Política

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La política[a]​ es el proceso de tomar decisiones que se aplican a todos los miembros de una comunidad humana. También es el arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados.[1]​ La ciencia política constituye una rama de las ciencias sociales que se ocupa de la actividad en virtud de la cual una sociedad libre, compuesta por seres humanos libres, resuelve los problemas que le plantea su convivencia colectiva. Es un quehacer ordenado al bien común.

Es la ciencia social que estudia el poder público o del Estado. Promoviendo la participación ciudadana al poseer la capacidad de distribuir y ejecutar el poder según sea necesario para garantizar el bien común en la sociedad.

Concepciones de política

Concepto amplio de política

Una definición más amplia (acuñada de diversas lecturas) nos haría definir la política como toda actividad, arte, doctrina u opinión, cortesía o diplomacia; tendientes a la búsqueda, al ejercicio, a la modificación, al mantenimiento, a la preservación o a la desaparición del poder público.[2][3][4][3]

En esta amplia definición se puede observar claramente al objeto de la ciencia política, entendido como el poder público sustraído de la convivencia humana, ya sea de un Estado, ya sea de un grupo social: una empresa, un sindicato, una escuela, una iglesia, etcétera.

Es por ello que cuando se utiliza la definición más amplia de 'política', se suele aclarar que esta es una actividad de la que es muy difícil sustraerse, por encontrarse en casi todos los ámbitos de la vida humana.

Concepto restringido de política

Una definición más estricta, propondría que la política es únicamente el resultado expreso oficialmente en las leyes de convivencia en un determinado Estado.[5]

Definición que restringe a la vida de las agrupaciones y organizaciones no estatales, limitándolas únicamente a las disposiciones legales de sus Estados.

Concepciones históricas de la política

Definiciones clásicas apuntan a definir política como el ejercicio del poder en relación a un conflicto de intereses. Son famosas las definiciones fatalistas de Carl Schmitt de la política como juego o dialéctica amigo-enemigo, que tiene en la guerra su máxima expresión, o de Maurice Duverger, como lucha o combate de individuos y grupos para conquistar el poder que los vencedores usarían en su provecho. También está Max Weber, que define la política estrictamente en función del poder.

Una perspectiva opuesta contempla la política un sentido ético, como una disposición a obrar en una sociedad utilizando el poder público organizado para lograr objetivos provechosos para el grupo. Así las definiciones posteriores del término han diferenciado poder como forma de acuerdo y decisión colectiva, de fuerza como uso de medidas coercitivas o la amenaza de su uso.

Una definición intermedia, que abarque a las otras dos, debe incorporar ambos momentos: medio y fin, violencia e interés general o bien común. Podría ser entendida como la actividad de quienes procuran obtener el poder, retenerlo o ejercitarlo con vistas a un fin que se vincula al bien o con el interés de la generalidad o pueblo.[6]

Gramsci concebía la ciencia de la política tanto en su contenido concreto como en su formación lógica, como un organismo en desarrollo. Al comparar a Maquiavelo con Bodin afirma que este crea la ciencia política en Francia en un terreno mucho más avanzado y complejo que Maquiavelo y que a Bodin no le interesa el momento de la fuerza, sino el del consenso. En la misma página Gramsci opina que el primer elemento, el pilar de la política, "es el que existen realmente gobernados y gobernantes, dirigentes y dirigidos. Toda la ciencia y el arte político se basa en este hecho primordial, irreductible (en ciertas condiciones generales)"[7]

El ejercicio de la política permite gestionar los activos del estado nacional, también resuelve conflictos dentro de las sociedades adscritas a un estado específico lo que permite la coherencia social, las normas y leyes que determine la actividad política se vuelven obligatorias para todos los integrantes del estado nacional de donde proceden tales disposiciones.

