Tirante el Blanco

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Tirante el Blanco
de Joanot Martorell

Portada de la traducción castellana de 1511.
Género Novela
Subgénero Caballeresco
Edición original en valenciano
Título original Tirant lo Blanc
Editorial Nicolás Spindeler (impresor)
Ciudad Valencia
País Reino de Valencia
Fecha de publicación 1490
Edición traducida al español
Título Los cinco libros del esforzado e invencible caballero Tirante el Blanco
Editorial Diego de Gumiel (editor)
Ciudad Valladolid
País Reino de Castilla
Fecha de publicación 1511
Página introductoria del Tirante el Blanco de Joanot Martorell. ed. 1490.

Tirante el Blanco (Tirant lo Blanch en su título original en valenciano) es una novela caballeresca (expresión de Martín de Riquer) del escritor valenciano Joanot Martorell y que se suponía concluida por Martí Joan de Galba —idea que aún hoy no se descarta—, publicada en Valencia en 1490,[1]​ en pleno Siglo de Oro valenciano.

Es uno de los libros más importantes de la literatura universal y obra cumbre de la literatura en valenciano[2][3]

El título de la obra

En el siglo xv se escribía Tirant lo Blanch, con una hache final propia de la lengua medieval, pero las normas ortográficas del catalán prescinden de esta hache y se suele escribir Tirant lo Blanc. El título tiene traducción desde antiguo al castellano como Tirante el Blanco. Cervantes debió de conocer la obra a través de la traducción castellana anónima publicada en Valladolid, 1511, sin nombre de autor. El libro debía de ser por entonces muy raro, y de autor desconocido. Cervantes se refiere a él en el episodio en el que se queman los libros de caballerías que tanto tormento le han causado a Don Quijote. De entre ellos, salva Tirante (véase abajo).

Estructura y contenido

Se trata de una obra de gran extensión, que comienza con la narración de las aventuras de Guillem de Vàroic (ya relatadas por Martorell en una obra juvenil), quien impone a Tirante en las normas de la caballería.[1]​ Incluye componentes autobiográficos del mismo autor: por ejemplo, Tirante se forma en Inglaterra, donde Martorell vivió en 1438 y 1439. Combina un realismo directo y crudo con los ideales caballerescos de la época.[cita requerida] El héroe es armado caballero tras diversos combates singulares contra reyes, duques y gigantes.[1]​ De Inglaterra marcha a Francia, Sicilia y Rodas –asediada ésta por los genoveses y el sultán de El Cairo, que son derrotados por el héroe–; después, a Jerusalén, Alejandría, Trípoli y Túnez, que conquista. Va después a Bizancio –sitiada por el sultán y el Gran Turco– solicitado por el emperador, y en Constantinopla se enamora de Carmesina –protagonista femenina de la novela–, hija del emperador.[1]​ La historia de estos amores, con la intervención de la viuda Reposada y de la doncella Placerdemivida, ocupan gran parte de la obra. Tras haber luchado en Berbería, Tirante se casa con Carmesina y es nombrado césar del Imperio Bizantino; reconquista tierras a los turcos y, enfermo, muere. Al saberlo, muere también Carmesina. La historia acaba con acontecimientos de personajes subalternos que completan la trama del relato novelesco.[1]

En contraposición con los libros de caballerías, aquí el amor es sensual en lugar de platónico: se presentan con gran expresividad las escenas eróticas o amorosas. Y en lugar de las inverosímiles proezas y asombrosas formas de vida de otros caballeros ficticios, el autor se recrea, no sin cierto sarcasmo, en los detalles cotidianos, y en aspectos más prosaicos, a menudo con maledicencia.[cita requerida]

Obras y hechos que inspiraron Tirante

Algunas partes de Tirante tienen cierto paralelismo con la vida del almirante Roger de Flor, el líder de los almogávares, y que fue asesinado por los bizantinos. Se considera también la salvación de Constantinopla en este libro como un final alternativo a lo que realmente sucedió con la capital bizantina, tomada por los tropas otomanas del Sultán Mehmet II «El Conquistador» en 1453.

Versión Plucker del "Tirant lo Blanc" en valenciano.

De manera más génerica, se considera que la obra se vio también influida por el Llibre dels fets, la Crónica de Muntaner y el Llibre de l'ordre de cavalleria de Ramón Llull.[cita requerida]

Tirante el Blanco en Don Quijote

Tirante el Blanco debe bastante de su popularidad moderna al hecho de ser elogiado en el capítulo 6 de la Primera Parte de Don Quijote, el escrutinio de la librería de Don Quijote. De otra forma estaría olvidado; en su época fue un fracaso editorial, al menos en Castilla.[4]​ Pero sobre la interpretación de estos elogios --¿qué es la actitud de Cervantes hacia el libro?-- hay un largo debate. Diego Clemencín, hace más de 150 años, lo llamó "el pasaje más oscuro del Quijote", y hay una multitud de estudios que lo examinan e interpretan. Eisenberg enumera y examina los primeros 14 de ellos, y enumera discusiones del tema dentro de obras más generales, pero ha habido otros después.[5][6]

