Naimlap

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Tumi o cuchillo ceremonial de la cultura Lambayeque, cuyo mango es una representación de Naylamp, con su máscara, sus ojos almendrados y alas en ambos costados.

Naimlap, Nailamp o Ñamla (nombre de probable origen mochica)[1][2]​ es un personaje mitológico del Antiguo Perú. De acuerdo a relatos recogidos por cronistas españoles, provino del mar, trayendo la civilización a las tierras lambayecanas(os) (norte del actual Perú), donde fundó un reino o señorío en el que se sucedieron varios reyes (cultura lambayeque), antes de ser conquistado por los chimúes. En el arte precolombino se le representa con rasgos antropomorfos y zoomorfos combinados (preferentemente de ave). Para Federico Kauffmann Doig, es una versión más del dios andino del agua.

Nombre[editar]

Apenas dos son las fuentes documentales coloniales sobre el personaje y sobre su nombre. La primera mención escrita de este personaje mítico proviene del cronista español Miguel Cabello Balboa, que en su Miscelánea Antártica de 1586 registra el nombre propio variablemente como <Naymlap>, <Nainlap> y <Nailamp>. Dos siglos después, Justo Modesto Rubiños y Andrade, siguiendo también relatos orales, relata básicamente la misma leyenda en su "Succesion chronológica o serie historial de los Curas de Mórrope, y Pacora en la Provincia de Lambayeque del Obispado de Truxillo del Perú" (editada recién en el siglo XX). Rubiños y Andrade anota el nombre del personaje variablemente como <Ñamla> o <Namla>.[3]

Por la ubicación geográfica y las características fonético-fonológicas, el nombre es consensualmente atribuido al idioma mochica. El filólogo andino Rodolfo Cerrón-Palomino adjudica a una errata la forma <Nailamp> por presentar un grupo consonántico doble [mp] a final de palabra, inusitado en la fonología del mochica.[4]​ Es también ajena a esa lengua la presencia de segmentos prenasalizados como [ᵐp] que podrían ser escritos mediante <mp>. Matthias Urban y Rita Eloranta la consideran una forma derivada mediante un proceso de metátesis. A partir de la comparación de fuentes y el análisis fonotáctico, Cerrón-Palomino reconstruye como original la forma */naimlap/ [najm.lap]; por su parte, el antropólogo Federico Kauffman Doig reconstruye */ñañlap/ [ɲaɲ.lap][cita requerida] y los lingüistas Urban y Eloranta postulan la forma original *<Ñaimlap> */ñaiñlap/ [ɲajm.lap].[5]​.

La etimología del nombre propio es todavía un asunto no cerrado. El mismo Rubiños y Andrade ofrece un significado para <Ñamla> como "significa ave (o gallina) de la agua en la lengua Indica,"[6]​ etimología que parece responder a analizar el nombre como un compuesto mochica ñaiñ-la ‘ave-agua’. Sin embargo, el mochica presentaba un orden de compuestos morfológicos modificador-núcleo, por lo que el compuesto así analizado debería traducirse en todo caso como ‘agua de ave(s)’. La relación del nombre propio con ñaiñ ‘ave, gallina’ sí ha sido respaldada por Kauffman[cita requerida] y por Urban y Eloranta. Estos últimos investigadores intentan reforzar su argumento relacionando el nombre propio con ñampal, el nombre en el castellano local contemporáneo para el gavilán pescador (Pandion haliaetus).[7]​ Posteriormente, la propia Eloranta ha puesto en duda la confiabilidad de esta última asociación.[8]

El mito[editar]

Desembarco de Naylamp, en el Museo Brüning

Proveniente del sur y al frente de unos caballitos de totora, Naylamp llegó a las costas lambayecanas, desembarcando en las playas de la hoy caleta San José y al pie de la desembocadura de un río que se llamó Faquisllanga (río Lambayeque). Le acompañaba un séquito de funcionarios, versados en diferentes artes y oficios, así como su esposa Ceterni y varias concubinas. Se adentró unos 2 km de la costa, donde construyó un templo, al que nombró Chot (posiblemente la actual Huaca Chotuna) y en el colocó un ídolo de jade verde al que llamó Yampallec. De allí provendría el nombre de Lambayeque dado a la región. Dicho ídolo representaba al mismo Naylamp.