Frank Goodnow hace una especial acentuación sobre la función de la política que corresponde a la voluntad del Estado. Esta se complementa en su ejecución a través del gobierno. La política solo es funcional cuando permite poner reglas entre los gobernantes y los gobernados, los cuales son doblegados a la voluntad de las acciones que se desean orientar con el propósito de alcanzar un determinado fin.

Objeto de estudio de la política

Según Max Weber, Raymond Aron, George Vedel y Maurice Duverger, el objeto de estudio de la política es el "poder".[8]

Política dogmática

Política dogmática es concebir el proceso político como mantenimiento de una estrategia considerada ortodoxa, identificada con la "verdad", es decir, que no tiene criterio de discusión.[9]

Política funcional

Conjunto de lineamientos discrecionales que aplican a un proceso, subproceso o unidad para facilitar la toma de decisiones congruentes con lo que los líderes de los procesos y unidades requieren para gestionar las actividades. Una política funcional admite discreción.

Sistemas políticos

Capitalismo

El capitalismo es un sistema socioeconómico surgido de las condiciones históricas posteriores al hundimiento del modo de producción feudal. Durante el siglo XIX y XX, el capitalismo se configuró como una ideología política y los partidarios de este sistema socioeconómico sintetizaron y racionalizaron una ideología política justificatoria de este sistema a partir de los principios más refinados sobre los derechos de propiedad privada. Así pues existen actualmente dos grandes vertientes del capitalismo: aquellos que creen en religiones y entidades con autoridad moral sobre el cuerpo humano —conservadores— de aquella más acabada y actual que cree en la propiedad de uno mismo y el principio de no agresión —liberales—.[10]

Cada persona poseerá legítimamente cualquier recurso, que no tuviera dueño anteriormente, del que se apropie o que provenga del resultado de su trabajo. El sistema de títulos de propiedad está relacionado también con este punto. Este sistema establece el derecho de cada persona a su propia persona, el derecho a donar, dar en herencia (y en consecuencia a heredar) y el derecho al libre intercambio de bienes sobre los que tenga legítima propiedad. Por eso es frecuente, que el capitalismo se identifique con el "libre mercado". En este punto friccionan el capitalismo y las demás ideologías, porque mientras que para un socialista, por ejemplo, lo justo sería que una herramienta pueda ser usado por todos, y que por tanto la propiedad de una herramienta es de todos, para el capitalista lo injusto es que alguien pretenda hacer uso de esa herramienta sin su consentimiento.

Comunismo

El comunismo es un paradigma caracterizado por el control y planificación colectiva de la vida comunitaria, la abolición de la propiedad privada sobre el trabajo y los medios de producción, es decir, la socialización de los medios de producción y no existencia de las clases sociales.[11]​ El comunismo, cuya base es la colectivización de la propiedad, fue fundada por los pensadores socialistas alemanes del siglo XIX Karl Marx y Friedrich Engels como una interpretación revolucionaria de la historia: un permanente conflicto por el excedente material, cuyo inicio se debe a la aparición de la propiedad que pone fin al comunismo primitivo y separa a la sociedad en clases de acuerdo a su forma de adquisición de recursos. Según el marxismo, las diferentes relaciones sociales de producción que vinculan a los hombres en la sociedad capitalista implican la explotación mediante la apropiación de plusvalía, y estas relaciones generan con el tiempo las condiciones para ser reemplazadas por otras formas de explotación superiores, en una secuencia revolucionaria de nuevas fuerzas productivas. En el capitalismo y en los modos de producción anteriores existen entonces clases con intereses contrapuestos que entran en una constante lucha (la lucha de clases); más precisamente, en el capitalismo, se llega cíclicamente al estancamiento de las fuerzas productivas, y es entonces cuando la lucha de clases se intensifica; los caminos se bifurcan entre una derrota de la clase obrera (y por lo tanto de todo el proletariado) o en un triunfo de esta que puede implicar la modificación de los regímenes capitalistas, la creación de poderes duales o incluso la revolución socialista.[12]​ Para llegar a este fin debe organizarse un partido comunista que conquiste la hegemonía en la clase obrera para que esta pueda tomar el poder (dictadura del proletariado, es decir la dictadura de las estructuras de poder obrero no de los partidos ni de los burócratas). Esta revolución no puede ser encerrarse en un solo país (utopía reaccionaria) dada la interdependencia de las naciones el comunismo debe ser internacional y la revolución debe ser mundial.[13]