Todos los cervantistas que se han ocupado del tema están conformes en que el elogio del cura Pero Pérez representa el parecer de Cervantes. Cervantes (quien no sabía que la obra fuera otra cosa que un libro de caballerías castellano de principios del siglo XVI, pues la traducción esconde que la es) admiraba mucho a Tirante el Blanco. Eisenberg, en su hipotética reconstrucción de la biblioteca de Cervantes, lo identifica como el libro más antiguo que poseía, "verdadera joya de su biblioteca".[7]

El cura identifica algunos de los elementos que le entusiasmaban a Cervantes:

—¡Válame Dios! —dijo el cura, dando una gran voz—. ¡Que aquí esté Tirante el Blanco! Dádmele acá, compadre; que hago cuenta que he hallado en él un tesoro de contento y una mina de pasatiempos. Aquí está don Quirieleisón de Montalbán, valeroso caballero, y su hermano Tomás de Montalbán, y el caballero Fonseca, con la batalla que el valiente de Tirante hizo con el alano, y las agudezas de la doncella Placerdemivida, con los amores y embustes de la viuda Reposada, y la señora Emperatriz, enamorada de Hipólito, su escudero. Dígoos verdad, señor compadre, que, por su estilo, es éste el mejor libro del mundo: aquí comen los caballeros, y duermen, y mueren en sus camas, y hacen testamento antes de su muerte, con estas cosas de que todos los demás libros de este género carecen. Con todo eso, os digo que merecía el que le compuso, pues no hizo tantas necedades de industria, que le echaran a galeras por todos los días de su vida. Llevadle a casa y leedle, y veréis que es verdad cuanto dél os he dicho.

El cura se refiere a cosas tan alejadas del mundo de los libros de caballerías castellanos que son necedades, para reírse: un caballero que se combate con un perro, otro con el no caballeresco nombre "Fonseca", otro con el nombre seudo-griego, pero ridículo, Quirieleisón de Montalbán, una viuda alegre, una emperatriz enamorada de su escudero, un caballero que se muere en su cama, su testamento hecho.

Ahora bien, ¿son estos detalles tachas (cómicas) de la obra de Martorell, o reflejan cómo Cervantes creía que se debería escribir un libro de caballerías? Porque si la obra ostenta muchas tachas, en opinión de Cervantes, no es la obra cumbre e innovadora que muchos (sobre todo los valencianos) hayan querido ver.

Las palabras claves son "no hizo tantas necedades de industria". En algunas ediciones (las de Hartzenbush[8]​ y Rodríguez Marín entre ellas), ninguna antigua, y a veces sin confesarlo, se suprime el "no": "hizo tantas necedades de industria", que cambia notablemente el sentido. Esta práctica ha contribuido a la confusión.

Al autor, que se le manden a las galeras. Ningún cervantista ha hecho constar que acepte la interpretacíon de Martín de Riquer de que "echar a galeras" se refiere a galeras de imprenta, y entonces significa que "debe tirarse".[9]​ Recibió una casi inmediata respuesta negativa de Manuel de Montolíu[10]​ y después otra de Giuseppe Sansone.[11]​ Esta interpretación de "echar a galeras" no se encuentra en ningún texto contemporáneo de Cervantes, mientras son abundantes las referencias, entre ellas la edición 23a del Diccionario de la Real Academia Española, a galeras como lugares de castigo, de trabajo forzado (de remero), adonde se mandan los que se han portado mal. En efecto, algunos de los criminales que Don Quijote encuentra en el capítulo I, 22 se destinan a las galeras para su castigo.

Pero desde otra perspectiva, se puede entender la actitud favorable y el entusiasmo de Cervantes. A Cervantes le gustaban los libros divertidos, cómicos, y creía que el mundo necesitaba más de ellos. En este sentido, y no por su supuesto realismo, es modelo para Don Quijote.[12]

Legado cultural de Tirante el Blanco

Obras inspiradas

Ilustraciones
  • Ilustraciones de Manuel Boix para la edición bibliofílica en cuatro volúmenes Tirant lo Blanc (Ediciones de la Tercera Branca —la Tercera Rama—, 1978–1983).[13]
  • Ilustraciones de Manuel Boix para la edición abreviada y adaptada para los niños de Tirant lo Blanc (Edicions Bromera, 1989).[13]
  • Serie de cien dibujos de tinta china, sobre Tirante el Blanco, del chileno Víctor Ramírez.
Juegos de rol
Obras musicales
Películas