Naylamp sería pues el fundador legendario del Reino Sicán o Lambayeque en el siglo IX d. C. y al morir fue divinizado por sus hijos. Estos contaron que Naylamp era inmortal y que decidió convertirse en ave, regresando a su lugar de origen. La dinastía fundada por Naylamp gobernó los ricos valles de Lambayeque. Dichos reyes fueron: Cium, Escuñain, Mascuy, Cuntipallec, Allascunti, Nofan nech, Mulumuslan, Llamecoll, Lanipat cum, Acunta y Fempallec. Doce en total, incluyendo a Naylamp.

El último de dichos reyes, Fempallec, quiso cambiar de sitio el ídolo Yampallec, lo que acarreó la ira divina. Estando en ese trance, un demonio en forma de mujer se le apareció y lo tentó a tener relaciones carnales. Como castigo divino, hubo un gran diluvio que duró 30 días, al que sucedió un periodo de sequías y hambruna como nunca se había visto (posiblemente se trata de la descripción de los efectos de un severo fenómeno del Niño). Los sacerdotes culparon de los desastres a Fempallec, y en venganza, lo ataron de las manos y los pies, y lo echaron al mar. Así finalizó la dinastía de Naylamp. El valle de Lambayeque quedó sumido en el caos, hasta que el reino Chimú conquistó la región en el siglo XIV.

Cronología[editar]

Aceptando la posibilidad de que Naylamp fuese un personaje histórico, se plantea el problema de su datación cronológica. Tratándose de su carácter de héroe epónimo o fundador de una civilización, se presume que sería de los inicios de la cultura lambayeque, es decir, del siglo VIII d. C. Su imagen empezó desde entonces a ser retratada en el arte lambayeque, manteniéndose hasta antes de la conquista chimú del siglo XIV, tal como lo prueba la evidencia arqueológica. Sin embargo, cabe la posibilidad de que el mito sea mucho más antiguo, remontándose hasta la época moche (siglo II al VII). Ello estaría evidenciado en muestras del arte moche en las que se ve a un gran personaje sobre una balsa tirada por nadadores (lo que también aparece en la cerámica lambayeque). Los lambayeque pudieron haber reelaborado ese mito para explicar el origen de su realeza.

Influencia en el arte[editar]

Muchos estudiosos concuerdan en que Naylamp está representado profusamente en el arte de la cultura lambayeque, siendo ejemplares emblemáticos el llamado tumi de oro o cuchillo de Íllimo y la máscara funeraria de oro de Batán Grande. Pero algunos, como Izumi Shimada, no comparten esta posición.

En líneas generales, a Naylamp se le representa con rasgos antropomorfos y zoomorfos combinados, destacando los ojos almendrados (a veces llamados ojos alados) y alas que le brotan de los costados. Asimismo, suele estar ataviado con un tocado imponente (mitra o sombrero), signo de su alta jerarquía.

Posible origen[editar]

Teoría maya[editar]

El arqueólogo alemán Max Uhle vio en este mito un argumento más a favor de su teoría del origen mesoamericano de la cultura andina. Según Uhle, Naylamp habría sido un personaje maya venido de la lejana Centroamérica y que trasplantó su civilización a suelo peruano. Sin embargo la teoría inmigracionista de Uhle fue refutada por Julio C. Tello, quien demostró la antigüedad mayor de la civilización peruana con respecto a la maya. Hay que señalar también que la versión transmitida por Cabello Valboa dice que Naylamp provino de la “parte suprema” del Perú, es decir, del sur, mas no del norte.

[9]​=== Teoría arqueológica === Si bien es difícil asociar un personaje mítico a la evidencia arqueológica, algunos de los últimos descubrimientos arqueológicos nos pueden dar una idea de la élite gobernante asociada a este personaje. Sin embargo, dado el carácter de ser mitológico de Naylamp, es imposible establecer categóricamente de manera científica su origen.

Las tumbas de élite encontradas nos muestran una élite gobernante multicultural. Mediante análisis de ADN mitocondrial, los arqueólogos han encontrado en mujeres enterradas en la Tumba Oeste de Huaca del Oro (Batán Grande) un claro patrón de vínculos con la población nativa (posiblemente moche) y otros grupos. Es así que la idea de Naylamp (un personaje principal de la élite) viniendo de otra región y mezclándose con la gente local es muy plausible. Además, los diversos artefactos encontrados en la Tumba Este vinculados a culturas ecuatorianas contemporáneas nos podría llevar a pensar que este personaje pudo haber venido del norte. Esto se refuerza con el gran acceso a conchas marinas de esta zona aparecidas en su tumba (Spondylus crassisquama).