Teorías e ideologías políticas en el aspecto político

Esquema bidimensional que muestra las ideologías principales dentro del espectro político. En rojo el totalitarismo o estatismo, en azul el capitalismo antiguo o conservadurismo tradicionalista, en amarillo el totalismo o socialismo, en verde el liberalismo o capitalismo después de las revoluciones burguesas. El eje vertical corresponde al eje moral (autoritarismo-libertarismo) y el eje horizontal al eje económico (izquierda-derecha).

Todas las ideologías políticas se agrupan en torno a dos dimensiones que son la económica y la social. La dimensión económica está integrada por dos ideologías opuestas, izquierda-derecha, que forman una línea horizontal y la dimensión social está integrada por otras dos ideologías opuestas, autoritarismo-libertarismo,[10][14][15]​ que forman una línea vertical. Juntas estas dos dimensiones integran un mapa ideológico en el cual podemos encontrar cuatro grandes sistemas como el totalitarismo, conservadurismo, socialismo y el liberalismo, y el punto en donde se cruzan las dos líneas se considera como el centro político.[14][15]

Totalitarismo

Se conoce como totalitarismos a las ideologías, los movimientos y los regímenes políticos donde la libertad está seriamente restringida y el Estado ejerce todo el poder sin divisiones ni restricciones.

Conservadurismo

Se denomina conservadurismo al conjunto de doctrinas, corrientes, opiniones y posicionamientos, generalmente de centro-derecha y derecha, que favorecen tradiciones[16]​ y que son adversos a los cambios políticos, sociales o económicos radicales, oponiéndose al progresismo. En un estado conservador, los ciudadanos están sujetos a la autoridad estatal, principalmente en los aspectos sociales de su vida, pero suele haber una gran libertad en el aspecto económico coexistiendo con una gran competitividad individual y empresarial.[10][14][15]

Socialismo

En el espectro de cuadrantes es una ideología ubicada entre el libertarismo y la ideología izquierdista. El socialismo cree que la sociedad debe organizarse a lo largo de las líneas sociales en beneficio de todos, en lugar de para lo que se percibe como el beneficio de unos pocos. Sus principales ideas son la oposición al capitalismo, y una creencia en la igualdad, tanto política como económica.[10][14][15]

Liberalismo

Es una ideología encasillada entre el libertarismo y la ideología derechista. El liberalismo considera a la libertad individual como el más alto valor social y económico. El liberalismo propugna el derecho a disentir de la ortodoxia. La descripción anterior aúna los aspectos sociales del liberalismo de los Estados Unidos con los aspectos económicos del liberalismo europeo.

Para Sandeep Jaitly existen dos grandes variantes: la escuela austríaca, donde los objetos no tienen un valor intrínseco de por sí sino que lo tienen porque estos satisfacen los fines humanos, y el objetivismo, donde se suele argumentar lo contrario, es decir, sostiene que el valor es intrínseco al bien.[17]​ Así mismo, Jaitly advierte que hay autoproclamados liberalistas en Estados Unidos que confunden las dos variantes.[17]