Véase también

Referencias

  1. a b c d e «Tirant lo Blanc». Gran Enciclopedia Temática de la Comunidad Valenciana. Literatura. Editorial Prensa Valenciana. 2009. 
  2. Gran Enciclopedia Catalana (ed.). «Tirante el Blanco». l'Enciclopèdia (en catalán). Barcelona. 
  3. «Joanot Martorell i el Tirant lo Blanc» (en valenciano). «El Tirant lo Blanc és l'obra més representativa de les lletres valencianes ». 
  4. Rafael M. Mérida Jiménez, "Un anciano volumen caballeresco en la biblioteca de Alonso Quijano", en Fechos antiguos que los cavalleros en armas passaron: Estudios sobre la ficción caballeresca, ed. Julián Acebrón Ruiz, Lleida, Edicions de la Universitat de Lleida, 2001, ISBN 84-8409-132-5, pp. 234-235.
  5. "Pero Pérez de Priest and his Comment on Tirant lo Blanch, MLN, 88, 1973, pp. 321-330, especialmente las notas 1 y 2, http://users.ipfw.edu/jehle/deisenbe/cervantes/peroperezhigh.pdf, consultado el 10-10-2014. En este estudio Eisenberg toma una posición que después abandonaría, que no fue Cervantes quien elogiaba a la obra.
  6. Rafael M. Mérida Jiménez, "Un anciano volumen caballeresco en la biblioteca de Alonso Quijano", en Fechos antiguos que los cavalleros en armas passaron: Estudios sobre la ficción caballeresca, ed. Julián Acebrón Ruiz, Lleida, Edicions de la Universitat de Lleida, 2001, ISBN 84-8409-132-5, pp. 231-249. Enumera nueve estudios sobre el tema (diez, contando el suyo) más recientes que el repaso de Eisenberg.
  7. La biblioteca de Cervantes: Una reconstrucción, versión preliminar de 2002, http://users.ipfw.edu/jehle/deisenbe/cervantes/reconstruction.pdf, consultado 08-10-2014
  8. LAS 1633 NOTAS de Juan Eugenio Hartzenbush a la primera edición foto-tipográfica del Quijote. Texto preparado por Enrique Suárez Figaredo, sin fecha, pero la fecha de 2004 aparece en la firma del prólogo (la edición original es de 1874), p. 30, http://users.ipfw.edu/jehle/CERVANTE/othertxts/1633Notas_de_Hartzenbusch.PDF, consultado 10-10-2014.
  9. "Echar a galeras y el pasaje más oscuro del Quijote", Revista de Filología Española, 27, 1943, pp. 82-86.
  10. "El juicio de Cervantes sobre el [sic] Tirant lo blanc", Boletín de la Real Academia Española, 29, 1949, pp. 263-277.
  11. "Ancora del giudizio di Cervantes sul Tirant lo blanch», Studi Mediolatini e Volgari, 8, 1960, pp. 235-253, levemente revisado en su Saggi iberici, Bari, Adriatica, 1974, págs. 168-191.
  12. Eisenberg, La interpretación cervantina del 'Quijote', trad. Isabel Verdaguer, Madrid, Compañía Literaria, 1995, capítulo 3, pp. 82-84, ISBN 84-8213-023-4, http://cervantesvirtual.com/obra/la-interpretacin-cervantina-del-quijote-0/ y http://users.ipfw.edu/jehle/deisenbe/interpret/ICQcap3.htm, los dos consultados el 10-10-2014.
  13. a b «Tirant lo Blanc». Manuel Boix (en valenciano). Consultado el 30 de julio de 2010. 
  14. GRAU Enric, IBÁÑEZ ORTÍ Ricard, JULIVERT ZAMARREÑO Daniel, MONTER Eduard y BARRASA Dionisio, Tirant lo Blanc, Joc Internacional, Barcelona, marzo de 1996, cubierta e ilustraciones de Albert Monteys, 116 p., cart., ISBN 84-7831-158-0

Enlaces externos

  • VARGAS LLOSA, Mario: fragmento de Lletra de batalla per Tirant lo Blanc, (Barcelona, Edicions 62,[2] 1969); RIQUER, Martí de: Sobre Tirant lo Blanch (1972); SIVIERIO, Donatella: fragmento de "Tirant lo Blanch" e la tradizione medievale. Echi testuali e modelli generici ("Tirant lo Blanch" y la tradición medieval: ecos textuales y modelos genéricos). Rubbettino Editore,[3] Mesina, 1997.
  • BUILES, Rubén D. y MÉRIDA, Rafael M.: Sobre la edición castellana de Diego de Gumiel (Valladolid, 1511).
    • Texto en PDF en el sitio del Centro de Estudios Cervantinos. 2002.
  • Histoire du vaillant chevalier Tiran le Blanc: adaptación del Conde de Caylus a partir de la traducción italiana de 1538, obra de Lelio Manfredi.
  • Tirant lo Blanch: portal de la Red de Universidades Instituto Joan Lluís Vives; en catalán.
  • GRILLI, Giuseppe, del Instituto Universitario Oriental de Nápoles (IUO): «Tirante el Blanco» como reelaboración e interpretación del «Tirant» de Martorell y como sugestión para el «Don Quijote» de Cervantes.
  • BARBERÀ, Jean Marie: Joanot Martorell. «Tirant le Blanc».
  • BARBERÀ, Jean Marie: L'anamorphose de la mort dans "Tirant le Blanc" (La anamorfosis de la muerte en el "Tirant lo Blanc").
  • Artículo de Le Magazine littéraire: Don Quichotte et Tirant le Blanc: Naissance du roman moderne (Don Quijote y Tirante el Blanco: el nacimiento de la novela moderna). 28 de mayo de 2009.
  • Audiovisual de 1990 de TV3: Joanot Martorell habla con personajes de su obra; en catalán.