Pragmática de 6 de octubre de 1572

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Grabado de la novela Los monfíes de Las Alpujarras (1859) de Manuel Fernández y González que representa la expulsión de los moriscos de Granada

La pragmática de 6 de octubre de 1572, promulgada por Felipe II de España, estableció las normas por las que debían regirse los moriscos del Reino de Granada deportados a otros territorios de la Corona de Castilla tras la rebelión de las Alpujarras (1568-1571).

Antecedentes[editar]

Las primeras deportaciones de moriscos tuvieron lugar durante la guerra de las Alpujarras y se calcula que pudieron afectar a unas 20.000 personas, casi la mitad de ellas moriscos de la ciudad de Granada, a pesar de que no se habían sumado a la sublevación.[1]

La deportación general se inició el 1 de noviembre de 1570 y los afectados fueron no solo los moriscos que se habían rebelado sino que la orden también se aplicó a los "moriscos de paz". Los moriscos fueron primero reunidos en sus pueblos respectivos y luego conducidos a los centros de agrupamiento de las siete zonas en que fue dividido el reino para realizar la operación, siendo recluidos en el interior de hospitales o iglesias. Así lograron reunir a unos 50.000.[2]

A Sevilla llegaron unos 5.500, 12.000 a Córdoba, 21.000 a Albacete y 6.000 a Toledo, y desde estas cuatro ciudades fueron redistribuidos por los pueblos de los alrededores o llevados a otros lugares: 7.000 de los de Córdoba acabaron en diversos pueblos de Extremadura; 7.500 de los de Albacete fueron conducidos a Guadalajara o Talavera de la Reina; los 6.000 de Toledo fueron llevados a los pueblos de Segovia, Valladolid, Palencia o Salamanca.[3]

Tras la general, hubo una última oleada de expulsiones, cuyo número estaría cercano a los 10.000 moriscos.[4]

Contenido[editar]

En la pragmática se ordenaba a las autoridades de los pueblos a donde fueran a residir los moriscos expulsados que llevaran un registro de los mismos, indicando las altas y las bajas que se fueran produciendo. Asimismo debían controlar sus salidas y entradas, no pudiendo abandonar las localidades sino temporalmente y con licencia para llevar sus tratos y comercio. También se dispuso que no vivieran en barriadas propias o morerías sino mezclados con los cristianos viejos. Los que escaparan para intentar volver a Granada sufrirían graves penas y asimismo se recordaba que continuaban vigentes las prohibiciones establecidas en la Pragmática Sanción de 1567 y que habían provocado la rebelión de las Alpujarras relativas a la lengua, vestidos, costumbres y uso de las armas. Por último, se decía que se debería prestar especial atención a los niños y muchachos, que tenían que trabajar en talleres de cristianos viejos, donde aprenderían los modos de vida cristianos.[5]

Respecto de los niños, como bastantes de ellos habían sido vendidos como esclavos ilegalmente, se promulgó la Pragmática de 30 de julio de 1572 –cuyo título oficial era Pragmática y declaración sobre los Moriscos que fueron tomados por esclavos de edad de diez años y medio, y de las esclavas de nueve y medio, del Reyno de Granada— en la que se aprobaron medidas para evitar tales abusos.[5]

Referencias[editar]

  1. Domínguez Ortiz, Antonio; Vincent, Bernard (1993). pp. 54-55.  Falta el |título= (ayuda)
  2. Domínguez Ortiz, Antonio; Vincent, Bernard (1993). pp. 50-51.  Falta el |título= (ayuda)
  3. Domínguez Ortiz, Antonio; Vincent, Bernard (1993). p. 52.  Falta el |título= (ayuda)
  4. Domínguez Ortiz, Antonio; Vincent, Bernard (1993). pp. 55-56.  Falta el |título= (ayuda)
  5. a b Caro Baroja, Julio (2000). p. 206.  Falta el |título= (ayuda)

Bibliografía[editar]