Palacio de los duques de Braganza (Guimarães)

Palacio de los duques de Braganza
Monumento nacional de Portugal
273px
Ubicación
País Bandera de Portugal Portugal
Localidad Guimarães
Coordenadas 41°26′48″N 8°17′28″O / 41.44659, -8.29121
Tipo y colecciones
* Época siglo XV
Historia y gestión
Creación 1420
Información del edificio
Estilo Borgoñés
Construcción siglo XV
Información para visitantes
Visitantes 137.402 (1º semestre de 2015)[1]
pduques.culturanorte.pt

El palacio de los duques de Braganza (a veces simplificado como palacio de los duques) fue construido en el siglo XV, en Guimarães, por Alfonso, I duque de Braganza para su amante. Cuando estuviera el duque con esta, ya tendría una residencia lujosa para los dos.

Historia[editar]

Patio central

Construido en el siglo XV por iniciativa de Alfonso I de Braganza. El estilo borgoñés de este palacio refleja sus gustos, adquiridos en sus viajes por Europa. Estuvo desocupado cuando los duques se mudaron al palacio ducal de Vila Viçosa, periodo en que el edificio se modificó, perdiendo gradualmente su forma original. Durante parte del siglo XVI, el palacio siguió siendo utilizado como residencia de los duques de Braganza, tras lo cual entró paulatinamente en una fase de abandono y consiguiente ruina. En 1807, durante las invasiones francesas, fue adaptado como cuartel militar, función que ocupó hasta 1935.

El aspecto actual es una recreación, no exenta de polémica, realizada durante el Estado Nuevo. Esto se debe a que, en 1933, bajo el gobierno de António de Oliveira Salazar, fue transformado en residencia oficial del presidente, realizando una polémica campaña de restauración. El 25 de junio de 1959 se transformó en la residencia oficial del Presidente de la República en el norte de Portugal, y el 26 de agosto del mismo año se abrió al público como museo.

Características[editar]

Algunas salas de su interior componen un museo, donde se destacan alfombras persas, tapices flamencos (con temática sobre las conquistas portuguesas en el norte de África) y pinturas, como el Cordero Pascal de Josefa de Óbidos o el retrato de Catalina de Braganza.

En homenaje a las proezas marítimas de los portugueses, el techo de la sala de banquetes reproduce el casco volcado de una carabela.

Galería[editar]

Referencias[editar]