Para los partidarios de la ideología objetivista liberal, el orden social capitalista descansa sobre la noción de que cada ser humano es dueño de sí mismo y que, en consecuencia, tiene total soberanía sobre su cuerpo. Para los que aceptan esta idea sin reservas, entonces nadie puede invadir, agredir o intervenir de manera legítima el cuerpo de otra persona. Esto ha suscitado enconados debates entre partidarios del capitalismo, conservadores y liberales, en cuestiones como el aborto, la eutanasia o el matrimonio entre personas del mismo sexo. Por ejemplo, Ayn Rand, partidaria del objetivismo, rechazaba las leyes referentes a las uniones entre homosexuales, pero no porque creyese que los homosexuales no tienen derecho a establecer parejas, sino porque no creía que el estado -ni nadie excepto los propios individuos- tuviera la legitimidad de decidir u homologar como deban establecerse las relaciones entre personas.[18]​ Incluso, algunos defensores capitalistas extremos rechazan frontalmente la democracia como sistema, pues dicen que atentan contra las minorías.[cita requerida]

Mientras los socialdemócratas aceptan la idea de la recaudación por medio de impuestos para ser gestionado públicamente, las ideologías ultraliberales abogan por impuestos unipersonales hiperreducidos o se oponen ferozmente al cobro de impuestos (calificándolo de "robo") o imposición de normas morales sobre otros considerando dicha imposición contraria al principio de no agresión que defienden. Sin embargo, en la práctica ninguna organización o partido político de amplia implantación ha sugerido la supresión total de los impuestos.

En el estatus de negación a la acción política de un Estado sobre los individuos, hace que un liberal muchas veces sea definido en ocasiones como "conservador", puesto que un estatista ve a los capitalistas en general como "defensores de las normas tradicionales". Sin embargo, esto no es cierto en todo los casos, ya que muchos liberales no defienden que la tradición se mantenga, sino que se respete que las personas son libres de elegir su camino y que por tanto no deben introducirse normas artificiales destinadas a "inculcar" en la sociedad lo que el planificador económico, en la mayoría de los casos un gobierno democráticamente elegido, considere 'correcto'. También debería distinguirse entre la ideología capitalista liberal, el corporativismo empresarial y el capitalismo de estado (modelo conservador).[19][20][21]

Moderado Económico Moral Extremo
Totalitarismo
Conservadurismo
Socialismo
Liberalismo

Otras clasificaciones de las ideologías políticas

Se consideran otras dimensiones aparte de las dos típicas, en función de si se busca el perfeccionamiento de la humanidad o de solo una cultura, nación, sociedad o individuo, si una ideología es progresista o conservadora, individualista o totalista, si hay aceptación o rechazo de la propiedad privada,[22]​ o en función de si su cultura está influenciada por otras. [23][24][25]

Otra clasificación de las ideologías políticas.[22]

Sobre las interacciones culturales e históricas

Progresistas

Son aquellas ideologías que proponen un finalismo histórico racionalista o positivista basado solo en el perfeccionamiento de la humanidad (antropocentrismo) que va más allá de las decisiones individuales o colectivas. Ven a la historia como un camino de realización y perfeccionamiento. Las ideologías económicas de derecha creen que ya se ha llegado a tal perfeccionamiento después del movimiento ilustrado y de la revolución francesa, mientras que las ideologías económicas de izquierda que surgieron después de la revolución industrial consideran que esta sociedad es injusta y que la plena realización humana sólo se dará cuando sea superada.[22]

Al contrario de las ideologías románticas, que no suelen identificarse con el statu quo, las ideologías evolucionistas se identifican con posturas progresistas o reformistas.[22]

Románticas

Son las ideologías que por el contrario de las ideologías racionales proponen un finalismo histórico romántico basado en los ideales individuales o colectivos. No ven a la historia como un camino de realización y perfeccionamiento.[22]​ Algunas ideologías como el libertarismo carecen de un finalismo histórico concreto y niegan todo determinismo histórico que restrinja o atente en contra de la libertad individual. Las ideologías autoritarias ven como el sujeto de la historia a la nación, a la cultura o a la ley del más fuerte (egocentrismo, teocentrismo, etnocentrismo o estatocentrismo). Este dominio no tiene una fundamentación racional sino vital y emocional.[22]​ A diferencia de las ideologías dentro del espectro progresista que adoptan cambios parciales y graduales propios de posturas reformistas, las ideologías románticas se asocian más a cambios totales propios de posturas revolucionarias, reaccionarias y militaristas.[22]

