al Ebro. Pero con la orden de regencia de Cádiz 1811 se produjo la disolución de la Junta y provincia de La Rioja.

Solicitud de reunificación de La Rioja[editar]

Con estos acontecimientos los riojanos habían tomado conciencia de su personalidad y trabajaban para unificar las dispersas comarcas de La Rioja en una sola y homogénea unidad regional. Así el 8 de diciembre de 1812 se reúnen en Santa Coloma los ayuntamientos de la región, pidiendo lo reunificación de La Rioja. Tres días más tarde se creó la Diputación Provincial para reglamentar una Hacienda y una Junta Provincial, pero la llegada del gobierno de Fernando VII supuso la anulación de todo. En 1820 surgiría un nuevo proyecto en Torremontalbo, se enviaron representantes a las Cortes de Cádiz y en octubre de 1821 lograron la creación de la Provincia de Logroño, pero su efímera vida acabó en 1823 con la restauración del absolutismo en la denominada década Ominosa.

Creación de la Provincia de Logroño 1833[editar]

Estas continuas desilusiones riojanas no supusieron un derrumbe de la conciencia de unidad y así diez años después, el 30 de noviembre de 1833 se creaba la nueva Provincia de Logroño que se formaba con 9 partidos judiciales; Alfaro, Arnedo, Calahorra, Cervera de río Alhama, Haro, Logroño, Nájera, Santo Domingo de la Calzada y Torrecilla en Cameros.

Primera Guerra Carlista 1833 y 1840[editar]

Al mismo tiempo los acontecimientos históricos nos llevan hacia las Guerras Carlistas. Fernando VII había eliminado la ley sálica para nombrar sucesora a su hija Isabel, en detrimento de Carlos lo que provoca la muerte del monarca una guerra civil.

Su influencia en La Rioja será nuevamente clave. El coronel Ladrón que se encontraba huyendo supo de la muerte de Fernando VII a su paso por Valvanera y desde la localidad de Tricio dio el primer grito de ¡ Viva Don Carlos!. Llegó a Logroño y en las cercanías de Viana compuso un ejército con gentes de La Rioja - Alava y Navarra, pero éstas fueron dispersadas por el general isabelino Lorenzo que capturó a Ladrón de Cegama en Los Arcos. Los dos ejércitos se encontraban en el entorno riojano; los carlistas en tierra Estella y los isabelinos en las cercanías de Logroño, desde sus posiciones unos y otros emprendían el ataque hacia el enemigo.

En 1835 el general liberal Córdoba fija su cuartel en Viana, la llamada Partida contra Aduanera que estaba capitaneada por Zurbano, quien hostigó los campos de La Rioja Alavesa donde formaban los ejércitos carlistas, finalmente Zurbano y Batallón de Alava pasan a filas de Espartero y son enviados a otro lugar. En 1837 Espartero fortificó Logroño e inició la conquista de Viana, Rioja Alavesa y Treviño para llegar a Navarra y Vascongadas donde firmó el Abrazo de Vergara. En 1844 Zurbano se subleva en Nájera por lo que será fusilado junto a numerosos riojanos, estas medidas represivas continuaron y en 1847 el obispo Abella fue desterrado por enfrentarse con Espartero en defensa de los valores eclesiásticos.

Organización politico-administrativa de la provincia[editar]

En el periodo 1844-1854 el gobierno centralista proyecta una carretera de unión entre Madrid y París pasando por Soria - Logroño - Pamplona. En este momento se organizó la provincia tanto política como administrativamente.

Creación de la diocesis de Vitoria 1862[editar]

En el apartado religioso se crea en 1862 la diócesis de Vitoria con las parroquias pertenecientes a las provincias vascongadas que antes fueron de la diócesis de Calahorra.

Auge económico de la región por la llegada de la filoxera a Francia[editar]

En la segunda mitad del siglo XIX se produjo, como en otras zonas españolas, un gran auge de la producción de vino, hecho que cobró un especial impulso en los años posteriores a la destrucción de los viñedos franceses provocada por la filoxera en las décadas de 1870 y 1880. Fue en este periodo cuando se fundaron las dieciséis más importantes bodegas criadoras y exportadoras de vino de mesa. Durante el último tercio del siglo XIX se exportaron a Francia grandes cantidades de caldos, que salían de la región a través de una línea de ferrocarril, financiada con capital francés, que unía Logroño con el puerto de Bilbao. De este momento proceden las elites sociales y económicas de la región que, en gran parte, han mantenido su poder hasta los tiempos actuales.

En las últimas décadas, como consecuencia de la crisis de las principales bodegas, se ha producido la venta de varias de éstas a empresas de fuera de la región, algunas de ellas multinacionales extranjeras. Todo ello, junto con el predominio del sector terciario en la economía, está produciendo importantes cambios sociales y económicos.

Tercera Guerra Carlista 1872[editar]

En 1872 el pretendiente carlista, Carlos VII, entra por Vera de Bidasoa, toma Estella y en Montejurra los carlistas vencen a los liberales. Marchó el general Ollo a Logroño y en Viana se produjo el intercambio de prisioneros, la comarca logroñesa fue saqueada y asolada.

Creación de la comunidad autónoma de La Rioja 1982[editar]

En 1982, la hasta entonces provincia de Logroño pasó a configurarse en la comunidad autónoma de La Rioja, dentro del marco de ordenación territorial propio de la Constitución de 1978, fruto a su vez de la transición española a la democracia tras el final del franquismo. Han presidido su Consejo de Gobierno desde entonces dirigentes de los tres partidos políticos que han gobernado también el conjunto del Estado, es decir, Unión de Centro Democrático (UCD), Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Partido Popular (PP), o con su denominación original: Alianza Popular, AP). El primer presidente autonómico fue Luis Javier Rodríguez Moroy, de UCD, que ejerció el cargo entre 1982 y 1983. El socialista José Ignacio Pérez Sáez, que hizo lo propio desde 1990 hasta 1995, es quien ha desempeñado la jefatura del gobierno durante más tiempo. En ese último año, Pedro María Sanz Alonso, del PP, pasó a ser presidente del Consejo de Gobierno de La Rioja.

Veasé también[editar]

Enlaces externos[editar]