Para algunos investigadores como el arqueólogo Wilo Vargas, consideran que la narrativa de Naylamp no tiene sustento ni evidencias científicas como para corroborar un acontecimiento histórico. En su artículo titulado " "Crónicas y leyendas que no concilian con la investigación arqueológica" (UPAO 2016) publicado en la revista QUIGNAM dice lo siguiente: Con la llegada hispana a América se iniciaron los primeros registros históricos en manuscritos llamados crónicas; en estos documentos se evidencia una manipulación que por largo tiempo se mantuvo ignorada, sin embargo, investigaciones contemporáneas dan cuenta de los perfiles psicológicos y de las diversas motivaciones que tuvieron los autores al momento de redactar estos documentos. La arqueología durante mucho tiempo ha intentado encontrar concordancias entre los datos que registran las crónicas y los que provienen de las excavaciones arqueológicas, no obstante, los resultados no han sido satisfactorios y menos aún cuando se toman en consideración los mitos y leyendas que generalmente distorsionan los hechos históricos. Este investigador hace un análisis riguroso de como la narrativa de Naylamp fue tergiversada por el narrador Martin Farro Chumbi y el que escribió la narrativa Cabello de Balboa, ambos influenciados y adoctrinados por su educación y formación Cristiana. asimismo argumenta que el desarrollo cultural fue lento y continuo, es decir que las tradiciones tecnológicas y estilísticas estarían emparentadas no existiendo evidencias que denoten una llegada cultural extraña a territorios norteños y que se pueda considerar como un punto de partida de una nueva cultura, las únicas evidencias foráneas son los restos que tienen filiación Wari y Cajamarca y el acercamiento de intercambio fue vía terrestre y no marítimo, igual sucedió con la llegada inca durante su expansión. Finalmente concluye que la narrativa de Naymlap pudo ser un hecho histórico en cuanto a su arribo a las costas norteñas del Perú como siempre existió en aquellas épocas con delegaciones de intercambio del Ecuador y hasta de México , pero que estos hechos no constituyeron acontecimientos de trascendencia que pudieron cambiar los patrones culturales de los nativos que habitaban las tierras en aquellos momentos, más aún, estos ya tenían un desarrollo cultural elevado con capacidad de asimilar elementos foráneos sin sufrir mayores repercusiones. No se registró conquista alguna, fue un acoplamiento pacífico y consentido por los grupos locales, las alianzas y las uniones conyugales se encargaron de borrar las evidencias materiales que hubiesen podido registrar elementos foráneos.https://sites.google.com/site/arqueologostrujillo/cr%C3%B3nicas-y-leyendas-que-no-concilian-con-la-investigaci%C3%B3n-arqueol%C3%B3gica

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Representaciones artísticas[editar]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Cerrón-Palomino, R. (1995). La lengua de Naimlap (Reconstrucción y obsolescencia del mochica). Lima: PUCP, pp. 43-44, n. 22.
  2. Urban, M., & Eloranta, R. (2017). Ñaimlap, the Birds, and the Sea: Viewing an Ancient Peruvian Legend through the Lens of Onomastics. Names, 65(3), 154-166. https://doi.org/10.1080/00277738.2017.1304104
  3. Urban, M., & Eloranta, R. (2017). Ñaimlap, the Birds, and the Sea: Viewing an Ancient Peruvian Legend through the Lens of Onomastics. Names, 65(3), 154-166. https://doi.org/10.1080/00277738.2017.1304104
  4. Cerrón-Palomino, R. (1995). La lengua de Naimlap (Reconstrucción y obsolescencia del mochica). Lima: PUCP, pp. 43-44, n. 22.
  5. Los asteriscos antepuestos marcan formas y palabras no atestiguadas, como aquellas que son reconstruidas. Ver Asterisco#Lingüística
  6. Rubiños y Andrade, ([1782] 1936). Citado por Eloranta Barrera-Virhuez, R. (2020). Mochica: grammatical topics and external relations. Ámsterdam: LOT, p. 82, n. 65. ISBN 978-94-6093-348-6 . URL=<https://www.lotpublications.nl/mochica-grammatical-topics-and-external-relations>.
  7. Urban, M., & Eloranta, R. (2017). Ñaimlap, the Birds, and the Sea: Viewing an Ancient Peruvian Legend through the Lens of Onomastics. Names, 65(3), 154-166. https://doi.org/10.1080/00277738.2017.1304104
  8. Eloranta Barrera-Virhuez, R. (2020). Mochica: grammatical topics and external relations. Ámsterdam: LOT, § 2.6.1, pp. 81-84. ISBN 978-94-6093-348-6 . URL=<https://www.lotpublications.nl/mochica-grammatical-topics-and-external-relations>.
  9. a b Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas :0

Bibliografía[editar]

Enlaces externos[editar]