Aculturación política

Los renacimientos son otro tipo de ideologías dinámicas de un marco histórico mucho más amplio que puede adoptar tintes progresistas o románticos ya sea con el fin de mejorar la humanidad o con el fin de cumplir los ideales individuales y colectivos de una cultura o una nación tomando como marco de referencia sociedades, civilizaciones o culturas afines preexistentes más antiguas. Por lo tanto se diferencia del reformismo y las revoluciones, en la que estos solo se basan en cambios que dan soluciones a problemáticas generadas dentro del mismo curso de su historia, mientras que un renacimiento toma de referencia para la solución de sus problemas la forma de proceder de otras culturas muertas más antiguas.[24]​ En otras palabras el renacimiento es la adopción de una solución ya establecida en otra cultura, mientras que el reformismo y las revoluciones son producto del dinamismo interno y de adaptación al medio dando nuevas soluciones inventadas dentro del curso de la historia de la misma cultura. Ejemplo de un renacentismo reciente es el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, ya que este mezcló la ideología del partido con aspectos de la cosmogonía germánica precristiana.

El herodianismo, kemalismo o aculturación política es un especie de cambio por imitación que se diferencia del renacimiento en que la solución a problemáticas se toman no de otra cultura antigua sino de una cultura dominante, competidora o paralela en la escala temporal, es decir, adoptan soluciones prestadas tanto en la dimensión social como económica, mientras tanto el reformismo solo suele tomar cambios prestados de la dimensión económica pero guardan características en la dimensión social ajustándola al nuevo contexto con tintes propios. Ejemplos de herodianismo en épocas recientes se podrían citar al Movimiento Nacional Turco de Mustafa Kemal Atatürk durante los años treintas, y al movimiento neoliberal en Latinoamérica entre las décadas de los ochentas y noventas.[23][25]

El proceso de aculturación política no es un proceso exclusivo de las culturas dominadas, sino también un proceso que suele afectar a la cultura dominante en su afán de abarcar todas las culturas (universalismo y globalización), como actualmente es el caso de occidente mediante unos procesos denominados multiculturalismo y relativismo cultural.[23][25]

Rechazo a ultranza

El zelotismo está en contraposición al herodianismo,[23]​ en la escala de dominancia, y el renacentismo, en la escala temporal, es una ideología que rechaza el proceso de aculturación política tomando una posición normalmente de índole ultra conservador o etnocentrista aceptando solo los parámetros sociales y económicos de su cultura actual. El antagonismo entre herodianismo y zelotismo es análogo al antagonismo entre progresismo y conservadurismo, pero difieren debido a que el plano de antagonismo entre las primeras es en relación a las interacciones con otras culturas, mientras que el antagonismo de las segundas es en relación a interacciones dentro de una misma cultura.

Los primitivistas rechazan desde sociedades agrarias hasta las sociedades más modernas (industriales) argumentando que la mejor sociedad es aquella donde el hombre se encuentra en su estado más natural (caza-recolección). Califican a la civilización y sus derivados como formas de imposición. Aunque los ideólogos principales son occidentales estos ven al progreso como un mito monstruoso basado en la falsa idea de un desarrollo ilimitado sin tomar en cuenta que los recursos son limitados o las técnicas son efímeras, como en el caso del petróleo (sociedades modernas-industriales) o la tierra arable (sociedades agrarias).

Sobre la estructura social

Colectivistas

Las ideologías que promueven el colectivismo o totalismo son las que dan prioridad al colectivo sobre el individuo argumentando que sin sociedad no hay individuos.[22]​ Cuando el estado se convierte en el centro de la vida política restringiendo las libertades individuales el totalismo se trasforma en totalitarismo.[22]​ Mientras que en el totalitarismo es más importante la nación sobre el individuo, en el totalismo es más importante la sociedad, por ello el nombre de socialismo.[22]​ En el nacionalismo extremo es más importante que el individuo el contexto cultural, las tradiciones, la religión, la lengua e incluso algunas veces la raza (etnocentrismo).

Individualistas

Las ideologías que promueven el individualismo son las que dan prioridad al individuo sobre el colectivo argumentando que sin individuos no hay sociedad.[22]​ Lo que distingue a las ideologías capitalistas y liberales racionales de las otras ideologías individualistas es el contrato social, que para su ejecución requiere de un estado que lo haga valer en pro de garantizar las libertades individuales. Mientras tanto las ideologías dentro del liberalismo extremo, económico y del socialismo moral son tan celosas de su libertad que niegan al contrato social interpretándolo como una forma de autoritarismo. En el capitalismo extremo y en el económico se considera a la corporación o empresa privada como persona jurídica (distinta de una persona física) que a menudo posee derechos amparados por la ley similares a aquellos de una persona natural o individuo, en donde en la mayoría de las veces, el poder ha sido transferido del estado a las grandes corporaciones o empresas privadas.

Elitistas

Suele darse en sociedades homogéneas (colectivistas) tanto como en sociedades heterogéneas pero que guardan distancia vertical del poder respecto a quien les gobierna. Ejemplos de las primeras pueden ser la sociedad china y ejemplos de la segunda las sociedades árabes y anteriormente latinoamericanas.[25]​ Normalmente, en estas sociedades no existe una separación clara de funciones judiciales, ejecutivas o legislativas y el poder suele concentrarse en sistemas de partido único, corporaciones, monarquías o dictaduras.[25]

Pluralismo

Suelen ser sociedades heterogéneas pero con una distribución horizontal del poder, es decir, en la participación representativa existen varias élites compitiendo por obtener el poder político. Sociedades plurales características se pueden encontrar en las sociedades japonesa, occidental o de la India.[25]​ En este tipo de sistemas de gobierno suele coexistir una clara separación de los poderes del Estado en poder ejecutivo, legislativo y judicial y múltiples partidos políticos compitiendo por obtener una representación.[25]

Sobre la propiedad y los medios de producción

Aceptación de la propiedad privada

Unas ideologías interpretan a la propiedad privada como indispensable para la marcha de la economía y para el ejercicio efectivo de la libertad individual como es en el caso del liberalismo.[22]​ En el caso del capitalismo y el totalitarismo moral no anulan el derecho a la propiedad privada pero también quieren ponerla al servicio de los intereses de un estado o ideología dominante. Por el contrario, en el capitalismo extremo y económico, el estado está al servicio de los intereses de la empresa privada, el cual el poder se ha transferido desde el estado o sociedad a las grandes corporaciones (corporatocracia) formadas por una sociedad mercantil controlando los medios de producción. El liberalismo extremo y económico a través de la contraeconomía, tratan de suprimir o anular al estado por medio de empresas privadas (empresa agorista) por medio del mercado libre y el anarquismo de mercado, convirtiendo a los trabajadores e individuos en general, en empresarios radicales que controlan los medios de producción. Se oponen a la responsabilidad limitada (despersonalizada) de las corporaciones y a la propiedad inmaterial del capitalismo extremo y económico considerándola un privilegio forzado e ilegítimo. En cambio, piensan que las propiedades materiales (como suelos) sí pueden ser privadamente apropiados.

Rechazo de la propiedad privada

El totalismo y el socialismo racionales son ideologías que interpretan a la propiedad privada de los medios de producción y a la Acumulación del capital como el origen de todos los males sociales.[22]​ En cambio, las ideologías socialdemócratas argumentan simplemente que la propiedad privada es un robo si no se ocupa o trabaja, distinguiéndola de aquella propiedad personal legítima producto del trabajo sobre una propiedad natural, aceptando algún grado de privatismo, bajo la concepción de que la humanidad pertenece a la naturaleza y no ésta a la humanidad. La postura ideológica del socialismo radical, a diferencia de las alas más moderadas, defienden el régimen de la propiedad social . La economía del socialismo radical es antagónica con cualquier modelo de organización corporativo mercantil (la empresa privada del capitalismo extremo y económico) o centralista (la empresa estatal del totalitarismo extremo y económico), que controlan los medios de producción, y aboga por el manejo de estos medios por parte de los mismos trabajadores creando corporaciones (empresa autogestionada) formadas por una sociedad civil normalmente de índole sindical. El modelo de empresa de las ideologías socialistas es la cooperativa, considerada a medio camino entre el individualismo y el colectivismo económico, ya que intenta combinar armónicamente propiedad privada, empresa privada, competitividad y economía de mercado junto con democracia directa interna, empresa de autogestión, colaboración mutua, mercados sociales y otras formas de solidaridad voluntaria.

Productivistas

Aunque muestren un finalismo, las ideologías productivistas no deben confundirse con las progresistas pues, mientras las segundas se centran en la evolución cultural y moral viendo como sujeto de la historia a la humanidad,[22]​ las primeras se centran en el papel de los sistemas en el que predomina el interés por producir bienes materiales apoyándose en un aumento del consumo, la tecnología y el crecimiento económico.[26]​ Dicho de otra manera, para las ideologías progresistas el fin es la humanidad mientras que para las productivistas el fin último es el crecimiento económico y material.[26]

Desde la perspectiva socialista el productivismo se define como una ética en la que el trabajo cumple un papel crucial al expresar la primacía de la industria en la sociedad moderna.[26]​ Desde la perspectiva capitalista y de economía de mercado las decisiones de lo que se debe producir, en que cantidad y para quién deben ser tomadas de manera individual.[26]​ Aunque existen ideologías productivistas, como el socialismo, que siguen viendo a la humanidad como sujeto principal de la historia existen otras ideologías (véase ideologías románticas), como el transhumanismo, que no lo ven así.

Clasificación tridimensional de la política. Eje rojo «autoritarismo-libertarismo»; eje azul «derecha-izquierda»; eje verde «productivista-antiproductivista»

Anti-productivistas

Los críticos del productivismo argumentan que el productivismo puede ser como una enfermedad y que puede interferir con los demás procesos que regulan la vida en el planeta, incluso entre las propias relaciones humanas. Para Iván Illich sólo una sociedad que acepte la necesidad de escoger un techo común a ciertas dimensiones técnicas en sus medios de producción tiene alternativas políticas.[27]​ Así pues, los defensores de estas posturas suelen hablar de un crecimiento moral pero no económico ni material. Aunque existen ideologías anti-productivistas, como el decrecimiento, que siguen viendo a la humanidad como sujeto principal de la historia existen otras ideologías (véase ideologías románticas), como el ecologismo profundo (biocéntrica), que no lo ven así.

Para que el ecologismo deba ser considerado como ideología política, el activista e investigador ecologista Florent Marcellesi propone el tercer eje «productivismo-antiproductivismo» además de los dos ejes típicos «izquierda-derecha» y «autoritario-libertario» de la clasificación bidimensional conformando así un nuevo sistema tridimensional de la clasificación de ideologías políticas.[28]

Marketing político

El marketing político es el conjunto de técnicas de investigación, planificación, gerenciamiento y comunicación que se utilizan en el diseño y ejecución de acciones estratégicas y tácticas a lo largo de una campaña política, sea ésta electoral o de difusión institucional.

En la actualidad el marketing político presenta dos características adicionales: la mediatización y la videopolítica.

Si bien existen numerosas similitudes técnicas y metodológicas entre el marketing político y el marketing comercial, sus objetivos difieren notablemente. En el mundo comercial la lógica de mercado tiene como objetivo principal la satisfacción de una necesidad. En la esfera política la lógica de mercado tiene como objetivo la elección de una alternativa.

Véase también

Notas y referencias

  1. Del latín polīticus, y este del griego antiguo πολιτικός politikós, masculino de πολιτική politikḗ, que significa «de, para o relacionado con los ciudadanos»

Referencias

  1. Real Academia Española. «política». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  2. Eduardo Andrade Sánchez, Introducción a la Ciencia Política. Universidad Nacional Autónoma de México, México 1990, 05 ss.
  3. a b Definición De, http://definicion.de/politica
  4. De Conceptos, http://deconceptos.com/ciencias-juridicas/politica
  5. significados, http://www.significados.com/politica/
  6. Hugo Eduardo Herrera, ¿De qué hablamos cuando hablamos de Estado? Ensayo filosófico de justificación de la praxis política. Instituto de Estudios de la Sociedad, Santiago (Chile) 2009, 67 ss.
  7. Antonio GramsciNotas sobre Maquiavelo, sobre política y sobre el estado moderno(México) 1975, p. 31.
  8. Ogaza, F., Araujo,M. (2012). «Objeto de estudio de la ciencia política.». 
  9. García,M. (2000). Introducción al derecho. Porrúa. 
  10. a b c d George Lakoff 1996. Moral politics : What Conservatives Know that Liberals Don't, University of Chicago Press. ISBN 978-0-226-46805-1
    • 2001 Edition. Moral Politics: How Liberals and Conservatives Think, University of Chicago Press. ISBN 978-0-226-46771-9
  11. "communism" en Merriam-Webster Dictionary, definición 2.d
  12. Real Academia Española. «comunismo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  13. Communism (ideology) en la Encyclopedia Britannica.
  14. a b c d Slomp, Hans (2000). European Politics Into the Twenty-First Century: Integration and Division. Westport: Praeger. ISBN 0275968146. 
  15. a b c d «David Nolan - Libertarian Celebrity». Advocates for Self Government. Archivado desde el original el 17 de febrero de 2003. Consultado el 18 de junio de 2010. 
  16. Se entiende el término «tradición» en el sentido de creencias o costumbres —tanto religiosas como sociales y políticas— que serían características de un pueblo o nación
  17. a b Sandeep Jaitly (2012) Keiser report en español. Solvencia a la velocidad de la luz RT Consultado el 27 de agosto de 2012.
  18. Ayn Rand sobre el matrimonio homosexual
  19. «Ayn Rand, Capitalism the unknown ideal». Archivado desde el original el 3 de junio de 2012. Consultado el 22 de junio de 2012. 
  20. Murray Rothbard, Capitalismo versus estatismo
  21. Murray Rothbard fue un economista de la escuela austríaca, teórico anarcocapitalista e historiador estadounidense del siglo XX. Fundador de la doctrina del anarcocapitalismo.
  22. a b c d e f g h i j k l m n Andrés Ariel Luetich. Clasificación de las ideologías políticas. Actas de la Academia Luventicus 2002 (1): 1-10. Rosario, 2002. ISSN 1666-7581.
  23. a b c d Arnold J. Toynbee (1954), A Study of History Vol VIII: Heroic Ages; Contacts between Civilizations in Space, Oxford University Press.
  24. a b Arnold J. Toynbee (1954), A Study of History Vol IX: Contacts between Civilizations in Time; Law and Freedom in History; The Prospects of the Western Civilization, Oxford University Press.
  25. a b c d e f g Samuel Phillips Huntington, The Clash of Civilizations and the Remaking of World Order, New York: Simon & Schuster, 1996
  26. a b c d Víctor Climent Sanjuán (1999) Producción y crisis ecológica. Los agentes sociales ante la problemática medioambiental. Edicions Universitat Barcelona, 1999 - 119 páginas. Consultado el 30 de abril de 2012
  27. Illich, Iván (1978) La convivencialidad. Consultado el 30 de abril de 2012
  28. Florent Marcellesi (2008) La ecología política, ¿de izquierdas o de derechas? Hacia un ecologismo sin complejos EcoPolítica.org

Bibliografía

Enlaces externos